Hemos llegado a la ciudad, es domingo y hemos decidido quedarnos en el apartamento de Jayden viendo películas y pasando el tiempo hasta mañana que volvemos a el trabajo.
Suspiro sintiendo las manos de Jayden rodeando mi cuerpo.
—Eres preciosa —murmura mirándome a los ojos.
—¿Quieres que te diga que eres precioso? —pregunto con una sonrisita en mis labios.
—Mejor dime que soy sexy y que me amas.
—Eres jodidamente sexy y te amo.
—Perfecto —pone una película en la televisión mientras nos acurrucamos juntos y nos centramos en reírnos de la comedia de Adam Sandler que se reproduce.
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—Buenos días Ana —saludo a la mujer de la recepción mientras entro junto a Jayden quien como de costumbre no dice ni hola y se dirige de frente al ascensor para ir a su oficina.
—Buenos días Heather ¿Cómo has estado?
—Muy bien —sonrío emocionada— ¿Y tú? ¿Cómo has estado?
—Bien, igual. Esta semana hemos estado haciendo los últimos arreglos que habrá mañana en el evento —comenta—, tu tarjeta de invitación ya está en tu departamento hace tres días, la dejamos con Agus Black.
—Ah si —asiento—, es mi amigo.
—Bien —me sonríe— te tengo que dejar Heather, tengo que terminar de hacer unas cosas para que ya todo esté listo. Nos vemos.
—Si claro, nos vemos. Avísame si necesitas ayuda.
—Bien —camino hacia el ascensor saludando a otros compañeros de trabajo que también veo y subo a mi oficina para avanzar el trabajo de esta semana.
Recibo algunas llamadas y algunos encargos a los cuales no tardo en hacerles un borrador gráfico.
Recuerdo que hoy si o si tengo que hacer la prueba a la que tanto le tengo miedo, es posible que me dé un infarto, aunque no sé porque será.
Escribo un mensaje en el grupo que tengo con mis dos amigos mientras mis manos tiemblan.
Heather: Necesito que alguno me compre una prueba de embarazo y ambos estén en casa cuando llegue del trabajo para que me cuiden de cualquier reacción.
Agus: ¿Solo una?
Heather: No creo necesario que sea más de una.
Andrew: Bien, ntp. Todo saldrá bien <3
Heather: Gracias, los quiero.
Estoy por escribir algo más, pero bloqueo el celular en el instante en el que el ascensor se abre y Jayden entra mirándome con media sonrisa.
—Hola castaña ¿Qué hacías?
Hago lo posible para no lucir nerviosa.
—Estaba avanzando con... —carraspeo—, unos trabajos que han solicitado cuando no estuve aquí —señalo la pantalla del portátil donde se ven mis avances.
—Genial, cariño ¿Esta noche también dormimos en mi apartamento? —pregunta poniéndose tras de la silla donde estoy sentada.
—Hoy no lo sé, creo que Andrew y Agus querían hablar conmigo, puede ser mañana.
No dice nada, pero sus labios se acercan a mi cuello mientras deja pequeños besos ahí y me estremezco al sentir sus manos sobre mis muslos.
—¿Qué haces? —pregunto cuando alcanza el inicio de mi ropa interior.
—Quitarle las bragas a mi prometida ¿No es obvio?
—Jayden estamos en...
—¿Desde cuándo es un problema follar aquí?
—Te odio —mascullo sabiendo que obvio ganó el juego, ya estoy caliente.
—Me amas, mentirosa.
Voltea la silla después de desprenderme de mis bragas.
—Mierda Heather, te ves increíblemente caliente así —murmura pasando su dedo por mis labios entreabiertos.
No tarda en deshacerse de mi camisa y mi falda mientras me levanta en brazos y camina junto a mí al baño de mi oficina.
• • • • • •
—Me tengo que ir —murmuro cuando siento las manos de Jayden nuevamente sobre mi cuerpo.
—Pero...
—Tenemos mucho tiempo para esto, rubio —le sonrío tomando sus mejillas y besando sus labios.
—Vale —suspira— ¿Quieres que te lleve?
Asiento, cuelgo mi bolso en mi hombro y me miro en el espejo confirmando que todo esté en su lugar.
Ambos salimos de la empresa y subimos a su auto.
—¿Qué pasó con tu moto? —pregunto mirando por la ventana.
—No la estoy utilizando —se encoje de hombros.
—Si tuviera una moto así la utilizaría todos los días, puedes atraer a muchas chicas —bromeo.
Me mira por unos segundos con el ceño fruncido.
—¿Por qué quisiera atraer a más chicas si ya te tengo a ti?
—Era una broma.
Asiente.
Frunzo el ceño porque parece estar a la defensiva y eso hace que mi corazón se acelere.
—¿Hay algo que me quieras decir?
—¿Yo? No ¿Por qué?
Niego.
—Por nada.
No digo nada más, no tardamos en llegar a mi apartamento. Le dije que hoy dormiría aquí así que él irá a el suyo.
—Mañana no habrá trabajo, recuérdalo. Te vengo a ver en la noche para ir al evento juntos —asiento— Te amo.
—También te amo, rubio —beso sus labios de manera rápida y después de despedirnos por unos minutos más subo el ascensor con los nervios al tope.
Abro la puerta y un Agus y un Andrew sentados en el sillón con una bolsa en el suelo me reciben.
—Fue idea de Andrew —se excusa Agus sin que yo lo logre entender a qué se refiere.
Me acerco a la bolsa y abro mis ojos con sorpresa al ver la cantidad de cajas con pruebas de embarazo que hay.
—Pero...
—Es mejor hacerte muchas que solo una —masculla Andrew con las mejillas rojas.
—Joder, no me hagan esto —toco mi pecho—, solo quería hacerme una para convencerme a mí misma de que saldría un resultado fijo.
—Bueno ¿Perdón?
—No... no te preocupes —susurro levantando la bolsa—. Bien, vamos allá.
Cuando camino a mi habitación ellos me siguen, caminan junto a mí y se quedan sentados en mi cama mientras me adentro al cuarto de baño con la bolsa en mi mano.
Cada movimiento que realizo hace que mis manos tiemblen.
—No me siento lista para verlo —murmuro saliendo de la habitación y dejando la prueba en el lavamanos.
—Voy yo —murmura el único que parece ser un adulto en esta casa y en este momento, Agus.
Entra al baño y no tarda en volver con los ojos perdidos y la evidencia en sus manos.
Me la extiende lentamente y estoy por respirar nuevamente, pero el resultado burlándose de mí tiene otros planes.
Dos rayas.
Dos rayas que marcan un enorme positivo.
—Hazte otra, puede que... —ni siquiera lo termino de escuchar, corro al baño y con lágrimas en los ojos vuelvo a hacerla, una y otra, y otra, y otra vez.
Once pruebas. Cada una con dos rayas.
Mi llanto empeora cuando comienzo a pensar que hay un ser en mí, un pequeño guisante dentro mío que no esperaba, y me entra pánico al recordar que ni siquiera me he cuidado en estas semanas.
—Llévenme donde mi ginecóloga —digo entre lágrimas e hipidos—. Ahora, por favor.
—¿Qué...?
—Yo... yo no me he cuidado al tomar o comer y no sé si esto le puede hacer daño y... tengo miedo, mucho miedo.
Salimos de casa a toda velocidad y nos trepamos al auto de Agus, quien maneja a toda velocidad. Andrew me habla intentando tranquilizarme.
—Soy Heather Levine, necesito ver a la doctora Mendez de manera urgente —hablo a la mujer de la recepción moviendo el pie con impaciencia, me debo de ver ridícula con el maquillaje corrido y los ojos rojos.
—Ahora está en una consulta...
—La necesito ver ahora mismo —repito con los ojos muy abiertos y la voz fuerte.
La mujer asiente de inmediato y utiliza el teléfono para llamar a quien espero y sea mi ginecóloga.
—Puede pasar a la sala tres —mis amigos me siguen, ignoro a la mujer cuando dice que solo puedo entrar yo.
—Señorita Heather...
—Estoy embarazada —suelto— ¡¿Cómo puedo estar embarazada si usted me dio un método anticonceptivo?!
Me mira con confusión y me invita a sentarme.
—A ver Heather, primero necesito que te relajes ¿Si? —intento respirar y ella pregunta— ¿Cómo sabes que estás embarazada?
—Me hice once pruebas rápidas de embarazo, y en todas salen don rayas.
—Bien —mira unos documentos— Te haré unas preguntas ¿Estás de acuerdo con que ellos escuchen?
—Si.
—Bien ¿Has mantenido relaciones sexuales sin preservativo mientras tomabas las pastillas?
—Si —mascullo—, se supone que esas tenían que evitar esto.
No hace caso a lo que digo.
—Recuerdas cuando te expliqué que, si tomabas algún medicamento como antiespasmódicos, laxantes, dicloxacilina...
—¡Esa! —digo de inmediato— dicloxacilina, la tomé cuando me enfermé, pero eso fue antes de que no use el preservativo con mi pareja, además de que ya estaba tomando las pastillas. Lo veo completamente ilógico —mis amigos toman mis manos mientras la doctora frunce el ceño.
—Ese medicamento inhabilita el correcto funcionamiento de las pastillas, y por lo tanto teniendo en cuenta lo que me comentas puede tratarse de un preservativo roto mientras las pastillas no hacían efecto. Acuéstate aquí Heather, tengo que ver si el resultado es positivo o solo es un fallo en la prueba...
—Claro que no es un fallo en la prueba rápida, me hice once ¡Todas fueron positivas!
—Necesito que se relaje señorita Levine, en caso que esté embarazada le puede hacer daño al bebé.
Quiero llorar.
La mujer pasa un gel helado en mi abdomen y parte de mi vientre mientras presiona algo que parece un micrófono encima de el.
Se queda mirando la pantalla al igual que mis amigos mientras mi ansiedad crece cada vez más.
—Estás en lo correcto Heather —murmura quitándose los guantes—, estás embarazada, estás de doce semanas.
—¿Do-doce? —pregunto con lentitud.
—Si.
—Pero... mi abdomen no ha crecido y...
—En algunos casos demoran en crecer, este es tu caso.
—¿Está bien...?
—Están bien.
—¿E-están? —mi barbilla tiembla.
—Hay dos fetos Heather, ambos están en dos sacos gestacionales distintos así que puedo deducir que serán mellizos.
—¿Estás segura que están bien? Yo quizás no me cuidé, tome alcohol, café y joder, tengo miedo —vuelvo a romper en llanto.
—Tranquila Heather, ellos no están en peligro, pero tengo que recetar algunas vitaminas para el mejor proceso del embarazo, aunque en caso de que no quieras tenerlos estás a tiempo de interrumpir el embarazo...
—No, no quiero abortar —niego de inmediato.
Estoy a favor de la decisión de las mujeres y de que pueden decidir sobre su propio cuerpo, pero yo no quiero abortar.
No sé como se lo diré a Jayden.
No sé como haré de ahora en delante.
Pero sé que haré lo posible para darles la mejor vida que alguien les puede dar.
—Bien —asiente mientras me extiende un paño desechable para que limpie mi abdomen, lo hago mientras ella se levanta de la mesa y toma una hoja de receta y escribe unas cuantas cosas, las mete en un sobre junto a la ecografía que imprimió hace un rato y me lo extiende—, aquí está la receta, los cuidados y la ecografía. Tienes que venir mensualmente para poder seguir un reporte mensual de tu embarazo, en caso de alguna complicación o dolencia tienes que venir de inmediato ¿Está claro?
Asiento.
—Gracias —murmuro.
—Mucha suerte Heather, comunícate conmigo si tienes alguna duda.
Salgo del lugar con ganas de vomitar.
—Heather...
—¿Cómo se lo diré a Jayden? —pregunto entre lágrimas, ambos de mis amigos me toman entre sus brazos evitando que mis rodillas toquen el piso.
—Todo estará bien, no estarás sola nunca.
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Bueno... ¿Hola?
¿Se lo esperaban?
¿Cómo creen que reaccionara Jayden?
¿Creen que los demás capítulos dolerán?
jijiji, me retiro, lxs amo