WTF
_______ (TN)
Mi celular comenzó a sonar, me estire para tomarlo y decidí contestar sin siquiera mirar quién llamaba.
Xxxx:— Hola, ____.
No fue difícil reconocer su voz, sin embargo fue extraño oírla hablar sin insultarnos de por medio.
_____:— Hola Jetza, ¿qué paso?
Jetza:— ¿Quieres que pase por ti?
«What the fuck!»
______:— ¿Enserio? Sí, gracias.
Jetza:— En un momento te veo —colgó.
Bien, eso fue bastante extraño.
Continúe comiendo mi desayuno, revisé mis redes sociales ya que no debía apurarme por llegar a tiempo. Este día me levante media hora antes y fue una buena decisión.
Tocaron la puerta, me despedí de Rosa —la cocinera— advirtiendo que quizás no llegue a la hora de la comida pidiendo que no se preocupara. Rosa es la única que se preocupa por mi a pesar de tener a sus propios hijos.
______:— Hola, Jetza —dije saludandola con una sonrisa.
Jetza:— Hola ____, ¿nos vamos?.
_____:— Claro vámonos.
El camino fue divertido, al parecer nos gustaba la misma serie y el mismo actor, fue divertido pelearnos y después hacer las pases imaginando quien se casaría y tendría hijos con él.
Llegamos a la escuela, nuevamente todas las miradas estaban puestas en mí, sin embargo también en Jetza, y no armé un escándalo por robarme la atención porque fui yo quién decidió hacerla mi amiga.
Además, soy ____ Carbonell, nada ni nadie puede brillar como yo.
Jetza:— Hola Jos y hola Alonso —saludó a sus amigos quienes directamente vieron nuestros brazos entrelazados.
Alonso:— Hola Jetz, ____ —devolvió el saludo en tono bajo sonrojandose en el proceso.
______:— Alonso —dije con una sonrisa—. Hola, Jos.
Jos:— ¿Hoy irás a mi casa? —preguntó con timidez.
_____:— Creo que, esta vez quiero que tú vayas a la mía —le miré a los ojos.
¿Cómo puede tener unos ojos tan preciosos? Transmiten total tranquilidad y confianza, están llenos de inocencia.
¿Y saben que es lo peor? Esos malditos ojos lo hacen ver extremadamente sexi.
«Mierda ____ . Enfócate, enfócate, enfócate. Recuerdalo, odias a Jos, y siempre será así».
Dieron el toque de entrada, me despedí de Jetza y del pelirrojo, para caminar junto con Jos a mi primera clases, el niño bonito y yo casualmente compartíamos bastantes clases.
Llegamos al aula, saludé a quienes me saludaban, guiñé un ojo a los jugadores de fútbol y me enderece al pasar por una fila llena de mujeres.
«Ya llegó su reina».
Xxxx:— ¡Eres una desgraciada ____!—gritaron sacándome de mi reinado imaginario.
_____:— Se puede saber por qué, Esmeralda —pedí arqueado una ceja.
Esmeralda:— Pasé por ti, porque sé que siempre sales tarde de tu casa y ¡que me dijo Rosa! ¡Que alguien te había traído!
______:— Me trajo Jetza —sonreí, ésta rubia no tenía ningún derecho a reclarme nada.
«Que mal agradecida, todavía de que la volvemos popular»
Esmeralda:— ¿¡Que!? Esa naca, ¡joder ____!, es asqueroso: su delineador, su desastroso cabello...
_____:— No hables así de ella, porque a diferencia de ti: ella sí tiene buenos argumentos para hablar mal de nosotras y no tonterías como tú —dije molesta—. Deberías aprender a ser un poco más como ella. No vuelvas a hablar mal de esos chicos porque no se te olvide gracias a quien eres popular y no la depresiva antisocial que eras antes.
Esmeralda:— Lo siento, ____.
Le pasé a un lado y me senté junto a Jos, a quien había olvidado por completo.
Jos:— ¿No crees que fuiste un poco dura?.
____:— Alguien debía ponerla en su lugar desde hace mucho tiempo, y realmente quiero intentarlo con Jetza.
También quiero ganar la apuesta y que mejor que defender a los cerebritos, quise añadir.
El maestro entro al aula, me miró por un momento y recordé nuestro casual encuentro en la sala de música, sí, ese fue un excelente faje. Y no me miren así, el hombre tiene lo suyo, un par de ojos verdes, una barba perfectamente rasurada y esos 28 años llenos de experiencia. Sí, es perfecto al menos para mí.
Muevo mi cabeza sacando esos lujurioso recuerdo al darme cuenta que ya empezó a dar sus clases, comencé a tomar apuntes de todo lo que escribía en aquel viejo pizarrón.
Debo recargar mis lapiceros de gel brillante.
Jos:— Me da gusto que por fin estés poniendo atención —me susurró el pelinegro.
____:— Gracias friki —sonreí coqueta.
«¿Gracias friki? Deberías dar gracias a Dios por crear al profesor Edgar y darle ese enorme culo»
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La cafetería se encontraba llena, había gritos, música y risas por todos lados.
Jale el brazo del pelinegro y le obligue a sentarse a mi lado, llamé a Alonso y a Jetza para que nos hicieran compañía mientras que Bryan y Esmeralda —quien estaba molesta— platicaban entre sí.
Es bueno tener a tus amigos cerca pero es mejor tener a tus enemigos aún más cerca.
O bueno, algo así dice el dicho.
Comía en silencio mientras observaba a mis acompañantes: Bryan trataba de coquetear con Jetza quien no tenía intención de prestarle atención, Alonso miraba a Esmeralda cada vez que tenía oportunidad sonrojandose a todo momento, la rubia estaba molesta y no trataba de disimular la expresión en su rostro.
Cuándo decidí mirar a Jos me llevé la sorpresa de que él ya sé encontraba mirándome con una sonrisa.
«Así es Canela, entra a la boca del lobo»
____:— ¿Qué les parece ir el fin de semana a mi casa? —sugerí llamando su atención.
Bryan:— Me parece bien —le guiñó un ojo a la pelinegra quien seguía ignorando la existencia de mi atlético amigo.
Esmeralda:— Tengo cosas que hacer —el dí un golpe en su rodilla—. ¡Auch! Es verdad, no estoy mintiendo.
____:— Los esperó el sábado a las 3:00 pm. —canturre.
Jos:— Nosotros nos apuntamos —se ánimo a decir mirando a sus amigos—. Gracias, ____.
Sus ojos estaban conectados con los míos, su sonrisa era tan linda y esos hoyuelos le daban un toque de ternura. No había perversión en su rostro tan solo amabilidad y nobleza.
Él estaba siendo increíblemente lindo conmigo.
Lastima que le rompere su corazón.
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