Hola a todos los lectores. Mi nombre es Mello Padasith y soy uno de los tantos bibliotecarios que trabajan en la gran sede del libro en la zona norte de nuestro reino, Techtra.
Mi labor es recolectar, almacenar, clasificar y ordenar cada una de las historias del mundo. No importa que tan verídica, vieja o extraña sea, tiene un lugar en el piso 22 de nuestra biblioteca.
He hecho este trabajo por ya veinticinco años, y un mago como yo, comprometido con su labor y fiel a los principios que construyeron a nuestra «raza» como son los magos, puesto yo soy un reptiliano escamazul, he decidido aportar al gran compendio que es la sección donde laburo.
Obviamente, lo que les voy a contar son cosas que no están aquí capturadas y que escuché de manera personal. Las historias que estoy por relatarles son lo más fieles a los hechos que pude hacer, pues la perspectiva de quienes me lo cuentan obviamente puede alterar un poco la realidad de lo percibido, o inclusive ignorar detalles que terminan siendo importantes.
Por ello, les pido que hagan su propia investigación en el reino, porque sí, las tres historias que pienso contarles sucedieron aquí, en Techtra, algo que de verdad me ha dejado un tanto fascinado, pues son cosas que sin dudas les van a demostrar que este reino, lejos de ser transparente y perfecto, tiene mucho que mostrar a los que se aferren al primer principio del mago: ser curioso.
Sin más preámbulo, bienvenidos. Háganse un té, café o simplemente adéntrense a esta pequeña recopilación que preparé para ustedes.