Meilin Lee tenía el don de la puntualidad, siempre llegaba justo a tiempo, siempre a la hora correcta. Por esa razón estaba exactamente a las 7 con 30 en la casa de Miriam como le había dicho. Aunque Miriam no pensaba que Mei se iba a tomar tan literal la hora.
Toco el timbre desde que llegó, había estado esperando a su mejor amiga pero estaba tranquila, Miriam ya había gritado desde adentro "¡Ya voy Mei, espérame!" así que eso hacía pero comenzó a aburrirse de ver la puerta así que busco entre sus cosas a su tamagotchi, solía colgarlo pero esta vez por la prisa solamente lo había tirado dentro entre sus cosas, buscó y llegó al labial que había metido ahí en la mañana.
— Mmm. — Mei saco el labial, pensando en si sería buena idea usarlo de nuevo. — Miriam no tardará en salir, creo que podría.
Abrió el producto y se lo puso de nuevo, vio su reflejo en la pantalla de su tamagotchi que ya había encontrado, estaba satisfecha. Ellas no solían usar nada de esas cosas pero Miriam era su amiga, seguro le gustaria ¿Ese era el tipo de cosas que hacía por ser adolescente? ¿Intentar verse lindas y querer que sus amigas las elogien? ¿O era solo Mei?
Los minutos restantes los pasó concentrada en Robaire Junior, ya habían pasado 10 minutos desde que llegó pero ella estaba tan concentrada que incluso cuando Miriam por fin abrió la puerta para recibirla no lo noto, tampoco noto cuando se posiciono a su lado.
— ¡Mei! — Gritó Miriam casi en su oído, asustándola tanto que se había convertido en el panda y casi dejando caer a Robaire Junior.
Miriam solo comenzó a reír al ver a su amiga convertida en el panda, con eso no podía engañarla, había logrado asustarla.
— ¿Qué diablos! ¡Miriam! — Mei desapareció al panda al ver que solo era ella mirando a Miriam no de buena forma. —No me asustes así.
— Perdón, es que estabas tan concentrada, era necesario para mi.
Miriam le sonrío y después de unos segundos, Mei suspiro y correspondió a su sonrisa.
— ¿Por qué tardaste tanto?
— Es que no quería abrirte antes de terminar de arreglarme. — Miriam termino de doblar su manga para dejarla así. —Llegaste muy puntual.
— Sabes que así soy, te lo dije.
— Si lo se. — Miriam abrazo por los hombros a Mei, riéndose comenzando a caminar.
Mei no pudo evitar sentir algo cuando se dio cuenta de que Miriam no había notado el pequeño detalle del labial, quería escuchar algo pero no fue así y eso era ¿Decepción quizá? Pero ni siquiera tenía sentido, descarto la sensación rápido, era una tontería.
Las dos esperaban que el camino a la escuela fuera un divertido paseo entre amigas, nada fuera de lo normal y eso fue... o algo así.
Decidieron esperar el bus que las llevaría, el tiempo pasaba rápido mientras hablaban y se divertían, aunque no tuvieron que esperar mucho, cuando el bus llego ellas solo subieron riéndose y se sentaron juntas.
Unos segundos después Mei decidió sacar sus cuadernos para comenzar a resolver algunos problemas de matemática durante ese tiempo, Miriam frunció el ceño en señal de desagrado.
— Mei ¿Esto haces siempre? — Mei la mirado extrañada sin entender a que se refería, la de ropa verde le señalo el cuaderno esperando una respuesta.
— Oh si, es que estudiar en el bus es lo mejor.
— Probablemente nunca nadie dijo eso antes.
Mei río ante el comentario y cerro su cuaderno aún dejándolo en sus manos para hablar con Miriam.
— No puedo desaprovechar el tiempo Mir, es oro.
— Exacto. — Estuvo de acuerdo. — Pero estar conmigo no es desaprovecharlo ¿O si?
— Claro que no, no quería decir eso.
— Lo entiendo. — Sonrío quitándole el cuaderno de las manos a Mei, abriéndolo y pasando hoja tras hoja. — Pero tienes que tomarte un descanso de esto.
Mei no había puesto resistencia y dejo que ella tuviera el cuaderno porque no era nada raro, se reía mientras ella pasaba las hojas por las caras que hacía, era estúpido pero gracioso.
— No entiendo la mitad de lo que esta en estas paginas y... oh.
Miriam paró en una de las hojas prestándole mas atención a todo lo que se encontraba ahí. Meilin se sintió confundida por el cambio repentino de expresión en su amiga, fijo su mirada en el cuaderno y ¡Oh dios!
— ¡Dame eso! — Gritó arranchando bruscamente el cuaderno de sus manos, pegándolo a su cuerpo deseando que no haya visto nada.
Pero claro que lo había visto ¿Por qué esos dibujos aún estaban ahí? Ella pensaba que los había borrado todos ¡Ya había pasado un año! ¿Cómo es que había otro cuaderno donde había dibujado antes a Devon y recién se daba cuenta? ¡Y lo estaba llevando a la escuela, que vergüenza! Ella ya no hacia eso pero ahora Miriam pensaría que era rara.
— ¿Ese era Devon?
Miriam miro extrañada a Mei quien no podía de lo roja que estaba e intentando no dejar escapar al panda que estaba a punto de salir, primero su mamá y ahora Miriam ¿Quién faltaba por ver esas cosas tan incomodos?
— ¡No! Es decir si, si era Devon, pero ¡Esto fue hace un año! — Comenzó a explicar Mei nerviosa. — Te lo juro, no entiendo porque siguen aquí, pensé que había botado todos.
De alguna forma Miriam sonrió volviendo a la normalidad cuando escucho que esos dibujos eran ya de hace un año y que su amiga no había vuelto a hacer eso, claro que le creía, no tenía porque mentirle pero era un buen momento para jugar con ella.
— Wow, realmente te gustaba Devon ¿Verdad?
— ¡No! Eso fue tan estúpido, no se que le vi, ni tampoco entiendo que le veías tu y las chicas.
— Ya no le veo nada, es mayor y tampoco se como pudo gustarnos, solo era un poco guapo. — Miriam río viendo nerviosa a la pelirroja. — Pero, ¿Acaso te molesta que me guste?
— ¡Claro que no! Pero es muy mayor para ti ¡Y para las chicas! Además no es tan guapo como dices.
— Claro... de todas formas, ya es cosa pasada.
— Si...
Mei se quedo en silencio pensando un momento en su siguiente movimiento, ¿No sonaría raro? Agarro fuertemente sus pantis para darse valor y hacerlo.
— Y entonces... ¿Ya no te gusta Devon?
— No, no creo que me interese más. — Respondió Miriam notándose bastante desinteresada, estaba diciendo la verdad.
— Y... ¿Otra persona que te guste?
Mei volvió a revisar su cuaderno una vez más intentando ignorar la mirada de mejor amiga, era normal ¿Verdad? Entre mejores preguntarse quienes les gustaban, no tenía porque estar avergonzada, esas cosas se preguntaban.
Miriam pensó un poco su respuesta antes de decirla, solo veía a Mei con una sonrisa e interesada en su repentina curiosidad, jamás habían hablado de eso antes, incluso Mei era quien solía evitar esos temas.
— No lo se, es decir hay alguna persona.
— ¿Y quién es! — Había mirado a Miriam a los ojos y se avergonzó al darse cuenta de que su voz se había elevado de tono, se volteo rápidamente riendo nerviosa.
Y las mejillas de Miriam se tiñeron por un momento de un leve rojo que Mei no logro ver.
— No te diré quien es porque aún no estoy segura, quizá solo estoy haciendo las cosas grandes y confundirlas... Ya sabes, solemos hacer eso como con Devon.
— Tienes razón, dejare de interrogarte. — Bromeó Mei estando mas tranquila.
— Y Mei, ¿Hay alguien que a ti te guste?
Lamentablemente Mei no pudo escuchar la pregunta de Miriam, ya habían llegado a su parada y eso fue lo que llamo toda su atención, pero era mejor así, esa pregunta hubiera desatado varias dudas para las que aún no estaba preparada. La mas bajita jaló a Miriam para bajar rápidamente y quedar justo en la puerta del colegio.
— ¡Justo a tiempo! — Sonrió Mei emocionada. — Te dije que era buena idea venir juntas.
— Es verdad, pero no volverás a estudiar mientras estemos juntas.
Mei asintió riendo. — Esta bien.
Entraron por la puerta principal y pudieron observar rápidamente a sus amigas desde lejos, Miriam siendo la más extrovertida las saludo y cuando estaba a punto de acercarse a ellas se detuvo por un momento.
— Mei, se me olvido decírtelo. — Las dos se detuvieron un rato antes de llegar donde sus mejores amigas, quienes también se acercaban. — ¿Te maquillaste hoy verdad? Te ves muy linda, es un muy bonito cambio.
Después de ese comentario Miriam se fue corriendo al alcance de Priya y Abby lo cual Meilin agradeció, ya que así no pudo ver cuando aparecieron sus orejas, ni su cola de panda, ni su sonrojo. La de trencitas no se dio cuenta del huracán de emociones que había dejado en Mei, pero no había problema porque Lee tampoco podía darse cuenta aún.
•́︿•̀ ¡Perdon! Realmente no pensé que este capítulo me iba a tardar tanto, fue una semana llena de examenes u.u pero aquí esta, aunque es mas largo de lo normal.
Escribí este capítulo escuchando Lover de Taylor Swift T_T es muy linda canción, incluso tengo un tiktok Meiriam con esta canción, me da mas inspiración.
¡Gracias por sus comentarios! De verdad gracias por leer la historia <3 espero que les guste.