Después de una caminata larga y llena de maltratos hacia la alfa, Chaeyoung vio una cabina cristalina amplia situada junto a otras de el mismo tamaño.
— Muy bien alfa, como no queremos que te mueras entonces te explicaré.- Nayeon se puso de cuclillas frente a la menor y sonrió.— Estas cápsulas tienen lo suficiente para sobrevivir, por lo que se te dará comida de vez en cuando y el agua es completamente gratuita.- Mina rodó los ojos al ver la cara de incredulidad de la alfa.
— ¿No creerás que te vamos a servir? Obviamente tienes que parecer machacada. Y nosotros no queremos ponernos en peligro ni mucho menos soportar a una idiota como tú, así que te quedas aquí como un buen perrito.- Mina desató a Chaeyoung y la alfa se paró, mirando a la Omega con cierta cara de confusión.— No me mires así, entra a la cápsula.
— Está bien, solo traiganme comida por favor.- Chaeyoung sonrió amablemente y ambas omegas se pusieron a la defensiva.— ¡Trato de ser amable y no me dejan! ¡Putos omegas, nadie los entiende!
— ¡Cierra el pico, que eso lo hicieron otros alfas y terminaron como comida de peces!.- Mina golpeó el hombro de Chaeyoung, la alfa solo suspiró y tomó la mano de Mina con suavidad.
— Miren, se que me veo muy orgullosa pero la verdad es que no me importan ustedes, solo quiero volver a mi pueblo para gobernar por mi padre.- Nayeon sonrió y dejó su arma, Mina seguía reacia con un rostro enojado.
— Mira, si tú crees que...
— Es entendible, además no te ves como alguien que nos quiera hacer daño.- Mina miró con una cara de enojo a Nayeon que solo levantó los hombros.— Tengo sueño, si quiere hacer algo Jihyo se encargará de ella.
— Agh está bien.- Chaeyoung sonrió y Mina la empujó adentro de la burbuja que tenía como cuarto.— Para empezar, la comida sólo será 2 veces.
— Pero toda la fruta que traje...
— Es una ofrenda a nuestro dios, no te metas en algo que no te importa tampoco. Además no creerás que queremos cuidarte gratis, obviamente tienes que pagar algo.
Chaeyoung suspiró y asintió.— Gracias supongo.
— Cuando estás tan tranquila, me da ganas de hablarte.- Mina sonrió y Chaeyoung levantó los hombros.
— Estaba algo confundida, pensé que los omegas eran bestias en celo que buscaban cualquier excusa para follar. Al menos eso dicen en mi pueblo.- Mina apretó los puños con fuerza y salió casi corriendo de ahí.— ¿D-Dije algo malo?
— No alfa, Mina tiene ese problema desde que era una niña.- Nayeon apretó los hombros de la joven y sonrió débilmente.— Mañana habrá una salida de investigación, tal vez tu comida llegue después. Descansa.
— Está bien...-Chaeyoung entró a la cápsula y siguió mirando como las omegas se iban entre la oscuridad.
Después de tantos golpes, al menos un respiro le daría un tiempo para cuidarse las heridas.
Pese a parecer una bestia, Chaeyoung podía saber cuando callarse y eso la hacía la candidata más sensata a ser la líder del pueblo.
Una vez que las sombras de las omegas se diluyeron en la oscuridad, Chaeyoung se quitó la parte superior de su ropa y formó una especie de cama improvisada. Con sus manos como almohadas, se levantó y comenzó a mirar el cielo con atención.
— A veces me gustaría simplemente haberte conocido, madre.- Chaeyoung soltó una risa y acarició sus brazos llenos de cicatrices.— Aunque... No sé, tal vez vivir sin ti me hizo más fuerte para ahuyentar a los alfas que no saben escuchar palabras. Los betas son algo miedosos mientras los alfas no dejan de imponer respeto a donde vayan.
Con una última sonrisa, la alfa se quedó durmiendo.
[°]
Al día siguiente, el sonido de unos pies caminando la despertaron.
El día seguia oscuro, por lo que se levantó cautelosamente para poder defenderse. La persona que rodeaba su sitio, parecia buscar una escotilla para entrar al lugar donde estaba. Chaeyoung, dudando de si era un omega o un animal salvaje, solo miraba con cautela los movimientos.
Iba a dejar su posición cuando la mano de una persona se apareció por la escotilla y la sombra se podía ver en su cama. Rapidamente, Chaeyoung se abalanzó hacia esa persona, tapando su boca e inmovilizó al desconocido.
- ¡¿Qué crees que haces?!.- Chaeyoung presionó más el cuerpo, aún no podía distinguir quien era, para que no se suigiera moviendo.- ¡Soy un alfa, no soy débil para nada!
- ¡Si lo sé, imbécil!.- Chaeyoung reconoció la voz de Mina entre sus manos y la soltó.- Yo solo venía a darte tu desayuno.
- Lo siento, es solo que te veías tan sospechosa...- "Y como un conejito" pensó Chaeyoung mirando la cara enojada de la omega.
- Bien, te daré tu comida y me voy, yo trataba de no despertarte.- Mina tiró un saco lleno de frutas y salió casi corriendo de ahí. Son se sentia algo cohibida, pero con una sonrisa comió las cosas que le trajo la omega.
El sol salió cuando Chaeyoung salió de su lugar de descanso, si bien dijeron que iba a dormir muy mal y que aparecería con moretones, no era más duro que un día en su pueblo en el que trataban de matarla por su poder y profecía.
La joven alfa acomodó su ropa y salió caminando por los alrededores con una expresión seria y calmada, estaba curioseando y tomando algunas notas mentales sobre el pueblo cuando vio a Tzuyu con una omega que se colgaba de ella.
— Chewi~ No creo que le pase nada al pueblo si nos encerramos sólo un día~.- Tzuyu solo reía.
—Shiba, tengo que ayudar a Jihyo a enseñarle a la nueva alfa sobre este pueblo, lo sabes... Luego podemos hacer lo que desees.- Chaeyoung se acercó a ellas y apenas la Omega sintió el aroma de la alfa se escudó en Tzuyu.- Ah, hola Chaeyoung. Jihyo me pidió pedirte que te despierte pero veo que ya no tengo que hacerlo. Te presento a mi omega, se llama Minatozaki Sana y es la madre de mi primer cachorro.
- Veo que mi aroma la asusta, tal vez debería irme a otro lado.- Tzuyu negó y le dio un pequeño beso en la cabeza de Sana.
- No te preocupes, son los cambios por el embarazo. Además Jihyo me pidió que te explique todo lo de la tribu pues nadie se quiere acercar a ti. Les das asco por como te comportaste ayer.- Tzuyu rió mientras Chaeyoung solo suspiró, el cansancio era algo que le fastidiaba cualquier conversación con alguien o un grupo grande.
- Tengo que disculparme o algo por el estilo.- A Chaeyoung no le gustaba llevarse mal con nadie, además podría utilizar el cariño de un pueblo para algo mucho más grande.
Sus instintos de alfa seguían apareciendo.
Ambas alfas y la Omega embarazada fueron a la casa de la pareja, en donde la Omega sólo entró y dejó un beso en los labios de Tzuyu.
- Veo que amas a esa Omega como nada en esta vida.- Chaeyoung sentía las feromonas de Tzuyu en el ambiente.
- La amo mucho más que mi vida, además vamos a tener un cachorro en sólo 2 meses. No puedo ser más feliz.- Chaeyoung sonrió y no pudo evitar pensar una futura familia con una beta.
Y por un momento, la imagen de Mina esperando a su bebé se cruzó en su mente. Chaeyoung sólo sacudió la cabeza y volvió a enfocarse en Tzuyu.
La plaza quedaba a unos cuantos pasos de la casa de Tzuyu, así que sólo siguieron caminando en silencio. Chaeyoung podía sentir las miradas de todos los omegas.
- Muy bien Chaeng, comencemos con todo lo que harás por ser alfa.- Tzuyu acarició sus nudillos y la alfa novata la miró fijamente.- Para empezar, esta isla se mueve por y para la agricultura y ganadería. Como somos una isla conocida por la cantidad de omegas, no podemos permitirnos el turismo o el ingreso de personas ajenas a este lugar.
- Pensé que solo vivían con la agricultura, la leche que mi isla compra viene de las otras partes del mundo.- Chaeyoung acarició su nuca un poco confundida mientras Tzuyu sonrió.
- La isla de los alfas, esa isla es la que más productos ganaderos exporta, solo que es un pequeño secreto pesquero.- Chaeyoung suspiró, su padre era un idiota por no fijarse de donde diablos venían los insumos de la isla.
- Muy bien, comprendo.- Chaeyoung miró como todos los omegas se reunían en la plaza.- ¿Qué está pasando?
- Sencillo, a esta hora Jihyo da un discurso o algún anuncio. Al parecer ha llegado algo nuevo a esta isla.- Tzuyu estiró sus brazos y dedos mientras que Chaeyoung miraba las caras preocupadas de todos.
- Parece que es grave.- Por el rabillo del ojo, Chaeyoung miró a Mina que pasó como un rayo por toda la plaza y ni siquiera se presentó por su lado. Sacudió la cabeza y volvió a ver a Tzuyu con una mueca.- No parece preocuparte.
- Sé que si algo malo pasó, Jihyo lo resolverá en medio segundo.- Tzuyu salió de su lado un momento y regresó con unas palas.- Ten, tu herramienta de trabajo. Te ayudaré solo porque es el primer día pero después solo tendrás que hacerlo tú.
- Bien, ambas somos alfas. No te preocupes.- Chaeyoung sonrió cuando Tzuyu asintió alegre. Era la primera vez que hablaba con alguien que no la quisiera sacar información.
- Muy bien ¡Atención!. - Jihyo salió de una cueva algo grande.- ¡Como ustedes saben, nosotros exploramos la isla siempre! Mina y Nayeon son las encargadas de la búsqueda y no han dejado nada más que buenas muestras de comida o restos de vida como la alfa.- Todos miraron a Chaeyoung, que solo se metió entre sus hombros.- Pero dejando eso de lado, queremos hacer un pequeño aviso y es que una beta fue encontrada en la isla.
- Así es.- Mina salía con una lanza y el traje de caza. Una simple falda hecha de paja hasta las rodillas y una pequeña camisa improvisada de paja en el pecho. Chaeyoung se sonrojo, pues no era algo que se imaginaria en la Omega.- Hemos encontrado una beta tirada en la orilla y va a unirse aquí.
Chaeyoung se quedó helada cuando vio a una figura conocida siendo acompañada por las omegas curandera de la tribu.
- Dahyun, ese es el nombre de la beta y fue abandonada por un barco de la isla de los alfas.- Jihyo tomó de los hombros a Dahyun y levantó su mano.- Tengamos los mejores momentos con ella.
- ¡Si!.- Todos gritaron y Chaeyoung quiso acercarse pero Tzuyu la jaló.
- Regla número 4: No interrumpir las reuniones aunque sea de vida o muerte.- Tzuyu esperó a que todos se vayan para soltar a la joven que solo corrió hacia Jihyo.
- ¡Dahyun! ¡Señorita Kim!.- Chaeyoung se abrazo con la beta que solo comenzó a llorar.- ¿Q-Qué ocurrió?
-Momo... Ella me quiso violar.- Dahyun siguió llorando mientras Chaeyoung mordía sus labios con rabia.
- Cuéntame todo, por favor.- Jihyo seguía mirando a ambas y reafirmó su odio por los alfas.