DIECISÉIS — Él huésped
04 de julio, 2038. | 15:00:20
Toronto, Canadá.
Connor era un cazador y su principal objetivo siempre fue eliminar a cualquier máquina que mostrara divergencia, él destruía a su misma especie hasta que conoció Jericho.
Un lugar libre sin humanos, después de eso él prototipo RK800 ya no era más un títere de Cyberlife, ni mucho menos de la policía. Ahora que era libre se negaba rotundamente a desperdiciar esa oportunidad.
«Quería vivir, amar y ser amado.»
Y para completar su última misión tenía que huir.
ONE SHOT LARGO
▪︎ POV'S WRITER
Un fuerte ruido en el patio trasero alertó a la joven TN. Quien rápidamente apagó la mecha de la estufa y a pasos sigilosos pero apresurados camino hacía la sala de estar. Juraba escuchar cada latido de su corazón y como este amenazaba con salirse de su pecho. Sabía que se encontraba sola en aquella casa, por lo que sin pensarlo tanto tomó lo primero que apareció ante su vista: un bat de béisbol.
Agradecía internamente a su hermano por haberlo dejado.
—¿Quién anda ahí?—preguntó temerosa deslizando la puerta que daba a su patio trasero.—Le advierto que llevo una arma de fuego, salga ahora mismo.
Nadie respondió. El aire fresco volaba algunas hojas caídas de los árboles, todo estaba tranquilo. Era un silencio tan pacífico y abrumador a su vez que le provocó nervios.
«estoy demasiado paranoica el día de hoy»
Bajo el bat apoyándose en el y suspiró, no hay nadie. Retrocedió aún atenta a cualquier movimiento pero nada paso, dándose la vuelta; cerró la puerta corrediza a su espalda.
Lanzo el arma al sofa y retomó su camino a la cocina, pero un leve deslice seguido de unos pasos, la dejo paralizada por completo, estaban dentro de su casa. Sus pensamientos atacaron fuertemente «podría ser un asesino serial, un maníaco o peor un abusador»
Un leve toque en su hombro la hizo sobresaltar.
—NO QUIERO MORIR, AÚN SOY JOVEN Y HERMOSA
—la joven gritó cubriéndose en un abrazo, estaba sintiéndose mal. Temblorosa prosiguió.—-¡Solo llévate lo que quieras pero no me hagas daño! —al no recibir una respuesta en concreto lo más inteligente que cruzo por su mente fue la palabra corre y fue exactamente lo que hizo, correr en dirección a su habitación sin mirar atrás.
No parecía que el civil le siguiera, ya que únicamente se había escuchado sus pisadas contra el suelo de madera, eso la confundió por un momento pero no se daría la vuelta para investigar.
Las escaleras se hicieron eternas, la chica sintió una enorme pesadez al subir cada escalón. Cuándo la puerta de su habitación fue notable a su vista se lanzó hacía la perilla abriéndola para luego entrar y colocar el seguro.
Por suerte había dejado el movil en su habitación, se dispuso a buscarlo y asi poder llamar a la policía. No iba a dejar que el ladrón saliera impune. Pero no encontró el movil por ningún lado. —No, no... ¿que clase de suerte tengo? Esta claro que es una de las peores. —se burló sarcástica por último dejándose caer en la cama.
«¿Que haré ahora?»
Pero de una cosa ella estaba segura y era que no saldría ni loca de su habitación, así muriera de hambre.
[....]
Habían pasado más de tres horas, o eso calculaba debido a que la oscuridad estaba presente fuera de su ventana.
Sus tripas rugieron, tenía demasiada hambre.
—¡Es ahora o nunca! —exclamó dándose aliento para levantarse de la cama.—Le pateare las bolas y ya.
Lentamente abrió la puerta y con el menor ruido posible salió. El pasillo estaba oscuro haciéndolo más tétrico.
«¿Se habrá ido?» Esperaba que si, no le importaba si le habían robado. Se encontraba a salvo y es lo que importaba.
Llegando a las sufribles escaleras comenzó a bajarlas cuidadosamente. No parecía haber ni una alma en su sala.
Se fue, realmente estaba a salvo.
Cuándo encendió la luz todo estaba en orden, pero era lo más extraño que había vivido. ¿Qué clase de persona había entrado a su casa? No se había llevado nada, o eso creía. —Ah que más da, estoy que me muero de hambre.
No habia logrado preparar algo en la tarde y tenía pereza para hacerlo. Se acercó al sofa en donde divisó su teléfono. Trataba de pensar que podría pedir a domicilio.
—Oye, discúlpame.... —una voz a su espalda la saco de sus pensamientos.
—¡Ahhhh! —la chica dejo caer el teléfono y tomó el bate que había dejado en el sofá, enseguida volteó enfrentándose al que había usurpado su casa.—Te atrape maldito ladrón.
Y frente a ella se encontraba a una persona muy distinta a lo que había imaginado. Parecía ser un hombre decente a simple vista.
▪︎ POV'S TN
—No quería asustarla.
—¿Qué carajos quieres de mi?
—Lamento lo que sucedió hace unas horas. —se disculpó acercándose lentamente a mí.
—No te acerques o te vuelo la cabeza. —amenace logrando que se detuviera en seco.
—No le hare daño, TN.
—¿Cómo es que sabes mi nombre? —por alguna razón me sentía mas tranquila pero claramente no iba a dejarle saber.
—He leído entre sus cosas. —confeso tímido mientras apuntaba con su dedo una libreta que estaba sobre en la mesa. Y en letras claras y grandes mostraba mi nombre. —Sólo le pido que me deje resguardarme el día de hoy. —me suplicó.
—¿Porqué debería de hacerlo?
—Huí de Detroit y la policía me busca.
—¿Qué? ¡Estas loco! ¿Cómo tendre a un criminal en mi casa? —de manera nerviosa comence a caminar de un lado a otro, los escenarios que hizo mi cabeza me torturaron llegando a la conclusión que terminaría en un horrible arresto por complicidad.
—No soy una mala persona, le doy mi palabra.
—Podrían arrastrarme por cómplice.
—Mi único crimen ha sido huir para ser libre, señorita TN.
—¿De que mi*rda hablas?
—Mi nombre es Connor. —se presentó ignorando por completo la pregunta que le hice.
—Mmh, escucha Connor —no sabía que decir, no podía confiar tan rápido. Nisiquiera lo conocía, solo sabía dos simples cosas sobre el. —No puedes quedarte, realmente no se quién eres...
—He preparado la cena en forma de disculpa.—me interrumpió.
—¿En serio?
—si, puede revisar... no tengo ninguna mala intención. ¡Yo solo vengo en paz! —exclamó dejándome confundida.
¿A que se refería?
—En paz, de acuerdo. —murmuraste.
Caminamos hacía la cocina y no pude evitar mirarlo de reojo, al principio no le había tomado tanta importancia pero no habia duda de que era MUY apuesto.
—¿Vive sola? —me preguntó y asentí.
—Sí, por ahora vivo sola. —empujé las puertas de la cocina y mi boca se formó en O de la sorpresa. —Vaya, realmente lo hiciste.
—No sé si es lo mejor pero he revisado en tus libros de cocina. ¿Se ve bien?
—Guau, yo diría más que bien. —levanté mi dedo pulgar formando un like.—Deberíamos comer y al final te dare una respuesta.
—Yo aceptaré cualquier decisión suya TN. —dicho eso último, ambos nos sentamos en la mesa.
—¿Estás seguro que no comerás algo? —Insistí pero solo negó con la cabeza.
—No tengo apetito, gracias.
«¿acaso tengo algo en el rostro?» no dejaba de mirarme fijamente mientras comía.
Cuando termine de comer enseguida me ayudo a recoger la mesa y yo me dispuse a lavar los platos sucios. —Gracias, no tenias porque ayudarme.
—Lo hago con mucho gusto, no se preocupe.
Luego de eso ninguno de nosotros habló, senti un silencio que comenzó a incomodarme lo unico que se escuchaba era el sonido de los cubiertos que lavaba.
Eso me obligó a romper el hielo.
—He escuchado que Detroit es la ciudad androide. —le pregunte mirándolo por unos segundos, ahora se encontraba frente a mi sentando en la barra.
—Si-i, por eso he huido. —parecía nervioso, en ningún momento me miro, y seguido de eso comenzó a jugar con una moneda que saco de su bolsillo.
—¿Realmente son capaces de sentir? —sequé mis manos para luego hacerle una señal al chico para que me siguiera a la sala y podernos sentar.—Ven.
Había estado pendiente de las noticias últimamente y estas no dejaban de hablar de los androides en Detroit, estaba realmente curiosa por la situación pero no quería incomodarlo con tantas preguntas.
—No lo sé, jamás he estado con uno en esa situación.
—Vaya, siéndote honesta me parece injusto cómo las personas los tratan, mi madre fue a Detroit y salió horrorizada. Si ellos realmente sienten y quieren luchar por sus derechos tienen mi apoyo.
Mi mirada cayó en la cien de Connor, noté un parpadeó y una luz de color amarillo. Abri la boca para preguntarle pero no salió nada de mis labios, me negue internamente. «Deja de imaginarte cosas que no son»
—¿TN?
—Ah, sí. ¿Tienen un nombre, cierto? —mi mirada nuevamente cayó a la cien de Connor. Esta vez no vi nada
Necesitaba dormir, estoy loca. «¿porqué rayos tendría un humano una luz en su cabeza?»
—Se les llaman divergentes. —interrumpió mis pensamientos.
—divergente, interesante sobrenombre.
—Eso creo, no lo sé.
—Agradezco la cena, gracias por haberme ahorrado algunos dólares en comida chatarra. —comence a hablar. —Y yo creo que puedes quedarte el día de hoy.
—Muchas gracias, TN. —parecía sorprendido, era muy probable que me negara.—¿Esta segura?
—Claro que si y espero no estar equivocada con mi decisión. —le miré entrecerrando los ojos.—Además me gustaría que hicieras más platillos para mi, todo estuvo riquísimo.
—Puedo hacer cualquier cosa para usted, solo pídelo sin problema. —sentí un calor en mi rostro luego de su respuesta, ¿porque lo había mal pensado?
—Háblame de tú, Connor. —cambié de tema intentando borrar aquel estúpido pensamiento, no quería que se me fuera de las manos.
—De acuerdo, lo intentaré.
—¿Y cuál es tu apellido?
El chico se quedo un tanto pensativo, hasta que hablo.
—Anderson, Soy Connor Anderson.
—Pues un gusto Connor Anderson, mi nombre es TN González. —levante la mano y este enseguida la tomó dándome un leve apretón mientras sonreía pero fue más bien, un intento.
—El gusto es mío señorita, TN González.
Sin duda este huésped era algo extraño pero había decidido confiar en el y no me arrepentía en absoluto.
[HOLA, espero que estén bien. Hoy les he traído un escrito viejo, ojalá y les guste espero tener su apoyo con una estrellita. Por cierto, quería ponerle nombre a la protagonista en otros OS, ¿o prefieren aún a TN?]
OS dedicado a: Lacuentafe1k ❣❣