Cómo ya era costumbre, padre e hijo discutían sobre cosas banales, mientras que el resto de nosotros tan solo éramos espectadores de la situación. Lo llevaron al extremo como solían hacerlo, tanto que Popee termino muriendo, mientras que, por otro lado, su padre a pesar de haber sido desmembrado se levantó y armó como si nada dejando al cadáver de su hijo ahí arrumbado. No me agradaba.
—suegro —le llamé.
—¿qué sucede querida?.
—necesitas ayuda con Popee, urgentemente.
El ladeo la cabeza confundido.
Así fue como me senté a conversar con el diciéndole directamente lo que pensaba sobre su actitud hacia su hijo, aquel hombre escucho atento y en silencio.
—dices que conoces a Popee, pero realmente no es así.
—te equivocas —negó con la cabeza—, lo conozco perfectamente, desde que volví no eh hecho otra cosa más que apoyarlo.
Bueno, comprobaría si eso era verdad con una lluvia de preguntas.
—¿edad?.
—15.
—¿color favorito?.
—rojo.
—¿mejor amigo?.
—la rana.
—¿pasatiempo?.
—ninguno.
—¿animal favorito?
—gatos.
—¿le gustan los hombres o las mujeres?.
—siguiente pregunta.
—¿cumpleaños?
—30 de febrero.
—¿comida favorita?.
—sushi.
—¿cuántas parejas ah tenido?
—50, es todo un casanova —rio ruidosamente.
Estaba más que claro, ni siquiera había sido necesario preguntar mas, ya lo sabía de antemano, que aquel hombre no sabía nada sobre su hijo, pero.., ¿cómo fue posible que respondiera erróneamente todas y cada una de mis preguntas?, interrogantes banales, datos básicos que debería saber sobre su hijo, preguntas fáciles y aun así, todas las respuestas incorrectas.
—no conoces nada sobre el —mencione entristecida.
—¿y tu sí? —se cruzó de brazos ofendido.
Suspire ladeando la cabeza.
—tiene 17 años, su color favorito es el rosa, le gustan los conejos, su pasatiempo es cocinar, su comida favorita es el curry, su cumpleaños es el 1° de abril, aries, su mejor amigo es Kedamono, nunca se ah enamorado y por lo tanto no sabe si le gustan los hombres o las mujeres lo que significa que nunca ah tenido una pareja —respondí a todas las interrogantes—, eres su padre y ni siquiera conoces algo tan básico como su fecha de nacimiento.
El aparto la mirada con descontento, sabía que tenía razón y estaba al tanto que había inventado todas sus respuestas tratando de acertar alguna.
—me ausente muchos años… —hablo por lo bajo.
Sentí lastima y empatía por la situación.
—pero ya estás aquí —console—, no sigas compitiendo con el, intenta otras soluciones.
—¿cómo cuáles? —cuestiono intrigado.
—podrías felicitarlo cuando haga algo bien, ayudarlo dándole consejos y mostrándole en que se ah equivocado, pero trata de no competir tanto con el —resalte la negación.
Aquel hombre me miró con asombro y admiración.
—parece que conoces muy bien a mi hijo.
—y usted no lo suficiente, pero descuidé, vamos a trabajar en ello.
Así fue como emprendimos esta travesía llamada paternidad.
Ese mismo día por la noche, aquel hombre comenzó su primer intento de ser más comprensivo con su hijo. Observé de de lejos. Iniciaron una rutina de acrobacias, si bien Popee no lo hacía nada mal, su padre le comento que podría ser mejor comenzando por un ejemplo el cual molesto al rubio más no lo hizo perder la cordura.
—acrobacias —escuche una voz conocida a mis espaldas. Kedamono—, voy a unirme —menciono con emoción.
—¡no! —le detuve de inmediato sosteniendole del brazo—, déjalos solos por un rato —suplique.
Por supuesto, el peli-morado no comprendió más aún así acato mi petición, permaneciendo a mi lado simplemente observando.
Continuando con padre e hijo, la situación parecía prometedora pues aquel hombre trato tanto como pudo en instruirle recalcando sus errores y aplaudiendo sus logros, aún así no pudo evitar dar varios "ejemplos" de como podría hacerlo mejor.
—¿qué está sucediendo? —cuestiono mi acompañante, confundido.
—Papi está tratando de enseñarle a Popee como se debe, sin competir con el —expliqué.
—¿crees que lo logré?, ellos no se llevan muy bien.
—ya lo se, pero verás que eso cambiará.
Le costaba pero lo intentaba, se esforzaba por su hijo, le quería eso estaba claro, simplemente no sabía expresarlo correctamente. Aquella noche fue todo un éxito.
Al día siguiente me reuní con mi suegro para interrogarlo sobre lo sucedido la noche anterior.
—¿qué pasó?, ¿notaste alguna diferencia?, cuéntame todo con detalle.
—tenías razón —hablo con satisfacción—, cambiar el método ayudo mucho, mejoro más rápido de lo que suele lograr.
—¡genial! —exprese dichosa— continúa así, no apresures las cosas, todo a su ritmo —aconseje.
Mi estrategia había logrado ser todo un éxito, teniendo buenos resultados, me sentí feliz por ello.
Nuevamente permanecí en las sombras observandoles, en esta ocasión con Kedamono de por medio, —“solo espero que no haya inconvenientes”— suplique.
—espiando de nuevo —hablo la castaña.
—solo estoy observando.
—claro, si con observar te refieres a acosar.
Rodé los ojos e ignore sus comentarios poco motivadores.
A la ecuación se sumaron las otras dos chicas, dejándoles nulo tiempo de calidad padre e hijo, esto parecía no estar llendo correctamente.
—note que Papi está tratando diferente a Popee, me preguntó porque será —ese peculiar tono de voz me desagradaba, igual que sus insinuaciones.
—estoy tratando de mejorar su relación —expuse—, ¿ya estás contenta?.
—wow, ¿tanto así te gusta? —menciono a manera de burla, inclusive riendo ligeramente.
—si —afirme con seriedad.
Por supuesto con tanta gente acompañándolos la situación termino saliendose de control, con masacre y todo incluído, ese adolescente rubio no tenía paciencia ni autocontrol alguno, está vez no resultó según lo planeado.
Así volvimos a intentarlo en otra ocasión, sin embargo, dándoles el debido espacio que requerían, lograndolo únicamente manteniendo ocupados al resto del elenco.
—toma 4 Aoi —dije—, cambio de color a rojo.
—¡no! —chillo—, estaba a punto de ganar, me quedaba una carta.
Miraba de reojo a ambos ojiazules, parecía que la estaban pasando bien, sonreí. En un momento dado el hombre me guiño el ojo mientras que alzaba su pulgar, sin que su hijo se diese cuenta, asentí como respuesta, de nuevo marchaba a la perfección. Continue jugando con el resto hasta que oscureció, momento en el cual cada quien tomo su propio rumbo.
Después de charlar con mi suegro me dirigí hasta la cocina, mi estómago rugía, tenía ambre, planeaba tomar un bocadillo nocturno. Abrí el refrigerador encontrando una rebanada de pastel la cuál no dude en tomar y me senté a la mesa a comer.
—hey extraterrestre —escuche un susurro en mi oído que me dió escalofríos.
—Popee —respondí atemorizada.
—se lo que estás tramando.
Tragué saliva, ¿cómo se había enterado?, ¿no fui discreta?, ¿Papi le dijo algo al respecto?.
—perdón, no sabía que el pastel era tuyo —fingí no saber de lo que hablaba.
Una cuchilla se incrustó con fuerza sobre la mesa justo a mi lado, estaba molesto y yo atemorizada más trataba de ocultarlo tratando de mantenerme firmé.
—no soy ciego sabés, puedo darme cuenta cuando me espías —tomo asiento al frente mío—, me di cuenta de esas "señales secretas" e indirectas que se mandaban tu y Papi, su manera tan rara de comportarse, se que tienes algo que ver en eso, están tramando algo yo lo se —frunció el ceño.
—no se que es lo que quieras escuchar, pero da igual lo que diga, te enfadaras igual e intentaras matarme, ¿no es así? —comenté.
—quiero la verdad, si planean algo en mi contra quiero saberlo ahora.
No tenía idea lo que pasaba por su cabeza, sin embargo estaba segura de que el pensaba estábamos tramando un complot en su contra, una idea tan errónea.
—te dire la verdad si prometes no matarme —condicione.
—eso dependerá de tu respuesta.
—¡prometelo! —me alteré.
—bien, lo prometo.
No estaba convencido y aun a pesar de haber prometido no lastimarme, jugaba con aquel cuchillo que anteriormente dejo caer sobre la mesa de manera amenazante. Respire profundo, crucé los dedos y finalmente confesé:
—estoy tratando de ayudar a Papi a ser un mejor padre contigo.
Aquel chico dejo de inmediato aquel cuchillo, congelándose en el proceso.
—¿cómo dices?, repitelo.
—trato de ayudar mejorar su relación de padre e hijo, ya me cansé de no hacer nada.
Podía notarlo en su mirada, confusión, disgusto, molestia, no sabía cómo debía sentirse al respecto.
—no te pedí que lo hicieras, no ganarás puntos por eso —aparto la mirada.
—no, yo sé que no, pero tampoco quiero estar aquí como un estorbó, al menos quiero ayudarte en algo que este en mis posibilidades.
Un silencio incómodo invadió el sitio, me preocupe.
—me voy.
Se levantó de la mesa aún evitando el contacto visual y se retiró sin más
—espera —le dije.
Fue inútil, me ignoro por completo.
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Falta poco para el cumpleaños de Popee, así que estoy preparando un capítulo especial y espero alcanzar a publicarlo ese mismo día.
(｡ŏ﹏ŏ)