—R-Reto.—Respondió dudoso.
—Te reto a qué me des un beso.—
Todos los miraron expectantes al siguiente movimiento. Las mejillas del azabache se tornaron de rosa, trató de contenerse lo más que pudo, de no verse como un tomate de mercado, pero a la final no pudo con la vergüenza. Las personas que estaban sentadas en forma de círculo le hicieron un espacio al alfa para que sentase justo al lado del omega. Y así lo hizo se levantó temeroso.
Los dos se miraron, y Metawin cerró los ojos.
Posó su mano en su mejilla y se acercó a él. Sus narices se rozaron y Bright absorbió su dulce aroma. Probando el sabor de su respiración, sus labios se juntaron. Tomando el tiempo necesario para recorrer cada milímetro de sus bocas.
Hasta que un golpe en seco hizo que se separasen.
—¡Vaya! Parece que se están divirtiendo mucho...—Habló Jumpol. Acomodándose la chaqueta que traía y mirando con rotundo asco a Chiva-aree.
—¿Qué haces aquí? ¡Esta fiesta es privada! ¡Solo pueden entrar con la tarjeta de invitación!— El omega se levantó.
—Tengo mis métodos...— Comentó sonriente.
—¡Vete! ¡Largo!—Exclamó disgustado.
—¿Cómo te atreves a tratar así a tu novio?—
—Exnovio...¿O qué ya no te acuerdas como me humillaste por teléfono?—Alzó una ceja, todos lo observaron con mala cara.
—¡Vamos ni que fuera para tanto...!—Intentó lavarse las manos. Como queriendo suavizar la situación. Agarró de la cintura a Metawin a la fuerza apegándolo a él.
—¡Déjame! ¡No!— Chilló.
Vachirawit al ver la escena, se enfureció, encogió sus dedos formando un puño, y apretó su mano con fuerza. Las venas de sus brazos se brotaron. Se levantó y de solamente un empujón lo apartó, haciendo que Off se estrellara contra el muro. Win se refugió en sus brazos.
—¿Qué te sucede? ¿Eres idiota?—Habló con su voz de mando. Los demás omegas y betas de la habitación bajaron la cabeza sumisamente. Al igual que Metawin.
Jumpol se levantó con dificultad.
—¿Cómo me llamaste?—Alzó su brazo, y estuvo a punto de golpearlo, pero fue impedido por Naravit.
—¡Wow! ¿Cálmate amigo quieres?—
Miró al alfa con prejuicio y habló.
—Ya que están jugando a verdad o reto, yo tengo uno para tí...Si me ganas dejaré a Opas-Iamkajorn en paz.—
—Te escucho.—