La música obscenamente alta se escuchaba al rededor, de todo el apartamento. Por suerte, las personas que vivían abajo, no estaban en casa porque si no hubiesen llamado a la policía hace muchísimo tiempo. Cada disfraz era diferente, había un par de omegas vestidas de Catwoman. Que no dejaban de coquetear con los alfas del lugar. Los disfraces venían desde el Universo cinematográfico de Marvel, hasta los mismísimos "Otakus".Había personas por montones, en cada sitio. Algunos alcoholizados, otros bailando y otros besuqueándose en una esquina. Phuwin estaba vestido de pandita, solo se podía observar su rostro y Metawin de conejito, las orejas que traía, al igual que la cola lo hacían ver sumamente adorable. El pantaloncillo corto que tenía, resaltaba sus glúteos, su espalda estaba completamente descubierta, su pecho y su pancita, al contrario, si estaban cubiertas, hasta el cuello.
Bright daba vueltas de un lado a otro, estaba en una duda tremenda ¿Cómo debía ir vestido? ¿Cómo Albert Einstein o como Nikola Tesla? ¿O quizás como Sócrates?
—¿Ya vas a irte? ¡Se te hace tarde!—Habló su hermano.
—¿Mew cuál disfraz me pongo?—Preguntó Bright. Mew colocó la palma de su mano en su rostro. Como diciendo: «Dios dame paciencia o si no lo mato.»
—¿Vas a ir con eso?—
—Si..¿Qué tiene de malo?—
—Mmm..¿Qué tal si cambias de disfraz y te pones otra cosa? Y de paso hacemos otros arreglos..—
—¿Qué cosa?¿Arreglos?—
—Sígueme...—
—Invitación.—Pidió el guardia.
—A-Aquí está...—Entregó.
—Bienvenido.—
En cuanto entró fue llenado de chiflidos y piropos. —¡Hey guapo restriégame tu paquetote!— Gritó alguien entre la multitud.—¡Pero que bizcocho!—Gritó otro de una esquina. Caminó entre el gentío y en el centro de todas esas personas se encontraba el omega, sonriendo, con un vaso de licor en sus manos. Riéndose a carcajadas. Y luego, como si supiese que estaba allí, lo miró con ojos de fiera.