Le digo un vistazo a la camisa blanca del pequeño fantasmita y escribió el nombre de la escuela que estaba bordado en esta. Ingresó al sitio Web de la escuela y comenzó su trabajo. Pero luego de un par de minutos, suspiró cansado.
— Creo que tendremos que ir a la escuela... Vamos al auto — dijo apagando el equipo, pues no había encontrado nada que le sirviera como ayuda en aquel sitio de internet.
Al cabo de un rato llegaron a la escuela, bajaron del auto comenzado a caminar hacia las oficinas de la institución.
— ¡Wao! ¡¿Aquí estudiaba yo?! — preguntó sorprendido.
— Al parecer tus padres tenían mucho dinero, porque hasta donde sé, es una de las mejores escuela — susurró tratando de no llamar la atención.
— Genial — habló en tono bajo mientras seguía observando todo con detalle.
Ambos pasaron por un pasillo el cual tenía una gran vitrina con fotos y trofeos. Zhan miró todas las fotos hasta que se detuvo en una en especifico. Era una fotografía de un equipo de baloncesto, y lo que vio le sorprendió, el chico que estaba en medio de todos era definitivamente el fantasmita al que estaba ayudando.
— ShengCai... Este eres tú — señaló.
— ¡¿ENSERIO?! Oye... Yo era muy guapo, eh — dijo sonriendo mientras codeaba al mayor.
Zhan frunció el ceño al ver la fecha, 16 de septiembre del 2012, y una leve expresión de asombro apareció en su rostro, esa foto había sido tomada hace diez años, sin entender mucho miró de reojo al ya no tan joven fantasma.
"Este es como los otros... No recuerda nada de su pasado y no tiene noción del tiempo"
— Disculpe. ¿Puedo ayudarlo en algo?
Volteó al escuchar la voz femenina de una mujer y efectivamente, era una mujer ya algo mayor.
— Buenas tardes, me gustaría hablar con la directora — la mujer sonrió.
— Está hablando con ella.
— ¡Oh!
— Pregúntale por mi hermano, pregúntale por mi hermano.
No prestó atención a las palabras del fantasmita y se dirigió a la directora.
— Verá, lo que sucede es que me gustaría que me ayudará o me facilitara la información de un estudiante de aquí.
— Claro que sí, sígame por favor. ¿Cúal es el nombre de su hija o hijo?
— Ah, ¿no-nombre?... No, no lo que pasa es que me gustaría que me ayudara con la información de él — señaló la foto en la vitrina.
— El chico con la camiseta número cinco. ¿Quisiera saber quién es él?
La mujer vio la foto y sus ojos se abrieron como platos, esto no pasó desapercibido por Zhan quien también volvió a mirar la foto.
— Señor, déjeme decirle que no puedo darle información de ningún estudiante de esta institución, si usted no es el padre o representante legal, no lo haré, esta en contra del código de privacidad de esta institución.
— Espere por favor. Sólo deme el nombre del chico, es lo único que necesito.
— Vuelvo y repito señor, dar información personal de estudiantes a personas que no están relacionadas con ellos es ir en contra de las reglas de esta institución, le pediré que se retire por favor.
Sin querer ocasionar problemas, asintió para comenzar a alejarse. Una vez que estuvo en su auto, habló.
— Lo siento, pero tendremos que buscar otra manera de conseguir tu información.
— Yo tengo una idea, esperamos a que todos se vallan de la escuela, entramos sin que nadie nos vea, nos metemos a la oficina, sacamos las carpeta, y nos vamos.
— Eso es robar y allanamiento a una institución privada.
— ¿Y?
Zhan volteó a mirarlo con el entrecejo fruncido.
— ¿Cómo que "y"? Podría ir a la cárcel
— Te ayudo a escapar.
— ¿Estás demente?
— Un poco creo.
— Oye, tengo un trabajo, una vida social, y no antecedente penales, no iré a la cárcel por robar una hoja con tu nombre escrito en ella
— Le tienes miedo al éxito, Ge. ¡El que tiene miedo a morir que no nazca!
Zhan bufó.
— Comienzo a imaginarme como moriste en realidad. No cometeré un delito por un fantasma — ShengCai realizó un chasquido con su boca mientras cruzaba los brazos.
— Gallina.
Respiró profundo tratando de mantener su paciencia, era el primer fantasma que lograba hacerlo contar números del uno al díez en su mente para calmarse, esto era algo que no sucedía tan cotidianamente.
— Encontraremos otra manera — con un tono de cansancio y arrepentimiento salieron esas palabras.
¿En qué carajos estaba pensando cuando aceptó ayudar a este fantasma?
Sacudiendo un poco su cabeza tratando de alejar las miles de respuestas en negativa que pudo haberle dicho y no estaría en la situación en la que está ahora, encendió su auto y se puso en marcha.
Wang Yibo bajó de su mercedes desprendiendo un aura asesina, demás estaba decir que se encontraba furioso, pues se notaba con una sola mirada. Pero lo que la gente se preguntaba era ¿Por qué Wang Yibo entraba al departamento policial como si llevara al diablo encima?
Ni siquiera tuvo que dar alguna información en la entrada, los que estaban allí lo reconocieron de inmediato, simplemente fue directo al ascensor para luego llegar a un pasillo, caminó unos cuantos pasos y abrió la puerta sin detenerse a tocar primero. Al realizar tal acción logró sobresaltar a la persona sentada tras el escritorio.
— ¿No te enseñaron a tocar acaso? — preguntó con una falsa sonrisa.
— Explícame esto — dijo lanzando la carpeta que había revisado momentos antes.
El hombre tomó la carpeta mientras soltaba un suspiro, la abrió comenzado a mirar sin detenimiento y de manera rápida, la cerró y haciendo una expresión de cansancio habló.
— No hay nada que explicar, está todo escrito allí Wang, el caso está cerrado, ya han pasado diez años-
— ¡Diez años en los que no han hecho nada! — exclamó enojado.
— Yibo-
— ¡Fui paciente Tao!... Demasiado paciente, esperé a que encontraran la causa de-
— ¡Fue suicidio Wang! ¡Las pruebas están allí! — señaló la carpeta.
— ¡JAMÁS SE SUICIDARÍA! ¡NO FUE SUICIDIO Y METO LAS MANOS AL FUEGO DE QUE NO FUE ASI!
Yibo se calló cubriendo rápidamente sus ojos con su mano, empezó a respirar profundo y de manera calmada para intentar tranquilizarse, se estaba alterando y físicamente no estaba en condiciones de enfermarse, nuevamente.
— Hao MingTao... ¿Te consideras mi amigo? — quitó la mano de se ojos mirándolo fijamente
— ¿Y ahora de qué me estás hablando Yibo? — preguntó con su ceño fruncido y con una clara expresión de estrés, pues, estaba cansado de esa situación.
— Reabre el caso, si necesitas dinero para la investigación te daré todo el que necesit-
— ¡YIBO ENTIENDE POR FAVOR!... — gritó quedándose unos segundos en silencio.
Se acercó hasta el castaño para tomarlo de los hombros y mirarlo fijamente a los ojos.
— ¡No se trata del dinero!... No se trata de eso amigo... El caso está cerrado, la causa de su muerte fue suicidio, tomaba pastillas, sus expedientes decían que tenía depresión, la autopsia reveló que habían rastros de los antidepresivos en su sistema, las paramédicos informaron que no murió por el medicamento, sino en cuanto su cuerpo impactó contra el suelo... Yibo, eran quince pisos, tú y tus familiares habían salido de la ciudad, él estaba solo y eso fue lo que-
— ¿Vas a seguir vendiéndome ese estúpido cuento de que se lanzó desde la azotea de ese edificio?
— ¡Pero es que no lo digo yo, lo dicen las pruebas claramente-
— Que se te quede algo grabado en la cabeza MingTao... Yo, vi a mi hermano crecer, yo me hice responsable de él, lo cuidé aún cuando no era mi responsabilidad hacerlo, pero lo hice como si fuera mi propio hijo. HaoWei era un chico sano, a mí no vengas con la historia de que se suicidó porque tenía depresión, él no se suicidó, a él lo mataron. Y si tú, no vas a ayudarme, entonces quítate de mi camino y déjame encontrar a alguien que si lo haga.
— Wang Yibo...
Sin decir una palabra más tomó la carpeta y salió de la oficina, se sentía triste, pero se sentía más enojado por la incompetencia de la policía. Llegó a su auto y tomándose un momento para aclarar sus pensamientos asintió. Se colocó su auricular y marcó a su único número de confianza.
— ¿Secretario Xiao?... ¿Está ocupado en este momento?... ¿Podrá ir a mi casa en unos minutos? Quiero hablarle de algo y es importante... Gracias, lo espero.
Cortando la llamada se dirigió a su casa, ya había armado su plan, y sabía que la única persona capaz de ayudarlo a hacer que funcione era nada más y nada menos que su secretario.