Cualquiera podía pasar desapercibido, desde la esposa siguiendo a su esposo para averiguar si la engañaba hasta los niños que jugaban y se ocultaban para asustar a sus compañeros de juego.
Todos podían pasar desapercibidos menos Jun Wu.
Aun si el ex emperador celestial vistiera con túnicas roídas, parchadas, sucias, con un sombrero de paja remendado y sandalias que en otros tiempos fueron de buena calidad siempre demostraba esa aura de superioridad y poder.
Jun Wu vestía pantalón, túnica interior y zapatos blancos, sobre todo una túnica exterior blanca con dragones bordados en hilos de tonos negros y grises, en su cinturón un colgante de jade negro en el cual había tallada una peonia. No tenia ningún ornamento en la cabeza, salvo el cabello recogido en una coleta y atado con una cinta negra.
-¿Y eso es vestir sencillo?- la burlesca voz de San Lang se escucho detrás de el. Iban caminando por las calles de Lanling a la espera de la señal de Aguas Negras. Xie Lian solo pudo suspirar. Su maestro así vistiera harapos se vería magnificente.
-No seas envidioso, lluvia sangrienta- bufo Guoshi caminando al lado del ex emperador. Iba curiosamente a juego salvo que en vez de dragones, la túnica tenia bordados de grullas y lirios de agua- es un bonito lugar, se nota la riqueza de la tierra- comento viendo los ornamentos para la cabeza en plata que vendían mientras se abanicaba un poco-
Xie lían solo volvió a suspirar caminando al lado de San Lang. Ellos cuatro eran demasiado notorios para esa ciudad, aunque no quería saber como He Xuan y Qingxuan enviarían a los jovenes, por que su pequeño sol insistió en llegar con la delegación del muelle de loto
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-Espero que ese pavo real no se acostumbre mucho al dorado, cuando se cases con A-jie usara los tonos de Yunmeng - se burlo Jiang Cheng. Todos iban montados en sus espadas, en la tierra iba su A-niang en carruaje, aunque este tenia una ilusión que lo hacia ver normal, pero no era otro que el carruaje de su A-Die.
-No deberías tu acostumbrarte a los tonos de luto de Gusu Lan? - corrigió Wei ying con clara burla en su voz-
-Wei Wuxian, no tientes tu suerte que aun puedo decirle al shufu Hua, o mejor aun, a tu abuelo...- le miro de reojo- verdad que vendrá?- ante la mirada confundida de su amigo, aclaro- tu abuelo, ¿Seguro que vendrá?-
-Oh... mi Yeye? claro que vendrá, le interesa mucho el mundo de la cultivación, aunque el y mi A-die son los mas poderosos que existen, pienso que es mas que nada curiosidad-
-a mi me da curiosidad saber como es...- comento Meng Yao al lado contrario de Wei Ying- si es como su alteza Xie Lian o como su alteza He Xuan, no se... ¿es muy poderoso?-
-Mi Naina dice que si, además, no se es emperador celestial por casi mil años por nada, ¿no?- sonrió divertido. Estaba consciente que su familia era poderosa, pero le era muy divertido ver como la gente temblaba cuando los veían.
Llegaron a Lanling pasado el medio día. La opulencia de la Torre de la Carpa Dorada se veía desde kilómetros de distancia. Pero era tan molesto que hasta el reino celestial se hastiaba de esa opulencia.
-Esto es demasiado extravagante- murmuro Shi Qingxuan bajando del carruaje con sus finos ropajes verdes- ni siquiera las edificaciones de los altos rangos en el reino celestial son así- suspiro y volteo a ver a los chicos y discípulos- Si bien estamos en territorio extravagante, recuerden que deben dar lo mejor de ustedes para conseguir los primeros lugares- Les regalo una suave sonrisa
He Xuan se acerco a su esposo ignorando tanto resplandor de oro- General Fengmian, lleve a los discípulos a descansar a la posada, yo le avisare cuando sea momento de volvernos a reunir-
-Como usted diga líder de secta- hizo una suave reverencia, le deseo suerte a todos y se fue con el grupo de Yunmeng dejando a la familia principal ahí. El no tenia nada de ganas de lidiar con esos lideres que se reunirían allá arriba ahora que por fin era feliz.
-No me gusta esto...- murmuro Meng Yao
-Estas conmigo- le respondió Yanli tomándole la mano- Además tenemos a A-Xian y A-Cheng y por si fuera poco A-die y A-niang entraran con nosotros, eres parte de nuestro clan, tu y tu madre son de Yunmeng ahora, aunque...- sonríe divertida- tal vez debamos empezar a llamarte Jiang Yao-
-Jiang Guniang!- Meng Yao se sonrojo ligeramente. Su madre estaba saliendo con el general Fengmian, pero antes de eso tanto el general como ella hablaron con el, le pidieron permiso como si fueran jovenes de 15 años y el el padre responsable.
No le molestaba, de verdad le alegraba mucho que su madre conociera a un hombre que la valora y respeta y sobre todo, la ama.
-Por que gritas, serás nuestro hermano marcial pronto, además ya lo sabes no?- Jiang Cheng le miro- Eres el general celestial a cargo de cuidar a la futura señora del viento-
-Aww... A-chen ya se considera una calamidad, que tierno- se rio de su amigo. El no pensaba en eso todavía. Fuera calamidad o rey celestial siempre estaría con sus amigos y familia.
Subieron a la plataforma de energía espiritual para ascender a la torre, sin saber que les esperaba arriba.
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En el gran salón de banquetes estaban los lideres de secta menores esperando y conversando sobre esa conferencia, sobre los chismes viejos y nuevos. Pero sobre todo sobre cierto grupo de Gusu Lan que acaba de ser anunciado.
El Líder de secta conversaba con uno de los maestros invitados en Gusu Lan, mientras el joven primer heredero Lan XiChen conversaba amenamente con el Líder de Qinghe Nie: Nie Mingjue y el Segundo maestro invitado a Gusu Lan.
Era extraño, nadie conocía a esos maestros, pero se notaba que tenían un gran poder espiritual.
Antes de acercarse a conocer a esos extraños maestros fue anunciado otro clan que era la comidilla de todos los clanes: Yunmeng Jiang
La sala quedo en silencio. Un hombre alto de ropajes negros junto a otro de ropajes claros y verdes hicieron su aparición. Detrás de ellos venían la joven líder Jiang Yanli, el aprendiz principal de la secta Meng Yao y detrás de ellos dos chicos con ropas azules oscuro y rojas brillantes.
-Oh, bienvenida sea al secta Yunmeng Jiang, es un placer volver a tenerla aquí en mi torre señorita Yanli- la voz del Jin Guangshan paso groseramente sus ojos por el cuerpo de la joven. Era una delicia a los ojos, mas con esos ropajes ajustados en las caderas y pecho. Cuando su hijo se casara con ella podría probarla, o tal vez antes si la doncella caía en su trampa.
Desde otro lado de la sala Nie Mingjue se sintió asqueado por la mirada del líder de la secta Jin, aunque otros varios lideres miraban a la doncella Jiang de forma descarada, el viejo Jin era el mas obvio.
-Da-ge, calma... - la mano de Xichen se poso en su brazo sin apartar la mirada del grupo- no viene sola y si te das cuenta, el que corre peligro ahí es el líder Jin- comento con seriedad y voz baja mirando disimuladamente al joven Wanyin. Como hermano mayor Mingjue se dio cuenta
-Tu estas mirando en a otro discípulo, verdad?- le respondió burlón, y solo así fue que XiChen le miro alarmado y sonrojado. Era tan raro ver a su hermano menor marcial con esa expresion- oh, debo conocer al afortunado Xichen, se que A-Sang disfrutara mucho esta información- se burlo palmeando la espalda de su amigo/hermano
-Ese hombre esta muerto- susurro Shen al ver la mirada del señor del viento y He Xuan- Binghe, ve a buscar a tu discípulo-
Binghe hizo un puchero. ¿Por que debía buscarlo? ese líder de secta se estaba ganando el infierno, por que debía salvarle el trasero a un vil hombre como ese - He Xuan- Saludo caminado hacia el.
He Xuan dejo de ver al líder de secta y se centro en su maestro, no debía hacer un mar todavía. Hablaría primero con Jun Wu, si el quería esa secta se la daría, si no, pues seria el mal Lanling -Maestro Binghe, un honor volverlo a ver- se retiro de ahí con su maestro y familia.
Claro. Todo el mundo noto que ninguno de ellos saludo correctamente al Líder Jin. Ni uno de ellos le reverencio como era debido ante un líder.
-Las reverencias son signos de respeto entre lideres- se escucho una voz calmada desde la entrada. Muy divertido había sido todo el espectáculo, y el disfrutaría mucho mas de eso.
Xie Lian y Lluvia sangrienta fueron con el pequeño sol mientras el avanzaba a paso lento, desplegando solo un poco de su poder espiritual, a su lado iba Mei Nianqing con porte igual de digno y elegante
- Aunque un hombre debe mirar a una mujer con respeto, no como un trozo de carne expuesta al fuego-
-¡Quien osa burlarse del líder de esta secta!-grito Jin Guangshan indignado y avergonzado por tal desplante
-Oh, me presento....- La sonrisa de Jun Wu era casi malévola- Jun Wu, Próxima Líder de esta Secta-