La mañana transcurrió como todas, viendo clases, quejándome por los deberes que nos mandaban y rogando porque el timbre sonara para poder tomar mis cosas y conducir hasta mi departamento. Moría de hambre, podía oír como mi estomago rugía y de a momentos fingía que tocia para poder ocultarlo, el profesor miro al reloj en el cual indicaba que faltaban 30 minutos para acabar la clase y quitándose los anteojos agotado cerro su libro y lo dejo sobre su escritorio.
-Bien, no suelo hacer esto pero teniendo en cuenta que media clase esta durmiéndose y la otra mirando impaciente el reloj, los dejare salir- musito-pero esta será la primera y ultima vez que ocurra algo como esto.
Lo siguiente fue el ruido de sillas correrse y las personas saliendo como una estampida por la puerta, tome perezosamente mi bolsa y la acomode en mi espalda saliendo del aula, algunos compañeros que se dieron cuenta de mi presencia se despidieron con un movimiento de mano, al igual que yo, y viendo que no quedaba nada mas por hacer me deslice por el pasillo hacia mi próximo destino.
-¿Ya te vas?- mire en dirección a la voz, Austin estaba sentado en una de las áreas verdes devorando un paquete de gomitas de colores, sonreí al verlo.
-Si, el profesor nos dejo salir temprano, supongo que también estaba aburrido de la clase- soltó una risita- bueno ya me iré, mi estomago me esta clamando por comida y debo complacerlo-le dije, colocándome en cuclillas para poder darle un beso en la mejilla.
-Aun no te vayas, te invito a comer- musito- puedo llevarte a uno de los restaurantes de mi padre, solo tienes que esperar a que salga de clases- exclamo, enarque una ceja.
-¿Entonces que haces aquí afuera?- le pregunte, sonrió de lado.
-Pedí pase para ir al baño- se encogió de hombros- pero me dio hambre así que solo compre algo en la maquina dispensadora y me senté aquí a comerlo, si entro con esto en la mano- señalo las gomitas- supongo que nunca mas me darán permiso de salir, esto me recuerda a la secundaria. ¿Entonces que dices?- me pregunto.
-Pues aunque me encantaría ir a el restaurante de tu padre esta vez me tocara declinar la invitación- hizo pucheros- creo que no aguantare 30 minutos sin consumir alimento, a demás no entiendo porque mi cuerpo esta tan pesado hoy, siento como si caminase en cámara lenta- se burlo- será para la próxima vez Aust- le dije asintió en comprensión.
-Esta bien. ¿Quieres que le diga algo a Justin?, el probablemente este esperando con ansias salir para verte- sentí mis mejillas enrojecer, basta de tonterías Summer.
-Pues si pregunta por mi explícale porque me fui, y dile que estoy en mi departamento- le dije, y bajando el zipper de la cazadora la saque de mi cuerpo y se la extendí, enseguida sentí frio- y entrégale esto por favor.
La tomo, y colocándose de pie dejo un beso en mi mejilla para luego perderse en el pasillo. Viendo en la soledad que me encontraba y con el frio que hacia, camine con rapidez hasta la salida, pase las manos por mis brazos para entrar en calor, afuera llovía tan fuerte que todo el suelo estaba cubierto de agua, soltando una vulgaridad y tomando mi bolsa con fuerza me decidí a ir por mi auto, no me importo que las heladas gotas de agua atacaran mi cabello y mojaran mi ropa, y cuando estuve frente a mi auto y totalmente empapada me adentre a este. Me mire en el retrovisor, la mascara de pestañas se escurría por mis mejillas como lagrimas, y mi cabello, ese ahora era un húmedo y pegajoso desastre, limpiando mi cara con una toallita húmeda me puse en marcha para irme a casa.
**
Maldito el momento en que pensé que caminar bajo la lluvia no tendría consecuencias, eran las 4:00 A.M y yo sentía que moría, todo mi cuerpo dolía de tal forma que llegue a pensar que me había desmayado en algún momento y me había apaleado y por contemplación hacia mi me habían dejado en mi habitación, sobre mi cama, mi nariz escurría fluidos indeseables y mis ojos lagrimeaban sin cesar, estaba resfriada, eso era obvio, con dificultad me senté en la cama para beber agua ya que mi garganta dolía por la irritación de mis vías respiratorias, como deseaba que mamá estuviese cuidando de mi, ¿A quien trato de engañar?, ella nunca cuido de mi, la persona que hizo de mi madre estaba lejos, supongo que en alguna parte de México sirviendo ricos tacos para sus nietos. Saque el termómetro de mi boca, 39· y dos rayitas, un poquito mas y podía hacerle competencia al sol.
PDV de Justin
8:30, y no hubo necesidad de ver el reloj para saberlo, hace 5 minutos ya lo había echo por lo que deduje la hora, no tenia sueño, la verdad es que lo había perdido hace bastantes horas ya que ayer al irse Summer sin despedirse no me quedo otra que conducir hasta mi hogar, ducharme y dormir, porque no tenia nada mas interesante que hacer, así que sumado las horas que dormí ayer mas las de hoy probablemente sería 14 horas de sueño.
Talle mi rostro con fuerza y bostece unas cuantas veces, debía alistarme para ir a la universidad, ¿a quien trato de engañar? Mi único interés por ir es para verla a ella. Me puse de pie y camine hasta al baño para hacer mis necesidades.
Después de estar totalmente listo, hice una rápida parada en un café comprando mi desayuno y el de Summer, porque haría de eso una rutina, tomando la comida me adentre al auto y conduje hasta la universidad y aparcando el auto en uno de los puestos que por desgracia quedaban mas alejados salí con rapidez deslizándome hasta la entrada. Por lo que pude ver Summer aun no había llegado, su auto no estaba en el estacionamiento y ni rastros de ella en la cafetería, ya era hora de entrar y ni rastros de ella.
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Arrastrando mi cuerpo con dificultad y dolor baje hasta la cocina por agua y un poco de desayuno ya que lo único que llevaba en el estomago era el tea que me había preparado al despertar, lo demás lo había vomitado, todo había sido expulsado por mi boca directo a el escusado. El agua refresco mi seca e irritada garganta, bien, por mas que tratara de pasar algo por mi garganta no podría, estaba sensible y la idea de que otra vez mi estomago devuelva la comida no me sentaba en nada, decline al desayuno y de nuevo subí a mi habitación. Estando arriba oí mi teléfono pitar en alguna parte, y tanteando a duras penas lo encontré sobre mi almohada, con dificultad conteste.
-¿Bueno?- musite. Mi voz era irreconocible debido a la nariz tapada y la garganta adolorida.
-¿Summer eres tu?- ese era David sin duda alguna.
-Esa misma- respondí, sonreí de lado.
-¿Qué te pasa?, ¿Por qué te escuchas así de ronca?- su preocupación era evidente.
-Amanecí resfriada David, tuve un encuentro con la lluvia de lo cual no salí nada bien- musite divertida, pude escuchar su risa.
-¿Quieres que vaya a cuidarte?-apreté el teléfono sin fuerzas.
-No, tú quédate a ver clases, recuerda que si faltas reconsideraran quitarte la beca- un suspiro se escucho- no te preocupes que me pondré bien.
-No me importa la beca y lo sabes.
-Pero a tu madre si, no quiero ser la culpable de que te expulsen de la universidad- tosí- enserio no es necesario que vengas, estoy bien- mentí- ahora le pediré al portero que vaya por algunas medicinas a la farmacia, después que las tome estar como nueva, lo prometo.
-Eres terca-exclamo- a penas salga de la uni iré a verte, ¿esta bien?-asentí aun sabiendo que no podía verme.
-Si David, ahora entra a clases, se que están apunto de comenzar- le dije, resoplo.
-Nos vemos pronto cariño, cualquier cosa me llamas ¿vale?, así sea lo mas mínimo, enserio me preocupa tu salud.
-Te llamare si empeoro. Te quiero, que tengas un buen día-murmure.
-Yo más, descansa ya veras que pronto estaré allí- y seguido de esto colgó. Lleve una mano a mi cabeza, Rayos dolía intensamente, como si mi cabeza fuese la bola destructora de Miley Cyrus y justamente había chocado contra una pared de bloques.
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PDV de Justin
Bien ahora si estaba preocupado, Summer no había cruzado la entrada y ya había sonado el timbre, todos caminaban en dirección a las aulas para comenzar las clases pero nada que Summer aparecía.
-¿Aun no llega?- me pregunto Stephen, lo mire obvio.
-¿Las ves aquí?- solté brusco, negó- Pues entonces es obvio que no ha llegado Stephen.
-¿Y ya la llamaste?- Austin también parecía preocupado.
-6 veces y todas me envían al buzón, me estoy volviendo loco- exclame tirando de las puntas de mi cabello, raramente hacia eso, solo cuando estaba nervioso o preocupado.
-Pues creo que deberías calmarte- fulmine con la mirada a Diego- ¿Por qué no hablas con su amiguito?, el debe saber algo de ella- me dijo, lamí mis labios.
-¿Con David? Para nada- solté irritado.
-Es tu única opción- me dijo Stephen, y suspirando profundamente camine hasta el, estaba a unos metros de nosotros sacado los libros de su locker, cuando estuve cerca de el, toque su hombro para llamar su atención, frunció el ceño cuando se dio cuenta que era yo.
-¿Qué haces aquí?- me dijo de mala gana. Ahora no te alces nerd-
-¿Quién te dijo que puedes hablarme de esa forma?- le solté obstinado, cerro el casillero con fuerza e hizo además de irse, pero con mucho esfuerzo y voluntad lo tome del brazo para detenerlo, se tenso y yo solo respire profundo controlando mi antipatía hacia el.
-Siento como te hable- murmure y pude notar como me miro- mira se que ambos no nos agradamos, eso es obvio, pero no vine a pelear. Summer no contesta mis mensajes desde ayer, supuse que no los había visto. Pero cambie de parecer, puesto que no ha llegado aun y ella nunca llega tarde, es notable que no vendrá así que me preguntaba si, ¿sabes que ocurre con ella?
-Eso no es asunto tuyo- musito a la defensiva.
-Si lo es- le dije rápidamente- mira me preocupo por ella, me gusta mucho y no debería estar diciéndote esto, pero si tengo que soltarte todo para que me digas donde esta lo hare- me miro fijamente, callado y sin expresión alguna y después de unos segundos que me parecieron una eternidad abrió la boca.
-Ella esta enferma- abrí los ojos como platos- al parecer tiene un resfriado muy fuerte y no vendrá.
-Maldición- susurre.
-la llame esta mañana y me conto todo, supongo que si la llamaste y no te contesto fue por algo, ¿no crees?- me dijo tratando de picarme, pero ahora nada importaba, ella no iba a venir.
-Gracias por decirme lo de Summer- le dije. Y girando sobre mis talones me aleje dejándolo con la palabra en la boca.
Metí la mano en mi bolsillo y saque las llaves del auto, si Summer no iba a ver clases pues yo tampoco.
-¿Qué te dijo?- regrese en si, Diego estaba frente a mi.
-Summer esta enferma.
-¿y que harás?- me pregunto Austin.
-Iré a verla- le explique- Stephen necesito que me hagas un favor- asintió- Cuando el profesor pregunte por mi invéntale cualquier cosa, y por favor que sea creíble, recuerda que las escusas son de la secundaria pero las mentiras de la universidad.
Y con esto me deslice hasta la salida a por mi auto, debía ir a cuidarla, como ella había echo conmigo esa noche en aquel bar mientras ahogaba mi dolor en alcohol.
Después de haber hecho unas cuantas paradas en unas tiendas llegue al edificio, aparque y camine hasta la recepción, Michael me saludo con un movimiento de cabeza.
-Que bueno verte Justin- musito, sonreí amable.
-Lo mismo digo Michael- estreche su mano.
-¿Vienes a ver a la señorita Summer?- me pregunto y asentí- ¿estas anunciado?- negué.
-Eso quería explicarte, veras ella esta bastante enferma y al parecer no oye mis llamadas, ¿crees que pueda entra sin ser anunciado?- me miro con la boca torcida.
-Veras Justin..- comenzó a decirme, lo interrumpí.
-Mira se que podrían echarte de tu trabajo si se enteran, pero enserio me urge verla, quiero saber como esta, es tanto mi afán de verla que me vine de la universidad sin permiso, necesito darle sus medicinas y cuidarla, no me niegues eso por favor.
Y al parecer toda mi explicación lo había convencido, sonriendo me dejo pasar hasta el elevador, cuando estuve adentro exclamo.
-Mas chicos como tu es lo que necesita el mundo- sonrió orgulloso.
-Te debo una grande hermano- le dije, antes de que las puertas se cerrasen. En un cerrar de ojos el elevador se abrió en el departamento de Curvas, me adentre al living, todo este lugar la representaban a ella, con una estúpida sonrisa corrí escaleras arriba, con suerte la encontraría en su cama, cuando estuve frente a la puerta de su habitación un recuerdo fugas se coló por mi mente.
*Flashback*
-¿Sabes lo sexy que te ves en este momento- musite deslizando mis manos por sus piernas. Negó y se inclino pegando su pecho al mío para poder besarme, halo suavemente de mi labio y en venganza le di un apretón a su trasero, me miro con una ceja enarcada y alague una carcajada.
-No me provoques Justin porque no sabes como soy en la cama- Susurro ronca sobre mi oído para luego morder suavemente el lóbulo de mi oreja.
*Fin del Flashback*
Me mordí los labios, que bien la habíamos pasado en ese habitación y pensar que allí le dije que la quería, respirando con fuerza toque a la puerta y sin esperar respuesta asome la cabeza, mi bella Summer se encontraba sobre la cama envuelta en una colcha, su cabello estaba desordena cosa que la hacia hermosa, sonreí divertido al ver su pequeña y respingada nariz completamente roja al igual que sus mejillas y por alguna razón sus labios. Me miraba sorprendida con sus hermosos e hinchados ojos grises, tapo su rostro con ambas manos y me mordí los labios para no reír.
-No, no. ¿Qué haces aquí?- me pregunto, su voz se oía con dificultad pero aun podías notar que estaba ronca.
-Vine a verte- le dije, terminando de entrar a la habitación, me detuve cuando estuve cerca de su cama.
-No así, estoy horrible Justin, debo parecer un jodido Zombie- musito y solté una carcajada, me senté sobre la cama cerca de ella y quite las manos de su rostro, estaba caliente y pálida.
-Te ves hermosa- exclame y negó.
-Debiste avisarme que vendrías- me dijo.
-Intente hacerlo, pero no contestabas a mis llamadas- mordió sus labios.
-Lo siento, seguro no lo oí cuando timbro- me encogí de hombros.
-Eso ya no importa, estoy aquí para cuidar de ti- acomode un mechón de su cabello tras su oreja, ella sonrió débilmente.
-No debiste faltar a clases por mí.
-Claro que si, ahora deja de ser tan testaruda por un momento y dime como te sientes- le pregunte, acomodo su postura pegando su espalda a la cabecera de la cama, hizo una mueca de dolor, una puntada directo a mi estomago.
-Literalmente como si me hubiese atropellado un autobús con 40 niños- sonreí divertido a su respuesta.
-Estas muy caliente- le dije, sonrío picara.
-Espero que sea “el caliente” que pienso- musito divertida.
-Hablo de temperatura.
-Me quedo con el doble sentido de la palabra- se tapo la boca tras toser.
-No tengo que recordarte lo caliente que eres- murmure guiñándole un ojo, se mordió el labio inferior.
-Pervertido y tierno a la vez, es la pasión y el amor en el mismo ser- cito con voz ronca, una pequeña sonrisa enmarcaba sus labios.
-Se supone que estas enferma- solté divertido, se encogió de hombros.
-Que este enferma no quiere decir que no pueda coquetearte- me dijo, y le sonreí pícaramente, me acerque a ella para poder besarla, pero me detuvo cuando estuve a centímetros de ella.
-No me arriesgare a que te contagies- me explico, arrugue la nariz.
-Soy fuerte como un roble, no me pasara nada- intente explicarle pero negó- No puedes esperar que no quiera besarte después que me seduces con tus palabras- soltó una débil risita- bien, pero me lo debes- le dije, besando su tibia frente, debía hacerla tomar un baño rápidamente antes de que su temperatura se elevara.
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Si supieran lo que pasara después..
Y acá un nuevo capitulo, no se olviden de votar y comentar *O*, lamento las que se emocionaron con el capitulo pasado, jajajajajaja les hice una travesura nada mas, bueno no, lo que quería era anunciar que ya había publicado Todo lo que empieza mal termina mal, enserio quiero su apoyo con este nuevo proyecto. Espero que les guste lo que les escribí y un saludo para todas mis fieles lectoras.