Taeha se vistió bonita ese día
Debía llevar el uniforme de su boutique, pero aún así intento verse más bonita
— ¿para qué? — se susurró de repente, viéndose al espejo.
Jungkook la amaba, no necesitaba muchas cosas para hacer que se quedara a su lado
Se quitó las miles de prendas que cargaba en cima, se bajó de sus tacones para andar en zapatos planos y recogió su cabello en una coleta, arreglándose como iba a su trabajo todos los días
Las primeras horas de la mañana se la pasó en el aire. Le fue difícil concentrarse hasta el punto de confundir nombres
Y entonces, su hora del almuerzo llegó.
Con su mini bolso en mano, salió de la boutique y se dirigió hasta su casa como se lo pidió su novio. Ahí fue donde se lo topó y no pudo evitar sollozar aliviada
Rápidamente abrió la puerta con su llave y lo metió, abrazándole adentro.
Cerró sus brazos alrededor de su cintura y pegó su rostro en su cuello. Sonrió entre lágrimas al sentir sus fornidos brazos corresponder su abrazo
Taeha olvidó su enojo hacia Jungkook al instante por romper sus promesas. Él habia vuelto por ella y eso era lo más importante. No la había abandonado
— Tae — susurró él en un llanto ahogado, procediendo a besar sus labios como si otros siete años hubiesen pasado — Tae — volvió a repetir contra su boca, volviendo a comérsela a besos
La rubia no abrió sus ojos ni un segundo, concentrándose en sus labios y en el movimiento de sus manos en su cuello
— Tae tengo que hablar contigo — Jungkook la tomó de los hombros
La rubia limpió la comisura de sus labios: — n-no me pidas perdón, ¿si? No todo está a nuestra disposición y a veces no podemos cumplir promesas. L-Lo entiendo, no importa
— no es eso
— ¿ah?
— Tae — Jungkook bajó su cabeza y le dio la espalda, no podía verle por nada en el mundo — jamás pude romper con Yeri y terminar la boda y...
— ¿qué? - la sonrisa de la rubia se desvaneció por completo
— ¡lo intenté todos estos meses! ¡Te lo juro! ¡Intenté de todo para terminarla! — Jungkook se dio la vuelta — pero no pude
Taeha comenzó a transpirar, de repente respirar le costaba un mundo
— Yeri te descubrió. Sabe de ti... — el azabache tragó saliva — me amenazó para que no te viniera a ver, por eso no volví ni te escribí
La rubia cerró sus ojos y cubrió sus labios: — Jungkook, tu boda es en una semana. ¿Esperaste todo ese tiempo para decírmelo a una semana de tu boda? — preguntó, rompiéndose por completo
— ¡escúchame! — exclamó el azabache — ella le va a decir a todo el mundo que te metiste con alguien comprometido. ¡Va a destrozar tu reputación!
Taeha buscó un sofá en el cual sentarse, sus piernas no daban para más
— por eso no vine. Por más que quise no vine — Jungkook le siguió el paso
— ¿p-por qué me haces esto? — preguntó en medio de su llanto — ¿p-por qué eres tan cruel conmigo?
Jungkook se puso de rodillas frente a ella: — ¿no me estás escuchando? ¿No lo entiendes? ¡Necesito casarme con Yeri para que no diga nada sobre ti! ¡No voy a dejar que todo tu arduo trabajo se vaya a la mierda por mi!
— ¡me importa una mierda mi trabajo y lo que hago! — gritó Taeha
— ¡no lo voy a permitir! — Jungkook alzó su tono de voz, quebrándose en lágrimas — no voy a permitir que eso pase. Esto es tu vida, sé que lo es todo para ti y no voy a dejar que todo eso se destruya
Taeha se echó a llorar a cántaros, muy rota por dentro
Jungkook se sentó a su lado y tomó su mano: — Tae, que me case con Yeri no significa que no te ame. Te sigo amando con mi vida, por eso hago esto. Es lo único que puedo hacer por ti
— b-basta, dime que todo era mentira — Taeha recostó su cabeza en su hombro, hipando — dime que es mentira
Jungkook se quedó en silencio: — lo lamento mucho — sorbió su nariz — lo lamento mucho mucho
— no te cases con ella por favor — la rubia apretó su mano con la suya — no me importan las consecuencias, lo único que necesito eres tú en mi vida
— pudiste hacer todo esto sin mi por siete años
— ¿y por eso crees que puedo seguir sin ti otros siete años más? ¿Crees que puedo seguir sola? — Taeha le encaró con el ceño fruncido — que haya podido con todo esto sola no quiere decir que quiera seguir así
Jungkook miró sus piernas, mordiendo su labio inferior
— no te cases con ella
— no tengo más opción que esa. ¿No lo entiendes?
— e-entonces detendré la boda — Taeha apretó su mano aún más
— ni te atrevas
— lo haré
Jungkook soltó su mano: — Tae sé lo mucho que me amas, pero ir a detener mi boda no es la manera de...
— me importa... un carajo
El azabache frunció su ceño: — no te atrevas a interrumpir la boda. Si lo haces... Si lo haces no te perdonaría nunca
Taeha le miró con una cara larga ante la amenaza
Jungkook soltó un suspiro: — Taeha, siempre te amaré. No importa qué
La rubia se tapó los oidos
Jungkook tomó uno de sus brazos: — ¡escúchame! ¡Te amo mucho!
Taeha volvió a hacer contacto visual con él y Jungkook se lo correspondió. Luego, este último se inclinó a ella para besar sus labios una y otra vez
Pero dolía. Esos besos dolían como el infierno. Era como pincharse el dedo una y otra vez con una aguja
Asique dejaron de besarse. Taeha apartó su rostro y Jungkook se levantó del sofá para dirigirse a la puerta
— Tae... Taehyung, siempre vas a ser la primera en mi corazón. Siempre vas a ser mi única princesa — fue lo último que escuchó de él
Aquello orilló a que Taeha volviera a consumir sus anti depresivos y ansiolíticos. Sus pastillas eran lo único que la mantenía estable durante sus horas de trabajo y ciertas entrevistas
Descuidó su alimentación y sus ojeras aumentaron por todas las noches que la pasó en desvela, pensando en Jungkook y abrazando el peluche que este le dió en un cita. Sus ganas de levantarse de la cama eran iguales a cero y apenas lograba sonreirle a sus clientes en el trabajo
Se sentía débil e indiferente a todo a su alrededor, pero nada se compararía con él dolor en su pecho por realmente haber pensado que se iba a casar con Jungkook un día
Eso le frustraba más. Cada vez que pensaba en la boda que jamás tendría con Jungkook, gritaba en su almohada y golpeaba con su puño cerrado sus peluches
"¿Acaso no merezco ser feliz?" se preguntó la noche anterior a la boda, en uno de sus episodios de insomnio
Cada vez que parecía ser feliz la vida le arrebataba eso y lo dejaba hecho un desastre. Cada vez que alguien le amaba, el destino se lo apartaba del camino por cualquier razón
"¿Es eso? ¿No merezco que me amen?" se preguntó, cuestionándose si así debían ser las cosas, pensando que tal vez ese era el orden de la naturaleza, su destino pactado
Tomó la tira de fotos de su cita especial y examinó cuadro por cuadro, observando lo felices que se veían juntos
— Jungkook me ama — susurró — y yo lo amo — agregó — no puedo dejar que se case con ella
Porque eso sería egoista
Dejar que el azabache sufriera con esa bruja solo para cubrir su reputación era egoísta
Los dos se amaban mucho, ambos lo sabían. ¿Por qué entonces no podían estar juntos?
Taeha frunció su ceño, apretando sus puños. De repente se sintió harta de seguir los caminos de la vida y conformarse con lo que esta le daba
La rubia de repente le valió mierda todo lo demás, tomando agallas para decidir ir mañana a detener esa boda.
¿Que Jungkook no la perdonaría? Eso era mentira. La amaba con su vida, claro que le perdonaría
Taeha comenzó a caminar en círculos con una pequeña llama de ira y adrenalina por dentro. Jungkook no podía decidir lo que era mejor para ella. Ella sabía que su corazón estaba con él
Su trabajo no importaba. ¿Qué sentido tenía trabajar sintiéndose miserable todos los días? Si Taeha dejaba todo esto pasar, terminaría odiando su trabajo y carrera un día
Preparada para tomar las consecuencias, Taeha entonces tomó la decisión de detener la boda, confiando en que Jungkook la amaría lo suficiente como para irse con ella
Pero... ¿Y si no pasaba eso? ¿Y si al final Jungkook le rechazaba?
— estoy demente — Taeha se sentó en su escritorio, tomando su cabeza con sus manos. ¿Qué le garantizaba que iba a detener con éxito una boda que fue planeada por casi un año?
Y asi se la pasó toda la madrugada hasta el día siguiente, debatiéndose si ir y arruinar su carrera, o no ir y lamentarse toda su vida. Se sentía segura de si misma por breves momentos y de la nada lloraba porque todo estaba perdido
— a lo mejor... A lo mejor podremos seguir viéndonos después de que se case — le susurró a su peluche, totalmente cansada y derrotada
Jungkook solo había llorado contadas veces en su vida. Ese día, el día de la boda, contaba como uno de ellos
Y no eran lágrimas de alegría, eran de tristeza pura
— lamento todo esto — le masculló Yugyeom mirándole de reojo. Este ya sabía toda la situación con Taeha
— ¿ya está listo? —preguntó la maquillista
— dele otros diez minutitos — le respondió Yugyeom, viendo a su pobre hermano menor sollozar en una toallita — Kook, si esto te consuela... Yo si te apoyaré en todo — lo abrazó por detrás — si quieres huir de Corea lejos de nuestros padres te apoyaré
— gracias — balbuceó Jungkook sin poder dejar de llorar
A Yugyeom le afectaba verle así. Su hermanito era bastante fuerte, esto le debía estar matando como para que llorara de esa forma
— Kook... Piensa que... Tae va a vivir feliz con tu decisión — intentó consolarle
— no la menciones por favor — dijo el azabache en un hilo de voz — maldición Yug, la amo mucho. La extraño. No quiero casarme
— ¡entonces huye! — el mayor abrió una ventana — ¡vamos!
— ¡no puedo hacer eso! — el azabache levantó un brazo — ¡si lo hago Yeri va a acabar con Tae! — exclamó
— ¿ya? — volvió a preguntar la maquillista — los invitados ya están llegando a la iglesia
Yugyeom tomó la toallita de las manos de su hermano y secó sus mejillas con eso: — ¡ya está listo! — sujetó sus brazos y lo levantó de la silla para mudarlo a la otra habitación
El azabache no se resistió. No tenía fuerzas para hacer las cosas por su voluntad asique solo caminó por donde le llevaba su hermano y se sentó en una silla frente a un espejo
— aún recuerdo el día de mi boda, yo también lloré de emoción por horas. Todo mi maquillaje tuvo que ser a prueba de agua — comentó la maquillista mientras sacaba sus utensilios. Yugyeom le tocó el hombro para que no dijese nada
La maquillista entonces intentó sacarle otro tema de conversación, pero Jungkook simplemente no hablaba. Si lo hacia, sentía que el nudo en su garganta se iba a desatar en otro llanto
Ya luego de colocarle lo poco de maquillaje que el novio llevaba, Yugyeom y Jungkook se subieron al auto de este último para ir directo a la iglesia.
Apenas se situaron en el lugar y se encontraron con la familia de Yeri en la entrada, estos le atarugaron con preguntas y conversaciones que Jungkook no podía manejar en su estado. Yugyeom rápidamente salió a su defensa y esquivó todas las balas con él
— gracias — masculló Jungkook, siendo llevado de los hombros hasta el altar
— no me lo agradezcas. Somos hermanos, si este es el día más triste de tu vida, entonces será el mío también — le habló en un tono suave, quitando cualquier arruga en su traje
— ya vamos a empezar — se les acercó su madre y tomó el brazo de Yugyeom para hacerlo sentar junto a ella — sonrie Jungkook, no es el fin del mundo
El azabache sonrió con lágrimas en sus ojos al escuchar esas palabras. Era curioso, porque para él, si era el fin de su mundo
"La novia está por llegar" "ya está llegando" escuchó el balbucear de las personas bajo el altar
Y mientras todos morían por ver a la novia, Jungkook moria de desesperación por salir de ahí
"Lo haces por ella" se dijo una y un millón de veces para recordarse no hacer nada estúpido que comprometiera la felicidad de su amada
"¡Ya llegó!" escuchó chillar a los niños más pequeños, quienes estaban más espectantes que cualquiera ante la llegada de Yeri
Las trompetas sonaron, todos se levantaron de sus puestos y se voltearon hacia la entrada. El pecho de Jungkook comenzó a respirar más fuerte y sus manos sudaron asquerosamente en cuanto vió a Yeri porque significaba que su hora final estaba cerca
Y mientras todos suspiraban al ver a su perdición caminar hacia él tomada del brazo de su suegro, Jungkook no pudo evitar pensar en Taeha y en su deseo de casarse con él
"No llores, no llores" se repetía una y otra vez con su ceño fruncido, intentando apartar cualquier recuerdo de Taeha mientras se pellizcaba el brazo
Yeri caminó por toda la iglesia con las trompetas de fondo, sus sobrinitas lanzando pétalos por su camino y su papá en un brazo. Al llegar al altar, le sonrió a Jungkook bajo su velo con gracia, solo para que el azabache la viese más de cerca y notara lo linda que se veía
Sin embargo, Jungkook estaba sollozando levemente y le miraba solamente con repulsión
— sonrie — le susurró entre dientes, molesta por no poder gustarle a Jungkook todavía
El pastor procedió con la ceremonia y todos se sentaron menos los novios. Les dieron la típica charla sobre el matrimonio y sobre Dios en él, poco después, llegó el momento de los votos
Jungkook sacó el papel que Yeri le escribió de su bolsillo y lo leyó en voz alta con su ceño medio fruncido.
¿Su amor verdadero? ¿La esposa de sus sueños? Jungkook no decía nada de eso de corazón, nada de lo que estaba en ese papel significaba algo para él
"Esto es una mierda" pensó
Cuando terminó de leer mentiras en voz alta, Yeri procedió a leer lo que ella escribió y luego de ello les llevaron los anillos
Jungkook se rindió en ese punto, dejando de pensar en Taeha para aceptar su miserable destino en cuanto le puso el anillo a Yeri y esta se lo puso a él
Se tomaron de las manos, y siguiendo lo que el pastor decía, Jungkook repitió lo que este decía con un tono mortífero en su voz:
— yo, Jeon Jungkook, te acepto a ti Kim Yeri como mi esposa en lo bueno, en lo malo, en la enfermedad y hasta la venida de nuestro señor Jesucristo...
Yeri repitió lo mismo mientras estrujaba sus dedos y le sonreía de oreja a oreja, preparando sus labios para su esposo
— muy bien — sonrió el pastor, cerrando su biblia para dejarla en el podio — si no hay nadie que interrumpa este feliz matrimonio, entonces los declaro marido y...
— ¡alto! — chilló alguien. Absolutamente todos se voltearon en sus asientos, sonrisas cayendo en el proceso
El corazón de Jungkook se detuvo un momento y soltó las manos de Yeri, mirando a Taeha parada en la entrada de la iglesia con su pecho subiendo y bajando, completamente agitada
Taeha amaba a Jungkook con su vida.
Tanto, como para atreverse ir hasta Seúl para detener esa boda sin importarle nada
Habia decidido no ser "la otra" "la amante". Ella quería estar al cien por ciento en la vida de Jungkook
Con su cabeza fría, dio el viaje de su vida y corrió hasta la iglesia en donde la boda se llevaría a cabo, pero la suela de su zapato se rompió en el camino al tropezar con una minúscula y ridícula roca, asique se quitó ambos pares de zapatos y los lanzó a la mierda, corriendo descalza por las aceras de Seúl
— ¡por favor! ¡Por favor! — chillaba entre su llanto, deseando poder llegar a tiempo, matando sus pies con cada kilómetro que recorría
Al llegar a la iglesia y ver el montón de autos estacionados ahí, Taeha corrió y trastabilló en su camino ante la incertidumbre de no saber cuánto llevaba la boda
Se golpeó una palma de su mano, se raspó una rodilla, se sacó un moretón en su codo y se golpeó sus deditos de los pies al subir las escaleras torpemente
— ¡alto! — chilló a todo pulmón y todo el mundo se volteó a verle — ¡a-alto! ¡Por favor! — sollozó y caminó coja hacia el altar sin nadie que la detuviera, todos en estado de "shook"
El labio inferior de Jungkook tembló: — ¿T-Tae...? — frunció su ceño — ¿qué haces aquí?
— no voy a dejar que te cases con ella — respondió ella, colocando pie por pie en el altar con sus manos en su corazón
— vete — le dijo el azabache entre dientes, apretando sus puños
— ¡cállate! — le gritó Taeha — ¡no me voy a ir! ¡Tú no puedes decidir lo que es mejor para mi! Yo quiero estar contigo... — susurró la última frase
— ¡vete de aquí! — chilló Yeri, tomándola de los hombros
Taeha forcejeó con ella: — ¡K-Kook! ¡Por favor! Solo te necesito a ti en mi vida para ser feliz
— ¿p-pero y tu carrera? ¿Y tu trabajo? — Jungkook sujetó el brazo de Yeri para apartarla de Taeha
— ¡nada de eso importa Jungkook! ¿¡No lo entiendes!? ¡Eres mi todo! — Taeha volvió a llevarse las manos al pecho y luego sacó la tira de fotos de la cabina para enseñársela — esto significa mucho para mi Jungkook. Estas fotos valen más que todo el trabajo que he hecho en mi vida
El azabache lo tomó entre sus dedos. Lágrimas cayeron de sus ojos inevitablemente
— si pierdo mi trabajo y mi carrera, lo podré recuperar algún día, pero Jungkook... Si te pierdo... — su voz se rompió y comenzó a llorar desconsoladamente, sin poder decir nada más
— ¡sáquenla! ¡sáquenla! — ordenó Yeri, haciendo que sus hermanos y primos se levantaran a escoltar a Taeha hasta la entrada
— ¡no la toquen! — gritó Jungkook, cubriéndola con su cuerpo, sujetando delicadamente su antebrazo — Tae... Si... Si me voy contigo y todo lo que has construido a lo largo de estos años se desmorona...
— podremos reconstruirlo juntos — Taeha tomó su mano con fuerza — s-si nos mantenemos juntos...
Jungkook le robó un beso en sus labios, presionando su cabeza contra la suya para después soltarle: — me voy a quedar a tu lado solo si me haces panqueques todos los días, es mi única condición — susurró contra sus labios
— ¡qué cosas absurdas dices Jungkook! ¡Vuelve a ese altar! ¡Estás loco! — su suegra se levantó de su lugar, yendo a por Taeha
Y efectivamente. Jungkook estaba loco, pero loco de amor por Taeha
— vámonos — susurró el azabache, quitándose el anillo de bodas para tirarlo y tomar la mano de su amada
Taeha corrió detrás de él con una sonrisa gigante en su rostro. A partir de ese momento, todo volvió a ir en cámara lenta
¿Lo había logrado? ¿Se había quedado con Jungkook?
La rubia lloró tanto por la cantidad desmesurada de alegría que estaba sintiendo, que eso opacó por completo el dolor en sus pies y en sus otras partes del cuerpo lastimadas.
Todo se veía de color rosa brillante a pesar de la lluvia que caía sobre ellos
Se empaparon por completo hasta que Jungkook se detuvo en una parada de autobuses. Luego, se miraron fijamente. Cabellos mojados, ropa chorreando y grandes sonrisas en sus rostros
Se lanzaron el uno contra el otro para unirse en un abrazo fuerte, ambos llorando en el hombro del otro porque significaba que todo había terminado y ya nada ni nadie podría separarlos una vez más
— te amo cariño, te amo con mi vida — susurró Jungkook en su oído mientras le daba vueltas — vamos a salir juntos de todo esto
Taeha rodeó sus brazos en su cuello con delicadeza, sintiendo el calor de su cuerpo a pesar del frío que la lluvia se trajo, encontrando calma en sus brazos con todo y los truenos que comenzaban a sonar en los cielos. Aferrarse a Jungkook ya no era necesario. Su príncipe azul por fin era suyo
F I N
Si habrá epílogo <3