Apenas el barco pisó la isla, Chaeyoung salió a oler el aroma en el aire y sintió esa fragancia molestos a de omegas en celo. Los betas salían dejando la comida en el suelo, los alfas solo miraban a los lados esperando un ataque por parte de los omegas en celo.
Pero nada pasaba.
Chaeyoung sólo siguió caminando lentamente por ahí, esperando a que alguien le atacará o algo pero solo sentía la brisa del mar y el aire juntandose.
— Son Chaeyoung.- Momo se acercó a la joven alfa, que solo la miró.— Nos iremos a cerrar tratos con otras tribus, volveremos en 2 meses, como lo prometimos.- Momo señaló las cajas llenas de exquisitas verduras y jugosas frutas.— Mira, te dejaremos esto y lo demás tendrás que conseguirlo tú.
— No hay problema, podría vivir con menos incluso.- La sonrisa de Chaeyoung molestó a la alfa Hirai que solo chistó.— No trates mal a la señorita Kim. Si me entero que le hiciste algo, te mandaré a un calabozo para que pases ahí siendo encarcelada por betas.
— ¿Acaso le gusta esa idiota?.- Momo sonrió burlona y tomó de su cintura con prepotencia.— Dahyun es una beta de porquería, ni siquiera podría darle buenos cachorros y además, es mi esclava. Te la puedo vender una vez que llegues de este viaje.
— Si eso te hace contenta y liberas a la beta, pagaré lo que sea.- Chaeyoung acomodó su ropa y suspiró.— Esa beta es amable, se nota en su manera de hablar y actuar, no seas idiota de tratarla como algo de lo peor.
— Yo la trato como me de la gana, cuando la compres tal vez pueda considerar darle algún tipo de nombre y no llamarla basura.- Momo buscaba burlarse pero solo recibía la estúpida sonrisa de Chaeyoung.— De todas maneras, te dejaré sola con estas cosas. Decide tu si quieres que yo traiga más cuando vuelva, tal vez quieras una carta de tu padre o una prenda para ser degollada.
— Solo quiero que me traigas los papeles de Dahyun, los firmaré en tu cara Hirai.- Momo bufó y se alejó caminando hacia el barco. Chaeyoung solo siguió mirando las frondosas plantas.
La alfa más pequeña tomó una rosa de colores extraños y la olio, el aroma que había olido en el sueño estaba en el pero era bastante diluido y al parecer, no era reciente.
Con algo de molestia, Chaeyoung tomó sus cosas y las puso en su espalda como pudo.
Entrar al bosque nunca había sido un problema para ella ni mucho menos el explorarlo, pero ella no tenía un buen presentimiento después de haber pasado el viaje doloroso.
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Momo subió a la cabina con un rostro lleno de furia, todos los betas temblaron cuando la vieron adentrarse pero solo se mantenían callados.
Era mejor no interrumpir a su ama, pues Momo era considerada una alfa llena de odio a los betas.
Momo se recostó en su cama y resoplo enojada, quería matar a esa tal Chaeyoung por tratar de quitarle una de sus tantas betas.
— L-Le traje su bebida.- Dahyun se acercó a Momo y dejó la merienda. Iba a salir cuando la alfa la tomó del brazo con bastante fuerza.— D-Duele.
— Chaeyoung me ha dicho que quiere que seas la mamá de sus cachorros.- Al menos así había escuchado Momo.— Así que... Más te vale que no te acerques a esa imbécil porque tú eres solo mía.
— ¿E-En serio dijo eso?.- Dahyun sintió su rostro acolorarse y Momo sopló con enojo.— No me acercaré a ella...
— Entendido...- Momo evaluaba el rostro de la beta pero no encontraba nada particularmente especial.— Vete, no quiero verte.
Dahyun salió casi corriendo de ahí, las palabras de su ama le habían cambiado el día a uno más emocionante.
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Chaeyoung caminó a paso lento cargando toda la fruta en un pequeño carrito, de alguna manera era molestoso pero con eso podría sobrevivir el tiempo que necesitaba.
La brisa comenzó a hacerse más fuerte y sabía que la noche estaba por llegar, así que comenzó a correr con el carrito en sus manos. La joven alfa comenzó a tocer cuando una fragancia dulce y llena de frambuesas le llenó la nariz.
— Omega...- Chaeyoung sintió como un arbusto se movía lentamente. La alfa preparó su cuerpo pero solo fue un pequeño conejo.— Tch, tal vez debería cazarlo solo por asustarme.
— Si matas a ese conejo, tal vez te destripe.- La voz autoritaria de una omega hizo a Chaeyoung sobresaltarse.— Bueno, supongo que tú eres la alfa que viene a probarse aquí, mi nombre es Park Jihyo y la verdad es que llegaste en época de abstinencia, así que será fácil engañar a los idiotas de tu pueblo.
— Lo sé, no hay un aroma fuerte.- Chaeyoung apuntó con su lanza a la Omega y gruñó.—Dame un lugar para dormir, inútil.
— Dios, que estresante es hablar con alfas, parecen perros mal educados.- Jihyo chasqueó los dedos y 2 omegas inmovilizaron a la alfa.— Llevenla a las cápsulas de la tribu, la tendremos ahí hasta que pase el mes o el tiempo que ella decidió.
— Es un fastidio... ¿Cómo mierda tienen tanta fuerza?.- Chaeyoung se removia en su sitio, cuando una de las omegas golpeó su cabeza con fuerza.
— Deja de moverte como una jodida lombriz.- La Omega suspiró enojada y levantó del rostro a Chaeyoung.— Eres una alfa, tú soportas más que unos cuantos golpes.
— ¡Maldita perra!.- Chaeyoung se removia aún más pero Jihyo movió las manos y comenzaron a arrastrarla.— ¡Mis cosas!
— Hey, eso se queda como pago.- La Omega se reía de la joven que solo renegaba y movía sus piernas tratando de agarrarse a algo.
Luego de unos 15 minutos siendo arrastrada, llegó a un lugar remoto lleno de pequeñas casas de paja y plantas que tenían luces adentro. La tribu salió como una turba enojada, gritando incoherencias llenas de maldad.
— ¡Callense! Para empezar, tenemos a esta alfa que apareció y ahora tenemos que fingir que no nos ha violado o algo así.- Jihyo tomó la varilla que estaba en un estante y levantó con fuerza hacia el cielo.— Sé que odiamos a todos los alfas, menos a Tzuyu, pero ahora tenemos que tratarlo como una buena persona hasta que se vaya.
— Tch, como si los omegas pudieran decidir en qué o no participar.- Murmuró Chaeyoung con rabia, pero solo recibió una patada en la boca de parte de la Omega gruñona.— ¡¿Quién mierda te crees?!
— ¡Cállate imbécil de mierda! ¡Si no cierras tu puta boca voy a matarte, aunque me deje de llamar Mina!.- Chaeyoung gruñó pero sabiamente desvió la mirada hacia otro lado.
— ¡... Entonces esas son las reglas para que conviva!.- Jihyo miró a Chaeyoung, que solo asintió de mala gana y con la nariz sangrante.— La más importante, es no enamorarte de nadie. Ninguna Omega sale de acá a menos que sea una entrega a nuestro dios pero solo pasa cada 100 años.
Chaeyoung miró una punta filosa en el suelo y trató de acercarse, pero la furiosa mano de Mina la levantó por los cabellos.— Venga... No me digas que ya no andas con ese odio hacia nosotras.
— Eres tan imbécil Omega, nunca dejaré de odiar a estas aberraciones y más cuando son jodidas como tú.- La sonrisa de Chaeyoung solo hizo que Mina levantará su puño pero la mano de Jihyo la detuvo.
— Por más que quiera golpearla, no podemos hacer nada. Por ahora solo mantendremos nuestra distancia y cuando ella se quiera sobrepasar, solo la mandaremos al calabozo.- Jihyo bajó la varilla y se acercó a Chaeyoung, quien sólo suspiró y ladeo la mirada nuevamente.— Ahora llevaremos a la entrometida alfa a su habitación.
— Prefiero ir yo a pie, así que desatenme.- Chaeyoung sintió las manos de Mina tocando su espalda, pero solo recibió un fuerte golpe.
— Regla 1: nadie molesta a nuestra tribu. Aquí eres la inferior así que no puedes tratarnos mal o te mandaremos a la mierda.- Jihyo asintió a la otra Omega junto a Mina y cargaron a la alfa.— Nayeon te llevará a tu cuarto.
— No te preocupes alfa, no te voy a violar.- Nayeon rió y Mina solo dio un suspiro cansado.
— Putos alfa, a veces parecen unos niños grandes y llenos de beneficios genéticos.- Mina estaba con el rostro enojado mientras Nayeon picaba la espalda de Chaeyoung que solo se movía para evitar los toques aunque no podía.
— ¡Déjame!
— No, además me sacaste de mi cama, así que me tengo que entretener molestándote.- Nayeon siguió molestando a Chaeyoung pero Mina solo quitó la mano de Nayeon con delicadeza.
— Pese a que sea divertido molestarla, no podemos hacerlo pues estamos haciendo un esfuerzo bastante fuerte.- Mina relamió sus labios pero luego vio a una sombra acercarse.
— Un alfa...- Chaeyoung sonrió al ver a otro alfa y comenzó a erizar su cuerpo para poder atraerlo.
— Hey Minari, Nabongs. Estaba pasando por aquí para conseguir unos cuantos víveres y encontré a las soldados más fuertes de toda la tribu.- La alfa sonrió alegre, Chaeyoung vio su cuerpo y se veía bastante enclenque pero era alta y tenía un porte demasiado amenazante.
— Hey, ayúdame. Somos alfas ¿No?.- Chaeyoung miró a la alfa pero solo se ganó una suave risa.
— Lo siento, pero yo solo soy una habitante más de esta isla. Si Jihyo encargó que te metan en las cápsulas, yo solo acato.
— ¡¿Acaso no sientes algo de vergüenza?!.- Chaeyoung se comenzó a mover bruscamente y Mina la tiró al suelo.— ¡Deja de hacer eso!
— Deja de moverte como un gusano.- Mina estiró su brazo y Chaeyoung rodó los ojos.
— No siento costumbre, pues aquí tengo a la mujer de mi vida y porque Mina y Nayeon son las omegas más bellas de aquí, así que no me metería con ellas nunca. Somos amigas.- Tzuyu sonrió y siguió su camino.— Sana está con antojos y si no llegó con su comida me voy a quedar durmiendo en la plaza.
— Corre Tzuyu, Sana tiene mucho carácter cuando está enojada.- La alfa salió corriendo con una sonrisa en el rostro, dejando a Chaeyoung con una cara llena de confusión.
— Ella es la única alfa que tiene algo de respetable, si vieras como cuida a su omega. Aunque bueno, supongo que tú nunca supiste lo que es enamorarse, bulto con patas.- Nayeon rió y comenzó a arrastrar a la joven alfa que solo gruñó y trató a aferrarse al suelo.— Tengo sueño así que te llevaré y te dejaré ahí para que duermas.
— Nayeon, tal vez deberíamos de explicarle como funcionan las capsulas, el otro alfa que vino se murió por no saber.- Nayeon levantó los ojos con fastidio y asintió.
— Está bien, pero voy a arrancarle la lengua si dice algo que me molesta.
— Estás en todo tu derecho.- Dijo Mina con una sonrisa y Chaeyoung suspiró cansada.