Lily
La musica suena estrepitosamente por toda la casa al ritmo de "Shake it off" de Taylor Swift. Confío en que esta playlist es simplemente para romper el hielo. Las luces estan apagadas y una bola de boliche esparce destellos multicolores por el living.
Hay una pareja de chicos que no conozco besuqueandose sobre uno de los sillones y estimo que los cuartos que dejamos libres ya estan ocupados con gente esperando su turno.
El codigo de vestimenta ha sido respetado en su mayoría, todos lucen disfraces poco originales pero es un buen indicio, muchos angeles y demonios, brujas, vampiros y hechiceros de Hogwarts.
Kevin esta vestido como un rapero (posible vendedor de drogas), colmado de cadenas y hasta se pinto un diente de oro. Mamá pasó toda la mañana trenzándole el cabello. Tiene un aire a James Franco en Spring Breakers.
Bruce Hemingway y Tracey Trainor se lanzan entre sí un jarrón de mi madre. El alcohol prohíbe que las neuronas les funcionen. Me interpongo entre ellos y logro interceptar al jarrón para guardarlo bajo el fregadero de la cocina.
- ¿Por que esa cara Wilkins? - Jake O'Brian, me pregunta arrastrando las vocales.
Una simple mirada mía le bastó para seguir su camino y no molestarme.
Las fiestas, mejor dicho, ser anfitriona, siempre me pone de muy mal humor. De hecho recordé por que nunca hacía fiestas en Texas. Las odio.
Odio estar pendiente de todos y cada uno de los invitados. Odio tener que cuidar que nada se rompa o desaparezca y mucho mas, odio cuidarme de que no llamen a la policía por ruidos molestos.
Esquivando el mar de jóvenes que charlan de manera animada por la escalera principal o los pasillos de la primera planta, corro hacia el extremo final del corredor y me encierro en mi baño personal.
Cierro la puerta de un portazo y me dejo resbalar hasta el piso. La cerámica fría me despeja y alivia los calores ocasionados por los cuatro shots de tequila y aquella jarra "loca" que he tomado hasta ahora.
¿Estas borracha Lily? Imagino a Tate preguntándome. Pues claro, amigo. Si lo estoy. Soy flojita, como diría Jefferson, el ex novio numero 2 o 3 ahora no recuerdo, de mamá.
Kevin
El pendrive de musica de Chad apesta. Parece mas el pendrive de su pequeña hermanita, solo hay canciones de Taylor Swift, Ariana Grande o One Direction.
Mientras la última canción de Taylor Swift que planeo pasar suena, como Dj oficial de la fiesta, entro en Spotify y selecciono música de mi lista personal.
La "cabina" del Dj esta situada sobre una pequeña tarima a un extremo de la sala de estar, o "pista de baile"
Por debajo de la tarima una, bellísima muchacha me observa fijamente sin quitarme los ojos de encima. Tiene la cabellera larga y negra de color azabache. Y a un costado una gran flor colgando de su cabello.
Al ver que tampoco le quito la vista de encima, me sonríe con sus labios rojos y se acerca a mi.
-¿Y de quién estas disfrazada tu? - le pregunto observando la flor de su cabello.
- De la Dalia Negra. Fue una estrella en su momento. Era muy hermosa.
- Pues debería ver una foto de ella primero. Pero si era tan bonita como tu, de seguro que no hay duda de que era hermosa.
La Dalia Negra me sonríe tiernamente y desaparece en cuanto volteo la mirada para elegir la proxima canción de la lista.
Allison
Las calles estan repletas de niños en coloridos disfraces y sus padres, también disfrazados, siguiendo cada movimiento.
Edward y yo no somos la exepción.
Michael tiene un diszraz de batman, y Constance nos hizo disfrazarnos como Robin y Gatubela.
Mi ex marido casi arma tres pleitos con padres que se me quedaron mirando mas de la cuenta.
Siempre amé sus celos.
Algunas mujeres se podrían sentir asfixiadas u objetizadas por los celos de sus maridos. Pero yo siempre lo vi como una muestra de humildad o vulnerabilidad.
Edward Wilkins, velaba porque yo me quedara a su lado y nunca daba por sentado que yo estuviera con él.
- Estoy contento de que nos estemos comportando tan adultamente Allison. - Edward comenta mientras caminamos en el mar de padres hacia la próxima casa del recorrido de los dulces.
Siento mi celular vibrar.
- Pues, eso somos Edward. Somos aultos y de vez en cuando tenemos que comportarnos como tal. - contesto secamente mientras reviso mi celular.
Tengo dos mensajes nuevos de Mike.
-Me pone feliz que podamos hablar sin armar una escena. - mi acompañante suspira y escucho sus pasos alejarse.
Echo un vistazo a mi alrededor y veo a Edward revisando y contando los dulces junto a Michael.
La visión me recuerda a uno de los primeros Halloweens que pasamos los cuatro juntos. Kevin tenía seis años y Liliana cuatro. Nos pasamos la noche entera pidiendo dulces y al final los contamos en la sala de estar junto al fuego. Todavía recuerdo lo feliz que estaba Kevin de tener mas de ciento veinticinco caramelos de choco-blast.
El celular vibra de nuevo con otro mensaje de Mike. Miro por un segundo a Edward que me devuelve la mirada, desconcertado. Guardo el teléfono devuelta en mi bolso, puedo revisar los mensajes luego.
Tate
Las olas chocan contra las rocas de la costa este. El viento sopla y revuelve los cabellos de Violet que esta parada a mi lado, admirando la vasta extensión del universo.
No hace mucho, yo podría haber pasado un brazo sobre sus hombros y sentir su cálida proximidad.
Muchas cosas habían cambiado desde entonces. Ella ya no era cálida o viva. Pero seguía siendo mi Violet. Y no podría amarla menos que aquella noche.
- Decidiste pasar tu única noche libre, conmigo. ¿Por que? - pregunto con mis ojos sobre las olas blancas. - Podrías haber propuesto cualquier otra noche y yo habría aceptado.
- Me es mas facil mirarte, cuando no estamos dentro de la casa. - Violet me mira a los ojos. - Las memorias no se van. Pero es mas llevadero.
- Aún así. Hoy podrías ser quien quisieras y estar viva una vez mas. Sin embargo, estas aquí. Conmigo.
- Tal vez, una parte de mi, lo quiere de este modo. - Violet hace silencio - No quiero traicionar a mi madre, pero tampoco quiero perderte, y sé que eso no es posible. Alguien muy sabio me dijo una vez que no se puede tenerlo todo. Siempre hay que sacrificar algo.
- Y, eres capaz de sacrificar tu libertad ¿Por mi? - espero en silencio su negativa.
Espero que me explique en su forma racional que todo esto no es porque me quiere, sino porque desea que la deje en paz.
- Tate. Te entregué mi libertad el día en que te acepté dentro de mi vida.
- Eso suena abrumador y esclavizante. - Bromeo, pero se que es verdad. Ella no se siente libre cerca de mi.
Violet mira fijamente las olas.
- Así son las cosas entre nosotros. - me toma de la mano y vuelve a enfrentarme - Y jamás. - sus ojos se clavan en los míos. - Lo querría de otro modo.
Aprieto su mano con fuerza y entrelazo mis dedos con los suyos. Sin despegarme de ella, acerco su palma a mis labios y coloco un suave beso sobre ella.
- Te he extrañado. - digo y puedo sentir una lágrima caer por mi mejilla.
- No tienes una idea. - Violet susurra y la envuelvo entre mis brazos.
Billy Dean
- ¡Despierta medium! - Hayden grita con voz estridente.
Intento mover los brazos pero esta vez noto que ya no son brazos los que me impiden moverme sino cuerdas.
Lanzo un grito que la venda que me cubre la boca ahoga al sonido de un ronroneo.
Miro a mi alrededor y veo que hay un circulo de ceniza dibujado a mi alrededor. Estos son simbolos de brujería antigua.
- ¿Sabías de la leyenda de las brujas de Salem? Bueno, todos sabemos que eran quemadas en la hoguera y que muchas mujeres inocentes murieron en su lugar.
-Pero lo que nadie sabe, es que los principales aquelarres migraron hacia Nueva Orleans, logrando así preservar su especie.
Hayden desempolva un libro con una estrella de cinco puntas.
- Junto con sus conjuros, que ahora tambien venden por Ebay. - dice sarcastica. - Espero que este funcione o habré perdido sesenta dolares.
Intento gritar pero la venda en mi boca no me lo permite.
- Callada medium. Si todo sale según lo planeado, tu sufrimiento terminará pronto. - la muchacha me grita sin siquiera dejar de ojear el libro de hechicería.
Hayden comienza a esparcir ceniza a mi alrededor dibujando las cinco puntas restantes para reconstruir la estrella ilustrada en el libro.
La música de la fiesta comienza a sonar.
Hayden pone un pie dentro del círculo y me quita la venda de la boca.
-¿Porque estas haciendo esto?¿Que quieres de mí? - digo tan pronto como me humedecí los labios.
-Necesito una medium, querida. Y aunque hubiera preferido hacerme de un cuerpo más joven, la otra mocosa esta bastante bien protegida.
-¿Para que necesitas una medium? - digo porque todavía no he comprendido por completo lo que quiere decirme.
-La noche de Halloween, es la indicada para este tipo de conjuros. La casa esta cargada de energía negativa. ¿Recuerdas tus palabras? Quiero decirte que soy una gran admiradora de tu programa.
Me mira y al ver que no comprendo prosigue.
- Quiero tu cuerpo, Billy Dean. No quiero pasar mi eternidad atrapada en esta casa. Y el libro dice que solo los médiums, sirven como anfitriones duraderos.
-Hayden, piensalo bien. - digo intentando frenarla de algún modo. - ¿Que pasará conmigo?
- Descuida, tomarás mi lugar. Creo que es mejor que estar completamente muerta.
A los costados de Hayden, veo al hombre que había estado sujetandome unos minutos antes.
-¿Quien es él? - digo curiosa por saber quien se esconde bajo la máscara.
-¿Él? - dice señalando al hombre engomado. - Mi ayudante. Me ha sido de mucha ayuda durante los últimos meses. - Hayden acaricia la cabeza de aquél hombre como si fuera un animal.
- Hyaden, tuviste tu oportunidad mientras estuviste viva. Solo tenías que dejar al Dr. Harmon en paz. Y no lo hiciste. Esta es tu consecuencia. Ahora tendrás que lidiar con ello.
- De verdad que eres medium - comenta sorprendida - el hechizo saldrá a la perfección. - dice contenta mientras enciende unas velas aromáticas. - Una por cada elemento. - me explica sonriente y sombría.
Lily
-Doce fantasmas, se balanceaban, sobre la enredadera de la casa. Como veían que resistía, fueron a llamar otro fantasma. - canturreo tristemente todavía apoyada sobre la puerta del baño.
El aire del baño se torna gélido. Eso pasaba siempre que no estaba sola.
- ¿Quien anda ahí? - digo divertida. - ¡Identifíquese! Policía de LA. ¡No me haga llamar a los caza fantasmas!
- Mira lo que él me hizo. - una voz triste resuena por detrás de la cortina de la bañera.
Aquella voz me despierta del entre sueño de la borrachera.
- ¿Lily? - Chad golpea la puerta del baño. - ¿Estas ahí?
- ¡Sí mi capitán! - bromeo.
Casi caigo con la cara contra el piso, cuando mi novio abre bruscamente la puerta.
- Eh, cuidado que esta casa es vieja. - digo todavía con tono borracho.
- Oh Dios Lily, estas borracha. - Chad esta enojado.
Todavía sentada en el piso, Chad me recoge y examina mi cara luego de quitarme varios cabellos del rostro.
-¿Estas bien? - me pregunta.
Y yo vomito su disfraz de príncipe azul.
Chad me sostiene el cabello mientras termino de vomitar, esta vez en el inodoro, fuera del alcance de su disfraz.
Me sostiene mientras me lavo la cara, y me lavo los dientes.
- A veces, eres repugnante. - bromea y me da un suave beso en la mejilla.
Allison
-¿Y que cuenta Mike? - Edward me pregunta sarcástico en tono bajo.
- ¿Por que lo traes a la conversación? ¿Por que siempre buscas algo para que pleemos? - susurro para evitar que los niños y los demas padres nos oigan.
Llegamos a una de las últimas casas del recorrido de los dulces.
- Pensé que había que comportarnos como gente adulta Allison. - Edward dice con tono petulante.
- Pues tu comportamiento esta muy lejos del de un adulto Edward. - respondo sin mucha paciencia por lo bajo.
-¿Por que piensas que pregunto por Mike para que peleemos? ¿No puedo preguntarte simplemente como estas? ¿Como amigo? - Edward cambia el tono por uno "herido"
- Tu y yo, no somos amigos. - respondo tajante.
- Me alegra saberlo. - susurra rápidamente y se adelanta para tocar la próxima puerta.
- Aqui tienes pequeña - La señora Rogers, le entrega un puñado de caramelos a una niña que esta delante de la fila. - ¿Hay pero quien esta aquí? Bill ¿No es el batman mas lindo que has visto? - la mujer se agacha para quedar a la altura de Michael.
La señora Rogers se queda mirando fijo los ojos del pequeño, y su expresión amable cambia por una de terror. Impulsivamente se aleja del niño y corre dentro de la casa.
- Lo siento - dice a quien identifico como Bill y arroja un gran puñado de chocolates dentro de la canasta de dulces de Michael antes de cerrar la puerta.
- Que raros. - Me comenta Edward por lo bajo a medida que seguimos nuestro camino hacia la próxima casa.
- Si, ¿Que le habrá pasado? - pregunto retóricamente.
Tate
Estamos recostados sobre la arena de la playa observando las estrellas. El viento sopla y la arena se entremezcla con nuestros cabellos, pero nada importa. Ella esta a mi lado.
- Te amo. - digo sin pensar.
- Yo tambien, te amo. - contesta ella agarrando mi mano.
Volteo la cabeza a un costado para encontrarme con sus ojos. Se siente como una eternidad desde la última vez que probé sus labios.
Muchas cosas habían pasado desde entonces.
Lentamente acerco mi rostro al suyo para entrechocar nuestras narices. Con los ojos cerrados disfruto de la proximidad de su aliento, saboreando cada segundo de su compañía.
Con sigilo me incorporo sobre mis codos y le doy un suave beso. Violet pasa sus brazos sobre mis hombros atrayéndome mas cerca de sí misma.
Por primera vez en mucho tiempo, me siento vivo nuevamente.
Entre sus brazos todo es distinto, el mundo ya no es tan cruel, porque ella es mi escudo contra toda la suciedad de este mundo asqueroso. El cual se convierte en lo mas maravilloso del mundo cuando ella esta cerca.
Creo que jamás había experimentado tanta pasión ni siquiera en vida.
Ella es todo. Ella es el calor cuando esta presente, y el frío cuando no esta. La felicidad y la miseria, mi debilidad y mi fortaleza.
Ella es mi vida dentro de la muerte, y cuando no esté, será mi entierro.
Un leve ardor en el estómago me dice que algo no anda bien. Me separo lentamente de sus caderas para sentarme sobre la fría arena.
-¿Estas bien? - me pregunta jadeante.
- Tenemos que volver. - digo sombrío, mientras me incorporo sobre mis pies.
Billy Dean
Los preparativos estan casi listos. Hayden me mira y puedo ver el ansia en sus ojos, como un pájaro mirando por fuera de su jaula.
El hombre de goma, se coloca al norte de la estrella. Nora Mongomery, al sur. El pequeño Bryan se para en el este y El ex esposo de Constance en el oeste.
Hayden se coloca dentro del centro del círculo junto a mi. Comienza a susurrar una oración tan rápido que no puedo distinguir lo que dice. Esta hablando en latín.
La habitación comienza a darme vueltas y doy un grito de impotencia porque no puedo moverme. Poco a poco, me siento elevarme sobre el aire.
Veo todo desde la claridad de las alturas. Veo a el círculo, la estrella y a todos sus integrantes parados en sus respectivos lugares. Incluso a mí, maniatada y acostada en el piso junto a Hayden, inconciente.
A un costado veo a un niño idéntico a Bryan acercarse sigilosamente por detrás de su hermano. Al mismo tiempo, otro hombre apuesto intercepta al esbelto hombre parado en la esquina oeste. Lo mismo sucede con Nora Mongomery quién es interceptada por una mujer colorada.
- ¿Que es lo que sucede aquí? - Hayden despierta de su trance y yo abro los ojos. Un solo vistazo me confirma que sigo dentro de mi cuerpo.
La siguiente secuencia, sucede en una vorágine borrosa. Veo al hombre de goma sujetando a alguien que no conozco, a los gemelos peleando entre sí y varias personas mas, en una lucha salvaje.
- Descuida, te sacaremos de aquí. - me dice un muchacho de ojos verdes y sonrisa de modelo.
Le doy una mirada de asustada y colaboro para que pueda desatarme las muñecas sin problemas.
- Corre. Iré detrás de ti. - dice el muchacho cuando logra desatarme las piernas.
Yo sigo instintivamente su consejo y me dirigo a gatas y mitad corriendo a la escalera. Estoy un poco mareada y no logro coordinar mis movimientos.
El hombre de goma me intercepta y me toma por el cuello dejandome sin aire. Otro hombre alto. Patrick. Le da un tacle, logrando que me suelte.
El chico que me desató. Travis. Me ayuda a incorporarme y juntos desplegamos la escalera del ático.
Sin siquiera pensarlo nos lanzamos por el hueco sin usar la escalera. El cuerpo de Travis amortigua mi caída, y gateando esquivo las miradas extrañadas de adolecentes borrachos que me miran como si fuera una alucinación por el alcohol.
El hombre de goma se arroja por el ático también causando una ovación por parte de la audiencia juvenil que en su estado de alcoholismo aplauden el "disfraz" de latex.
- Corre - Travis me incita, y yo le hago caso. Bajo las escaleras saltando a una pareja que estaba besuqueandose.
Miro hacia atrás y veo como el hombre de goma agarra a Travis por el pellejo, arrancándole la cabeza.
Lanzo un grito de temor y los niños a mis alrededores aplauden pensando que es un show de Halloween.
Ignoro las lágrimas que me corren por las mejillas y corro por el jardín delantero no sin antes resbalarme con una hiedra del suelo. El hombre de goma esta cerca, puedo presentirlo.
Me incorporo sobre mis pies, y noto un dolor en el tobillo derecho. Maldita sea, me he roto el pie.
Cojeando y saltando recorro como un maratonista los últimos metros del final del jardín practicamente arrojandome sobre la acera de la calle como si fuera el listón que indica el final de la carrera.
El hombre de goma corre todo aquél trayecto y se frena en seco a dos centímetros de mis pies. Ya no estoy dentro del terreno de la casa. No puede hacerme daño.
- Tu jurisdicción termina aquí, amigo. - me atrevo a bromear a causa del shock traumático y los nervios que me apremian.
Lily
- Ven, tengo que mostrarte algo. - Chad me dice mientras atravesamos el pasillo luego de haber recuperado mi compostura.
- ¿Es una sorpresa? - digo seductora levantando una ceja.
- Algo por el estilo - Chad contesta juguetón.
Tomados de la mano. Mi novio me dirige hacia el sótano de la casa. ¿Que tendría preparado para mi allí abajo?
- ¿Vas a asesinarme? - bromeo a medida que bajamos lentamente los crujientes escalones de la escalera.
- ¿Como adivinaste que eso era lo que tenía planeado hacer? - Chad dice con tono sarcástico y me apuñala en el estómago.
- ¿Que demonios? - digo llevando las manos al vientre. - Ch.. - logro articular y luego miro mis palmas ensangrentadas.
El cuchillo impacta contra mi vientre una vez mas y mis piernas flaquean desplomandome y rodando los dos últimos escalones que faltaban para dar con el piso del sótano.
Chad me toma por los hombros y me arrastra hacia el centro de la habitación que parpadea incandecentemente. Mi visión flaquea a causa de la perdida de sangre que estoy sufriendo. Cada vez que parpadeo se me hace mas dificil volver a abrir los ojos.
Veo borrosamente a Chad parado a mi lado. Inútilmente estiro mi mano hacia él en busca de ayuda. Una erupción de sángre recorre mi garganta haciendo explosión.
- ¿Sabes que es lo que disfruto mas de esta parte? Cuando la sangre sube por el esófago haciendo una erupción como acaba de pasarte. No se porqué, pero es algo que siempre...
Cansada, mis parpados rendidos se cierran, entregandome a la oscuridad.
- Oye idiota. - Escucho la voz de Violet y luego un palazo.