All that I want is you... (KO...

By JeonVante94

1.4M 121K 64K

Taehyung se dará cuenta de su realidad... Jungkook en verdad no lo amaba tanto como decía. ¿Cómo reaccionaría... More

‼️ANTES DE LEER‼️
✨PERSONAJES PRINCIPALES✨
🔹️BOOKTRAILER🔹️
✨️BOOKTRAILER 2✨️
🔷Playlist🔷
Capítulo 1: De nuevo a la Universidad.
Capítulo 2: Tonto enamorado.
Capítulo 3: Pobre ingenuo.
Capítulo 4: Él no me mentiría.
Capítulo 5: ¿Me extrañarás?
Capítulo 6: Su sonrisa.
Capítulo 7: Él es veneno.
Capítulo 8: Los ángeles no deben llorar.
Capítulo 9: Te quiero.
Capítulo 10: Losing game.
Capítulo 11: Buscando culpables.
Capítulo 12: Miedo al amor.
Capítulo 13: Pudimos haberlo tenido todo.
Capítulo 14: Aprender a amar.
Capítulo 15: ¿El primer paso? la aceptación
Capítulo 16: Barcos que se cruzan en la noche
Capítulo 17: En busca de la felicidad
Capítulo 18: Sweet Night
Capítulo 19: Cerrar ciclos
Capítulo 20: You could be happy
Capítulo 21: Baby Mochi
Capítulo 22: Life goes on
Capítulo 23: Begin again
Capítulo 24: Still with you
ESPECIAL UNO: La primera vez de Kim Taehyung
Capítulo 25: Afrontar la realidad
Capítulo 26: It's been a long, long time...
Capítulo 27: All that I want is you.
Capítulo 28: Inmarcesible
Capítulo 29: Sorpresas inesperadas.
Capítulo 30: Estelas químicas.
Capítulo 31: Lucky ones.
Capítulo 32: El padre "malvado" y el enamorado asustadízo.
Capítulo 33: Sleep in white.
Capítulo 34: Fuego y agua.
Capítulo 36: Hermosamente mío.
Capítulo 37: Look at the stars, look how they shine for you.
Capítulo 38: Leave the door open.
Capítulo 39: Deja vu.
Capítulo 40: Nothing like us.
Capítulo 41: La musa de JVante.
Capítulo 42: La pareja de la nación.
Capítulo 43: La maravilla de la vida.
Capítulo 44: El privilegio de ser tuyo.
Capítulo 45: Un pedacito de cielo.
Capítulo 46: Euphoria.
Capítulo 47: I belong to you.
Capítulo 48: Amo Soltanto Te.
Capítulo 49: Shinning purple light.
Capítulo 50: El arte de vivir.
Epílogo.
EXTRA: Mírame solo a mí.
I STILL WANT YOU

Capítulo 35: Cry little boy...

24.6K 1.7K 856
By JeonVante94

—¿Qué estás haciendo tú aquí?

Fue grosero y crudo, pero el pelinegro estaba consciente de que ese señor no se merecía ni la menor muestra de respeto de su parte.

—¿Así es como saludas a tu padre luego de tanto tiempo?

Y era un completo descarado por estar frente a su puerta, con esa jodida sonrisa de autosuficiencia, como si les estuviera haciendo un favor con su estúpida presencia.

¿Por qué se empeñaba en dañarlos cuando no se merecía ni a su madre ni a él?

No cuando lo había dejado solo, y no hablaba únicamente de su infancia, pues el Jeon mayor jamás le brindó su atención para más de lo necesario, sino que a Jungkook también le dolía su madre, el cómo la engañó durante mucho tiempo y luego los abandonó cuando Sana y él más lo necesitaban, ni siquiera había sido lo suficientemente humano para pedirle perdón o llamarla en sus peores días.

Había dejado a su propia esposa a su suerte, inclusive sabiendo que estaba enferma y que el cáncer es mortal si no se atiende como es debido, les canceló las cuentas bancarias, rompió su corazón y escupió sobre el mismo.

El pelinegro apretó los puños, en verdad estaba tratando de contenerse y no romperle la cara al ser que contribuyó para traerlo al mundo.

Quería que se largara, no tenía absolutamente nada que hacer en esa casa porque ellos dos ya solo compartían un apellido y lazos de sangre pero nada más, no había ningún vínculo afectivo que los relacionara, al menos no de parte de Jung-Suk hacia él.

Jungkook lo buscó inclusive después de mudarse a Busán, cuando las cosas se estabilizaron un poco en su vida, sin embargo, Jung-Suk lo había rechazado de nuevo, hasta se había burlado de sus sueños, remarcándole que se arrepentiría e iría a él corriendo cuando comenzara a morir de hambre con su "obritas" de arte. Según él, su primogénito solo actuaba así de rebelde para llamar su atención.

Fue ahí que el pelinegro comprendió que su padre jamás lo apoyaría, mucho menos trataría de entenderlo.

Desde ese entonces, ya no quería ganarse su amor, en primera porque a su padre no le importaba, en segundo lugar porque sabía que para eso debía obedecer sin quejarse, perderse a sí mismo en el camino, y él se negaba rotundamente a renunciar a su propia felicidad solo por una estúpida herencia. El dinero es de ayuda, pero jamás da la felicidad cuando no estás con las personas que amas.

No había crecido de acuerdo al plan y Jung-Suk estaba terriblemente decepcionado de él, pero Jungkook no permitiría que su padre viviera a través de su vida, él no era una marioneta manipulable con la que podía hacer y deshacer a su antojo.

El pelinegro no se consideraba una persona rencorosa, sin embargo, era mucho el daño y su padre seguía pensando que estaba en lo correcto. No buscaba cambiar ni quería hacerlo, porque para él su ideología de vida era lo conveniente y todos los demás estaban mal, y quizá, esa era la principal diferencia entre padre e hijo.

Porque sí, quizás Jungkook era celoso, algo egocéntrico, a veces inseguro, sin duda tenía montones de defectos, pero desde que dio cuenta de que eso no estaba bien, buscó mejorar como persona sin creer que sus actitudes eran buenas solo por no hechar abajo su ego.

Ahora que era un joven adulto de veintiséis años, caía en cuenta de que la mayoría de sus malas conductas del pasado las había fomentado y aplaudido la persona que se suponía debía educarlo para ser un hombre de bien, el que debería de protegerlo de todo.

Sin embargo, para Jeon Jung-Suk "educar bien" significaba tener un hijo grosero e idiota con la mayoría de las personas, alguien altivo, que impusiera su voluntad y ordenara a los que eran de menor nivel que ellos, pero siempre manipulable ante el Jeon mayor y que lo obedeciera en todo sin rechistar.

Por mucho tiempo Jungkook se sintió deprimido por no ser suficiente para su padre, hasta que se hartó. Tuvo que caer y perderlo todo para darse cuenta y hacer algo al respecto.

Fue una verdadera lástima que el pelinegro se dio cuenta muy tarde de la clase de persona que tenía por padre, porque cuando lo hizo, ya había herido a muchas personas con sus actitudes, entre ellos, a Taehyung.

Porque según palabras hipócritas de Jung-Suk, la familia convencional era de hombre y mujer, así como los donceles jamás debieron haber sido creados por la ciencia para satisfacer las necesidades de las parejas estériles. Hipócrita.

Jeon Jung-Suk aún no lograba entender cómo es que Kim Tae-Pyung había aceptado que su esposa infertil se sometiera a un tratamiento de ese tipo para tener un bebé, aún sabiendo que no sería un chico "normal" con pene, sino que este tendría también la capacidad de procrear un hijo en su vientre, ¿qué tan espantoso era eso? Era horrible.

Él sin dudas se hubiera divorciado de esa mujer que no servía para lo esencial y en esa sociedad tan machista no hubiera sido mal visto, no obstante, el magnate había permanecido con su esposa.

La medicina avanzaba a pasos agigantados y desde hace unas épocas algunas parejas con el dinero suficiente se sometían a ese tipo de tratamientos. Eran demasiado caros y la posibilidad de que tuviera éxito el embarazo era casi nula, aún así, el matrimonio Kim había optado por ello y resultó en un precioso doncelito al que nombraron Taehyung, su pequeño osito bebé, el único que tuvieron.

Por esa clase de pensamientos, aunado a todo lo que les hizo, es que ahora Jungkook no quería ver a su propio padre por mucho que lo amara, simplemente estaba completamente decepcionado. Ya no era ese muchacho lastimado que buscaba su amor desesperadamente, los golpes de la vida lo había hecho centrarse en lo que de verdad es importante y madurar.

En estos momentos, solo quería que su pequeña familia fuera feliz como ese día, incluyendo a Kim Taehyung en la ecuasión, y quizá en el futuro, a unos pequeñitos producto de su amor con el doncelito. Se apellidarían Kim, lo tenía más que claro, no quería que sus hijos tuvieran algo que ver con ese clan, no permitiría que ellos se sintieran como él lo hacía.

—¿Mi padre? ¿entonces resulta que siempre si te dieron ganas de que sea tu hijo o cómo? —bramó el pelinegro, poniéndose justo frente a la puerta para impedir que su contrario se atreviera a entrar.

—Por favor Jungkook, deja de ser tan sentimental, yo no te crié así —respondió el mayor mirándolo con altivez—. Sé lo que te dije, y sabes que mi postura será la misma hasta que recapacites sobre tus decisiones, es por ello que estoy aquí, tal vez ya te aclaraste las ideas.

—La verdad es que no te hubieras molestado porque mis decisiones e ideas siguen siendo las mismas, así que será mejor que regreses por donde viniste.

Jung-Suk sonrió al ver a su hijo tan molesto, no porque disfrutara que éste le hablara como lo hacía, sino para mantener su máscara de indiferencia. Muy en el fondo, le oprimía el ego que su primogénito lo mirara sin la mínima pizca de respeto.

—Debemos hablar, Jeon Jungkook, te lo estoy ordenando como tu padre —ordenó con seriedad, pero al pelinegro no podía importarle menos lo que ese hombre quisiera.

—En verdad es increíble tu cinismo... —Jungkook se mordió el labio inferior, intentando contener todas las cosas que en verdad quería decirle a ese sujeto, sabía que si hacía algo más en su contra al final se terminaría arrepintiendo, porque a pesar de todo lo quería.

—Cooky, mi amor, ¿quién era? —se escuchó la voz femenina llegar hasta donde ellos se encontraban, cuando se dieron cuenta, Sana estaba observando la escena, pasmada por ver a su exmarido después de tantos años.

Jung-Suk ni siquiera había tenido la amabilidad de buscarla después de que ella comprobara su infidelidad, simplemente le había aceptado el divorcio pues no sentía ninguna clase de culpa. No la visitó ni una sola vez en las ocasiones en las que estuvo internada, fue como si ella jamás hubiera significado absolutamente nada en para él, como si no se tratara de la madre de su hijo.

Habían días en los que Sana se sentía tan adolorida y miserable por las quimios que solo deseaba morir lo más pronto posible para no causar más problemas, sin embargo, su niño grande con sonrisa de conejo estaba ahí para ella, abrigándola del frío y sosteniendo su mano cuando el dolor parecía ser insoportable, quemar por dentro.

Sana también había perdido su cabello, actualmente todavía utilizaba pelucas de cabello natural, pero su Cooky no se cansaba de repetirle que para él siempre sería la mujer más hermosa del mundo, que siempre estaría ahí para ella. Salvó su vida sin darse cuenta, pues fue su trato lo que evitó que entrara en depresión.

Jungkook se había convertido en todo un hombre fuerte y valiente através de amargas experiencias, pero todo pasa por algo, cada cosa en el Universo tiene un objetivo particular y eso se reflejaba en que su hijo se veía feliz y pleno con sus decisiones a pesar de lo que pasó, todo lo que tuvo que atravesar para triunfar.

—Veo que sigues viva, me da gusto —dijo Jung-Suk mirándola fijamente, sonriendo como siempre—. ¿Qué haces ahí sin moverte? ¿no me vas a saludar?

Sana retrocedió cohibida.

Muy bien, una cosa es que se metieran con él y otra muy diferente es que ese hijo de puta llegara como si nada y se burlara de esa forma a su madre, no lo dejaría pasar.

No le tomó ni dos segundos llevar sus fuertes manos hasta el pecho de su padre, empujándolo con todas sus fuerzas para que retrocediera y saliera de su hogar. Este tropezó hacia atrás cayendo al piso, Jungkook lo siguió, lo tomó del cuello para levantarlo, entonces explotó.

—¡ES SUFICIENTE, LÁRGATE DE AQUÍ YA MISMO! ¡NO TIENES NINGÚN DERECHO DE VENIR Y MUCHO MENOS DE HABLARLE ASÍ A MI MADRE! ¡VETE! —gritó, lo que fue lo suficientemente audible para que todas las personas que se encontraban en la casa se asomaran para ver lo que pasaba.

—¿QUÉ TE PASA, CARAJO? ¡SUÉLTAME, JUNGKOOK! —respondió en el mismo tono, tomando al pelinegro de las muñecas para que lo soltara ya que este había apretado su agarre de la solapa de su costoso traje hecho a la medida—. ME ESTÁS FALTANDO AL RESPETO, JEON JUNGKOOK.

El primero en llegar corriendo fue Taehyung, quien también salió al recibidor de la entrada de la casa al ver a Sana pasmada y sin moverse, estaba llorando.

Kim quizo consolarla pero estaba preocupado por lo que su novio haría, por lo que no tuvo otra opción mas que pasar de ella y quedar a una distancia prudente, viendo a su novio y al padre de este matandose con la mirada.

Esta no era su pelea, por lo que él no tenía por qué inmiscuirse en los conflictos familiares que ellos tuvieran, sin embargo, Jungkook se veía muy mal, lo notó cuando sus ojos llorosos se desviaron brevemente para verlo a él. Taehyung quería abrazarlo, besarlo y llevarse su dolor muy lejos.

Jung-Suk se sentía humillado.

—¿QUÉ TE ESTOY FALTANDO AL RESPETO?¡EN PRIMER LUGAR TÚ NO DEBERÍAS DE HABER VENIDO! ¡TE SOLTARÉ Y LUEGO TE LARGARÁS! —exclamó Jungkook soltando su agarre, empujándolo otro poco para alejarlo lo más posible de la entrada y volteándose inmediatamente en dirección a su novio para ir hacia él.

Buscaba su toque, su doncelito siempre lo hacia sentir mejor.

El pelinegro se veía molesto, rojo de la ira y la vena de su sien palpitaba, empero, sus ojitos de Bambi parecían estar a punto de desbordar en lágrimas y Taehyung por primera vez en su vida odió a alguien, a Jeon Jung-Suk para ser más precisos.

Estaba lastimando a su propio hijo y parecía no importarle en lo absoluto.

Llegó hasta donde se encontraba Taehyung y lo abrazó con fuerza, como si su mundo se estuviera derrumbando y él fuera su único soporte, lo que lo sacaba a flote antes de hundirse. No quería llorar frente a ese hombre que le dio su apellido, pero era muy difícil debido a la cantidad de sentimientos encontrados que tenía por dentro.

El doncelito se dio cuenta, con amor y dulzura tomó su rostro entre sus manos, despejó los cabellos que caían por la frente del azabache, dejándo en casto beso sobre la zona para que se tranquilizara. No estaba solo, él podía sostenerlo.

El Jeon mayor se arreglaba el cuello del costoso traje mientras miraba con desagrado la escena frente a sus ojos, y preso del coraje que sentía, se atrevió a hablar.

—¿Tan poco amor propio te tienes como para volver con Jungkook aún después de todo lo que te hizo? —soltó con desdén—. Pensé que tendrías un poco de dignidad, doncelito. Supongo que todos los de tu especie son así.

Jungkook se safó del abrazo e intentó regresar a donde estaba Jung-Suk, decidido a no permitir que se metiera también con su novio, hasta que la mano de Kim lo tomó de la muñeca y lo detuvo.

El doncelito sonreía hacia Jeon Jung-Suk, observándolo de la misma manera despectiva en la que el otro lo hacía, casi con burla.

Taehyung no era una persona de peleas ya sea físicas o verbales, de hecho evitaba meterse en problemas porque esa era su naturaleza, no obstante, ese señor no se merecía ni el mínimo de su respeto y quien busca, termina encontrando.

—¿Y usted tiene tan poca vergüenza como para venir a querer imponerse ante Jungkook y su madre aún después de que los abandonó? Es muy cínico de su parte, señor Jeon, no está a la altura de alguien tan importante como usted.

Taehyung sabía de sobra que esa no era su lucha, pero Jung-Suk se estaba metiendo directamente con él y no pensaba callarse la boca, no cuando el otro solo buscaba denigrarlo por ser un doncel.

Era un doncel y estaba orgulloso de serlo. Que se jodiera Jeon Jung-Suk y todos los que pensaran igual que él.

—Veo que tener todos los privilegios te hizo creerte más de lo que vales, tanto, que piensas que puedes hablarme de esa manera —estaba furioso pero lo disimulaba muy bien—. Necesitas enseñarle modales a este niño, Jungkook, al parecer no sabe cuando callarse. De verdad no puedo creer que estés con una persona que me responde de esta forma, un jodido doncel.

—Su nombre es Taehyung, y es perfecto como es, no necesito enseñarle nada, ni domarlo, amar a alguien no se trata sobre eso —respondió cortante el azabache, Kim todavía lo sostenía para impedir que avanzara e hiciera algo de lo que después se arrepentiría—. Además, él trata a las personas conforme lo tratan a él.

El azabache recordó cómo su madre no tenía decisión sobre su propia vida cuando eran esposos, tampoco podía llevarle la contraria a su exmarido o éste se molestaba y la reprendía. Él jamás trataría de callar a Taehyung, lo amaba tal cual era.

—No creía que fuera tan sensible como para que las palabras de un jodido doncel, como usted me dice, lo afectaran tanto, señor Jeon —Taehyung sonrió en grande, su rostro era casi angelical, sin mostrarse afectado por el mayor—. ¿Sabe? me encantaría conocer cuál es su problema conmigo, o con los donceles mejor dicho, dígamelo a la cara, así los dos sabremos donde estamos parados, porque yo amo a Jungkook y estaré con él por mucho tiempo más.

—Te veo muy seguro de eso, ¿no te estarás precipitando, Kim? Sería muy feo que Jungkook te volviera a lastimar de nuevo, al fin y al cabo, decepcionar es lo único que le sale bien a mi hijo —estaba serio, solo buscaba herir, machacar las heridas.

—¿Lo dice enserio? —preguntó actuando ingenuo—. De verdad yo no lo creo de esa manera, quizá le falta conocer a su hijo ya que hay demasiadas cosas que le salen perfecto, es muy talentoso, por eso me enamoré de él. Y quien sabe, suegrito, quizá muy pronto podamos darle un nieto precioso ya que no es por presumir, pero uff, se le dan demasiado bien esas cuestiones a mi novio... ¿qué dice? otro Jeon en la familia, ¿no le gustaría? Así tendrá más opciones para heredar sus bienes... —soltó una pequeña risita al ver que Jung-Suk no pudo ocultar el enojo que le provocó escuchar eso, sus puños se apretaban a sus costados, la mandíbula tensa.

—Esa cosa no sería mi nieto, jamás les dejaría nada ni a él ni a Jungkook si llega a cometer ese atrocidad... ¿Una persona con cuerpo de hombre pariendo hijos? Qué asco.

Jungkook se volvió a remover del agarre, pero Taehyung fue más rápido y se puso frente a él, haciendo que lo abrazara por la cintura para que lo apretara a él y no golpeara a Jung-Suk como estaba seguro que haría si lo dejaba.

—¿Oh, lo dice enserio? —puchereó con fingida tristeza, mirando fijamente al padre de Jungkook—. Bueno, menos mal que mi familia sea de las más exitosas de Corea y yo sea el heredero de todo, pero eso ya debe saberlo. Además mi Jungkookie es muy talentoso y sé que gracias a su trabajo nada nos faltará. Ni su dinero, mucho menos lo más importante, amor, pues esas cosas a las que usted les llama "atrocidades" serían los bebés más amados por muchas personas, así que no creo que usted les haga falta tampoco, despreocupese.

Jung-Suk avanzó hacia la pareja como una bestia fuera de sí, ese mocoso engreído lo estaba retando y no lo permitiría.

—Eres muy insolente, pero puedo ver que eres muy bonito, Kim. Ojalá esa belleza te sirviera para otra cosa, sin embargo, eres demasiado hablador y estúpido para creerte especial. Date cuenta de que solo eres otra de las putas que Jungkook se coje, cuando se canse, verá lo mal que estuvo por llevarme la contraria.

No... por favor que no lo haya llamado así... pero lo hizo.

Todo pasó muy rápido, cuando se dieron cuenta, Taehyung se había soltado del agarre de su novio y con una fuerza que no sabía que poseía, le pegó con su puño cerrado a Jung-Suk en el rostro, quien ahora sangraba y a él le dolían los nudillos, pero por supuesto que lo volvería a hacer. Joder, claro que sí.

Que lo disculpara Jungkook, pero ese sujeto se lo merecía con creces. Iba en nombre de él, de Jungkook y de Sana, quien todavía se encontraba en el interior de la casa siendo tranquilizada por sus padres y Soobin. Ella se rehusaba en volver a ver a su expareja, la había dañado de una manera que era complicado reparar, se sentía amenazada por su presencia.

—No te imaginas lo que acabas de hacer, sucio doncel... —bramó el Jeon mayor, tomando con una de sus manos su nariz, la cual soltaba una gran cantidad de sangre.

Escupió el líquido rojo que había entrado a su boca y avanzó de nuevo hacia Taehyung dispuesto a ponerlo en su lugar, no llegó muy lejos ya que Jungkook y el guardaespaldas de Kim se pusieron frente a él para protegerlo. Por supuesto que Kim Tae-pyung jamás dejaría viajar a su hijo sin vigilancia, siempre había alguien cuidandolo, todo el mundo lo sabía.

—Es mejor que se retire ahora si no quiere verse envuelto en un problema legal. No haga las cosas más graves, por favor.

Fue lo único que pronunció el guardaspaldas de Taehyung, quien lo había cuidado desde que era niño y era de la total confianza del magnate, él sabía cómo actuar cuando las cosas se ponían turbias como en ese momento.

—¿Quién se cree que es para hecharme? Es un simple empleaducho —déspota, como siempre.

—Vete, Jung-Suk. Nadie aquí quiere tu presencia. Lárgate ya y no vuelvas a aparecer.

Jungkook estaba serio y su voz fue tajante, pero por dentro era doloroso hablarle así al hombre que admiró por tantos años.

—Deja la tontería ya, Jungkook. Termina esto. Tienes que entender que no puedes estar con él, dejarás que lo que por años hemos construido los Jeon desaparezca por tu simple calentura —sonaba molesto, pero sobre todo, desesperado ya que las cosas no estaban saliendo como pretendía—. Tú puedes tener toda mi fortuna mañana mismo, sería absolutamente todo tuyo, no tendrías que batallar ni limitarte con nada como lo has venido haciendo últimamente. Solo tienes que casarte con una chica de buena familia y concentrarte en trabajar en los negocios familiares, no es tan complicado.

—Quizá no lo sea, pero eso no es lo que yo quiero, ese camino fácil no es el que quiero recorrer —dijo el pelinegro con decepción—. Tienes otro hijo ya, déjaselo todo a él, quizá sea pequeño ahora pero crecerá y quizá él si pueda convertirse en todo lo que tú quieres. Yo no cambiaré de opinión, no dejaré lo que amo hacer, ni a Taehyung, él es mi novio y pretendo llegar a más pero solo con él, que te quede claro ya.

—Dong-Min no tiene mi apellido, solo eres tú mi único hijo reconocido —confesó para asombro de Jungkook.

—Cuando yo los vi parecían muy felices y dolió demasiado, ¿sabes? Nunca lo esperé y te tenía tan idealizado que quería ser como tú, sin ver la realidad de las cosas, solo para agradarte.

Taehyung seguía detrás de él, protegido por su gran cuerpo. Lo defendería de todos, lo tenía claro, no dudaría jamás en poner a quien fuera en su lugar para que no dañaran a su doncelito. Tampoco pensaba renunciar a su amor que por años le costó recuperar.

—No seas tan dramático, por Dios... —entornó los ojos, Jungkook sonrió con tristeza. La sangre seguía resbalando por el rostro del mayor y su traje estaba completamente manchado—. Eso pasó hace mucho, sin embargo, tu hermano no heredará nada, solo eres tú, entiende.

¿De verdad pensaba que con eso lo compraría? Qué ingenuo.

—Como te decía, los abuelos aceptaron a esa señora que llevaste contigo y al chico, así que es mejor que lo reconozcas porque yo no quiero tener nada que ver con ninguno de ustedes de ahora en adelante.

Lo que el pelinegro no sabía era que sus abuelos paternos no sabían que el chico era hijo de sangre de Jung-Suk, pensaban que solo era hijo de su actual pareja y que por ese motivo no tenía su apellido. Se infartarían si supieran la verdad de todo, pero ese era un problema que a él no le interesaba en lo absoluto.

No necesitaba a esas personas tóxicas en su vida, por muy su familia que fueran, eran igual de manipuladores que su padre.

—¿Estás seguro de tu decisión? No quiero que luego vengas rogando que te perdone por ser tan estúpido.

Taehyung tenía la mano hinchada y sus nudillos dolían como el infierno, sin embargo, quería meterle otro puñetazo. Su guardaespaldas ya no estaba frente a él, pero si vigilando la escena desde unos pasos atrás por si debía intervenir.

—Estoy muy seguro, olvidate ya de que existo. Lo hiciste mucho saños, continúa de esa forma porque no te dejaré acercarte a los que amo, es mi decisión final.

Jungkook estaba parado derecho, el doncelito se dio cuenta de que su novio y su padre eran demasiado parecidos ya que el mayor era muy atractivo, no obstante, todo un idiota. Inclusive le pareció ver cómo Jung-Suk empujaba su lengua contra su mejilla, ese era un gesto típico de su novio cuando algo le molestaba y ahora veía de quien lo había aprendido.

Resignado y demasiado humillado, Jung-Suk miró al doncel para dirigirle la palabra.

—Esto no se quedará así, Kim —amenazó.

—Por supuesto que no, eso tengalo por seguro —contra atacó el doncel con plena confianza y desafio centellando en sus ojos, no se dejaría intimidar ni por él ni por nadie.

Luego de ello, Jeon Jung-Suk se marchó por donde vino, sin lograr nada de lo que pretendía.

La noche llegó, ahora Taehyung se encontraba acostado en la cómoda cama king size de su pelinegro tormento, todavía se veía decaído, sin embargo, estaba sentado a su lado atendiendo la mano lastimada de su niño, la misma que se hinchó después de que le rompiera la nariz y le acomodara las ideas a su padre.

No lo enorgullecía en lo absoluto, pero le causaba gracia como su novio podía ser tan pacífico, pero toda una fiera si alguien se metía con lo suyo, se dio cuenta de que podía defenderse por sí mismo sin esperar a que alguien más lo hiciera.

Eso le gustó más, no era un doncel en apuros esperando a que alguien más corriera en su auxilio.

Los abuelos de Jungkook le habían ofrecido a Taehyung la habitación de invitados, la cual le habían acondicionado para que el chico estuviera cómodo, solo que Jungkook le hizo berrinche y se negó rotundamente a que durmieran separados.

Con las mejillas sonrojadas por la forma en que los habían mirado los mayores, el doncelito terminó aceptando ir a dormir con su novio. No los juzgaba, eran de otra época y con ideas más conservadoras.

Eso hizo reír a Sana y los ánimos mejoraron un poco luego del espectáculo que se había montado horas antes. Soobin también había abandonado el lugar, dándole un corto besó en la mejilla a Taehyung y Jungkook estuvo a punto de taclearlo como cuando iban a jugar fútbol americano en algunas ocasiones. Eran unos niños.

—Aún no puedo creer lo que hiciste... —habló bajito, concentrado en lo que estaba haciendo—. ¿Duele mucho, mi amor? —preguntó, ya le había lavado las manos y aplicado algo de pomada para la inflamación. Ahora le estaba colocando una venda, lo suficientemente firme para que le fuera de ayuda con la hinchazón, pero no tanto como para que le cortara la circulación. Los dos vestían pijamas de seda, por lo que se encontraban cómodos. Taehyung era increíblemente atractivo en color rojo.

—Sí, Cooky, aunque tengo que reconocer que tu padre podrá ser un desgraciado, pero sigue estando fuerte.

Jungkook empujó la lengua contra su mejila. Ay no, no podía estar celoso de su propio padre, ¿o sí?

—Hmmm... ¿eso piensas? —Kim asintió, no lo decía en ese sentido, sin embargo, padre e hijo eran muy parecidos, con la diferencia de que Jung-Suk odiaba al doncel y el otro estaba perdidamente enamorado de él, solo Jungkook podría imaginarse esos panoramas en su cabecita loca y celosa.

—¿Por qué haces eso con la lengua? —preguntó con una sonrisa pícara en el rostro, imitando el gesto de su novio.

—No sé de qué hablas... —trató de evadir, como si no supiera a lo que Kim se refería.

—¿Acaso mi Cooky está celosito? —insinuó en tono coqueto, Jeon terminó de vendarle la mano y después de unos segundos respondió.

—Soy posesivo y solo quiero que me veas a mi, perdón... —se disculpó, acercándose al rostro del doncel y dejó un rápido beso de piquito en sus labios—. Pero sé que eres tan mio como yo soy tan tuyo, así que sé perfecto que no tengo por qué preocuparme.

—Es bueno que lo sepas, porque te amo. Mis ojos siempre están en ti —el castañito lo atrajo de nuevo a su rostro para besarlo un poco más, nunca tenía suficiente.

Jungkook se posó sobre su cuerpo, encerrándolo entre sus brazos y las almohadas sobre las que descansaba el doncel, pero sin llegar a aplastarlo. Lo contempló fijamente, recorriendo cada uno de los finos rasgos de ese hermoso rostro... era perfecto y era suyo por elección propia.

Taehyung también lo miraba embelesado, orgulloso del hombre en el que su novio se había convertido.

Pasó las manos sobre su nuca, dónde comenzó a dar un ligero masaje con sus dedos para que se relajara, liderando el beso que era suave, apenas rozando sus labios pero encantados con el sabor del contrario.

Uno, dos, tres, cuatro, cinco... muchos más besos después y ya relajados, el pelinegro se acostó a su lado, atrayendolo inmediatamente a sus brazos para rodearlo y Kim lo utilizara como su almohada personal. El verdadero quién pudiera.

—¿En qué piensas? —preguntó el doncelito al ver a su novio tranquilo, pero muy pensativo. No era un ambiente incómodo, no obstante, la comunicación entre ellos era esencial si pretendían hacer que su relación perdurara.

—Mañana mi madre tiene cita en oncología para su revisión mensual. Sería excelente que aprovecharamos la ida para ir al consultorio del ginecólogo, si no quieres que tengamos bebés aún entonces debemos de ver bajo qué método nos protegeremos.

Taehyung ya lo había estado pensando, pues no podían pasar más de tres días después de tener relaciones sexuales para tomar la pastilla del día siguiente o las probabilidades de que quedara embarazado serían infinitas. Jamás había tomado de estas, pues con Bogum, quien fue su única pareja sexual hasta ahora, se habían cuidado en todo momento utilizando el bendito condón.

—Sí, justo eso estaba pensando después de que amenacé a tu padre con hacerlo abuelo pronto... —comenzó a reír, sus ojitos se iluminaron ante su maldad—. Debo tomar la pastilla de emergencia si no queremos una sorpresita con patas y que nos llame "papás" salga de mi dentro de nueve meses.

A Jungkook le brillaron los ojitos ante la idea. Un o una mini Tete o Cooky sonaba a la gloria para él.

—Sabes que no me molestaría eso, ¿verdad Tete? Si me dices que sí quieres tener un bebé ahora, soy capaz de ir mañana mismo a comprar todo lo necesario para adaptarle su habitación para cuando nazca.

¿Estaba jugando, no? Su lenguaje corporal decía que hablaba muy enserio... ¡Qué intenso! Taehyung lo miró con una enorme sonrisa nerviosa en el rostro. Sí quería bebés, pero no ahora.

—Lo sé, Cooky, es solo que quiero disfrutarte más, estuvimos lejos mucho tiempo, ahora quiero vivir solo tú y yo nuestra relación, ver cómo nos acoplamos y cuando estemos más preparados, entonces no tendré problema en darte todos los bebés que quieras —explicó con tranquilidad para que su novio no pensara que no quería adquirir esa clase de compromiso con él, por supuesto que le gustaría.

—¿Tú a mi o yo a ti? Porque te recuerdo que el que hace unas horas me rogaba que le hiciera bebés, eras precisamente tú, mi amor.

Taehyung se puso rojo como un tomate y le dio un manotazo sobre el pecho, Jungkook se quejó y luego rio con ganas ante la imagen indignada de su doncelito, su rostro reflejaba autosuficiencia y eso lo hizo enojar más.

—¿Puedes callarte? Dios, a veces eres tan molesto, Jeon, no te soporto... —puso los ojos en blanco, despegándose de su pecho y volteándose hacia el otro lado de la cama para que Jungkook no se burlara de su timidez.

Por supuesto que Jeon lo siguió de inmediato, lo tomó de la cadera y lo atrajo hacía su calor corporal, no quería que estuvieran separados ni un solo centímetro.

Ese era el efecto Kim Taehyung, porque jamás con nadie había sentido esa necesidad, solo con su chico bonito. Él era la cuchara grande y Taehyung la pequeña. Dejó un besito sobre su nuca y lo escuchó suspirar.

—¡Pero si sí lo dijiste! ¡Hasta me llamabas papi! ¿recuerdas?

La verdad es que era una pregunta muy estúpida cuando apenas habían pasado unas horas desde ese encuentro carnal que tuvieron, pero que Taehyung lo llamara "papi" alimentaba esos fetiches que ni siquiera sabía que tenía antes de esa mañana.

—Uno cuando está caliente dice muchas tonterías.

Jungkook soltó una carcajada que seguramente se escuchó por toda la casa, adoraba el humor de su doncelito. Disfrutando del momento, enterró su rostro entre sus hebras castañas para llenarse con el olor a shampoo de fresas que tanto había anhelado.

—Es broma, mi osito, no te molestes...—otro beso, ahora uno sobre el hombro de su amado—. Por mi está bien, compraremos la pastilla de emergencia para que la tomes, condones y luego iremos con el mejor ginecólogo de Busán para que empecemos con algún método, no creo poder esperar mucho sin volver a tomarte.

¿Por qué siempre era Taehyung quien se sonrojaba cuando en la cama y en plena acción era él quien rogaba por más? ¡Esa dualidad!

El castañito se volteó de nuevo para quedar de frente, solo lo suficientemente alejados para verse a los ojos, pero Jungkook continuaba abrazándolo por la cinturita.

—¿Condones? —cuestionó con confusión—. ¿Para qué si vamos a llevar un método anticonceptivo?

—Solo será en lo que nos digan que es seguro volver a tener relaciones sin condón, ya sabes, los métodos anticonceptivos a veces llevan cierto tiempo para que se adapten al organismo, y me niego rotundamente a que estés tomando pastillas del día siguiente, pueden ser peligrosas para tu organismo, investigué sobre ello.

Kim terminó asintiendo mientras suspiraba, entendiendo el punto, sin embargo, de alguna extraña manera no le gustaba tener que usar un condón con él.

—Pues si no queda de otra... pero en verdad me gusta sentirte al natural, tu piel contra la mia... —puchereó su niño y Jeon besó ese lindo gesto. Era un testarudo cuando algo no salía como quería.

—Lo harás mi amor, solo será por precaución, ¿de acuerdo?

—Está bien, Cooky.

—También te llevaré a algunos lugares para que conozcas al menos un poco de la ciudad.

—Tranquilo Kook, si aquí vive tu familia entonces vendremos más veces de las que piensas.

A Jungkook se le ablandó el corazón, él conocía perfecto lo apresurada que a veces era la vida de su doncel, sobre todo porque era muy responsable y trabajador. El hecho de que estuviera dispuesto a dedicarle más de su tiempo era bastante gratificante, sobre todo para un niño que creció pensando que no se lo merecía, que siempre el trabajo era más importante que él.

—¿De verdad harías eso por mi?

—Por supuesto que sí, amor. Me agrada tu familia y tú ya estás haciendo demasiado mudandote a Seúl solo para estar cerca de mi, yo tampoco quiero que te separes tanto tiempo de ellos.

El pelinegro estaba en verdad conmovido, pero no lo dijo, estaba seguro que Taehyung podía comprender lo mucho que le gustaba ese gesto de su parte sin necesidad de pronunciar palabra. Acarició con su mano la mejilla y Kim recargó en ella su rostro, simplemente disfrutando de la suavidad del tacto.

Se quedaron en silencio por algunos minutos, solo contemplando y difrutando la presencia del contrario. Jungkook le sonreía y mimaba, pero luego su mirada se volvió ausente.

Taehyung cayó en cuenta de que no había llorado después de lo que pasó, sus ojos habían estado muy rojos pero su novio se había negado a liberar una sola de sus lágrimas en presencia de Jung-Suk.

Era evidente que seguía afectado por las palabras de su padre por mucho que no quisiera que no fuera de esta forma.

—Kook, ¿te sientes bien? No tienes que guardarte lo que sientes solo para ti, puedes compartirlo conmigo, sin importar lo que sea.

Jungkook suspiró, por mucho tiempo sus problemas fueron únicamente suyos, por lo que no quería agobiar a Taehyung con sus cosas. Sin embargo, una pareja es un equipo, y si los dos estaban en el mismo juego, entonces él debía ser más abierto y no guardarse sus debates internos y sentimientos.

—Me duele la situación con mi padre, creeme que ya no busco que me quiera o acepte, sin embargo, es doloroso el hecho de que no lo haga, pero sobre todo, que ni siquiera lo intente... —expresó con pesar—. No hizo nada por buscarnos a mamá y a mi, ¿escuchaste que no reconoció a ese niño a pesar de que convive con él y dice quererlo? ¿qué clase de persona hace eso? Y ahora que alguien le fue con la noticia de que tú y yo volvimos está presente de nuevo cuando no debería. Odio que seamos solo unas piezas en su juego de ajedrez, quisiera odiarlo porque lo merece, pero en verdad que no puedo, no soy así.

—Kook, no puedes porque eres una buena persona, mi amor, y eso no es motivo para que te sientas mal —Taehyung metió su mano por debajo de la seda del pijama azul rey del pelinegro, colocándola justo sobre su corazón, sintiendo el compás de sus latidos—. Esto que late sobre mi palma es precioso y es tuyo, tienes un corazón tan bonito, mi conejito, así que no te culpes por no poder odiar a alguien aunque lo merezca, solo sigue adelante porque eso habla de la grandeza de tu alma y eso es motivo de orgullo. Recuerda que estamos juntos en esto y en lo que venga.

—Lo tengo presente y te lo agradezco, es solo que intenté tanto ser suficiente... es una lástima que no haya estado a la altura de sus circunstancias —Taehyung no sabía qué decir, pero no iba a minimizar los sentimientos de su novio y decirle que no pasaba nada porque no era así, empero, no sabía qué hacer para que le dejara de doler, por lo que solo lo dejaría hablar—. Él jamás me quizo en realidad, solo fui la persona con la que podía asegurar que su legado continuara, no valía más que eso... lo tuve todo a manos llenas, sí, pero pobre niño rico... ¿no crees? Tan lleno de lujos, pero tan solo y carente de amor paternal... solo tuve a mi madre y ella lloraba mucho por papá. Con el tiempo supe que ella siempre sospechó que le era infiel por el trato que tenía hacia su persona, y que soportó todo eso únicamente para que y creciera rodeado de todos los lujos que Jung-Suk podía darme. Rompía su corazón pero nos daba todo y eso era lo que importaba, porque en ese tiempo yo era tan idiota que exigía lujos solo porque podía, mientras mi madre era infeliz pero soportó todo por mi, para que tuviera una excelente calidad de vida, y claro, porque ella sí se enamoró de él. Me alejó de mis abuelos, a ella también... todo fue tan jodido...

A Taehyung se le rompió el corazón pues esos ojitos en los que él aseguraba ver galaxias reflejadas, ahora estaban inundados en lágrimas. Jungkook no lo contuvo más, y el llanto se hizo presente.

El doncel rápidamente lo abrazó contra su cuerpo, su novio ahora lloraba desesperadamente contra su hombro, en el espacio entre cuello. No podía ni siquiera respirar con normalidad, se estaba ahogando por tantos años en los que no pudo contar a nadie la realidad de su situación.

Jungkook era mucho más que ese hombre de porte sexy, atractivo e intimidante que todos veían, entre sus brazos, Taehyung lo se sentía más bien como un niño que solo buscaba vivir en el amor que tuvo escasamente.

—Adelante, llora mi pequeño niño, eso está bien —el castañito sobaba su espalda mientras lo sentía desvanecerse sobre su hombro, seguramente su pijama estaría empapada de lágrimas, pero poco le importaba—. Desahógate, tienes que dejarlo salir, has sido muy valiente.

Una vez se recompuso un poco, continuó con las confesiones, separándose lo suficiente para conectar sus miradas.

—No puedo excusarme en decirte que cuando te fui infiel fue porque él me lo ordenó, eso no tiene justificación. Sin embargo, ese trato distante y cariño a conveniencia era lo único que conocía y tú mismo lo escuchaste, era obvio que jamás iba a permitir que yo estuviera en algo serio con un doncel, no quería perderlo todo ni perderlo a él, pero simplemente nunca lo tuve... —Taehyung lo escuchaba atentamente, una ventaja de haber superado correctamente su infidelidad es que ya no era doloroso hablar de ese tema, pues ellos estaban en otro capítulo de sus vidas—. Estuve tan mal, estaba tan confiado en que tú serías como mi madre y soportarías todo de mi comportamiento solo porque estabas enamorado. Gracias por no hacerlo, por ponerme en mi lugar, de no haber sido así yo seguría siendo un asco de persona, quizá peor.

Taehyung sentía ganas de vomitar, Jeon Jung-Suk le provocaba coraje y ganas de pisarle la cara. Ojalá le hubiera dado otro golpe en la nariz aunque se fracturara la mano, era lo mínimo que se merecía por todo lo que les hizo pasar.

—Estuviste muy mal, no lo negaré solo para hacerte sentir bien... —Jeon bajó su mirada, estaba avergonzado de su actuar, sobre todo con él. Taehyung tomó su mentón entre su delicada mano e hizo que lo mirara de nuevo—. Pero te diste cuenta a tiempo y no eres ni de lejos esa versión. Eras demasiado joven en ese entonces, sin embargo, terminaste tomando elecciones difíciles pero que te hicieron feliz a largo plazo, y si para llegar a ello tuviste que sentir dolor, entonces supongo que no estuvo tan mal, ¿no crees?, la vida es una constante serie de aprendizajes y tú sacaste lo mejor de ti. Todos los que te amamos estamos muy orgullosos.

—Yo también lo estoy, es solo que verlo hoy, tan campante como si nada, me hizo sentirme enojado, pero sobre todo, miserable porque él me importa más a mi de lo que yo le importo a él.

—No sé si todas las personas funcionan de la misma manera, pero si aún queda algo de decencia en él, algún día se dará cuenta de todos los errores que cometió contigo y tal vez se disculpe, solo espero que no sea demasiado tarde.

La voz de Taehyung era suave, tratando de confortar a su Cooky para que no volviera a llorar como lo había hecho, le dolía en el alma. Jeon volvió a abrazarlo contra su cuerpo, besando la frente del doncelito y sintiéndolo estremecerse.

Si siempre iba a estar ese ángel del que estaba enamorado para sostenerlo y ofrecerle su hombro para llorar, entonces podía asegurar que estaría bien.

—Gracias por no dejarme solo, no podría soportar perder alguien más, no ahora —susurró sin despejar los labios de la frente del doncel. Taehyung le regalaba paz y un amor que no sabía siquiera describir con palabras.

—Tranquilo, mi amor, I purple you... ¿recuerdas lo que eso significa?

Por supuesto que lo hacía, esa frase era solo de Kim Taehyung y luego de años era digno de escucharla de sus labios dirigida hacia él.

—El morado significa que confías en mi y que estarás conmigo durante mucho tiempo.

—Así es, y como tú una vez me lo dijiste en ese Hospital luego de no vernos en mucho tiempo... yo todavía estoy contigo. Superaremos esto y lo que venga, seremos más fuertes juntos porque lo que nos une es nuestro amor.

El doncelito lo miraba con ternura, dedicandole una de sus bonitas sonrisas de cajita y Jungkook en verdad le creyó, porque a pesar de lo mal que se había sentido al final del día, Kim Taehyung llegaba como caído del cielo a brindarle esa paz, amor y comprensión que tanto necesitaba su corazón.

Antes de caer dormido entre los brazos del contrario, Jungkook sonrío y dejó otro beso en los dulces labios de su niño. Quizá tenían un largo camino que recorrer y su nueva historia recién comenzaba, sin embargo no tenía miedo porque Taehyung le había demostrado que lo harían tomados de la mano, que estaba a su lado como iguales.

El amor al que tanto recelo le tuvo en algún momento, ahora era su arma más poderosa, la mejor medicina para curar el mapa de su alma.

Le rompieron el hocico por hablador al Jung-Suk JAJAJAJA. Para quienes quieran ver quién es su personaje, vayan al capítulo "PERSONAJES PRINCIPALES", ahí hay una foto de él.

Y todo era felicidad hasta que tocó narrar la parte de Jungkook, mi niño bonito soportó mucho, como les dije en las advertencias de la historia, siempre hay más detrás de la manera de actuar de una persona. No lo justifico, claro, pero él cambió.🥺

Gracias por sus comentarios y votos, esa es la manera en la que yo sé si la historia les está gustando o no, siempre es interesante leer sus puntos de vista.💜🙏

También gracias a l@s que recomiendan la historia, ya superó las 50 mil lecturas. I purple you.💜

Continue Reading

You'll Also Like

3.7K 348 5
"Te odio" "¿Me odias?" "Sí, odio tanto amar al culpable de las degracias de mi vida" Jungkook, un omega de clase baja, busca vengarse de todo aquel q...
923K 97.6K 139
1era y 2da temporada ♥️ Sinopsis: En donde Jimin es un Omega mimado y Jungkook un Alfa amargado, los dos se casan por sus propias conveniencias. ⚠️...
15.5K 1.3K 43
Que pasa cuando Kanda se sonroja por una chica?, Lavi habla con Bookman para dejar de el clan bookman?, Lenalee celosa?, Tyki confundido?, Road asust...
319K 21.7K 94
Todas las personas se cansan. Junior lo sabía y aun así continuó lastimando a quien estaba seguro que era el amor de su vida.