Los vecinos de calle Arcoíris...

Door Santucho1

60.4K 15.6K 13.2K

Luego de la tormenta aparece el arcoíris, pero... ¿qué haces cuando el destino se roba los colores? ... Meer

Sinopsis
Tráiler + Reparto
1. De abuelas y bragas rojas
2. Un piojo naranja
3. El palo amarillo
4. Niña con billetes verdes
5. Celeste es la propuesta
6. Un topo azul
7. Sin esperanzas ni violetas
🌈 Caída del primer arcoíris: Otto 🌈
9. La Navidad más roja
10. Naranja como abdominal indio
11. Soldados y flores amarillas
12. Somos verde, alegría y esperanza
13. Celestes activos y pasivos
14. Azul son mis lágrimas
15. Un frisbee violeta
🌈 Caída del segundo arcoíris: Flint 🌈
18. Una lavadora del tiempo naranja
19. Multiversos amarillos
20. Monarquía de estrellas verdes
21. Celeste, juntos, y más celeste
22. Azul eléctrico
23. Tormenta emocional de violetas
🌈 Caída del tercer arcoíris: Charity 🌈
25. Somos un inalcanzable rojo
26. Espermaquia naranja
27. Un no-amarillo desayuno familiar
28. Limones verdes, no listos
29. Lienzos celestes
30. Lluvia de pollo azul
31. Ni magdalenas ni violetas
🌈 Caída del cuarto arcoíris: Raven 🌈
33. Carrusel rojo de los recuerdos
34. Un sándwich naranja
35. Amarillo tetilla
36. Protagonistas en bibliotecas verdes
37. Entre topos y buceos celestes
38. Un recuerdo azul
39. Bares nocturnos violetas
🌈 Caída del quinto arcoíris: Raven & Max (+16) 🌈

17. Rojas son mis caricias

1.1K 356 346
Door Santucho1

Don't you know too much already?

I'll only hurt you if you let me

Call me friend but keep me closer (call me back)

And I'll call you when the party's over

when the party's over - Billie Eilish

Un estruendo en mi ventana interrumpe uno de esos sueños de los que no te quieres despertar. Estaba a punto de casarme con Derek Shepard cuando de la nada apareció Charles Leclerc, un piloto de F1, con un ramo de flores, listo para interrumpir mi unión en matrimonio con el mejor neurocirujano de Grey's Anatomy.

Más vale que lo que sea que me haya despertado tenga una buena excusa para estrellarse contra mi ventana. Si no hay excusa válida, entonces que por lo menos me pague la terapia. No me importa si es una paloma, tiene que pagar igual. Ella entenderá que Derek Shepard y Charles Leclerc no se juntan todos los días en el mismo lugar del subconsciente.

Me levanto de la cama resignada, con el pelo alborotado y en pijama. Para mi sorpresa cuando me asomo, esta vez no se trató de ninguna paloma.

—Te estás superando, acosador —digo abriendo de par en par mi ventana.

Veo gracias a la contraluz del foco que ilumina mi patio como Raven sonríe mientras recoge un... ¿frisbee?

—Gracias. Siempre supe que admirarías mis esfuerzos. Sabes lo que dicen de nosotros... no tenemos límites.

Vuelve a observarme mientras acomoda su desenjaulado peinado. Mantiene su tono jovial de siempre, pero hay algo en su sonrisa que no tiene nada de su usual autenticidad.

—No sé nada de acosadores, lo siento. Con suerte pude terminar la serie You. Creo que te falta un largo recorrido para estar a la altura de un verdadero acosador.

Se queda en silencio y agacha su cabeza. Es una característica impropia de esa versión tan segura y tan optimista que me acostumbré a ver en mi vecino.

Me vienen a la cabeza varios recuerdos: el rostro de Angus cuando habló de su papá, el anormal carácter de Charity y la necesidad constante de Raven de distraerse conmigo.

Me pregunto si he sido egocéntrica todo este tiempo y él está librando una batalla más dura que la mía.

—¿Te encuentras bien? —pregunto.

Duda. Se mueve, inquieto. Finalmente, se planta seguro.

—Sí, todo perfecto. ¿Puedes hablar?

Niego. Veo que no es el único con inconvenientes para mostrar sus verdaderas emociones. Quizás ambos nos pusimos la misma máscara, una máscara que te acostumbras tanto a usar que te olvidas que la tienes puesta.

—¿A las once de la noche? —Lo miro, escéptica.

—Te prometo que valdrá la pena—resuelve con la calma que su lenguaje corporal ahora no está expresando.

Se pone las manos en los bolsillos. Mira para todos lados del patio, indeciso. Su incipiente falta de seguridad me hace pensar que está arrepentido de haber venido. Definitivamente, su cuerpo me está pidiendo en una súplica tácita que lo deje subir y le dé una oportunidad.

—Mis papás van a matarme si se enteran que estuviste aquí —declaro.

—No tienen por qué enterarse. Soy bueno escalando.

Suspiro. ¿En qué momento mi vida se convirtió en un cliché de instituto?

—Si te caes y te rompes una pierna, no pagaré ningún gasto médico —respondo con esa acidez que debo seguir mostrándole por obligación.

Tengo que controlar mis niveles de vulnerabilidad porque por más que desee que Raven sea esa salida segura que ni siquiera sabía que había estado buscando, si voy demasiado rápido me estrellaré contra el muro de las expectativas.

—Trato hecho —dice con una sonrisa, aliviado.

Utiliza los caños exteriores de mi casa para treparse con una habilidad que, siendo completamente sincera, es exquisita porque me permite ver la forma en que sus músculos entran en acción. Le extiendo mi mano cuando está por lograrlo, lo que hace que él tome envión y ambos terminemos cayendo hacia atrás cuando por fin logra meterse a través de mi ventana.

Pienso en esa película que vi como distracción de todo lo que me hizo Wilder y recuerdo la historia de Raquel. Espero que la única coincidencia entre nuestras vidas sea que tenemos vecinos en los que estamos interesadas. El resto, no, gracias. Ese dios griego me estresó más de lo que me excitó con sus idas y vueltas.

Me pregunto qué pensarían Otto y Spike si entran ahora a mi cuarto y ven que tengo a mi vecino encima mío, respirando a centímetros de mi rostro. La cercanía es tal que puedo percibir su aliento a menta regocijando mi olfato y sus cabellos descontrolados rozando mi cuello. Su pecho sube y baja, tan tenso como agitado, haciendo presión sobre el mío.

Una expresión inequívoca de deseo nos encierra a ambos. Nos miramos por un tiempo que parece infinito pero que en realidad se trata de solo un instante. Sus labios están cerca de los míos, tan cerca que parece que están a punto de tocarse.

Se siente bien hasta que llegan los flashes del pasado. Recuedo el peso de Wilder, mis manos sobre su piel y el inútil esfuerzo que hice para apartarlo. La sofocación. El sudor. El calor de su aliento...El clima se destruye y la calma se convierte en agonía. Mis músculos se contraen como si estuvieran reaccionando a ese viejo ataque y mi mente hace lo mismo al compás del pánico que me genera revivir esa noche de mi vida otra vez.

—¡¿Qué haces?! ¡Muévete, idiota! —exclamo a medida que lo empujo y me levanto con brusquedad.

Cierro los ojos e inhalo rápido. Muy rápido.

«Wilder no está aquí, Max. No está. No está. Wilder no...»

Vuelvo a mirar a Raven y está de espaldas a mí, sentado. No dice nada. Yo, mientras tanto, intento recobrar el ritmo de mi respiración lo más rápido posible para no alertar a mi familia. Me alejo unos pasos, tratando de interpretar su accionar y repitiendo la secuencia en mi mente.

Entiendo que puedo estar alterada, pero no lo suficientemente alterada como para culparlo por haberse caído sobre mí. Fue un accidente y no merece que le grite así. No cuando ni siquiera sé por qué decidió venir aquí tan tarde con esas expresiones llenas de duda e incertidumbre.

—Perdón, acosador. Lo que sucede es que...

Me detengo al escuchar un sollozo.

—¿Raven?

No contesta, pero puedo escuchar lo agitado que está. Los roles se invierten rápidamente entre nosotros y me asusta pensar a qué puede deberse esta falta de tranquilidad en sus movimientos. Me acerco a él para sentarme a su lado.

—¿Te encuentras bien?

Cuando por fin la luz exterior me permite ver su rostro, me encuentro con un vecino al que no había conocido aún, un vecino colmado de lágrimas, descompuesto por una tristeza que jamás creí que podía desbordarlo de esta manera. Sus usuales ojos repletos de esperanza se llenan de crudeza cada vez que parpadea. Sus hombros, derrotados, se hunden como si ya no tuvieran la fuerza necesaria para sostenerlo.

Por primera vez me encuentro a un Raven quebrado.

—No, esta vez no —responde en uno de los descansos que le dan sus lágrimas.

No me cuesta darme cuenta de que sé perfectamente lo que le está pasando. Esas ganas que tienes de querer detener la tristeza pero ya no sabes cómo, porque abriste esa partecita de ti que por mucho tiempo estuvo contenida y ahora ya no puedes volver a guardar. Te domina, se apodera de ti. Te vacía lo que tienes en un llanto indefinido, con cargas pasadas y miedos futuros.

Pero, sobre todo, te vacía con tu presente insuficiente.

—Ven, siéntate conmigo. —Lo llevo con cuidado hasta mi cama.

Él estuvo para mí en el cordón de la calle Arcoíris. Me miró, me escuchó y me dio espacio sin juzgar. No sé qué tan bien puedo hacer esas cosas, pero sé que quiero intentarlo. Él lo merece. Merece que le dé lo mismo que él me dio cuando lo necesité.

¿Estoy llena de miedo? Por completo. Esta noche no pensaba tenerlo en mi pieza. No creí que otra vez querría volver a besarlo con tanta intensidad. ¿Y cómo no temer al tener a un desconocido asegurando que tengo que alejarme de Raven cuando yo solo quiero acercarme?

Lo único que sé es que esta noche puede ser una catástrofe, porque las cosas que siento son cada día más fuertes y más difíciles de controlar.

—No puedo más, Maxine. No puedo seguir fingiendo ser fuerte con mis hermanos y sostener a esta familia a costa de lo que pasa conmigo —dice en susurros entrecortados que me hacen querer quitarle el dolor que siente y hacerlo mío.

Lo inclino hacia mí y dejo que se recueste en mis piernas mientras me apoyo contra la pared de mi cama. Le acaricio el cabello en un intento por tranquilizarlo y sorprendentemente veo que lo estoy logrando.

—Cuando papá se fue dejó un vacío en nosotros que nadie más pudo llenar. Mamá tuvo que dejar de ser mamá y convertirse en una esclava de su trabajo para poder pagar las cuentas. Hay cosas que esa mujer ha hecho para cuidarnos de las que ni siquiera quiero enterarme... y Flint no ve eso, Flint la odia solo porque extraña a papá.

Suspira con la pesadez de alguien que no ha exteriorizado sus penas hace rato.

—Estoy segura de que tu hermano no odia a nadie, solo está buscando a un culpable. Tu madre parece ser la que paga los platos rotos de esa búsqueda —respondo con un tono de voz muy bajo mientras me fijo en sus ojos llenos de humedad.

Se queda en silencio unos segundos. Asiente como si le encontrara el sentido a mis palabras.

—Y luego, Angus... ese corazón lleno de terrnura y bondad que se transforma en un corazón colmado de terror cuando las cosas se ponen duras en casa. Con su corta edad quiere darle sentido a lo que está pasando y seguir sonriendo a pesar de todo, pero temo que termine como yo... —Traga saliva—. Temo que cargue con una angustia que no sepa como manejar.

—Pero mírate, acosador. Estás hablando conmigo, una completa extraña. Eso tiene que valer de algo, ¿no?

Mi intento por sacarle una sonrisa es satisfactorio. Sus labios se tuercen y Raven se revuelve entre mis piernas para poder acomodarse mejor y verme a los ojos.

—No siento que seas una extraña para mí.

Eclipsamos el momento manteniéndonos la mirada por un par de segundos. Luego vuelve a mirar al frente y se queda en silencio, recuperando la compostura al mismo tiempo que le sigo acariciando el cabello.

La falta de palabras me ayuda a procesar su frase con mayor profundidad. Y sí, debo admitir que el acosador tiene razón. Hay algo en mi postura hacia él que se diferencia de todas mis relaciones pasadas, porque con mi vecino he hecho cosas que no he hecho nunca antes.

Jamás creí que podía dar y recibir tanta vulnerabilidad de una persona en tan poco tiempo, y no sé si eso me asusta, me encanta o provoca ambas cosas al mismo tiempo.

Lo único que sé en este momento es que quiero seguir acariciando su cabello hasta que el sol vuelva a iluminar el cielo.

¡Hola, pimpollos de calle Arcoíris! Les habla el Santu. Por fin le dimos vacaciones a CreativeToTheCore. ¿Se encuentran bien? Nosotros ahí vamos, intentando encontrar la marea. 

1. ¿Alguna vez entraron a una casa por la ventana? ¿Qué tal la experiencia del 1 al 12?

2. ¿Ya le dedicaron una lagrimita a la vulnerabilidad de Maxine y Raven? Nosotros como autores podemos asegurarles que sí.

Cuídense mucho y manténganse fuertes. Tomen agua, no lo olviden. Hidratarse es importante. Gracias por siempre acompañarnos, valen mucho en nuestras vidas virtuales.

Con todo el amor y la maldad del mundo, Sereniago les envía un abrazo. 🖤

Ga verder met lezen

Dit interesseert je vast

57.6K 3K 50
Eva, una talentosa fotógrafa en ascenso, y Jase, un apuesto modelo, se cruzan en una fiesta caótica donde Jase, tras beber en exceso, cuenta con la i...
4M 230K 105
Libro uno de la Duología [Dominantes] Damon. Un hombre frío, amante de los retos, calculador... decidido. Se adentra en un mundo desconocido, donde l...
24.9K 2.5K 43
Nota: lo primeros 10 capítulos ya estaban escritos, realicé unas adaptaciones y le di un final. ALERTA: lectura no apta para sensibles... A todos n...
96.3K 5.3K 157
Valentina una chica con una vida normal hasta que el divorcio de sus padres cambiaría su vida por completo volvería los próximos años en los peores d...