So far away
Habían pasado tres días desde que le pasó aquel incidente en la escuela, Taehyung lo ayudo muchísimo, fueron hasta casa y pasaron un rato dónde estuvo muy divertido, era la primera vez que Yoongi se la pasaba tan genial con alguien con quién nunca creyó que lo haría.
Taehyung era un gran chico, era una gran compañía, tanto que estaba esperando volver a verlo el lunes en clases.
Habían estado toda la tarde jugando sin parar, mirando la televisión y cocinando muchas cosas, como los padres de Yoongi se la pasaba todo el día trabajando, no era mucho de qué preocuparse, a ellos no les gustaba tanto que el menor trajera gente a la casa, pues creían que todos los chicos de la edad de Yoongi serían unos completos tontos.
El pelinegro estaba en su habitación, terminando de hacer algunas tareas que tenía pendientes en su escritorio, mientras que en su computadora estaba escuchando música y para no agobiarse con su tarea, a veces ponía algunos vídeos graciosos de gatitos pequeños o de conejitos.
Era curioso, el joven amaba a los animales con locura, siempre había querido tener un gatito y abrazarlo, pero no era posible porque sus padres se lo habían prohibido, siempre decían "quien limpiará la suciedad de aquel animal" "cuando tengas tu propia casa podrás tener uno pero olvídate de invitarnos a tu casa"
Yoongi no entendía por qué sus padres eran así, o buenos talvez si lo entendía, su madre siempre le había dicho que obligaron a tenerlo cuando ella no quería, pero ahora que lo recordaba cuando estaba más pequeño siempre lo estuvo mimando y dándole amor a montones, quién nunca estuvo ahí, fue su padre, digamos que él no los abandonó, pero siempre estuvo ausente trabajando en la oficina.
De todas maneras, daba igual, como siempre lo había dicho su psiquiatra, eran traumas que podrían salir adelante y podría volver a brillar, que no permitiera que unos años jodieran toda mi vida.
Yoongi prosiguió haciendo su tarea lo más normal posible, pero el creía que se le había olvidado algo, o más bien, se sentía un poco preocupado por algo, no sabía en sí que era, pero él sabía que algo se le estaba yendo de las manos, como aquella sensación que éstas haciendo cualquier cosa y de la nada ¡Bum! Sabes que algo falta, sabes que algo se te está yendo, pero si realmente fuera algo tan importante, ¿Porque no lo recuerda? Talvez es una cosa pequeña que su madre le debió de ordenar, mejor lo dejaría pasar.
Pero era imposible, desde ese presentimiento de que se le había olvidado algo, sabía que no podría volver a poner su mente en los libros y la tarea, una vez que se preocupaba por algo, no había marcha atrás.
— talvez si le mandó un mensaje a Jimin me pueda despejar — pensó el pelinegro parándose de la silla del escritorio para sentarse en su cama y tomar su teléfono de la mesita de noche a lado de su cama
— hola Jiminnie ¿Estás?
7:58 pm
Mando el mensaje, pero miro como sus anteriores mensajes no los había respondido, no le molestaba que no los respondiera, le preocupaba un poco ver qué no se había conectado ya hace un par de días, pues su última conexión era de hace dos días.
— se encontrará bien? — pensó — Porque no se habrá conectado? ¿Le habrá ocurrido algo? — seguía pensado
No servirá de nada que empieces a sobre pensar, solo empezarás a crear historias en tu cabeza, recuerda que solo te lastimaran a ti mismo, de todas maneras, Jimin puede hacer lo que quiera, no te pertenece, talvez solo no se ha conectado porque debe de tener algunos inconvenientes, seguramente debe de ser por eso, no te preocupes.
Pensaba una y otra vez, dando vueltas en su cabeza y también daba vueltas en su habitación, como si se tratara de un león enjaulado.
Yoongi se terminó recostando en su cama, dejando a un lado su teléfono, estaba cansado mentalmente por la tarde de hoy, no tenía más ganas de hacer su tarea. Solo quería acostarse y descansar, y después de mandar todos aquellos mensajes.
Hola Jiminnie ¿Estás? —
7:58 pm
El día de hoy no he hecho mucho —
8:02 pm
Pedí una pizza, como tú me enseñaste a pedirlas sin que me ponga nervioso jaja, realmente fue fácil —
8:03 pm
Ahorita estaba terminando de hacer mi tarea, es un poco fácil si si —
8:05 pm
Pero después me preocupe por algo que se me está olvidando y no recuerdo que es —
8:06 pm
Después me preocupe por ti, porque no te haz conectado —
8:06 pm
¿Estás bien? —
8:09 pm
¿Jimin hice algo malo? —
8:13 pm
Hice algo malo y por eso no me haz contestado ¿verdad? —
8:19 pm
Jimin por favor perdóname —
8:27 pm
Por si te llegué a lastimar con algo que hice —
8:30 pm
Jimin, perdóname, no lo quise hacer —
8:35 pm
Talvez mañana se arrepienta un poco por todos los mensajes que terminó mandándole al joven.
Pero Yoongi, no era tu culpa, no era tu culpa creer que por ver indicios de abandono creyeras que lo iban a hacer que te iba abandonar, no era tu culpa, pero tendrías que esforzarte.
El pelinegro se terminó perdiéndose en sus sueños.
Era una tarde espectacular, Yoongi se encontraba recostado en una colina, dónde en la cima había un gran árbol Frondoso, el cual hacía que hubiera una gran sombra y cubriera al mencionado del poderoso sol de aquellas tardes de verano.
Hace tiempo que no disfrutaba de ninguna tarde así, hace tiempo que no salía de casa para estar sólo y disfrutarse, normalmente siempre estaba cumplía un horario cíclico, es decir, siempre que despertaba, salía de su casa, iba a la escuela, cuando tenía terapia a veces iba al consultorio de su psiquiatra, para terminar en si casa otra vez y así eran todos los días.
¿Tal vez con esto se refería la doctora con intentar salir de mi zona de confort? - se cuestionaba en su mente.
Seguí recostado en el pasto de aquella colina, colocó sus ambos manos detrás de su cabeza, para después cerrar los ojos, por alguna extraña razón sentía que se estaba perdiendo en su subconsciente, creyendo que se iba a volver a dormir.
Cuando de la nada un fuerte escalofríos sacudió la piel y el cuerpo de este, haciendo que su piel se pudiera de gallina de una, eso hizo que rápidamente abriera sus ojos, encontrándose que aquel bello paisaje el cual en el fondo se veían los edificios de la ciudad, un hermoso cielo azul y un caluroso Sol, había desaparecido, el clima había cambiado tan repentinamente, parecía que caería una tormenta eléctrica, el aire corría horrible, despeinaba los cabellos de Min.
- ¿Qué está ocurriendo? - se preguntaba en su cabeza, mientras que volteaba a ver a todos los lados posibles, no entendía que estaba ocurriendo, no entendía como es que de la nada todo estaba horrible, cuando volteo a ver hacia el árbol, se pudo percatar que este estaba deforestado - ¿Qué es esto?
Rápidamente se levantó de dónde estaba, iba correr a casa, le estaba entrando mucho miedo.
Cuando de repente comenzaron a llegarle muchísimos mensajes a su teléfono, era Jimin.
- te olvidaste de mí, me cambiaste por Taehyung y aún no sabes qué fue lo que hiciste, eras todo para mí, me inyecte arsénico.
¿Qué estaba ocurriendo? ¿Esto estaba pasando realmente? No entiendo nada - pensaba muchas cosas
Entonces comenzó a sentir como es que la respiración le empezaba a faltar en todo su cuerpo, como es que este de golpe se estaba quedando sin aire y como es que, por la presión, comenzaba a dolerle el corazón.
Comenzó a dar muchas vueltas en su mismo lugar, no sentía que estaba en sí, solo quería escapar, quería correr, pero solo podía dar vueltas.
Termino agachado, agarrándose sus rodillas con sus manos, al parecer todo había terminado, ya no se sentía nada mal, sentía como si de la nada todo lo que estaba sintiendo se hubiera marchado.
Se volvió a reincorporar, parándose derecho, para después escuchar una voz
- lo estamos perdiendo
Escucho una voz
- lo estamos perdiendo
La volvió a escuchar, era una voz muy familiar, una voz que le zumba en sus oídos, como si alguien estuviera a su lado hablándole.
Era claramente que esa voz era de Jimin ¿pero ¿qué estaba pasando?
- lo estamos perdiendo.
- ¡Jimin! - grito Yoongi
Para después de este grito, perder el control de sus piernas y terminar cayéndose boca arriba.
Sus manos comenzaban a hormiguear.
Su pecho comenzaba a dar brincos, haciendo que esa parte de su cuerpo se levantará del suelo, como si se tratara de choques eléctricos, para después comenzar a convulsionar y sacar espuma blanca por la boca, sus ojos estaban completamente blancos.
- ¡No! - Grito el negro
- ¿Qué? - miro a todos lados
Se encontraba en su cama, en su habitación, sentía como todo su cuerpo estaba temblando y como su cuerpo sudaba
- ¿Todo fue un sueño? - pensó mientras miraba casa parte de su cuarto
Después de unos segundos mirando, pudo volver a la noción, solo había Sido un mal sueño, un sueño horrible.
Miro la hora de su teléfono, eran las diez con veintiocho minutos, al parecer se había quedado dormido la noche anterior, miro como sus cuadernos estaban en su escritorio, y como es que el sol se reflejaba en su ventana
Parecía que el pelinegro se sentía un poco nervioso por el impactante sueño que había tenido, al contar los días se dio cuenta que ya era posible poder tomar su medicamento, así que, sin más, se levantó de su cama, para poder bajar por un vaso de agua y tomarse sus píldoras.
Se colocó sus pantuflas y bajo por las escaleras, escucho mucho ruido, al perecer sus padres aún seguían en casa, cierto, hoy no había labores.
- vaya, hasta que te dignas a bajar - dijo su madre mientras sobraba un poco de café en aquella mesa.
- me quedé dormido - respondió bajando las escaleras para caminar a la cocina.
- pero si hasta acá abajo se escuchaban los gritos, incluso tu padre y yo creímos que habías metido a una chica a escondidas - dijo riendo amargamente
- solo tuve un mal sueño - respondió seco
- como sea, tu padre escucho que bajabas y se apresuró a irse, me iré en ahora que termine mi taza de café, por favor, haz algo productivo Yoongi - dijo para dar otro sorbo
Yoongi solo se quedó mirando sus píldoras después de haberse tomado dos, viendo que aún le faltaban muy pocas para terminar el tratamiento, eso hizo que le restará importancia a lo que le había dicho su madre.
Después de un rato, la pelinegra por fin se fue a su trabajo, dejando la casa completamente para Yoongi, este subió a su habitación para poder hacer su aseo personal, bañarse pues había sudado muchísimo con aquella pesadilla.
Tomo una ducha fría, para después cepillar sus dientes y después su cabello.
Salió de su baño con una toalla azul alrededor de su cintura, se dirigió hasta su clóset, dónde lo abrió y comenzó a ver su ropa ¿Qué se pondría el día de hoy?
Termino poniéndose unos vaqueros rotos de ambas rodillas, una camiseta blanca básica, unos tenis Converse negros con blancos y una chaqueta color verde olivo.
Termino mirándose en el espejo, se veía muy bien, hace tiempo que no sé vestía así, siempre eran pantalones holgados y algún suéter muy largo, o como decía su madre "vestimenta de vagabundo"
¿Entonces solo me vestí bien para hacer la tarea? - pensó
Tomo su teléfono para volver a mirar si Jimin ya le había respondido, pero no era así, ahora llevaba tres días sin conectarse, estaba comenzando a preocuparme, ¿Qué pasa si lo llamo?
Claro, lo llamaré.
Presiono el botón de llamar para después colocar su teléfono en su oreja.
No tardo ni si quiera unos segundos para escuchar la típica voz de la operadora diciendo que se encontraba fuera de servicio.
Min se quedó pensando unos segundos, recordó de aquella noche que vino el chico pelirrosa, y llamo a su casa por el teléfono de la sala. Talvez si marcaba por teléfono, a su casa, tendría noticias de él.
Corrió hasta el primero piso y dirigirse al teléfono que se encontraba en la mesita de Enmedio, miro el último registro de llamadas, marco por el teléfono de la casa y llamo, Poniendo el teléfono de cable en su oreja
- por favor, por favor, por favor - dijo mientras escucha como la llamada se conectaba - vamos Jimin, vamos
- sí ¿Quién es?
Escucho una grave voz del otro lado del teléfono, posiblemente sea el padre de Jimin, pues el pelirrosa le había comentado que su padre nunca salía de casa.
- ¿de casualidad no se encontrará Jimin? - pregunto el pelinegro tímido
- no se encuentra - dijo colgando automáticamente
- Oh - Yoongi se quedó boquiabierto mirando el teléfono, en serio creyó que Jimin estaría ahí.
Se terminó sentando en su sillón blanco, puso su cabeza contra sus rodillas, estaba preocupado por Jimin, era la primera vez que se preocupaba tanto por alguien así, se atemorizaba el pensar que el chico lo estuviera evitando porque se sintiera remplazado por Taehyung, y era por eso mismo que no quería verse con el castaño, creía que talvez podría estar sucediendo eso.
De repente el timbre lo saco de sus amargos pensamientos.
- ¡Voy! - exclamó dirigiéndose a la puerta de su casa.
Al abrirla, pudo verlo, allí parado, tan lindo como siempre, allí con su lindo cabello rosado, con un hermoso suéter azul pastel y unos pantalones blancos.
- Hola Gigi, ¿podría pasar a tu casa? - pregunto tímido.
- ¿Dónde estuviste todo este tiempo? - cuestionó el pelinegro asombrado
- espero no haberte asustado - dijo jugando con sus deditos.
- estaba muy preocupado por ti, tenía miedo que tu padre te haya hecho algo malo ¿Por qué no respondías a mis llamadas Mimi? - pregunto triste
- si me dejas pasar, podremos sentarnos y te podré contar calmadamente.
- está bien, vamos - dijo dándole el paso y después cerrar la puerta.