«Este sentimiento entre nosotros se ha vuelto muy peligroso, me pregunto cómo te sientes tú. Pero aún así la atracción avanza de manera impresionante sin que nos diéramos cuenta.»
Era domingo, la mañana llegado muy rápido y ambos pequeños lo sabían, así que se quedaron durmiendo hasta tarde, excepto Gun, quién se levantó para preparar un rico desayuno poniendo en práctica lo poco que sabía de cocina, pretendía mimar y atender a su P' que aún tenía el sentimiento negativo por culpa de la señora Chiva-aree y por eso intentaría sacar algunas sonrisas bonitas hoy portándose bien.
Picó manzanas, mango y plátanos para hacer una ensalada de frutas, las colocó en dos platitos hondos de manera ordenada y limpia para que se viera lindo, después de eso usó cereal y yogurt como ingredientes finales, esbozó una sonrisa cuando se alejó de la mesa y observó su obra maestra, eso se veía muy delicioso, aunque tenía que hacer unas tostadas más para complementar la dieta que llevaba su P'.
Dentro de unos minutos todo estaba servido y arreglado, corrió a la habitación para lanzarse sobre el cuerpo dormido de P'Win con diversión, después dar muchos besos en las mejillas rositas hasta despertarlo. Desayunaron juntos entre pequeñas conversaciones animadas, para el menor ver al más grande feliz era lo único que deseaba cada mañana, ya estaba un poco acostumbrado a la depresión del castaño y eso no le gustaba, mirar los ataques de ansiedad que tenía que sobrellevar Win era algo que le ponía sensible y al mismo tiempo le asustaba.
Cuando conoció a P'Bright no le agradó al inicio por su aspecto físico, parecía grande y serio, pero después se dió cuenta que era un buen Alfa para su P', estaba feliz ya que ellos nunca discutían y Win mejoró mucho gracias a eso.
La tarde llegó bastante rápido, Win no había hablado con Bright para nada, estaba nervioso por alguna extraña razón y eso fue causa de algunas quemaduras en sus dedos mientras cocinaba por lo distraído que estaba. Tarde o temprano tendría que conversar con su novio para solucionar ese momento nada agradable, pero de nuevo su inseguridad lo atacó haciendo que quisiera evadir el problema y no hablar de eso, tenía miedo.
Cuando terminó de cocinar apagó la estufa, dejando la comida reposar un rato para que no estuviera muy caliente a la hora de merendar, había cocinado fideos picantes con carne de res, huevo cocido y de refresco limonada fresca, a Gun le gustaba lo picante a pesar de que sufría cuando comía, era un pequeño muy masoquista a veces. El timbre sonó y pudo suponer de quién se trataba, respiró profundamente mientras caminaba y abrió, viendo a su novio en la puerta, se acercó a dar un pequeño beso en los labios como saludo para después hacerse a un lado.
— Pasa, justo la comida ya está lista. — Forzó una pequeña sonrisa, intentando no conectar su mirada con el moreno.
El Alfa sentía la incomodidad de su pequeño, pero igual no quiso comentar nada por miedo a empeorar aún más las cosas, Win le sirvió en un tazón el guiso que había preparado para cada quien, mientras Gun le ayudaba con la bebida, se sentaron los 3 a comer en silencio, hasta que el menor decidió hablar para romper ese incómodo sonido de respiraciones pesadas y bocas masticando el alimento.
— P', ¿Mañana podemos comer hamburguesas? — Sonrió con su plato limpio y sirviéndose un poco más de fideos, sentía su pequeña boquita arder por el picor pero simplemente no le importó.
— Sí cariño, podemos comer lo que tú quieras. — Le sonrió y volvió la mirada a su plato con tristeza, tragando lento y pesado.
Cuando todos habían terminado de comer y recoger la cocina el osito de Win se fue a la habitación, dejando a sus mayores en la sala para ellos pudieran conversar de manera más tranquila.
— Win, amor, si estás así por lo de ayer, créeme que no era mi intención que mi madre se comportará así. — Empezó a hablar el mayor una vez estuvieron solos en el sillón.
— Tranquilo solo dijo la verdad. — Susurró y siguió con la mirada baja. — Sé que jamás voy a ser como el gran Gulf, de cuerpo perfecto y que no está seco por dentro como yo, él tiene todo lo que tus padres desean, es lindo, tiene dinero, en fin. — Soltó un pesado jadeo, manteniendo su mirada gacha.
— No digas eso de ti Winnie, tú eres perfecto para mí, y no estás seco, tienes mucho más amor y sentimientos que Gulf. — Esperó respuesta por unos segundos, esta nunca llegó, tal vez tampoco había una, ¿Qué tenía que decir el Omega ante eso? ¿Agradecer por no ser rechazado? — Lo siento...
El bajito rió con ironía y sin gracia, sintiendo la amargura recorrer por su pecho. — Es que justamente ese es el problema... Estoy cansado Bright, toda mi estúpida vida me la he pasado otorgando perdón y ya estoy cansado de eso, ya no aguanto. — Sin saber el porque, su delgado cuerpo empezó a temblar de impotencia, coraje, tristeza y enojo, rabia a todos los que le hicieron daño, excepto a su Alfa, solo estaba intentando desahogarse.
— Sé que la que debería pedirte disculpas es mi madre, pe- — Fue interrumpido por la tristeza que reflejaba la mirada de su cachorro y su inestable vocecilla rota que apenas podía soltar palabras completas sin temblar al menos un poco.
— Pero ella no tiene intenciones de disculparse. — Dijo con amargura. — Y ya te lo dije, estoy harto de disculpar y que nadie me disculpe a mí de algo que yo no decidí, si yo hubiera podido elegir sobre mí futuro, para empezar ni si quiera habría deseado nacer.
— Mi vida deja de decir eso, sé que estás cansado de la situación, pero yo te respeto y te amo, estaré aquí contigo.
— ¿Que debo decir Bright? ¿Agradecer por qué me estás respetando? — Apretó sus labios sintiendo sus ojos picar. — Te amo como no tienes idea, jamás dudes de eso, pero no quiero que mis bajones te aburran y después me dejes por alguien mejor... Tu madre tiene razón.
— ¿Por qué haces eso? Lo que dices también me lastima, a veces llego a creer que en realidad no quieres estar conmigo, sé que estás cansado de todo y yo siempre voy a apoyarte, pero tampoco es mi culpa como para que me lo eches en cara.
— ¡No hago eso! No te estoy culpando, simplemente quería desahogarme.
— Sé que no puedo decirte cómo, cada quién tiene sus maneras de desahogarse, pero esta no es la adecuada.
— No era directamente para ti, no te lo tomes muy personal, yo aceptaré las disculpas de tu madre aunque ella no me las dé, no te preocupes...
— ¿Entonces para quién era? Escúchame, estoy en contra del pensamiento de mi madre, pero tampoco puedo hacer nada para cambiarlo.
— ¡No te estaba culpando! ¡Ah! ¡Escúchame bien! ¡No es tu culpa, es la mía! — Gritó lleno de desesperación, pronto la respiración empezó a faltarle por los nervios que no tardaron en subir, llevó sus frías manitos a sus cabellos empezando a jalarlos mientras que de sus ojitos salían gruesas gotas de lágrimas, sollozó.
— Joder no, no es así, deja de decir eso. — Bright se preocupó, pero no sabía cómo reaccionar o actuar, no era la primera vez que veía así a su Omega, creyó que no era grave.
— Disculparé a tu madre p-pero es mi culpa... L-lo siento, perdón, perdón... — Jadeó con fuerza, intentando tomar bocanadas de aire imposibles de inhalar por el nudo en su garganta y el fuerte dolor en el pecho. — N-no puedo respirar... Tengo m-miedo...
El Alfa rodeo el cuerpo del menor con cuidado, intentando calmarlo y hacerle saber que no estaba solo, había ocasionado que su pequeño tuviera un ataque de pánico una vez más, ahora no lo dejaría solo.
— Mi vida, respira profundo, no estarás solo. — Murmuró acariciando el pecho del menor en círculos haciendo poca presión.
— E-es un ataque d-de ansiedad... — Balbuceó Win apretando sus puños, era tan fuerte que sentía que moriría pronto.
— Lo es, no estás solo corazón, respira profundo. — Se sintieron unos pequeños pasos llegar, Gun había escuchado todo y tomó la valentía para ir a consolar a su P', no quería que se ponga mal, solo quería abrazarlo.
— P'Win respira, estamos contigo. — Murmuró pasando sus pequeños bracitos por la espalda de Win, este mismo cubría sus oídos y respiraba con pesadez, estaba poniendo de su parte para que eso pasara, los ataques de ansiedad no eran seguidos, solo le pasaba cuando se desesperaba mucho y casi no podía controlarlos sin ayuda ya que eran muy fuertes. — ¿Por qué dejaste que esto suceda P'Bright? — Murmuró frunciendo suavemente su ceño, defendería a su hermano mayor y se enfrentaría incluso al Alfa, no le importaba.
— Gun, es un asunto entre mayores, por favor no te metas.
— Me meto porque incluso aunque sea asunto de mayores no significa que siempre harán todo lo correcto. — Suspiró. — ¿Por qué dejas que lo traten tan mal? — Sus ojitos se cristalizaron, creyó que no era hora de discutir ni reclamar, así que simplemente ambos dejaron de hablar y solo se dedicaron a tranquilizar al castaño, quién después de minutos que parecían infinitos para él, cayó dormido por los anti-depresivos que tomó hace algunas horas.
Bright y Gun estaban como guardias a cada lado de la cama en la que descansaba Win, con el ceño levemente fruncido y sin mirarse, no habían peleado, pero si lo harían para cuidar del Omega, parecían incluso dos nenes caprichosos.
— Puedes irte P'Bright, yo lo cuidaré bien.
— ¿Me estas echando? — Habló indignado.
— Tómalo como quieras, yo cuidaré a mi P'. — Respondió con el mismo tono, puchereando.
— Yo soy su Alfa y tal vez futuro esposo, tengo más derechos.
— Un Alfa tonto, ¡Alfa tonto, Alfa tonto! — Le sacó la lengua de manera infantil, estaban discutiendo entre susurros.
— ¿Yo? Yo le doy besos, y soy más grande que tú, cachorro, respetame.
— Yo también le doy besitos en la mejilla y respeto a todos, pero no a las malas personas.
Iban a continuar con esa pequeña pelea si no fuera por el castaño quién se removió en la cama con sus ojos cerrados, Bright y Gun sonrieron al verlo más tranquilo, lo único que ambos querían era que Win viva en paz.
— Échate a dormir con él, yo los cuidaré, ya no hay que pelear más pequeño, así no vamos a lograr nada.
El pelinegro obedeció con una suave sonrisa, dándole la razón a su mayor, se quitó los zapatos y se recostó al lado, abrazando el cuerpo ya dormido con cariño, acurrucándose. Sin darse cuenta los tres habían quedado en un profundo sueño, Bright se durmió sentado en el sillón con la boca abierta, soltando leves ronquidos y los dos Omegas dormían plácidamente en la cama abrazados.
Cuando Win despertó, vio que ya empezaba a atardecer, había dormido mucho y por suerte se encontraba más tranquilo, a su lado solo estaba Gun, creyó que su novio ya se había ido pero cuando se sentó en la cama vio a un Alfa en el suelo, dormido. Soltó una pequeña risita e inmediatamente se acercó para mover el gran cuerpo de Bright, despertandolo en unos segundos. Estaban en un silencio un poco más incómodo y tenso, se fueron a la sala juntos sabiendo que hablar en la habitación no sería posible por respetar el sueño de Gun y también porque de seguro harían bulla.
— Discúlpame por haberte hablado de esa forma, yo también estaba molesto por como te trató mi madre, en verdad lo siento.
— También discúlpame, no me expresé de la manera correcta y tal vez no supe explicarme, mi enojo no va hacia a ti, Baii.
— No volvamos a discutir, somos novios y debemos que apoyarnos. — Llevó su mano a la más pequeña, repartiendo caricias sutiles y cariñosas, llevando su otra mano a la mejilla contraria. — Te amo.
— Te amo mucho más y te adoro como la vaca al toro. — Soltaron risas leves mientras se abrazaban con fuerza, amaban el hecho de poder tener esa conexión tan fuerte que podía resolver sus disgustos, tal vez no muy rápido, pero al final todo tenía una solución para ellos, en lo que restaba de esa tarde, se besaron con cariño, se dieron los mimos que habían extrañado a pesar de que solo habían pasado algunas horas de su pelea, la primera que tenían.
Pasaron los días y las semanas, tanto un Omega como el Alfa se encontraban nerviosos, pronto era el celo, pronto tendría una preciosa marca rosada en su cuello hecha por Bright que los declararía pareja por muchos meses hasta que esta sea renovada, compraron algunas cosas para pasar esa noche como se debía y que sea una inolvidable, el castaño solo compró un lubricante artificial sabor y olor durazno, cuando lo agitó un poco se dio cuenta que era muy espeso y baboso, imaginar eso en su trasero lo puso muy nervioso y rojito. Por otro lado, Bright compró ropa interior de encaje que sabía que le quedaría genial a Win, también compró una especie de crema que cuando la ponías sobre alguna zona erógena te hacía delirar de placer, ya que hinchaba y sensibilizaba el lugar.
Estaban preparados para que ese día llegara, no sabían exactamente cuándo sería pero ya estaban preparados, incluso Off, quién esperaba también nervioso que Gun llegara, al principio no estaba de acuerdo, verlo de nuevo le afectaría de cierto modo, pero si era por ayudar a su amigo lo haría.
— P'Win, no quiero ir con P'Off...
— Aún no me has dado una buena razón, Gun, y ya hablamos de eso, no pienso dejarte solo dos días.
— Es que... Mh... No me agrada, él es alto y yo no.
— ¿Tienes envidia por eso? Entonces con más razón te llevaré, no es bueno que vivas con ese sentimiento.
— ¡P'! Cuando vas a las citas con la psicóloga me dejas solo.
— Eso es porque solo me voy una hora de casa, cuando sea en el celo de Baii serán dos días, ya te dije que no y punto.
— ¡Osh!
Un pequeño Omega se encontraba haciendo su berrinche en medio de la cocina mientras veía al más grande preparar el almuerzo, estaba intentando convencer al mayor de no ser llevado con Off, pero sabía que no iba a lograr. No era que le caía mal o lo odiaba, nada de eso, solo se sentía nervioso y su cuerpo temblaba cada vez que se acordaba de él, no quería que le pasara eso cuando durmiera a su costado, en la misma cama. Caminó a la sala sin decir nada para ver algunas caricaturas con los brazos cruzados y un mohín en sus labios, evidentemente enojado.
Win apagó el fuego y empezó a hacer el agua de durazno, su mente empezó a traicionarlo y su rostro se volvió rojo de vergüenza al recordar ese lubricante que estaba en casa de su novio esperando a ser estrenado en su trasero, le dolió por alguna razón ya que cuando vio el miembro de Bright por primera vez temió por su futuro, esa cosa gorda no iba a ingresar tan fácil en su entrada, le dolería por días, tal vez meses, o semanas en las cuales no podría caminar, obviamente le comentó eso a su novio mismo que se rió por varios minutos por las cosas que se imaginaba Win, este se esperaba algún tipo de consuelo, pero no, el pervertido de su novio solo le dijo:
— "Por esa razón te lo haré fuerte y duro después de la primera ronda." — Se ganó algunos golpes en el pecho que valieron la pena recibir, todo para ver la reacción tierna de su pequeño.
El celular empezó a sonar, mostrando en la pantalla una llamada entrante, Bright. El castaño respondió con una suave sonrisa, sentándose en la silla de la cocina.
— ¿Pasó algo Baii?
— No, digo sí, bebé, hoy es mi celo...
Ya era hora de entregar su flor.
«Nunca vuelvas a tener miedo, lo que sea que digan las personas, tú estás bien, eres fuerte.»
Nota de adapta-autora:
¡Hola bamboos! ¡Volví después de una larga y cansada semana!
Valió la pena completamente, hoy mi puntaje se elevó mucho en el examen. Me siento satisfecha por ello, realmente me esforcé. En fin, respecto a la historia, no acostumbro a actualizar domingo porque es mi día de descanso, pero lo haré mañana en re compensación a mi ausencia esta semana. Además, mañana será el estreno de la nueva adaptación BrightWin, espero la disfruten. Nos leemos mañana.
StarSanz04.