Uno nunca es más de lo que puede ser, uno nunca da más de lo que puede dar.
Si me hubieras advertido eso antes de todo talvez hoy doliera menos.
Lo peor, aún así, es que no duele tanto como debería.
¿Que es un corazón roto si no solo las ideas rotas que uno tuvo de alguien?, Lo sé, estoy segura que es mucho más que eso, pero que el vecino incista en martillar los domingos nunca me ha dejado pensar en algo más que TU dañandome.
Lo mejor de todo este lío al que siempre me meto, es que sin importar en qué continente comience siempre termino en ti, y si una cosa se claramente de todo eso que nunca supe, es que te duele más de lo que tú a mí.
Por eso digo; no duele como debería, pero tú, tú me extrañaras en cada pequeña cosa, en cada pequeña parte, en esas noches que no puedas dormir y yo no esté a tu lado hablando sin parar sobre cómo odio la ciudad, en esos días largos de labor en los que regreses a casa y yo no esté bailando con tu fantasma en la sala, en todas esas tardes de verano en las que yo no esté bebiendo limonada mientras zapateo al ritmo de Queen, en todas esas noches de invierno en las que no tendrás con quién subir al tejado con una manta para fingir que esperamos a Santa Claus, y aunque lo tengas, aunque consigas con quién hacer esta y mil cosas más, no significará nada, porque no soy yo.
Solo me queda reírme de mí misma, porque si, te deje claro que sin mí no serás feliz, lo peor es que mientras tú ries con ella yo escribo sobre ti, lo más seguro es que yo aún no encuentre a alguien con quien subir al tejado, y tú ya encontraste quién te lleve con Santa.
Siempre odiandote, una mentirosa.
Esther G.
Besos