Cada uno de nosotros llevamos en lo más profundo a un niño interior. A medida que vamos creciendo, aquellas vivencias de nuestra niñez se atesoran en nuestro corazón, esos años donde nuestro mundo giraba en torno al colegio y los estudios, pero en especial, a lo que el patio de nuestra casa nos podía ofrecer cada día, son esos momentos los que nos hacen viajar en el tiempo, y ya de adultos, revivir en nuestra mente con nostalgia los juegos que nacían gracias a nuestra imaginación.
¿Quién no tuvo durante su infancia un juguete predilecto que con recelo cuidaba?
O varios juguetes, los cuales cobraban vida gracias a nuestra imaginación. Nombres, personajes, personalidades y diversas aventuras nacieron en aquellos tiempos de antaño, pero sobre todo, concebimos recuerdos que perduran con el correr de los años no solo en nuestra mente, también en nuestro corazón. ¿Quién no ha deseado volver a vivir esos momentos de niñez y tal vez, cerrar un ciclo inconcluso en nuestras vidas?
Esta historia en particular, en parte busca eso, rescatar del olvido aquellos personajes que un día “cobraron vida” a través de aquella inocencia e imaginación de niños, y cerrar un ciclo que por diferentes motivos, dichos personajes no tuvieron la oportunidad de contar con una historia de principio a fin.
Una historia con la que pretendo llevar al mundo de las letras a tantos personajes que nacieron en el patio trasero de una casa, y cuyas aventuras daban horas y horas de diversión, sin importar que la noche se dejase caer, pues cuando aquello ocurría, el patio se trasladaba a alguna habitación, (generalmente a la mía) y aquellos personajes continuaban dándonos horas de sana diversión y alegría.
Gran parte de los personajes principales que forman parte de esta historia fueron concebidos en aquella niñez, y para mí es un regalo el compartirlos con ustedes. Sin embargo, la aventura que les presento está escrita con la mentalidad de un adulto, y ahora, este adulto en desarrollo pretende revivirlos y sacarlos del baúl de los recuerdos, como una manera de intentar cerrar un ciclo que por cosas de la vida se vio interrumpido, y como ya dije, concluir una historia de principio a fin, pues en aquel patio, y de la mano de estos personajes, cada día era una aventura distinta.
Hoy tengo la oportunidad de darles a estos personajes una historia digna de ellos, de sus capacidades, vivencias y problemas. Por lo que encontrarán referencias a contrariedades que todo ser humano debe afrontar a lo largo de su vida. Conflictos familiares, problemas con el alcohol, el trabajo que conlleva el cuidar de una familia, comprar una casa, traer un hijo al mundo; perderlo también. Encontrar el amor, cultivar nuevas amistades, entre muchas otras cosas que podemos encontrar en un mundo tan hostil.
Historia que nació hace muchos años como una vía de escape y una humorada a la vez, con la intención de conservar esos personajes que fueron una parte importante en mi niñez. Guardada en un pc con solo unas cuantas páginas escritas y sin la idea clara de lo que saldría de todo esto, ni mucho menos el cómo evolucionaría con el correr del tiempo. Menos el pensar que al comenzar a desarrollar esta historia, otras nacerían. Me atrevería a decir que aguardó por lo menos diez años en aquel pc para salir del olvido, y espero tener el tiempo suficiente para concluirla.
Y tras varios intentos, escritos y publicaciones fallidas, creo haber encontrado la manera de desarrollar esta idea. Los caminos por recorrer son variados y cada personaje tiene su propia historia, pero al final del camino, sus mundos deberán unirse para combatir a un enemigo en común, aunque lo desconocen por completo.
La vida real no es tan alejada de esta historia, en mayor o menor medida nos vemos expuestos a diferentes problemas con el andar de los años, debemos pelear por lo que creemos justo, tenemos enemigos que ni imaginamos. Solo de nosotros depende el camino que recorreremos; y el final de nuestra historia.
Ojalá con el correr de la historia, usted como lectora o lector se identifique con alguno de los personajes que conocerán, y que sus vivencias, aunque ficticias, sean una ventana de lo que muchos podemos pasar en esta vida, pero por sobre todo que disfruten del contenido de esta obra, la cual espero verla crecer mientras la imaginación esté de mi parte.
Esto apenas comienza…