Laila Scamander Y Las Reliqui...

By fanfics_and_fandom

47.2K 6.5K 1.9K

#7 «A matar a Voldemort» Las cacerías han comenzado en el mundo mágico. Laila Scamander junto con sus amigos... More

Sinopsis + TRAILER 1
1: El camino de la Nostalgia
2: Tonks
3: Angustiosas horas
4: Por Ojoloco
5: Preparativos
6: Los Delacour
7: Scrimgeour...otra vez
8: Testamento
9: Una boda de ensueño
10: Escape
11: Fugitivos
12: R.A.B
13: El Relicario
14: Kreacher
15: Una terrible reunion
16: Inútil Ayuda
17: Primera Plana
18: La calma antes de la Tormenta
19: Ministerio
20: Obsesión
21: No se deben decir mentiras
23: Gregorovitch
24: No son vacaciones
25: Inesperados visitantes
26: Separación
27: Carroñeros
28: La vida en Londres
29: El Refugio
30: El Plan
31: Avalon
32: Bola de Luz
33: Reencuentro
34: Una muy enojada Hermione
35: Lovegood
36: Las Reliquias de la Muerte
37: Emboscada
38: Pottervigilancia
39: Greyback
40: La Mansión Malfoy
41: Dobby, el elfo libre
TRAILER 2
42: Las Secuelas
43: Griphook y Ollivander
44: Un curioso trato
45: Padrinos
46: La horripilante poción multijugos

22: Escape poco exitoso

915 130 20
By fanfics_and_fandom

Me dolía la garganta, sintiéndola apretada, el roce fantasma de la mano en ella seguía ahí. Además me dolía entre los omoplatos como si me hubieran pegado con una sartén ahí. Abrí poco a poco los ojos, y con un gruñido puse una mano en alto tapándome de la luz cegadora. Había algo que me picaba en el cuello; era una hoja seca.

Vi adolorida a mi alrededor, tratando de sentarme con cuidado, oliendo la humedad del moho y  tierra, escuchando un par de pájaros cantar. Estaba envuelta en un montón de hojas verdes y también amarillas y secas, estaba en un bosque tintado de verde y dorado. Me quite unas ramitas del cabello y abrí un poco mi abrigo para ver a un mareado Castiel viéndome curioso.

Sentí el alivio hacer mis piernas mas livianas cuando vi las figuras de Hermione y Harry.

Mi amiga apoyada sobre las manos y rodillas, junto a la cabeza de quien solo podía ser Ron. Me pare como pude, sintiendo la lengua seca como las hojas debajo mío. Y en cuanto mi mirada se posó en Ron; Lefay, los dementores, el guardapelo, Yaxley... todo se fue al olvido.

La sangre empapaba por completo el lateral izquierdo de Ron y su cara de color blanco grisáceo, destacaba sobre el suelo lleno de hojas. Rápidamente me puse a su lado, haciéndome el pelo a un lado siendo que se me caía en los ojos,  para poder verlo mejor.

— ¿Qué le paso?— vi a Hermione, mientras le empezaba a poner las manos alrededor del cuerpo, palpando las heridas.

— Sufrió despartición— me explicó Hermione temblorosa con los dedos ya manchándose de sangre. La hice a un lado suavemente, mi amiga era terriblemente brillante y hábil, además de ser la mas inteligente de entre los cuatro. Pero yo me había pasado un año aprendiendo a curar de la mejor bruja en la historia de  la sanación.

Abrí la camisa de Ron con las manos haciéndola jirones, hice una mueca al ver su
antebrazo, donde faltaba un gran pedazo de carne, sacado limpiamente como si se hubiera usado un cuchillo. Sentí como se me subía la bilis pero después podía vomitar todos lo que quisiera, él no podía esperar.

Ron no paraba de temblar, sus ojos en blanco, parecía estar convulsionando pero solo se estaba desmayando del dolor sacudiéndose violentamente. Traté de controlar los latidos de mi corazón, sintiendo mi magia y la de Morgana avanzar de mis manos hasta la punta de de mis dedos, un calor viajando por mis venas. 

Pensé en las noches en la sala común de Gryffindor, en la emoción del aire por cada partido de Quidditch, las resacas de desayuno después de una fiesta, en la calidez y el amor de mi vida. Murmuré las palabras del libro que me había hecho aprender de memoria y estaban escritas en mi cerebro como cien veces desde hace dos años. Hablaba tan rápido y en esa lengua antigua que ninguno de mis dos amigos me entendía pero se quedaban callados, dejándome trabajar. 

Abrí los ojos, viendo como de los bordes de la carne cortada empezaba a parecer nuevo tejido, como piel nueva que empezaba a estirarse cubriendo el musculo, cicatrizándose, como si la herida tuviera varios días.

 — Wow— jadeó Harry mientras yo hacia una mueca viéndome las manos manchadas en la sangre de mi amigo.

— Perdió mucha sangre, aun no esta bien—  negué. 

— ¿Que paso?— él vio a Hermione—. Creí que volveríamos a Grimmauld Place.

— Fuimos, si fuimos... pero Yaxley me tenía del brazo y vio donde estabamos... no-no podíamos quedarnos— ella siguió al borde las lágrimas, yo estaba segura de que quería llorar también pero no podía porque estaba tal vez un poquito en shock de ver asi a Ron—. Y nos traje aqui pero... ahora Ron sufrió despartición.

— Pero entonces, ¿dónde está? Espera un momento... No querrás decir que está en Grimmauld Place, ¿no? No puede entrar allí, ¿verdad?

Los ojos de ella brillaron con lágrimas no derramadas mientras asentía.

— Harry, creo que puede, yo... lo obligué a soltarme con una Maldición de Repulsión, pero ya le había metido dentro de la protección del encantamiento Fidelius. Desde que Dumbledore murió, hemos sido Guardianes Secretos, así que le desvelé el secreto, ¿verdad?

Agarre mi varita murmurando un "Aguamenti" limpiándome la sangre de las manos con el chorro de agua que salía de mi varita. Sentía que tenia la cabeza hecha puré y apenas estaba procesando lo que había sucedido. Si ahora Yaxley podía entrar en la casa, de ningún modo podíamos regresar al único lugar seguro que teníamos.

Hice una mueca, era lo mas cercano a un hogar desde ahora, mi preocupación recayó en Kreacher pero como yo era su Ama no tenía que obedecer a ninguno de los mortifagos que llegaran. Asi que fácilmente podría irse a las cocinas de Hogwarts o a otro lugar seguro, o incluso se escondiera en algún lugar secreto de la casa que conocía tan bien.

— ¡Lo siento, lo siento tanto!— mi amiga gimió y yo la vi con lo que trate que fuera una sonrisa.

— No te eches la culpa, no es culpa de nadie excepto los mortifagos. Has hecho un excelente trabajo—  le hablé con suavidad.

Harry metió la mano en su bolsillo y sacó la prótesis de un ojo que se movía por si solo, que solo pude reconocer como el ojo de Ojoloco. Fruncí el ceño, comenzando a preguntar;

— ¿De donde demonios... 

— Umbridge lo colocó en la puerta de su oficina, para espiar a la gente. No podía dejarlo allí... pero así fue como supieron que había intrusos.

— Bueno creo que yo igual debo sacar mi botín de guerra...—  levante mi túnica, sacando la pesada daga de oro que estaba incrustada en rubíes rojos y diamantes que le robe a Lefay.

— ¿Que...

— Es de Morgana, era de su hermana en realidad, solo imagino que la robó de la Isla de Avalon—  respondí—. De entre un montón de otras cosas asumo. 

De entre el susurró del viento que avanzo, Ron gimió y abrió los ojos. Todavía estaba gris y su cara brillaba por el sudor, sonreí un poco y le di un sonoro beso en la frente.

— ¿Cómo te sientes? —susurró Hermione.

— Fatal —dijo Ron con voz ronca, haciendo una mueca de dolor al sentir el brazo dolorido—. ¿Dónde estamos?

—En el bosque donde celebraron la Copa Mundial de Quidditch —dijo Hermione—. Quería algún sitio apartado, oculto, y este fue..

—... el primer lugar en el que pensaste —terminó Harry por ella.

Vi mejor a mi alrededor, recordando la ultima vez que habiamos estado aquí. Como los mortifagos habían avanzado produciendo el terror en masa, corriendo, la gente empujandose unos a otros, la marca tenebrosa en el cielo, la elfina Winkie, como toda la emoción del partido se fue, por Morgana, parecía como si hubiera sido hace eones. 

Ron se movió un poco y yo inmediatamente lo detuve.

— Claro que no. Ahora soy yo la doctora, la señora Pomfrey se morirá de la envidia al igual que todos conmigo— le sonreí como pude.

— ¿Creen que deberíamos movernos? —preguntó Ron a nadie en especifico.

— No sé.— Harry respondió.

Ron todavía estaba pálido y sudoroso. No había hecho ningún intento de levantarse de nuevo, y daba la impresión de estar todavía demasiado débil para hacerlo. No habia posibilidad de moverlo.

— Quedémonos aquí de momento — afirmé con seguridad—. Hubiera sentido si Yaxley era legeremante, ahora estamos seguros, nadie sabe donde estamos.

Con expresión aliviada, Hermione se puso en pie.

— ¿A dónde vas? —preguntó Ron.

— Si nos quedamos, deberíamos poner algunos encantamientos protectores alrededor —respondió, y elevando su varita, empezó a caminar en un amplio círculo alrededor de nosotros tres, murmurando encantamientos mientras avanzaba. Asentí y fui a su lado, extendiendo mis manos, Morgana se materializo a mi lado, susurrándome las palabras en idioma antiguo que ya me eran facil decir.

— Sythan arrest wearth feasceaft funden. Denum æfter dome. Dreamleas gebad he gewinnes longsum....

A mi lado Hermione estaba haciendo los demás hechizos comunes

— Salvio Hexia... Protego Totalum... Repello Muggletum... Muffliato... Podías sacar la tienda, Harry... 

—¿Tienda?

— ¡En el bolso, cuatro ojos!— grité mientras volvía a retomar donde lo deje. 

— En el... por supuesto —dijo Harry. Murmuré uno que otro hechizo mas de protección, antes de ver de nuevo en mis manos la daga dorada, le di vuelta, era pesada debido al material y a los rubíes y diamantes. Obviamente decorativa porque era imposible alzar la mano y apuñalar a alguien con esto, era demasiado pesado. Apunté a un tronco en el suelo con mi varita y lo transforme en una silla de madera, me senté cansada, agradeciendo a McGonnagall internamente por las lecciones tan intensivas de Transformaciones.

— Gracias por lo de la daga, Anwyl— Morgana apareció a mi lado—. Ame a Morgause casi tanto como te quiero a ti. 

 Sonreí un poco y asentí viendo como la tienda salió en un montón de bultos, con lonas, cuerda y palos. Casi me puse de pie, la reconocí después de unos segundos, era la misma tienda en la que habíamos dormido la noche del Mundial de Quidditch. Claro antes de que atacaran los Mortifagos y mucho se redujera a caos y humo.

— Creí que pertenecía a ese Perkins del Ministerio, ¿no? — preguntó Harry, empezando a desenredar las varillas de la tienda. Me levante y comencé a ayudarlo, si estuviera en otra situación me quedaría sentada limándome las uñas viéndolo trabajar, pero la imagen de Ron retorciéndose en mis manos seguía fresca en mi mente, quería distraerme.

— Aparentemente no la quiso de vuelta, tiene mucho lumbago —dijo Hermione, ahora realizando una complicada figura de ocho movimientos con su varita—, así que el padre de Ron dijo que me la podía llevar prestada. ¡Erecto! —añadió, apuntando con su varita a las deformadas lonas, que en un movimiento fluido se elevaron en el aire y se asentaron, completamente colocadas.

— Cave Inumicum —terminó Hermione con una floritura hacia el cielo—. Esto es todo cuanto puedo hacer. 

— Los míos son mas bien sigilos—  vi como había dejado una ventana transparente donde había pronunciado el hechizo, como una especie de domo que nos encerraba, aunque había que prestar mucha atención para verlo—. Puedo dibujar un par de runas también por si acaso pero mis hechizos con los tuyos son mas que suficientes.

Hermione asintió.

— Por lo menos, sabremos si se acercan. Aunque no puedo garantizar que mantenga fuera a Vol... 

—¡No pronuncies el nombre! —la cortó Ron, con voz áspera.

Alze las cejas viendo un poco sorprendida al resto antes de ver a mi amigo pelirrojo.

—Lo siento —dijo Ron, gimiendo un poco al elevarse para mirarnos—. Pero se siente como una... una maldición o algo así. ¿No le podemos llamar Quien-tú-sabes, por favor?

— Dumbledore decía que el miedo a un nombre... —empezó Harry.

— Por si no lo has notado,  llamar a Quien-tú-sabes por el nombre no le sirvió de mucho a Dumbledore al final. —Le espetó Ron como contestación, abrí la boca sorprendida ante la respuesta, la verdad es que tenia sentimientos confusos en cuanto a Dumbledore, en cuanto a lo que él hizo, pero Ron nunca decía algo malo sobre él—. Sólo... sólo muéstrale a Quien-tú-sabes algo de respeto, ¿de acuerdo?

— ¿Respeto? —repitió Harry, pero Hermione y yo le lanzamos la misma mirada de advertencia que hizo que se callara. No quería que empezara una discusión con Ron tan debilitado, el estrés de una pelea y gritar lo haría peor.

Entre los tres llevamos a Ron hasta la entrada de la tienda. El interior era exactamente como un pequeño apartamento, completo con cuarto de baño y una pequeña cocina, justo lo que necesitábamos. Harry apartó a un lado un viejo sillón y bajamos a Ron con cuidado a la cama de abajo de una litera.
Incluso este pequeño recorrido había dejado a Ron más pálido, y una vez que lo tuvieron colocado en el colchón cerró los ojos y no habló durante un rato.

— Haré algo de té —dijo Hermione sin aliento, sacando un hervidor y tazas de las profundidades de su bolso, y dirigiéndose hacia la cocina.

Yo tomaba el té con unas cinco cucharadas de azúcar siempre, pero ahora no nos podíamos permitir ese lujo y honestamente estaba tan cansada y preocupada por Ron que ni siquiera me importo que mi lengua lo consideraba insípido, estaba caliente y me reconfortaba dándome una sensación abrigadora de tener una manta encima.

 Después de un minuto o dos, decidí romper el silencio, sentía que mi pecho pesaba si es que no liberaba lo que había visto, además estaba lista;

— También hay algo más que saque de la oficina de Lefay—  saque la fotografía de yo con mis amigos de Slytherin, con Draco... con Blaise y Theo. Harry frunció el ceño al igual que Ron, sin embargo Hermione se puso verde, sabiendo muy bien lo que significaba, yo seguí—. Él fue uno de los que entró a la casa de mis abuelos, entró a mi habitación, se llevó todas mis fotos, mis libros, mis peluches, mi ropa, mi peine, mis cosas personales... casi todo.

Deje de hablar, sintiéndome asqueada y no sabía porque algo sucia, Lefay tenia mis cosas, había entrado sin permiso a mi habitación, lo revolvió todo... 

Sin embargo levanté la mirada para ver a mis amigos, Hermione se veía tan asustada como yo, Ron tenia una mueca horrible en sus labios y podia notar la furia que empezaba a consumirle el cerebro.

Pero la rabia ya le había consumido todo el cuerpo a Harry al parecer porque hizo un movimiento brusco con la varita, haciendo que se rompiera una estantería, Hermione y yo dimos un salto. Mi amiga rápidamente agitó la varita arreglando la estantería. Vi a mi novio, respiraba de forma mas irregular y tenia apretada su mano alrededor de la varita con tanta fuerza que los nudillos los tenia blancos. 

— ¿Que tenía exactamente?

Use mi legeremancia y podía ya ver los escenarios que se estaba montando en su cabeza, Lefay viendo mis fotos, Lefay tocando mis cosas, mis dibujos, mis chucherías, mis peluches...

— No te lo diré a menos que te calmes un poco—  alze las cejas mientras dejaba la taza de té en una encimera y agarraba una silla, sentándome a su lado. Le quise tomar la mano pero los dedos me temblaron un poco al recordar el sentimiento enfermizo al ver todo lo que tenía de mi. Harry vio mi temblor e inmediatamente él me envolvió las manos entre las suyas.

— Lo siento— murmuró, hizo su rabia a un lado, preocupándose sobre mis sentimientos, un montón de preguntas sobre como yo me sentía asaltaron su cabeza, sus manos estaban tibias por la taza de té.

— Estoy bien. 

— Laila esta obsesionado contigo.— Hermione jadeó.

— Todo el mundo esta obsesionado conmigo— me encogí de hombros con una sonrisa superior sin embargo a ninguno le hizo gracia, suspiré—. Bien, por si no lo han notado lo único que quiere de mi es Morgana.

Harry y Hermione se vieron el uno al otro con miradas preocupadas, y como si supieran algo mas que yo, cosa que me desgradaba.

— ¿Que?— los vi expectante

— Creo que no es solo Morgana... si fuera así no tendría tantas cosas de ti— Hermione opinó.

Desvié la mirada, sintiéndome aun peor, un silencio espeso que se formó a mi alrededor, mi corazón latió un poco mas rápido, recordando la mirada enloquecida de Lefay, como su grito denotaba su desesperación por tenerme en sus garras. Cerré los ojos y me incline, poniendo mi cabeza en el hombro de mi novio, esas no eran las palabras que quería, pero tal vez las que necesitaba, Hermione solo me dio un golpe de realidad.

— ¿Qué creen que le pasó a los Cattermole?— Ron rompió el silencio que se formó, algo que agradecí por que me saco de sobre pensar.

— Con algo de suerte, se habrán marchado —dijo Hermione, aferrando su taza caliente para reconfortarse—. Si el señor Cattermole fue capaz de pensar con claridad, habrá sacado a la señora Cattermole mediante Aparición Conjunta y ahora mismo estarán huyendo del país con sus hijos. 

— Vaya, espero que escapen —dijo Ron, recostándose contra las almohadas. El té parecía estar haciéndole bien; le había vuelto un poco el color—. Aunque no me pareció que Reg Cattermole fuese tan ingenioso, por la forma en que todo el mundo me hablaba cuando era él. Dios, espero que lo consiguiesen... Si ambos acabasen en Azkaban por nuestra culpa... 

 Hermione estaba observando a Ron preocuparse por el destino de los Cattermole, y había tanta ternura en su expresión que me hizo sonreír un poco con dulzura. Harry se movió un poco, buscando entre los bolsillos de su túnica y sacando lo que era una pieza de joyería tan grande como un huevo de gallina. Una ornamentada letra S con muchas piedrecillas verdes incrustadas, destelló con un brillo apagado en la luz difusa que brillaba a través del techo de lona de la tienda.

— El guardapelo.— murmuré y no pude evitar taparme un poco las orejas, Morgana había dicho que ella escuchaba como las uñas contra una pizarra, y yo de cierta forma podía escuchar ese sonido. Ron me vió con una ceja alzada, yo puse los ojos en blanco.

— Tengo una bruja de 600 años en mi cuerpo y la huella de un obscurus, disculpame si soy sensible a la magia oscura.— explique mientras me masajeaba una sien y Harry le entregaba el collar a mi amigo.

—¿No hay ninguna posibilidad de que alguien lo destruyera desde que estuvo en posesión de Kreacher? —preguntó Ron con esperanza—. Quiero decir, ¿estamos seguros de que todavía es un Horrocrux?

— Eso creo —dijo Hermione, tomándolo y examinándolo más cerca—. Habría alguna señal de daño si hubiese sido mágicamente destruido.

— Tenemos que intentarlo— me encogí de hombros. 

Se lo pasó a Harry, que le dio vueltas entre los dedos y yo me incline para ver. El guardapelo estaba en perfecto estado, prístino, parecía incluso nuevo.

— Creo que Kreacher tiene razón —dijo Harry—. Vamos a tener que descubrir cómo abrir esta cosa antes de poder destruirla. 

Él me lo tendió pero yo hice una mueca y negué, no queriendo tocar esa cosa, en realidad mientras mas lejos de mi estuviera, mucho mejor. Harry probó el encantamiento que Hermione había usado para abrir la puerta de la habitación de Regulus. Ninguno funcionó. Yo con un suspiro lo tome tratando cada hechizo antiguo que se me venía a la mente, pero ninguno podia abrirlo, incluso me desespere y lo quise abrir con los dedos, rompiéndome una uña. Pase el guardapelo a Ron y Hermione, que hicieron todo lo posible por abrirlo, pero no tuvieron más éxito que yo o Harry.

— Aunque, ¿puedes sentirlo? —preguntó Ron en voz muy baja, mientras lo sostenía apretadamente en su puño cerrado.

—¿Qué quieres decir?

Ron le pasó el Horrocrux a Harry. Su pregunta impregnando el aire, yo podía sentirlo como magia oscura, el ruido desagradable lejano de uñas contra un pizarra, esto era una parte de Voldemort. En las manos de Harry que compartía su mente con el mago, podia sentirlo como un latido?

— ¿Qué vamos a hacer con él? —preguntó Hermione.

— Mantenerlo a salvo hasta que descubramos cómo destruirlo —respondió Harry, y se colgó la cadena alrededor del cuello.

Resoplé, viendo a mi alrededor.

— ¿Morgana ideas ?

Morgana apareció a mi otro lado, viendo con una mueca desagradable en los labios a la cadena, pero después me di cuenta que no era la cadena alrededor del cuello de Harry lo que ella estaba viendo, si no al mismo Harry. Se le quedo viendo otros segundos antes de responderme;

— Tratare de buscar en mis memorias.

Se desvaneció rápidamente, casi nerviosa.

— Esta cansada.— vi a mi tres amigos, explicando. Ron alzo las cejas.

— ¿Como? Ni siquiera tiene un cuerpo!

—  Supongo que el hecho de que corramos por nuestras vidas le hizo algo al mío y a mi cerebro.

— Creo que deberíamos turnarnos para vigilar fuera de la tienda —añadió Harry mirando a Hermione, levantándose y estirándose—. Y también tenemos que pensar en conseguir algo de comida. Tú te quedas aquí —añadió con dureza, cuando Ron intentó levantarse y se puso de un desagradable tono verde.

Disfrutando de mis ultimos días de vacaciones antes de entrar a clases :(

Continue Reading

You'll Also Like

122K 5.6K 25
Desperate for money to pay off your debts, you sign up for a program that allows you to sell your blood to vampires. At first, everything is fine, an...
955K 36.1K 86
𝗟𝗼𝘃𝗶𝗻𝗴 𝗵𝗲𝗿 𝘄𝗮𝘀 𝗹𝗶𝗸𝗲 𝗽𝗹𝗮𝘆𝗶𝗻𝗴 𝘄𝗶𝘁𝗵 𝗳𝗶𝗿𝗲, 𝗹𝘂𝗰𝗸𝗶𝗹𝘆 𝗳𝗼𝗿 𝗵𝗲𝗿, 𝗔𝗻𝘁𝗮𝗿𝗲𝘀 𝗹𝗼𝘃𝗲 𝗽𝗹𝗮𝘆𝗶𝗻𝗴 𝘄𝗶𝘁𝗵 �...
582K 13K 40
In wich a one night stand turns out to be a lot more than that.
1.1M 49.2K 95
Maddison Sloan starts her residency at Seattle Grace Hospital and runs into old faces and new friends. "Ugh, men are idiots." OC x OC