POLIAMOR MILITAR [+18]

De Yuliana_Arias

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¿Qué ocurre cuando no sabes que carrera elegir? La respuesta es fácil ¿No?. La pelirroja italiana Roma Bianci... Mais

Antes de leer
| Sipnosis |
| Capítulo 1 |
| Capítulo 2 |
| Capítulo 3 |
| Capítulo 4 |
| Capítulo 5 |
| Capítulo 6 |
| Capítulo 7 |
| Capítulo 8 |
| Capítulo 9 |
| Capítulo 10 |
| Capítulo 11 |
| Capítulo 12 |
| Capítulo 13 |
| Capítulo 14 |
| Capítulo 15 |
| Capítulo 16 |
| Capítulo 17 |
| Capítulo 18 |
| Capítulo 19 |
| Capítulo 20 |
| Capítulo 21 |
| Capítulo 22 |
| Capítulo 23 |
| Capítulo 24 |
| Capítulo 25 |
| Capítulo 26 |
| Capítulo 27 |
| Capítulo 28 |
| Capítulo 29 |
| Capítulo 30 |
| Capítulo 31 |
| Capítulo 32 |
| Capítulo 33 |
| Capítulo 34 |
| Capítulo 35 |
| Capítulo 36 |
| Capítulo 37 |
| Capítulo 38 |
| Capítulo 39 |
| Capítulo 40 |
| Extra | Novitis Dan
| Capítulo 41 |
| Capítulo 42 |
| Capítulo 43 |
| Capítulo 44 |
| Capítulo 45 |
| Capítulo 46 |
|Segundo libro |

| Epílogo |

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De Yuliana_Arias

Roma.

— Me voy — Les dije mirándolas con una sonrisa triste. Me duele alejarme de ellas, ya que han sido muy importantes en mi vida, extrañaré los días de compras con ellas y las pijamadas que hacíamos juntas

— ¿Qué? ¿A dónde? ¿Otro apartamento? — Preguntó confundida Bella. Han pasado dos días en los que había llamado a mi tío el cual me dijo que si me aceptaba en su ejército.

Los Brown no habían dejado de perseguirme y buscarme por todos lados al igual que Price, cada vez que los veía sentía dolor y una gran decepción en mi corazón.

— No — Suspiré — Me voy a trasladar para el FMI — Sam y Bella se quedaron en silencio mirándome.

— ¿De verdad? — Preguntó Bella y yo asentí mientras mis ojos comenzaron a picar.

— ¿No crees poder aguantar? — Preguntó Sam con ojos de cachorrito.

— No, duré toda una noche pensándolo y la mejor opción es irme, no quiero hacerme más daño por considerarme fuerte frente a ellos cuando ni siquiera puedo mirarlos sin que me den ganas de llorar — Tragué saliva.

— ¿Puedo ir contigo? — Preguntó Bella sorprendiéndome — Eres mi mejor amiga y no tengo nada que me aferre a este lugar — Dijo mirándome con una leve sonrisa.

— Yo quisiera ir per...

— Te entiendo Sam y lo mejor es que estés cerca de tu familia — La interrumpí por qué sabía que no quería separarse de su familia.

— ¿Estás segura? — Miré a Bella la cual asintió — Hablaré con mi tío — Saqué mi movil y busqué su número, me levanté de la cama y salí al balcón.

— Hola, Roma ¿Cómo sigues? — Me sacó una sonrisa al escuchar su tono preocupado.

— No lo sé, no sé si estoy bien o mal — Suspiré — Duele — Parpadeé alejando las lágrimas.

— Lo sé, cariño — Suspiró — Tu padre siempre decía que si alguien rompía tu corazón lo iba a matar ¿Quieres que yo lo haga por él? — Solté una risa recordando al celoso de mi padre.

— No creo que sea buena idea en matar al General — Dije en broma mientras me limpiaba con el dorso de mi mano unas cuantas lágrimas.

— Pues a mí me parece una excelente idea — Carcajeó del otro lado.

— Tío — Suspiré — No quiero que me tomes por atrevida al pedirte esto, pero ¿Sería posible que mi mejor amiga fuera conmigo a Italia? Ella ha sido muy especial en mi vida y me ayudó mucho cuando mis padres fallecieron y siento que la necesito cerca de mí — Dije con un poco de vergüenza mordiéndome el labio inferior.

— Pueden venir todas las personas que tú quieras — Su voz sonaba como si le hablara a su propia hija.

— Solo ella irá — Respondí mientras suspiraba.

— Bien, entonces prepararé otra orden de traslado. Te las envío en dos días junto a los pasajes — Respondió.

— Gracias, prometo pagarte todo — Dije mirando hacia abajo del alto edificio.

— Roma — Dijo con un tono de voz más serio.

— ¿Si? — Pregunté curiosa mirando a los militares caminar de lado a lado.

— Tenemos una misión en curso y necesito militares que no tengan registro de documentación en nuestro ejército, son perfectas para esta misión ¿Quisieran entrar? Lo único que te puedo decir es que es muy peligroso, no te puedo dar más detalles por qué es contenido confidencial del ejército, pero si aceptas les daré toda la información cuando estén aquí — Preguntó y yo inmediatamente sonreí.

— Le preguntaré a Bella — Dije caminando hacia dentro del apartamento — Bella ¿Quisieras entrar a una misión de infiltración? — Bella asintió.

— Las dos estamos dentro — Sonreí con ilusión respondiéndole a mi tío.

— Perfecto, nos vemos en días, cuídate Roma.

— Adiós y gracias— Dije para luego cortar la llamada escuchando un sollozo a mi lado.

— ¿Qué pasa, Sam? — Me senté a su lado.

— Se van a ir — Dijo sollozando e inmediatamente la abracé.

— Lo necesito, corazón — Susurré — Necesito alejarme de aquí — Sentí como mis ojos se cristalizaban.

— Lo sé, pero las voy a extrañar mucho — Sorbió su nariz mientras rompía el abrazo — Quisiera que te quedaras, pero sería muy egoísta de mi parte — Susurró mientras Bella se acercaba para abrazarla.

— Voy a tomar aire — Hablé levantándome de la cama con la cabeza nuevamente abrumada, salí del apartamento caminando hasta el ascensor.

Salí del edificio caminando sin ningún rumbo fijo, luego de media hora me senté apoyando mi espalda en un árbol observando el riachuelo que estaba al frente de mí el cual Dan me había mostrado hace tiempo, nadie venía a este lugar, ya que estaba un poco apartado de todo. Cerré mis ojos, pero no tardé mucho abrirlos cuando escuché el crujido de las hojas a mi lado izquierdo.

— Hola — Dijo Lía sentándose mientras guardaba la distancia — Espero no molestar.

— No molestas — Dije mirando a la hermosa morena. Suspiré antes de volver mi vista al riachuelo — Como sabes que estaba aquí? — Pregunté pensando que de pronto no fue a la única que le mostraron este lugar.

— Te seguí, quería hablar contigo — Suspiró — Sé que de pronto me odies, pero...

— No te odio — La interrumpí — Tú no tienes la culpa de nada — doblé mis rodillas y coloqué mis antebrazos en mis rodillas sin apartar la mirada del riachuelo.

— Sé que estás decepcionada y molesta con ellos, pero no te pueden decir nada sobre mí porque... — Suspiró y no termino la frase — Deberías esperarlos dos meses, sé que es muy difícil para ti...

— ¿Crees que puedo esperar dos meses así como si nada hubiera pasado? — Reí — Duré con ellos casi un año dónde me pudieron hablar sobre ti, pero nunca lo hicieron. ¿Tu madre se llama Lía, verdad? — Pregunté y por el rabillo de mis ojos vi como asintió — ahora entiendo muchas cosas, fui una estúpida — Sonreí recordando nuestra primera "cita".

— No lo eres, sé muchas cosas de ti y eres una chica de buen corazón — Susurró.

— Eso dicen — Hablé mirándola.

Pero este corazón la vida lo ha apuñalado tantas veces que temo que alguna herida no se convierta en cicatriz y quede desangrándose.

— Un gusto conocerte Lía — Dije con sinceridad mientras me levantaba y me alejaba del lugar.

Al menos se consiguieron una buena esposa.

***

— Gracias — Dije recibiendo los papeles del traslado que recién acaban de imprimir. Uno era mío y el otro de Bella, se informaba sobre el traslado de nosotras junto a la firma de mi tío y al lado un campo en blanco donde va la firma de Ángel.

— ¿Quieres ir? — Le pregunté a Bella.

— La verdad no, siento que los golpearé en cualquier momento. Yo bajo las maletas y te espero en la entrada — Susurró — Pero si quieres te acompaño.

— Voy sola — Suspiré para no ponerla en una situación incómoda, ya que me puedo imaginar la actitud de los Brown. Caminé hasta las oficinas de los altos mandos.

— Hola ¿Está el General? — Pregunté mirando al militar que estaba detrás de un escritorio.

— ¿Es urgente? — Preguntó mirándome a lo que yo asentí — último piso. Respondí con un "gracias" mientras caminaba al ascensor y pulsaba el botón del último piso, suspiré nerviosa mientras sentía el vacío del elevador en mi estómago.

No llores, no llores.

Salí del elevador y caminé hasta las puertas dobles que eran las únicas en el piso.

— Adelante — Escuché la voz del General del otro lado de la puerta cuando di dos golpes en esta. Tomé una bocanada de aire y con manos temblorosas abrí la puerta. Para mi mala suerte estaban todos los Brown junto con Price, el Kuit y Lía.

— Cie... Roma — Susurró Wes al verme entrar por la puerta. Todos tenían su atención en mí, me aclaré la garganta nerviosa y con ganas de derrumbarme cerré la puerta.

Todos los Brown tenían unas enormes ojeras debajo de sus ojos y un aspecto descuidado.

— Hola, yo venía a qué me firmarás esto — Con los nervios a flor de piel dejé los papeles en el escritorio y los deslicé hacia adelante. Todos estaban de pie menos el General que se encontraba sentado detrás de su escritorio, el olor varonil invadía el lugar al igual que alcohol y cigarrillo, arrugué mi nariz al oler este último.

El General tomó los papeles con sus manos mientras fruncía el ceño observando el escudo del FMI, cada vez que lo leía sus cejas se fruncían más.

— Estás loca, no voy a firmar — Susurró Ángel soltando los papeles en el escritorio — No te vas a ir, me parece...

— ¿Qué no es para tanto? — Pregunté suponiendo lo que él diría cruzándome de brazos e intentando calmar el temblor de mis manos.

— No iba a decir eso — Murmuró — Sé que cometimos un grande error e incluso tal vez el error más grande de nuestras vidas, mujer...

— Roma — Corregí.

— No te puedes ir — Dijo Dan asustado y de todos ellos era el que más ojeras tenía.

Espero encuentres otra manera en la que puedas dormir, Dan.

— Enana — Dijo Price acercándose — Perdóname, era algo que no podía contar son mis... — Lo interrumpí.

— Tus mejores amigos — Susurré — Y sabiendo que hacían las cosas mal los apoyaste y fuiste cómplice de esto — Lo miré directamente a sus ojos que estaban cristalizados — Tú fuiste uno de mis mejores amigos, pero ahora entendí que yo nunca fui tu mejor amiga — Sonreí con un nudo en la garganta.

No llores, no llores.

— Eso no es cierto — Una lágrima bajo por su mejilla — Tú eres mi mejor amiga y si no te lo dije es por qué no podía, pero tienes razón en que al menos hubiera intentado sacarte de ahí — Susurró.

— Si, pero no lo hiciste y me dejaste enamorar sola — Suspiré mirando nuevamente a Ángel — ¿Puedes firmar, por favor?.

— No te vas a ir — Susurró Jack.

— Te doy dos opciones: firmas y me voy a Italia o no firmas, yo renuncio y me voy a Italia — Dije mirándolo sin ninguna expresión en el rostro.

— ¿Estás segura de que quieres esto, Roma? — Escuché la voz de Lía a mi derecha.

— Si — Respondí.

— Ángel, yo creo que no hay nada que hacer — Opinó el Kuit.

— ¡No te vamos a perder! — Exclamó Ángel con los ojos vidriosos levantándose para rodear el escritorio y quedar frente de él, sus hermanos se acercaron a sus laterales.

— Ya lo hicieron, ya me perdieron — Incliné mi cabeza para mirarlos como siempre hacía.

— Tu eres lo mejor que nos pasó en nuestras vidas, mi reina solo quédate — Murmuró Raven mirándome con dolor.

— No sean tan descarados, ¿Cómo puedes decir eso con tu esposa aquí presente? — Hablé sintiendo como mi sangre comenzaba a hervir.

— No la amamos, te amamos a ti — Susurró Ángel mirándome a los ojos, apreté mis labios cuando las lágrimas desbordaron de mis ojos y mi corazón comenzó a latir a mil por minuto.

— Están siento muy crueles conmigo — susurré sintiendo el dolor de mi pecho — Firma los papeles, están haciendo que esto duela más de lo que debería — Susurré

— ¡¿No escuchaste?! ¡TE AMAMOS JODER! — Gritaron todos al unísono.

— ¡Que quieren que haga? ¿Qué los felicite? ¿Qué les diga que también los amo?! — Grité enfadada con lágrimas corriendo por mis mejillas — ¡Pues si, los amo! ¡Y eso ya lo sabían desde qué les entregué ese puto anillo que tienen en sus dedos, no sé ni para qué lo tienen puesto al final toda esta mierda fue mentira! No sé que querían de mí, pero si era enamorarme y romperme el corazón déjenme decirles que hicieron un excelente trabajo — Sonreí en grande sintiendo mi corazón romperse más de lo que estaba — Así que firma los putos papeles que no quiero estar aquí ni un día más — Sus caras estaban rojas y algunas lágrimas se habían escapado de sus ojos.

— Fírmale los papeles Ángel, ella se va a ir así los firmes o no. Esta es una de las consecuencias por sus acciones — Dijo el Kuit mirándolos. De mis ojos no dejaban de salir lágrimas silenciosas, sentía otra vez el agobio en mi cabeza mientras mis manos temblaban con más constancia.

— Tengo 31 años, no necesito consejos — Susurró Ángel dándose la vuelta e inclinándose para firmar los papeles, se volteó y los extendió en mi dirección con lágrimas en sus ojos — En dos meses te buscaremos, no creas que te dejaremos ir tan fácil de nuestras vidas — Agarré los papeles firmados.

— Cuando te contemos todo espero entiendas y nos perdones, conejita, es algo que se nos salió de las manos y lo último que queríamos es que sufrieras. Te amo, conejita — Susurró Dan sonriendo con tristeza.

— Te amo, mi reina — Susurró Raven.

— Te amo, linda — Murmuró Jack.

— Te amo, Cielo — Expresó Wes mientras sorbía su nariz.

— Te amo, Mujer — Dijo Ángel mirándome.

Un suspiro tembloroso junto con más lágrimas salieron de mí.

Que difícil es esto.

— Suerte en sus vidas — Susurré — Pero no creo que pueda perdonarlos después de esto — Dije dándome la vuelta. Tomé el pomo de la puerta abriéndola — Cuiden a Queso — Hablé antes de salir por la puerta con el corazón partido en cinco pedazos.

Sollocé en todo el camino hasta la entrada del ejército, mi pecho sentía un enorme dolor junto a un vacío agobiante. Allí junto a la puerta de salida estaban Bella y Sam junto a cuatro maletas grandes.

— ¿Lista? — Preguntó Bella mirando mis lágrimas. Me encogí de hombros mientras asentía.

— Recuerda lo que hablamos en la pijamada de anoche, de amor nadie muere — Susurró Sam mientras me abrazaba, aunque intentaba no llorar falló, ya que sus mejillas estaban empapadas de lágrimas — Te quiero — Susurró.

— Te quiero, Sam — Dije sorbiendo mi nariz, rompimos el abrazo para luego ser Bella quien se despidiera de ella — Cuídate, te voy a extrañar — Dejé dos besos en sus mejillas y luego guardé los papeles del traslado

— Vamos que el taxi lleva esperando un buen rato — Dijo Bella agarrando sus dos maletas.

Arrastré mis cosas hasta la puerta donde había un militar que nos abrió, me detuve en la entrada y miré sobre mi hombro, estaba Sam quien sollozaba y atrás de ella estaban los Brown junto a Price y Lía.

Salí cuando escuché el pito del taxi, el señor muy amable nos ayudó a subir los equipajes, Bella se sentó al lado del conductor y yo me senté en los asientos traseros mientras recostaba mi frente en el vidrio.

— Al aeropuerto — Dijo Bella cuando ingresó al auto. El taxista comenzó a conducir hacia al aeropuerto siguiendo las órdenes de Bella.

Al final de todo vuelvo a mi País, viví una experiencia hermosa en este lugar aunque no terminó como hubiera preferido, me enamoré, me rompieron el corazón, conocí a personas hermosas, tuve a mi hermoso Queso que hice todo lo posible por qué mi tío me dejara llevarlo, pero fue imposible ya que en el FMI no se permiten mascotas. Ahora lo que queda es ser fuerte y superar, como siempre lo he hecho aunque la agonía de saber que todo con ellos se terminó sea muy fuerte, aunque duela tanto que cueste respirar, Roma Bianci superará esto, aunque duela y el vacío que me queda en el corazón sea tan grande, haré todo lo posible por lograrlo.

Espero que este vacío se pueda llenar con algo.

Una vibración de mi móvil hace que salga de mis pensamientos. Era un mensaje del grupo que tenía con ellos, entro al chat dónde hay una canción "James Arthur — Say You won't Ley go" junto a un mensaje que dice de nosotros para ti, coloco mis audífonos mientras le doy comenzar.

I knew I loved you then
(Supe entonces que te amaba,)

But you'd never know
(pero tú nunca lo supiste,)

Because I played it cool
(porque yo me lo tomé con calma,)

When I was scared of letting go
(cuando tenía miedo a dejarme llevar.)

I know I needed you
(Sé que te necesitaba,)

But I never showed
(pero nunca lo demostré.)

But I want to stay with you
(Pero quiero quedarme contigo,)

Until we're grey and old
(hasta que tengamos canas y seamos ancianos.)

Just say you won't let go
(Solo di que no te darás por vencida)

Just say you won't let go
(Solo di que no te darás por vencida)

Cambio de canción mientras limpió las lágrimas que han bajado por mis mejillas.

¿Segura que quieres salir del grupo?

Sí.

***

¿Que tal el epílogo?

Quiero leer sus opiniones
del libro 👉🏼

Hasta aquí el final de esta hermosa aventura, si preguntan si hay segundo libro la respuesta es ¡si!.

Estén pendientes que está misma semana lo anunciaré.

Dejen su estrellita si quieres el nuevo libro.

Saben que l@s amo

♥️

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