Stupid Wife

By luimeliamoments

261K 13.3K 13K

¿Te has imaginado casada con alguien que nunca soportaste en la vida? Luisita también lo había imaginado, sin... More

Prólogo.
Capítulo 1. ¿Qué?
Capítulo 2. Volver a la vida.
Capítulo 3. Algunos vídeos.
Capítulo 4. Mi hijo.
Capítulo 5. ¿Un sueño o....?
Capítulo 6. Ella es mi problema.
Capítulo 7. Deseos.
Capítulo 8. Ella me dejará ir.
Capítulo 9. Aniversario.
Capítulo 10. Empezar de nuevo.
Capítulo 11. Siempre que quieras.
Capítulo 12. Ella es increíble.
Capítulo 13. Esposa.
Capítulo 14. Día de nieve.
Capítulo 15. Tentación.
Capítulo 16. Solo un poco de tu corazón.
Capítulo 17. Me gusta cuando me llamas cariño.
Capítulo 18. ¡Esta loca!
Capitulo 19. Clases de conducir.
Capítulo 20. Mi Ame...
Capítulo 21. Something.
Capítulo 22. No me dejes.
Capítulo 23. Todo va a estar bien.
Capítulo 24. Déjame abrazarte.
Capítulo 25. Feliz navidad.
Capítulo 26. Todo lo que ella quiera.
Capítulo 27 - Better than a princess, more than a queen.
Capítulo 29 - En mi lugar.
Capítulo 30 - Una oportunidad.
Capítulo 31. Confianza y actitud.
Capítulo 32. ¿Dónde estoy?
Capítulo 33. Esta es mi realidad.
Capítulo 34. Nada supera.
Capítulo 35. Soy tu regalo.
Capítulo 36. Felicidad indefinida.
Capítulo 37. Pequeña estrella.
Capítulo 38. Recuerdos.
Capítulo 39. Destiny.
Epílogo I
Epílogo II
Especial Destiny

Capítulo 28 - Everything.

6K 316 300
By luimeliamoments

Miro al techo, sintiendo las caricias de ella en mi estómago. Miro hacia abajo, sus ojos brillan. Amelia parece estar concentrada en acariciar mi barriga. Sonrío, conozco esa mirada. Ella me la ha dado muchas veces durante estos meses, lleva muchas emociones. Pero sobre todo, admiración y ansiedad.

- ¿Qué quieres que sea? - pregunto, con los dedos de la mano derecha juego con sus rizos, tomando los que caían en su rostro - ¿Niño o niña?

Amelia para de acariciar mi vientre, nuestros ojos se encuentran. Ella se queda por un momento sólo mirándome, luego una sonrisa va surgiendo en sus labios. Ella mira la creciente circunferencia cada vez mayor en mi barriga.

- Realmente quiero una niña, sabes eso - y era verdad, cuando descubrí que estaba embarazada, Amelia paso el día entero diciendo que quería una niña. De hecho, estuvo diciéndolo por un largo tiempo - Pero estoy segura de que es un niño.

- ¿Qué te hace estar tan segura? - pregunto, sonriendo alegremente. Amelia estira su cuello y pone sus labios en mi vientre.

- Intuición - dice sin despegar sus labios de mi piel - Creo que será un niño hermoso.

- ¿Intuición? Interesante. Ahora, ¿es demasiado pedir un poco de atención de mi esposa? Sabes, te gusta más mi barriga que yo.

- Eh... - Amelia está de rodillas, después se cierne sobre mí lentamente. Teniendo el máximo cuidado de no colocar el peso en mi barriga - Que esposa tan mala soy.

- No, en realidad eres la mejor - coloco las manos en su nuca - Estoy carente de ti.

- ¿Lo estás? - pregunta depositando besos en mi barbilla. Suspiro y cabeceo, Amelia va subiendo la boca hasta llegar a mi oído - Te quiero, Luna y muchas gracias...

La sonrisa en mi cara desaparece, siento algo moverse dentro de mí. Amelia se aparta un poco de mí y me mira preocupada.

¿Realmente senti al bebé moverse?

- Amelia...

- ¿Qué paso? ¿Sentiste algo?

- Amor, creo que el bebé se movió - sus ojos se amplían y luego mira hacia abajo - Habla de nuevo, creo que le gusta tu voz.

Amelia vuelve a ponerse entre mis piernas, apoyando su peso sobre sus codos.

- Hola, pequeña estrella. ¿Puedes oírme?

- Oh, Dios mío Amelia, siente - tomo su mano y la coloco en mi barriga, en el lado derecho, donde el bebé está pateando un poco. Confieso, es doloroso, pero tan mágico. Es la primera vez que nuestro hijo se mueve - Creo que le gustas.

- Hola, hijo. Aquí está mamá, Amelia. ¿Te gusta mi voz? - Amelia está encantada, se nota en su voz que ella está casi llorando - Tu mamá Luisita y yo no vemos la hora de poder ver tu carita, ¿sabes?

Amelia mira hacia arriba, con los ojos llenos de lágrimas. El brillo de felicidad, la enorme sonrisa en sus labios. Sonrío, siento mi corazón acelerarse dentro de mi pecho. No me arrepiento de renuncia a mi carrera por tener a nuestro hijo, porque ver al amor de mi vida feliz de esta forma, hace que todo valga la pena. Y mi objetivo es hacerla feliz.

Haré todo lo que esté en mi poder para verla sonreír de esa manera.

Abro los ojos, parpadeo un par de veces por causa de la claridad allí. Mi cuerpo se siente pesado, estoy un poco sofocada.

¡Joder! ¿Qué ha pasado realmente?

¿Soñé o recordé cuando estaba embarazada de Louis?

Me siento en el colchón, paso las manos por mi rostro. Están heladas, mi corazón sigue latiendo violentamente en mi pecho. Miro a un lado y no veo a Amelia, sólo una manta desordenada muestra que estaba allí anoche. Inhalo y exhalo un par de veces para controlar los latidos de mi corazón.

No puedo creer que recordé estar cargando a mi pequeño. Fue como si estuviera realmente allí, lo juro, incluso sentí las patadas que me estaba dando. La sensación fue indescriptible.

- Cariño, te despertaste - miro a la puerta, donde una Amelia con una enorme bandeja de desayuno en sus manos entra a la casa de árbol.

Siento las lágrimas corriendo por mis mejillas. Ella coloca la bandeja sobre el borde de la cama y luego se pone de rodillas a mi lado. Su cara se torna confusa al mirarme.

- ¿Qué ocurrió, Luisi? ¿Por qué lloras? ¿Sucedió algo?

- Recordé... - mi voz no es más que un susurro. Amelia se sienta a mi lado y me toma la cara entre sus manos, sus pulgares secan mis lágrimas. Su mirada muestra angustia - Lo sentí, amor. Yo... recordé estar embarazada de nuestro hijo.

Su boca se abre al escucharme, parece sorprendida. Sonrío en medio de las lágrimas al ver que sus ojos comienzan a brillar, Amelia parece asimilar lo que acabo de decir.

- ¿Recordaste? Madre mía cariño - sella nuestros labios algunas veces, parece feliz. Su animación me hace reír un poco, me siento como una niña en una mañana de navidad después de recibir todos los regalos - Eso es increíble, realmente increíble.

- Fue increíble, parecía que volví a ese día. Incluso le sentí darme la patada - estoy muy contenta, el sueño fue tan real que incluso ahora, minutos después de despertar, todavía siento la misma sensación de llevar una vida dentro de mí. Una maravillosa sensación - Amor, quiero ver a nuestro hijo.

- Oh, cariño - Amelia pasa una pierna por encima de mí y se sienta en mi regazo. Mis labios tiemblan por el impulso absurdo de llorar que se instala en mí - No llores, vamos a verlo en dos días. ¿Está bien? Estoy aquí, estoy contigo. No me alejare de tu lado. ¿Quieres estar en mi regazo? Te doy mi regazo, cariño. Te llenare de besos, ¿de acuerdo? - sonríe de manera dulce, es imposible no sonreír también.

Amelia acaricia mis mejillas, inclinándose hacia adelante y pone sus labios en mi frente. Siento como toda aquella tristeza se desvanece y una enorme calma se instala en mí. El efecto Amelia Ledesma.

No me quejo, me encanta la paz que me trasmite.

Después de nuestro desayuno, lleno de mucho cariño y cuidado además de la comida obvio. Mucha comida. Amelia come tanto que, realmente elegí la persona adecuada para pasar el resto de mi vida. O tal vez es el hecho de que somos tan iguales y tan diferentes al mismo tiempo.

O quien sabe porque ella es la única persona que puede hacer que mi corazón lata más rápido y al mismo tiempo divagar. ¿Cómo? Eso me pregunto también.

Ahora nos estamos preparando para hacer un recorrido en el sitio, no sé si fue impresión mía, pero Amelia parecía animada por ese paseo. Sospecho que ella está planeando algo, es probable. Ella siempre está tramando algo.

Para a mi lado y me toma de la cintura, la miro y asiento con la cabeza. Amelia sonríe y besa la punta de mi nariz, sonrío. La observo caminar con gracia hacia la puerta. No recuerdo si ya dije esto antes, pero Amelia con pantalones de cuero puede ser aún más caliente.

Se convierte un pecado mirar ese culo y no tocarlo. ¡Uff! Tengo que aprender a controlarme.

Después de estar vestida adecuadamente, termino de cerrar la chaqueta y voy hacia las escaleras. Desciendo lentamente, algo dentro de mí me está advirtiendo. ¿Qué es? Todavía no lo sé. Cuando me giro para buscar a Amelia, escucho el ruido de un motor.

Oh no...

Mi mandíbula cae al ver a mi mujer desnaturalizada, aparcar una gran moto roja frente a mí. Mierda. Se baja de la moto, retira el casco y sacude sus rizos. ¿Por qué el tiempo no parece más frio?

- Vamos a dar una vuelta, ven.

- No voy a subir a eso, incluso si me imploras de rodillas - refunfuño cruzándome de brazos, estoy dispuesta a preservar mi vida.

Recuerdo como fue la primera vez que subí a una moto con Amelia. Y sinceramente no quiero revivir aquella experiencia, pensé que iba a morir sin tener la oportunidad de tener hijos.

- Luisi... - ¡Maldita sea! Que no utilice ese tono conmigo - Vamos a dar un paseo, prometo que iré lento.

- La última vez prometiste eso, pensé que las motos eran capaces de salir volando al cielo.

Sé que suena exagerado, y lo es. Pero tenía mucho miedo ese día, todavía recuerdo escuchar mi corazón latiendo en mis oídos. Fue realmente aterrador.

- Cariño, lo prometo. Está vez hablo enserio - asegura mi cintura, sus ojos brillan como un niño que pide algo. Es mucha maldad que me mire de esa forma - ¿Por favor? Compré esta moto desde hace algún tiempo, pero nunca tuve la oportunidad de andar contigo porque tenía tiempo que no veníamos aquí.

- Amelia...

- Shh, iré lento - besa mi barbilla y muerde lentamente. Suspiro, cerrando los ojos - Por favor, ¿si? Hago lo que quieras después.

- Juegas sucio, muy sucio - Amelia suelta una risita. Respiro profundo, se aleja un poco de mí - Sí ando contigo en aquella cosa de allí...

- Dark Star.

- ¿Qué?

- No le digas "aquella cosa". No la ofendas.

Miro a Amelia incrédula. No es posible que sea una adulta, casada, con un hijo y una casa para cuidar, ella continúa colocando nombres a sus vehículos.

- No voy a comentar nada al respecto.

- Por favor cariño. Ven a dar un paseo conmigo. Sólo podemos andar aquí alrededor del lago. Sólo quiero recordar viejos tiempos.

- ¿Viejos tiempos? No es como si me la hubiera vivido en la parte trasera de tu moto - suelto una risita divertida, miro a Amelia, que me mira fijamente y sin reacción.

- Tú amabas andar conmigo en la moto - sonríe nostálgica - Principalmente para poder agarrarte de mi cintura, e incluso después de hacer cosas en la parte trasera de la moto.

Sus ojos brillan maliciosos, mis mejillas se calientan por la vergüenza repentina. Amelia me convirtió en una especie de ninfómana porque yo no recuerdo haber sido tan zafada como ella describe.

- No vas a parar hasta que suba a aquello, ¿no es así? Y no me mires con esa cara, no llamare a tu moto por su nombre - Amelia hace una mueca, mirándome con sus ojos de cachorro. Pongo los ojos - Para con eso. Vamos antes de que me arrepienta.

Paso de ella, la oigo soltar un tipo de gritito en celebración. Sonrío y niego con la cabeza, Amelia sería una eterna adolescente, eso es una cosa segura. Pero me gusta ese lado de ella.

Ella sube a la moto y luego me ayuda a subir, tomo el casco que ella me entrega. A pesar de no ser necesario usarla si no iremos a la calle, pero mejor prevenir. Agarro su cintura, sin mucha fuerza. Amelia enciende la moto y acelera, haciendo un sonido alto resonar alrededor.

Ella mira hacia atrás por encima del hombro, sonríe como una adolescente que acaba de conseguir su primer coche. Algunas cosas no cambian.

- Es seguro - ella dice antes de ponerse en marcha y acelera lentamente.

La agarro con más fuerza. Cierro los ojos instintivamente. Recuerdo la primera vez que anduve en su moto, Amelia comenzó lentamente y de repente estábamos volando por las calles.

Pero contrariamente a lo que recuerdo de la primera vez que anduve en moto con ella, Amelia estaba andando increíblemente lento. No parecía aquella Amelia agitada de siempre, que adoraba sentir la adrenalina con una buena carrera en su moto. Ella ha cambiado bastante. Afortunadamente creó juicio, un poco.

- ¿Todo bien ahí atrás? - pregunta casi gritando para que pueda oirla.

- Sí - aprieto un poco más mis brazos alrededor de ella, pero no demasiado, para no sofocarla o hacerle daño.

Haciendo una pausa para analizar toda la situación, no estaba siendo malo andar en moto de nuevo. De hecho, está siento realmente bueno. Y no puedo admitírselo después, pero me gustaría repetirlo.

Amelia pidió permiso estar un poco más de tiempo, se lo concedí. Era demasiado bueno estar allí agarrada de ella, no quería desperdiciar eso. Incluso después de haber pasado la noche en sus brazos. Creo que nunca tendré suficiente de ella.

Nuestro día paso así, nos quedamos un buen rato andando en moto. Después Amelia me llenó de besos, parecía feliz por haber dado aquella vuelta con ella. Fuimos a la parte delantera de la casa a preparar algo de comer para más tarde. Ya que pasaríamos nuestro año allí, en nuestro lugar especial.

De vez en cuando necesitaba llamar mi atención, porque estaba hipnotizada observándola mientras preparaba un poco de pasta para nosotras. Simplemente no puedo quitar mis ojos de ella, es como si todo en ella fuera atractivo para mí. Como un imán. Y lo es. He aprendido muchas cosas sobre Amelia, ya se bastante sus gustos, gestos y manías.

Una de las cosas que más me gusta, y creo que es adorable. Es cuando está leyendo, toda concentrada con las gafas en la punta de su nariz. Verla como los empuja, se frota sus ojos y vuelve a concentrarse su lectura. Es muy adorable cuando lee algo, después ve cualquier punto y parece reflexionar sobre lo que acaba de leer. A veces sonríe, o niega con la cabeza, murmura algo para sí misma y vuelve a leer.

Amelia leyendo es definitivamente una de las cosas más encantadoras que existen.

También me gusta la forma en la que juega con sus rizos de un lado a otro y luego mira hacia adelante. Con una mirada súper seria, como si tratara de intimidar a alguien. Una mirada que es capaz de llegar al alma de cualquiera.

Me gusta verla estirarse. Levanta los dos brazos, truena su cuello y suelta un pequeño gemido. Luego se acaricia la nuca, baja la cabeza y está así durante algunos segundos, bosteza dos, a veces tres veces. Después levanta la cabeza y respira profundo. A veces ella se frota los ojos.

No puedo explicar las razones por las cuales estoy tan encantada con esas cosas simples.

Pero de todas las cosas que me gusta que haga, una de las que me gusta más, incluso cuando me deja completamente avergonzada cuando lo hace, es cuando me mira, o trata de ocultar que me está mirando. Entonces ella parece perderse mientras me mira, después baja la cabeza y sonríe.

Con una sonrisa que dice: "Esa mujer de verdad es mía."

Esa definitivamente es una de mis cosas favoritas que me gusta que haga.

Cuando Amelia se estaba recuperando del aborto, Marina me dijo algo y creo que estaba en lo cierto. Recuerdo hasta hoy sus palabras.

"Todo lo que Amelia necesita es mirarte, incluso si no te llama. Ella sólo necesita verte, eres como su punto de paz, Luisita. Basta con verte allí, es todo lo que necesita para sentirse segura. Eres todo lo que necesita para saber que las cosas estarán bien."

¿Y saben qué? Es completamente y verdaderamente recíproco. Amelia es mi punto de paz, y cada vez se vuelve más necesaria en mi vida.

María dice que la admiración que Amelia tiene por mí, es algo que jamás conseguirá explicar. A veces siento como si ella quisiera protegerme de todo, si ella pudiera me colocaría en una burbuja aislada de todos. Sólo para protegerme del mundo exterior.

Eso no es sólo adorable, es mágico. El amor que siente por mí, es tan intenso que hasta yo misma lo siento.

No es un: "Necesito de ti para poder vivir", es más como: "Te necesito a mi lado para que pueda pasar por todo eso con la cabeza en alto."

Por estas y otras razones que dije, estoy tan enamorada de ella. Y eso sólo parece crecer más cada día que paso a su lado.

Ahora las dos estamos acostadas sobre el colchón, ya cenamos y estamos mirando el techo. Donde las estrellas brillan, creando la ilusión perfecta de un cielo estrellado. Nuestras piernas están entrelazadas, Amelia acaricia mi muslo suavemente.

Un pitido resuena alrededor, miro a un lado y solamente le doy clic a un botón, entonces todo se queda en silencio.

- Un minuto para media noche. ¿Quieres contar conmigo?

- Sí - susurro.

Amelia comienza a contar, la acompaño. Todo está oscuro, pero siento la intensidad de su mirada en mí. Comienzo a pensar en todo lo que pasó, y también lo que está por suceder. Espero que este nuevo año todo entre nosotras mejore, espero que las cosas encajen. Y a pesar de que no recuerdo todo, quiero recordar lo máximo posible.

- Cincuenta y nueve, sesenta.

El conteo acaba, todo parece haber sumido a nuestro alrededor. Siento a Amelia acercarse, luego sus labios tocan los míos. Nos besamos con calma, con cariño. Mis vellos del brazos se erizan con tanta intensidad en el beso, no por la voracidad, porque es delicado, pero por el amor que me está traspasando con ese beso.

- Deseo más años a tu lado, deseo continuar enamorándome de ti todos los días. Y que nuestras vidas, aunque no sea perfecta, porque no lo es, siga siendo buena. Sólo necesito de ti y de nuestro hijo para que todo se torna maravilloso con los dos. Y, Luna... Te quiero, mucho.

Mis ojos se llena de lágrimas, deseo poder mirar los de ella. Estoy segura de que Amelia está tan emocionada que yo. Ella es increíble, es imposible no enamorarte de ella.

Si una cosa hice bien en esta vida, definitivamente fue dejar que ella entrara a mi vida, permitirme enamorarme de ella... Y casarme con ella. Lo sé, fue uno de mis más grandes éxitos.

Deseo todo lo que ella también ha deseado... y espero poder realizar su sueño, porque realmente quiero un hijo de Amelia.

Voy a hacer lo imposible para lograrlo.

Continue Reading

You'll Also Like

14.3K 874 18
Nerea es nueva en la ciudad. Una señorita con flequillo le llamará mucho la atención.
3.8K 112 12
boruto: aver como que soy yo la salvacion y que amenaza se aproxima dijo boruto sin entender lo susedido. toneri: boruto dile a tu padre que esten pr...
343K 20K 56
Nuevo mensaje de: 338 224 0140 - Sé que estás con Marielle, ¿puedes decirle que no puedo contactarte? Tengo que estudiar... De Lauren: - Emh, no cono...
47.2K 5.7K 12
Para Kara no había nada más romántico que enviarle notas de amor anónimas a Lena.