Capítulo 27 - Better than a princess, more than a queen.

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- ¿Tienes hambre, hijo? - pregunto a Louis, que está sentando en el sofá, jugando videojuegos. Un juego de basquetbol, parece muy concentrado.

Lo observo y veo cuanto se parece a Amelia. A pesar de que él nacio de mí. Es casi aterrador lo mucho que se parecen ambos, incluso tiene la misma nariz que ella, y los ojos claros también. Es como si él fuera mezcla exacta de mí y Amelia, eso es por lo menos extraño considerando que no podemos tener un hijo juntas sin la ayuda de un hombre. Y preciso decir, que es una mierda.

Amelia y yo probablemente haríamos bebés hermosos.

- No, mami - me mira brevemente y sonríe, voy hacia él y me siento a su lado. Acaricio sus cabellos, sus ojos  parecen vidriosos por la televisión - Mamá te estaba buscando.

- ¿Dónde está?

Él no dice nada, simplemente apunta en dirección al pasillo. Ahora sé donde está. Beso su cabeza y me levanto para ir hacia ella. Llego delante de la puerta de su oficina y llamo dos veces, nadie responde.

- Amelia... ¡Oh joder! - exclamo cuando me encuentro con Amelia curvada sobre un escritorio, lleno de fotos.

Está con una blusa social, está vez de color rosa claro. Lleva unas bragas de color negro, su trasero se ve más grande. Puedo verlo porque su blusa está un poco por encima de la línea de su trasero. Y tengo que decir... Que culo, madre mía.

¡Joder! ¿Está caliente aquí o estoy loca?

- Oh, hola cariño - ella me mira por encima del hombro y sonrío. Trago en seco y cierro la puerta de su oficina - Estoy viendo nuestras fotos antiguas, tengo una idea de recrear nuestra primera cita.

- ¿Qué... Qué hicimos en nuestra primera cita? - pregunto acercándome a ella lentamente.

No quiero mirar su cuerpo, pero no puedo evitarlo, mis ojos se sienten atraídos por sus curvas. Por otra parte, su presencia me pone nerviosa.

Y cachonda. Y terriblemente cachonda.

- Fuimos a navegar en una barca de pedales a un lago cerca de mi casa, tuvimos un día de campo.

- ¿En serio? Debe haber sido muy bueno.

- Lo fue - desvió la atención de las fotos y sonríe para mí - Pero fue más divertido cuando comenzamos a besarnos y caímos al agua.

Algo en el fondo de mi mente refleja las imágenes, es como tener un pequeño cine dentro de mi cabeza. Mi propia mente recrea un escenario con lo que Amelia me acaba de contar.

Amelia toma mi rostro con sus manos, me pongo de rodillas sobre el banco y me inclino más hacia adelante. Tomo sus hombros cuando trato de subir a su regazo, nos desequilibramos. Sonrío a imaginarme la escena.

- Déjame adivinar. ¿Yo fui la culpable de la caída?

- En realidad, está vez fui yo - me sorprendo, recuerdo que yo siempre fui torpe en la adolescencia - Pero nos divertimos con la caída, era nuestra primera cita y estábamos muy contentas.

Sus ojos brillan cuando habla de eso. Sonrío por reflejo y siento algo dentro de mí crecer, como una pequeña vela de alegría. No existe mejor sensación que ver a Amelia relajada y sonriendo de nuevo, sus ojos alegres en lugar de tristes.

- ¿Vas a recrear nuestra primera cita?

- Más o menos - ella se aleja de la mesa y se rasca la cabeza - No tengo como navegar en un barco de pedales con este tiempo.

- Los lagos están congelados.

- Exactamente - se aleja de mí y va hacia un rincón de la oficina.

Aprovecho para mirar alrededor, es la primera vez que vengo aquí y tengo oportunidad de ver todo. Tiene una especie de cuarto con paredes de cristal, es casi como una caja dentro de su oficina. Es posible ver diversas fotos colgando allí. Debe ser donde ella las revela.

Stupid WifeDonde viven las historias. Descúbrelo ahora