Mi ambedo, tu litost (#PGP202...

By HeOrdinisEtChaos

4.6K 1.2K 1.3K

Blake Graham y Kerrick Mills, dos chicos que lo tienen todo, sin necesidad de envidiar a otros porque a ambos... More

Epígrafe
Prefacio
Capítulo 1: La agridulce ironía de la vida (Blake)
Capítulo 2: Un desastroso inicio lleno de expectativas (Kerrick)
Capítulo 3: Adulaciones y reconocimientos incapaces de consolar (Blake)
Capítulo 4: Pasos firmes para alcanzar grandes metas (Kerrick)
Capítulo 5: Caprichos ajenos sobre mi espalda que no pedí (Blake)
Capítulo 6: Avances constantes a pesar de las dificultades (Kerrick)
Capítulo 7: Discusiones constantes con un rostro amargado (Blake)
Capítulo 8: Tregua de un día para no terminar arrastrándonos (Kerrick)
Capítulo 10: Una derrota que significó grandes progresos (Kerrick)
Capítulo 11: El extenuante sentimiento de no recordar pero sentir (Blake)
Capítulo 12: Comportamientos extraños y Acercamientos inesperados (Kerrick)
Capítulo 13: La calma después de la tormenta siempre tiene repercusiones (Blake)
Capítulo 14: Iniciando una nueva etapa con pie derecho, o quizá ¿izquierdo? (K.)
Capítulo 15: El mar de mentiras que inunda tus ojos y amenaza con ahogarnos (B.)
Capítulo 16: Los días vuelan en tiempos de paz y las relaciones afloran (K.)
Capítulo 17: La paz que anticipa una caída inevitable. Parte 1 (Blake)
Capítulo 17: La paz que anticipa una caída inevitable. Parte 2 (Blake)
Capítulo 18: Una colisión de orgullos capaz de detener el tiempo. Parte 1 (K.)
Capítulo 18: Una colisión de orgullos capaz de detener el tiempo. Parte 2 (K.)

Capítulo 9: Una dulce victoria y una propuesta (Blake)

127 35 30
By HeOrdinisEtChaos

Blake

Si habláramos de las cosas que odio, puedo asegurar que la lista sería demasiado larga y, posiblemente, cada día le añadiría algo nuevo. Pero entre todos esos puntos que se han ganado mi desprecio, hay tres situaciones que, de manera indiscutible, se llevan el podio por fastidiarme la existencia. Entre los cuales están:

Que las personas no entiendan la magnífica expresión de cosa de una noche o sin sentimientos de por medio. Es decir, ¿por qué comienzas a culparme por algo que dejé muy claro desde un principio? No soy responsable de nada, es por completo tu culpa al dejarte llevar de los sentimientos, así que no esperes que te corresponda algo que nunca busqué.

Que mis padres me impongan y obliguen a hacer todo lo que les plazca sin siquiera importarles lo que pienso o quiero. Sí, es algo que odio demasiado, pero al haber vivido en esa misma rutina desde que tengo uso de razón, creo que una parte de mí ya se ha dado por vencida y solo se deja arrastrar por la corriente sin luchar.

Que cuando más deseas que el tiempo transcurra con rapidez o lentitud, sucede todo lo contrario como si el mundo estuviera aburrido y su única forma de divertirse es burlándose de nosotros. Entre más quieras que pase algo, muchas veces ocurre todo lo contrario.

Y justo ahora, estoy viviendo en carne propia el último punto de mi lista. Al menos para mí, se suponía que solo quedaban unos quince minutos para que la clase de historia acabara y darle fin a la jornada de hoy, sin embargo, parece que ya ha transcurrido más de una hora y la clase nunca termina, la campana no suena y lo único que escucho es al profesor hablar sin parar sobre el final de la Guerra Fría.

Que alguien me saque de aquí de inmediato, por favor.

Si no fuera por Jacob, quien está intentando llamar mi atención para que le cuente el porqué no entré a la primera hora después del descanso, yo de seguro ya hubiera caído dormido debido a la somnífera voz del maestro. Aunque pensándolo bien, el cansancio que siento también puede ser causa de no estar durmiendo las horas necesarias, no creo que cinco horas diarias sean lo adecuado; pero quizá la alimentación pueda ser el verdadero problema aquí, debería comer las tres comidas o, al menos, no solo inge...

—Oye... —siento cómo me toca el hombro, pero decido hacerme el desentendido— ¿Blake? —lo escucho murmurar de nuevo para que el profesor no lo reprenda—. ¿Serás cabrón? Deja de ignorarme.

No puedo evitar reír al escuchar su reclamo y, sobre todo, porque acaba de pincharme por las costillas, mi mayor debilidad. Pero no contemplé que el profesor podría haber escuchado la expresión que dijo mi amigo, y para nuestra mala suerte, así fue, nos regresó a ver enojado.

—¿Qué forma tan fea de expresarse es esa? —estaba a unos metros de nuestro grupo con la mirada fija en mi compañero de al lado—. No solo ignora lo que estoy explicando, también interrumpe la clase.

Intento mantener la seriedad que la situación amerita, mas me es imposible porque Jacob comienza a golpearme por debajo de la mesa como una forma de venganza y yo, como la persona madura que soy, le devuelvo los golpes. Seguimos con los ataques mientras que le siguen regañando a mi amigo, hasta que él termina saltando de su banca y quejándose.

Ups, parece que apunté mal.

—¿Cree que esto un chiste? —sí, el profesor luce cada vez más enojado.

—¡Pero me acaba de golpear! —se queja y me apunta con la única mano libre que tiene.

—No sé de qué está hablando, no hice nada —regreso a ver al profesor con una expresión aburrida pero seria.

—¡Joder! Me golpeaste las pelo...

El fuerte sonido de la campana retumba por todos lados anunciando el finalizar de la clase, así que de inmediato guardo mis cosas para salir rápidamente de allí, no quiero que el maestro termine regañándome también a mí.

Salgo del aula y me encamino hacia la oficina del coordinador, necesito llegar antes que los demás miembros de la lista (sobre todo antes que Kerrick) para recoger la plantilla faltante y completar de una vez todas las firmas. Cuando por fin lo haga, de forma oficial habré ganado el reto y tendrá que cumplir con cualquier cosa que diga; será mi as bajo la manga para asegurarme de dominar a aquel chico de expresión amargada. 

—¡Blake, no seas un cobarde! ¡No escapes! —los reclamos y gritos de Jacob se escuchan por todo el pasillo, las risas de Michael y las mías lo acompañan.

—¡Lo siento, pero tengo algo que hacer! —le respondo caminando hacia atrás para poder verlos—. ¡Hablamos mañana!

—¡Nos vemos mañana, pero ni creas que me olvidaré de esta agresión hacia mis partes nobles!

La vergüenza me invade de inmediato al escucharlo vociferar aquello como si nada, mucho más porque todos los estudiantes que van saliendo nos regresan a ver y ríen por el significado de sus palabras. Solo alzo la mano y me despido para ir en busca del ascensor, no puedo perder más tiempo aquí.

Tengo la suerte de llegar justo cuando se abre en nuestro piso, entro de inmediato junto a otras personas y esperamos por si vienen más estudiantes, pero un chico de cabello rubio que viene corriendo hacia acá captura toda mi atención. Mierda, mierda, mierda. Se supone que debo llegar antes a la oficina, no puedo permitir que entre.

Sé muy bien que lo siguiente que estoy a punto de hacer está muy mal, también soy consciente de que el karma me lo hará pagar, sin embargo, el que no arriesga no gana.

Kerrick se percata de mi presencia, no quita su mirada de la mía y corre mucho más rápido, seguro sospecha lo que haré. Echo un vistazo por última vez a todos los chicos que vienen corriendo para alcanzar el ascensor; lo siento tanto por ellos. Extiendo mi brazo y presiono el botón para cerrar las puertas, escucho gritos y unos cuantos insultos, mientras que los que están a mi lado solo ríen con un mal intento de disimularlo.

Unos segundos antes de que el elevador se termine de cerrar por completo, noto que el rubio está gesticulando algo dirigido hacia mí. ¿Cómo lo sé? Pues muy fácil, acaba de decir: Capullo. ¿A quién más puede ir dirigido tan bello calificativo? ¡Exacto! Solo a mí.

En fin, el que lo dice lo es.

Cuando ya llegamos al primer piso, el hall, salgo y con calma me dirijo al sector izquierdo, donde se encuentran todas las salas de profesores. Pero entonces sucede, a lo lejos se escucha una voz femenina que conozco regañando a alguien por correr tan rápido y no esperarla; ya está en el segundo piso, decidió usar las escaleras.

Vuelvo a retomar el paso con afán y me acerco a la puerta con la placa que dice "Coordinador del Bachillerato Avanzado", toco para avisar de mi llegada y entro sin esperar ninguna aprobación, no hay tiempo para perder. La oficina luce como siempre, a pesar de encontrarnos en una institución moderna, el lugar se centra más en un estilo rústico; los muebles de madera, la gran pared de ladrillos y los cuadros tan extraños que decoran los alrededores. El lugar transmite confort, lástima que quien pasa aquí no lo haga.

—Buenas tardes, licenciado —saludo y cierro la puerta tras mío.

—¡Blake, te estaba esperando! —se levanta emocionado sosteniendo unas hojas que logro reconocer—. Aquí está lo que me pediste, espero que con esto sea suficiente.

—Muchas gracias —recibo unas cuantas plantillas, lo que me sorprende porque solo le había pedido que me ayudara con una—, pero no necesitaré todas estas.

—¿Por qué? Así podrás reunir más rápido las firmas, recuerda que mañana es el último día para entregarlas.

—Lo sé, pero solo necesito una hoja, ya reunimos todas las demás —digo con un intento de sonrisa, y su única respuesta es la expresión de sorpresa al escucharme decir aquello.

—¿Es en serio? —solo afirmo con un movimiento y le devuelvo las demás hojas—. Eso es sorprendente, no esperaba menos de ti, siempre superas cualquier expectativa.

Detente.

—Vaya que esos chicos tuvieron tanta suerte en tenerte en sus filas, pero es una pena que te tocara estar con estudiantes tan... poco dedicados.

No sigas.

—Aunque si vemos el lado bueno, quizá a futuro podamos lograr que te cedan el puesto de presidente, estoy seguro de que podré convencerlos para que lo hagan; eres la mejor opción para representar al BA.

Cállate de una vez.

—A esos estudiantes no les importa nada, ¿no crees? Se supone que debían ser los primeros en llegar porque salen media hora antes que ustedes, pero fíjate, tú ya estás aquí y ellos siguen sin aparecer. En fin, tampoco podemos esperar mucho de esa clase de estudiantes.

¡Que cierres la jodida...!

Los fuertes golpes en la puerta captan nuestra atención, nos quedamos sin decir nada hasta que escuchamos hablar a quienes están afuera.

—Buenas tardes, con permiso —una larga cabellera rubia es lo primero que noto, Amy me ve con una gran sonrisa y agita su mano en forma de saludo.

Luego entra el otro chico (aparte de Kerrick) que siempre está viéndome como si no le cayera bien pero me soportara, no saluda a nadie; el siguiente es el tal Sam, quien parece haber tomado una cantidad muy cuestionable de tazas de café o cualquier otro producto de dudosa procedencia, pues luce demasiado sonriente e inquieto, además que se acerca a saludarme con tanta efusividad e incluso me da un abrazo.

Un chico bastante extraño.

Y por último, otra cabellera rubia cruza el umbral, pero en esta ocasión se trata de un chico que de seguro me está odiando o maldiciendo, o quizá ambas cosas por igual. Tengo en claro que esta vez me pude haber pasado un poquito, mas no puedo evitar mirarlo con una sonrisa burlesca por la situación en general.

Soy pésimo para demostrar que lo siento o disculparme, y es tanto así que en muchas ocasiones termina pareciendo que me da igual o solo busco burlarme; pero no es así... Bueno, casi nunca. En pocas palabras, si me siento mal por algo que haya hecho o dicho, termino demostrando que no me importa a pesar de que sí lo hace.

Sí, soy un completo desastre que nunca puede admitir en voz alta que lo arruinó.

—Buenas tardes —me sorprendo un poco al ver que se ha dirigido de inmediato hacia mí, tiene una sonrisa muy falsa y mantiene su mano extendida para saludarme—, ¿qué tal, Blake?

—Kerrick, buenas tardes —correspondo el saludo y también extiendo mi mano—. Yo estoy muy bien, ¿qué tal tú? Luces cansado, ¿acaso has venido corriendo?, ¿no sabes que hay ascensores?

—Me alegro de que estés bien —siento que cada vez su agarre se vuelve más fuerte, así que de igual manera aplico presión—. Y sí, nos tocó correr porque hay personas tan desagradables que no pueden esperar un momento por otras.

—Es una pena —hago todo el intento de no mostrar ninguna mueca debido al fuerte apretón, no pienso perder.

—Vaya que lo es.

—Chicos, ¿todo bien? —el coordinador nos ve sin entender qué sucede exactamente, luce confundido.

Aquella pregunta nos saca de nuestra burbuja y nos recuerda que estamos teniendo esta riña infantil frente a más personas y que todos nos están mirando como si hubiéramos perdido un tornillo, nos regresamos a ver una vez más antes de cortar el saludo y alejarnos como si nada de esto hubiera sucedido.

Exacto, nada de esto sucedió.

—En fin —el maestro suspira y vuelve a su asiento—, siéntense, por favor —espera a que ya estemos en nuestros puestos para comenzar a hablar—. Antes que nada, me gustaría felicitarlos por haber logrado tan grande hazaña, dudo que cualquier otro grupo pudiera conseguir las quinientas firmas en un día como ustedes lo hicieron. Ahora deben... —el sonido de su celular interrumpe la conversación, así que se disculpa y sale para poder contestar.

Mientras tanto, Amy festeja y abraza a ambos amigos con una gran sonrisa que los dos chicos le devuelven, los tres lucen demasiado contentos. Ella me toma por sorpresa cuando sostiene mi mano y también me agradece, y es entonces cuando me doy cuenta que también estaba sonriendo junto a ellos.

Mientras la rubia se dirige emocionada al chico cafeinado, me percato que el rubio a lado mío me está observando fijamente, pareciera que está pasando por un gran conflicto mental para decidir su siguiente acción. Pero al verse descubierto, baja por un efímero momento su mirada y se aclara la voz antes de hablar.

—Lo hiciste bien, felicidades —murmura tan bajito que es difícil de escuchar.

—¿Eso es lo único que piensas decir? —cuestiono y me acerco un poco—. Vamos, sabes muy bien que falta algo más —de manera disimulada y con un movimiento ligero golpeo su zapato con el mío—, solo suéltalo.

—No piensas olvidarlo, ¿verdad? —me mira unos segundos y vuelve a bajar su mirada hacia nuestros pies—. Pero si es tan necesario para ti que podrías morir si no lo digo —me devuelve un golpe suave—, entonces no lo haré —sonríe e intenta disimular su risa.

—Esto significa que el gran Kerrick no es capaz de aceptar una derrota —choco levemente mi dedo en su hombro—, entiendo, no podría obligarte a hacer algo de lo que no eres...

—Bien, tenías razón —en esta ocasión no aleja su mirada—, lo lograste y me ganaste, perdí la apuesta. ¿Contento?

—Ahora sí —le sonrío—, aunque te olvidaste de mencionar un pequeñísimo detalle pero muy importante a la vez —su actitud desafiante de hace tan solo unos segundos decae y de nuevo decide que el piso es más interesante.

—¿Qué necesidad hay de decir algo que ya se sabe? —toma la iniciativa y ahora él es quien toca su zapato con el mío—. Ninguna, ambos sabemos el resultado de que haya perdido, eso es más que suficiente —no puedo evitar soltar una risa cuando lo veo suspirar.

—Bien, ya no molestaré con eso.

—¿En serio? —luce sorprendido por lo que dije, pero es una pena que haya entendido mal mi mensaje.

—Por supuesto, los dos sabemos que tienes un reto por cumplir —su expresión cambia de inmediato, arruga su frente con molestia.

—Eres un completo capullo.

Mi risa comienza a hacer eco por toda la sala, me causó mucha gracia la forma en la que lo dijo, pareciera que en serio pensó que se salvaría. Los demás chicos dejan de conversar y nos regresan a ver con curiosidad por saber qué sucedió, aunque de ellos, Amy es quien luce más feliz al ver (y seguro creer) que su amigo y yo estamos "divirtiéndonos" y teniendo una buena charla.

—¿Qué es tan chistoso? —pregunta la rubia con una gran sonrisa a su amigo, pero él solo la ignora, así que ella regresa a verme —. Blake, ¿qué pasó?

—Nada, solo que Kerrick me acaba de decir que nunca esperó encontrarse con alguien tan genial como yo y quiere ser mi mejor amigo —antes de que él hable le sonrío.

—Eso es genial, sabía que se llevarían bien y...

—¡Nunca dije eso! —se queja como un niño que ya no tiene idea de qué decir—. Nunca saldrán esas palabras de mi boca —me apunta desafiante—, así que sigue delirando.

—¿Y si te reto a hacerlo? —su boca se abre con indignación al escuchar mi cuestionamiento, luce ofendido.

Momento perfecto para decir: touché.

—Sí que eres un cabro...

La puerta se abre de una e interrumpe nuestra pequeña discusión, el coordinador entra y se vuelve a disculpar con nosotros.

—Muy bien, chicos; como ya pasaron esta fase, es momento de continuar con la siguiente, que creo es mucho más difícil. Supongo que conocen lo que sigue, ¿no es así?

—Construir nuestra campaña y decidir cuáles serán nuestras propuestas —dice el rubio a mi lado.

—Exactamente —el coordinador le otorga la razón.

Lo único que espero es poder sobrevivir a esta nueva etapa.

La platica se prolongó por casi una hora completa porque los demás estaban tan alegres que comenzaron a soltar ideas para la campaña, animando así a que cada uno también diera sus propuestas y las defendiera cuando a otro no le gustaba. En resumidas cuentas, acabo de perder sesenta minutos muy importantes de mi vida por estarlos escuchando; estoy muy agotado, quiero dormir un poco.

Sí, el clima está perfecto para acostarme y no despertar hasta mañana o hasta la siguiente semana, no lo sé, ambas opciones me gustan. Y el frío de otoño es cada vez mayor, momento perfecto para estar en casa con una taza de chocolate caliente y bien abrigado con las sábanas, quizá viendo una película y...

¡Joder! Mis dedos pican, con este frío no me vendría nada mal un cigarro, pero lástima que no puedo fumar en casa porque mis padres me matarían. Sin embargo, me queda una opción: ir a las canchas, allí puedo hacer todo lo que quiera sin miedo a que mi familia se entere, aunque el único problema sería Ethan; no lo quiero ver.

¿Por qué me pasa esto? Le dejé muy en claro la naturaleza de nuestro contacto desde un principio, nunca hice algo para que pensara de otra forma o creyera que buscaba una relación formal con él. Ahora me toca aclarar la situación otra vez.

¿Debería ir hoy? Si lo hago, podría aprovechar para quedarme a ver los partidos y beber algo, luego regresaría a casa y me tiraría a dormir antes de que mis padres lleguen o quieran molestarme con sus preguntas acerca de la lista.

Sí, sí, sí. Esa es una buena opción, realmente quiero fumar algo para relajarme.

Solo debo llamar al chófer para saber si está disponible y puede venir a por mí, así no pierdo tanto tiempo en llegar a...

—Hey, tú —regreso a ver con duda al chico que me acaba de llamar, y él al notar que captó mi atención habla de nuevo—, estábamos pensando en ir a comer para celebrar que conseguimos entrar de forma oficial, ¿quieres unírtenos?

Se nota a kilómetros que lo está haciendo por mera obligación, sus brazos cruzados y su entrecejo medianamente arrugado le dan una apariencia curiosa que me hace sonreírle con mofa.

—Apenas nos hemos separado hace tan solo unos minutos, ¿acaso ya me extrañas? —me acerco lo suficiente para pasar mi brazo por sus hombros como si fuéramos dos grandes amigos—. Sé que soy irresistible, pero a veces también necesito mi espacio.

—¿Te caíste de la cuna de pequeño, o por qué dices puras sandeces? —cuestiona molesto, mas no se aleja ni me aparta, supongo que aceptó mi desafío no declarado—. En serio que no sé por qué sigo preguntándote o diciéndote algo si es obvio que saldrás soltando alguna tontería —bufa cansado y espera por mi respuesta, pero como no digo nada, vuelve a hablar—. ¿Piensas venir o no?

Me mantengo callado y solo lo miro, quiero saber cuánto aguantará antes de mandarme a tomar por...

—¡¿No piensas responder?! —en esta ocasión sí se aleja con notable impaciencia.

—¿Quién te entiende? Hace unos segundos dijiste que siempre termino diciendo tonterías, y ahora que intento no decirlas para complacerte, me tratas mal —chasqueo la lengua y niego para dejarle saber mi "molestia", a lo que él luce confundido y sin entender el porqué de mi supuesto enojo—. Vaya, qué maneras son esas de tratar al amor de tu vida.

—¡Me rindo! No pienso seguir escuchándote —comienza a alejarse a pasos rápidos hacia el grupo de chicos que lo esperan.

¿Debería aceptar e ir junto a ellos? No estoy muy seguro, se supone que ya tengo planeado cómo pasaría mi tarde, pero tampoco está mal salir con otras personas de vez en cuando. Aunque no somos amigos, a penas y podría decirse que somos conocidos; a pesar de ello, debo admitir que es divertido ponerme a discutir con el rubio y, mucho más, cuando se enoja.

Bah, no pierdo nada.

Inclusive puedo aprovechar esta salida para convivir y conocerlos mejor, pues a fin de cuentas los debo soportar hasta que se acaba esta tontería de elecciones. Sí, solo unas cuantas semanas más, luego de que perdamos ya no habrá motivo para seguir viéndolos.

—¡Hey, rubio! —grito queriendo llamar su atención, cuando se detiene y da la vuelta para verme, apresuro el paso y me acerco—. No puedo creer que te hayas enojado por una pequeña broma, pensaba que eras más divertido.

—Antes que nada, mi nombre es Kerrick, no rubio —imita de forma chistosa el apodo que usé para llamarlo—. Por otro lado, ¿sabes lo que es el espacio personal? Porque a mí me gusta mucho el mío, pero parece que a ti te da igual —aleja mi brazo que rodeaba sus hombros, y se pone frente a mí—. Y por último, ¿ahora qué es lo que quieres?

—Me disculpo —alzo mis manos en forma de rendición—, solo intentaba mejorar nuestra relación porque todavía deberemos soportarnos por más tiempo —le doy una sonrisa que espero crea.

—Como sea —al parecer lo hizo porque relaja su expresión y suspira—, ¿algo más que quieras agregar?

—Ajá, que lo pensé y decidí unirme a su celebración.

—Serás... —reprime lo que parecía ser un insulto y me da un rápido golpecito con su dedo en mi pecho— No puedo creer que me hayas hecho perder tanto tiempo si al final ibas a decir que sí.

—Hey, ya sabes lo que dicen: lo mejor se hace esperar.

—No pienso seguir con esto, apurémonos que los chicos ya deben estar cansados de esperar.

Ojalá la salida sea divertida y haya valido mi cambio de planes. Me burlaría de mí mismo si al final termina siendo de esas reuniones aburridas, incómodas y en donde todos buscan la mínima excusa para irse.

—Oye, pelinegro.

No estoy seguro de cuál fue mi cara al escucharlo llamarme de esa forma, pero supongo que divertida porque está riendo.

—Hace tan solo unos segundos te molestaste por haberte llamado por un apodo, y ahora resulta que tú haces lo mismo.

—Tú lo dijiste, ¿no? Es para mejorar nuestra relación —y vuelve a reír unos segundos antes de detener nuestra caminata—. De hecho, te quería proponer algo.

—Sabes que cuando dije que era el amor de tu vida solo fue una broma, ¿verdad? Lo siento mucho, pero no estoy para ninguna relación justo ahora.

—Eres tonto —mientras sostiene su sien como un intento de darse paciencia, ahora soy yo quien ríe—. Me refiero a una propuesta de tregua para dejar de discutir, sobre todo porque puede afectar a la lista y nuestras posibilidades de ganar, algo que todos buscamos.

¿Qué pasaría si supiera que a mí me da absolutamente igual estas elecciones? Por lo poquísimo que lo conozco, diría que seguro hace un escándalo innecesario.

Un dolor de cabeza que prefiero evitar por el momento.

—Así que propones una tregua —él solo asiente y espera expectante por mi respuesta—. Pues supongo que no es una mala idea, no perdemos nada intentándolo, ¿cierto?

—Cierto.

—Entonces tenemos una tregua, rubio —extiendo mi brazo hacia él, a lo que de inmediato hace lo mismo con una sonrisa.

—Sí, tenemos una tregua, pelinegro —termina estrechando mi mano para sellar el trato.

Me causa curiosidad saber cuánto durará este intento.

Continue Reading

You'll Also Like

21.8K 3.2K 36
Mr. Encantador es uno de los autores más populares de Wattpad. Escritor de novela juvenil romántica, tiene casi un millón de seguidores en la platafo...
800K 48.8K 90
Llene de aire mis pulmones, tratando de tomar el valor que aun me faltaba-tienes que hacerlo, es por salud, por tu propio bien- me repetía - tu puede...
108K 6K 162
Valentina una chica con una vida normal hasta que el divorcio de sus padres cambiaría su vida por completo volvería los próximos años en los peores d...
70K 6K 27
Becky llega a la Universidad con su novia friend Y le toca sentarse con freen Qué es una chica interosexual Y tiene fama De usar a las chicas pero po...