❞𝑨𝑴𝑶𝑹 𝑷𝑶𝑹 𝑪𝑶𝑵𝑻𝑹𝑨...

Door Ginny_Malfoy_Potter1

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GINNY SE ENCUENTRA VIVIENDO UNA DE LAS COSAS QUE MAS LE GUSTAN DE ESTA VIDA; SU RELACIÓN CON DRACO HASTA QUE... Meer

CAPÍTULO 1
CAPÍTULO 2
CAPÍTULO 3
CAPÍTULO 4
CAPÍTULO 5
CAPÍTULO 7
CAPÍTULO 8
CAPÍTULO 9
CAPÍTULO 10
CAPÍTULO 11
CAPÍTULO 12
CAPÍTULO 13
CAPÍTULO 14
CAPÍTULO 15
CAPÍTULO 16
CAPÍTULO 17
CAPÍTULO 18
CAPÍTULO 19
CAPÍTULO 20
CAPÍTULO 21
CAPÍTULO 22
CAPÍTULO 23
CAPÍTULO 25
CAPÍTULO 26
CAPÍTULO 27
CAPÍTULO 28
CAPÍTULO 29
CAPÍTULO 30
CAPÍTULO 31
CAPÍTULO 32
CAPÍTULO 33
CAPÍTULO 34
EPÍLOGO

CAPÍTULO 6

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Door Ginny_Malfoy_Potter1


Ginny caminaba de un lado al otro de su habitación… hacía rato que Ron habia ido a entrevistarse con Harry Potter y todavía no llegaba. Trataba de pensar cómo reaccionaria si Harry aceptaba y les otorgaba el préstamo… ¿Cómo reaccionar ante eso? De seguro no podía dar marcha atrás a lo que pensaba… y si Harry aceptaba, se convenció que sería sólo por el gran cargo de conciencia que tendría… "Después de todo, mis padres están en esta situación por su culpa" "¡Draco! Por que no estás cuando te necesito… Si solo tuviera una señal de que tu estás aquí, conmigo…" Se sentó en la cama. Estaba agotada de tanto pensar… No tenía idea por que sus hermanos seguían con la tesitura de acercarse a Harry… estaban tan bien sin él. Cualquier problema que tuvieran, vamos a ver al "gran Harry Potter". "¡son unos idiotas!" "¡Ginny a Harry le debemos la vida!" dijo en voz alta imitando a sus hermanos. "Si… y también le debemos la muerte de Percy y la vida de nuestros padres… ¿Eso nivela la balanza o no?". Pensó con terquedad. Se levantó al escuchar ruidos en el patio. Sus hermanos llegar y entrar a la casa. Eso le pareció raro… que todos sus hermanos estuvieran juntos a esa hora, era señal de que algo había pasado… y recordó la misión de Ron ese día. Rápidamente, se dirigió a la puerta y salió dispuesta a encararlos. Cuando bajaba por las escaleras oyó algo que la hizo detenerse… y quedarse sentada en uno de los escalones, dispuesta a escuchar la conversación, sin ser vista.

- ¿Dónde esta Ginny? – Dijo Ron, que había llegado vía polvos Flú y se quitaba el hollín de la ropa.

- Está en su habitación… - dijo Hermione – ¿Quieres que la llame?

- No… - la miró – será mejor que ella no esté presente.

- ¿Qué sucedió Ron? – dijo Bill – ¿Lo viste¿Pudiste hablar con él? – Su hermano asintió – No te hagas el misterioso… anda, de una vez, cuenta.

- Bueno… les juro que si no supiera que es mi amigo… no lo conocería – se sentó pesadamente en un sillón y se tomó la cara – Es… no es el Harry que venía aquí…

- ¿Qué quieres decir?- preguntó Hermione sentándose en el suelo y apoyándose en la piernas de su novio. – ¿Acaso no quiso verte?

- No tuvo opción… - todos lo miraron – ya estaba ahí, cuando él llegó… Les juro que su mirada… Me hizo recordar a Snape. – Hermione lo miró incrédula.

- ¿Snape? – dijeron los gemelos.

- Si… era frío… sonreía sarcásticamente y se burlaba de… -bajó la mirada. Ginny sintió una llamarada de furia y odio hacia Harry. – Me hizo pasar, y puso énfasis en decirme que sólo me daba diez minutos de su preciado tiempo para que hablara…

- ¿En verdad?

- Si… parecía sin vida… sus ojos… De verdad Hermione, estar con él me daba escalofríos.

- Pobre Harry… de seguro sufrió mucho nuestra ausencia, para llegar a ser así – dijo Hermione con lágrimas en los ojos.

- No, Hermione… disfruta humillándote… - dijo Ron, alicaído.

- ¿Te humilló? – preguntó Charlie, tratando de imaginarse al Harry de la infancia, en esa nueva faceta que su hermano les describía.

- Me dijo… "a diferencia de otros, yo si tengo cosas que hacer…"

- Eso no me sonó a humillación… – dijeron los gemelos…

- Pero créeme, si tu hubieras visto la cara de asco que me hizo… pensarías que fue humillante – dijo cabizbajo.

- Pero le hablaste de…

- Le dije que estábamos arrepentidos… - Ginny sintió rabia pero esta vez enfocada a sus hermanos. – Que sólo lo abandonamos porque Ginny se alejaría de nosotros, si no lo hacíamos…

- Eso es verdad – dijo Bill – ¿Pero él, lo entendió?

- ¡Claro que no! – suspiró – está dolido… herido… y su terquedad lo ciega… Le dije de la posibilidad de nuestros padres y de la urgencia de conseguir ese dinero…

- ¿Y?

- Y… pues él creyó que yo estaba ahí por su dinero.

- Pero también es verdad…- dijo Hermione.

- Si, lo sé… entonces, me dijo que lo sentía por papá y mamá pero que no nos iba a dar un centavo – todos bajaron la mirada – Y muy elegantemente me corrió de su oficina.

- Bueno… al menos lo intentamos ¿no? – dijo suspirando Fred – Tendremos que pensar en otra opción…

- En realidad… - dijo Ron y todos lo miraron expectantes – Harry me dió otra opción…

- Cuenta por Merlín Ronald¡deja ya las intrigas! – farfulló Hermione.

- Quiere que Ginny vaya y le pida el dinero – dijo rápidamente.

- ¿Qué? – dijeron todos. La pelirroja dio un respingo y se tensó de golpe.

- Cuando hablábamos, Harry… puso especial énfasis en el trato que Ginny le dió al momento del ataque de nuestros padres… La odia… y al parecer… quiere que ella le pida el dinero. Cómo fueron sus palabras… – se tomó la cabeza como si tratara de recordar.- Ah… ya recuerdo "¿Te interesa mi oferta? Al menos no te vas con las manos vacías… Tienes una oportunidad. Bueno… tu hermana la tiene… sólo quiero ver… Qué tiene que decirme ahora…"

- ¿Eso te dijo? – le preguntó Hermione sorprendida. Ginny se sentó nuevamente de la impresión. "Maldito desgraciado…eres una basura, Potter".

- ¡No! Y agregó más… Por eso agradezco que ella no esté ahora. Si escuchara esto… iría y lo mataría. Recuerden que Ginny culpó a Harry del ataque a nuestros padres y a Percy… no sé por qué razón lo hizo, pero bueno ella le dijo miles de cosas feas… y lo obligaron a marcharse...

- Sabemos la historia Ron… – dijo George – ¡sólo cuéntanos qué mas dijo! – se sentó exasperado cerca de la chimenea.

- Bueno textualmente dijo "Dile que el destino de sus padres está en sus manos… que si ella no viene… será la culpable de que Molly y Arthur estén como vegetales de por vida…" – La pelirroja se tapó los oídos y no quiso oír mas. Esa frase había caído en su mente como un hachazo y le había destrozado el cerebro. Se levantó rápidamente y se metió en su cuarto.- Por eso no quería que Ginny estuviera aquí y se enterara de las cosas… - siguió Ron - Es mejor dejarlo como está. Ella nunca irá, y no quiero exponerla a la furia de Harry.

- ¿Tan cambiado está?

- Si no supiera que él lo odiaba a muerte… no estaría tan loco de pensar que es una reencarnación de Voldemort… Si hubieras visto sus ojos Hermy… te congelaban los huesos… no tiene sentimientos... esta vacío por dentro.

- No lo creo… sólo está dolido… Si Ginny fuera…

- ¿Crees que odiándolo como lo odia irá¿Y Crees por alguna razón que Harry la tratará como antes? – rió amargamente Ron. Su novia no contesto. Ella sabía perfectamente de los sentimientos que Harry tenía por su cuñada. Como no saberlo, si ella era casi su hermana, su confidente. Y también fue la misma Hermione la que lo consoló cuando Ginny comenzó a salir con Malfoy. Pero existía la posibilidad que ese Harry no existiera… - Hermione… no le digas a Ginny.

- Descuida Ron… Ahora… será mejor que se preparen… vamos a almorzar… - y arrastrando los pies, entraron a la cocina.

Cuatro días se pasó pensando en lo que debía hacer… Un cúmulo de emociones se arremolinaba dentro de su estómago haciéndola sentir enferma, cada vez que llegaba a la única conclusión… debía ir. Si tener a sus padres implicaba humillarse ante ese desgraciado, valía la pena el sacrificio. Pero cada día, después que escuchara a hurtadillas la conversación de sus hermanos, que se decidía a ir, las dudas la hacían cambiar de opinión y quedarse… Qué podía decirle… Y qué querría decirle él.

Esa mañana se levantó como siempre para ir al trabajo. Pero no iría a trabajar. Tenía en la mente que de ese día no pasaría… ese día tendría que verlo y soportar estoicamente la ráfaga de dagas que Harry le mandara. El quería verla para vengarse… y ella se tenía que doblegar. Todo por sus padres… "Solo será un minuto Ginevra, y valdrá la pena salir con cicatrices, si él te golpeara, con tal de tener a mis padres". Se vistió distinta, no supo por qué. La falda de gamuza marrón oscuro, era mas corta que lo usual, llegaba a las rodillas. Las botas negras, de tacón alto, estilizaban sus piernas y la blusa negra, resaltaba lo blanco de su piel. No se maquilló exageradamente. Apenas un brillo labial y una base para tapar las pecas. Si se esmeró en delinear los ojos… Ella creía que era su mejor arma de seducción… dejó de delinearse los ojos y se miró al espejo, pensando "¿por qué tengo que pensar en mis armas de seducción? No voy a ver a Draco…" Vió el producto final y le pareció que estaba bien… sólo agregó unas gotas de perfume detrás de sus orejas. Se puso su chaqueta que combinaba con la pollera, tomó su bolso y salió de su cuarto.

- Te has levantado temprano hoy – la encaró Hermione, al bajar las escaleras y dirigirse a la cocina.

- Si… eh… tengo trabajo pendiente… – tomó la cafetera y se sirvió una taza de humeante café…

- ¿No desayunas aquí?

- No… ya te lo dije… estoy atrasada en un asunto de… bueno… algo confidencial.

- ¿Qué puede ser confidencial en tu Departamento?

- El hecho que no trabaje en el Departamento de Misterios como tu – la miró con rabia – no te da derecho a menospreciar mi trabajo. – se levantó dejando la taza a medio terminar.

- Ginny, lo siento sólo que…

- No tienes por qué explicarme nada… – suspiró – Sé lo que piensan todos de mi trabajo… ¿y sabes qué? No me importa.

- Ya te pedí disculpas… te ves bonita hoy…

- ¿No me veo bonita siempre? – dijo con picardía para salir de ese momento tenso.

- ¡Claro! – rió Hermione – ¡Sólo que hoy, especialmente, te ves más bonita! – La miró – ¿tienes cita con Draco?

- A ese no lo nombres…

- ¿Otro en tu lista negra?

- No sé de qué hablas… Draco se fue a trabajar no sé dónde y no sé cuando regresará… - bufó – ¿y sabes? Ni siquiera me ha escrito una carta… ¡mucho menos hablarme por teléfono!

- No tenemos teléfono aquí, linda… – rieron.

- Al fin… ni una lechuza.

- ¿Entonces a quién tienes que seducir?

- ¡A nadie! – dijo y pensó "como si quisiera seducirlo… ¡matarlo es lo que querría!" – me voy, haces que llegue tarde.

- Buena suerte entonces…

- Gracias… la necesitaré... – suspiró, y se metió en la chimenea… pero lo que mas le extrañó a Hermione fue que su cuñada no dijo "ministerio de magia" al echar los polvos Flu, sino que muy claramente ella escuchó "El caldero Chorreante". Y Cuando le iba a preguntar por qué iba a ese lugar, una llamarada verde y humo le taparon la boca, dejándola ahogada y sola en la casa. Ginny había desaparecido.

Harry estaba demasiado ocupado esa mañana. El proyecto para el nuevo resort en El Caribe, estaba apunto de comenzar. Había acertado asociarse para ese emprendimiento con el señor Sam Bradsford, conocido mago hijo de muggles, que había tenido como Harry, el acierto de hacer negocios en los dos mundos. El hombre tenía el dinero y los contactos, y si algo había aprendido Harry en esos años, era a aprovechar todas las oportunidades que se le presentaban. Bradsford tenía una hija, que no era fea, según Harry, pero que no le interesaba en absoluto, y a pesar de los continuas insinuaciones del viejo porque saliera con ella, Harry no lo haría nunca… casarse, menos… no había nadie que casara a Harry Potter…

El proyecto era faraónico… se llevaría a cabo en una isla en el Caribe, que habían comprado. Allí se emplazaría las más impresionantes cabañas para vacacionar, destinadas no sólo para muggles sino también para magos; equipadas con elementos de ultima generación, las cabañas para muggles; y con elfos domésticos las destinadas a los magos. Tenía todas sus energías puestas en ese negocio… no debía dejar nada librado al azar… El empleado de Bradsford, ya había hecho el primer relevamiento del terreno. Harry tenía el informe en sus manos, firmado por… Draco Malfoy. Sonrió malignamente. "De todos los lugares en los que podías trabajar, tenía que ser con Bradsford…. Infeliz". Dejó el informe. Miró hacia la ventana… y prendió un cigarrillo. Recordó la vez que le mandó a ese hurón, el sectusempra… Ginny no se lo perdonaría nunca…. "le arruinaste la cara, Potter!" Sus palabras retumbaron en su cerebro. Ella las había dicho en la sala común de Gryffindor, después del ataque... "¡Y qué si le arruine la cara! El me arruinó la vida". Y era verdad… le había quitado lo que mas amaba… lo que se dió cuenta que tenía tan cerca… cuando la vio alejarse del brazo de ese idiota. Sacudió sus pensamientos al escuchar los golpes en la puerta, e instantes después, su secretaria se asomaba tímidamente por la puerta.

- ¿Ya llegó Lupin? – le preguntó antes de saber para qué lo molestaba. Harry caminó hacia el escritorio y se dispuso a leer nuevamente el informe.

- No señor… llamó para decir que se tardará con el asunto que usted le encomendó – él sonrió. Remus estaba a punto de concretar la compra de una parte de "Sortilegios Weasley".

- Bien… - Bajó la vista y siguió leyendo, pero su secretaria no se movió. La vió de reojo y lanzó un suspiro de exasperación – ¿Quería decirme algo más, señora Rowling? – preguntó sin dejar de leer los informes.

- Disculpe usted...- ella se acercó –afuera… hay alguien que lo busca.

- ¿Tiene cita?- ella negó – ya sabes lo que tienes que hacer… no veo a nadie sin cita. – Tomó el bolígrafo para hacer algunas anotaciones – ¿Qué pasa ahora? – preguntó al ver que la mujer no se iba – Creo haberte dicho algo¿no?

- Verá señor… es que ella dice que usted la está esperando. Y en verdad, es parecida a… digo… su pelo… es igual de rojo que el otro joven que vino hace unos días a…

- ¿Qué? – dijo enderezándose de golpe en su asiento y mirando a su secretaria con interés – ¿Qué estás diciendo?

- Que la señorita que lo busca es…

- ¿Pelirroja… pequeña, delgada, de ojos castaños y pecas en la nariz?

- Si… y creo que dijo llamarse… Wealey… no…

- Weasley – dijo y sus ojos brillaron… un instante después se ensombrecieron. – Dile que espere… dile que… tengo citas muy importantes…

- Señor… no hay nadie afuera esperando por usted…

- Entonces dile que tengo teleconferencias… que estoy en reuniones vía Internet… con muchos empresarios y que cuando pueda la atenderé.

- Pero señor…

- ¡HAZ LO QUE TE DIGO! – gritó nervioso – no quiero verla ahora…

- Está bien. – se fue, dejando a Harry hecho una madeja de nervios. "Ella vino… bien, la tienes donde quieres… Qué le pedirás… una noche de sexo… si, echarle un polvo e insultarla mientras lo hago… eso sería… El polvo más caro de la historia…" rió. "Merlín… ¿seguirá tan hermosa como antes? Tendrá algún anillo de compromiso… no, Ron me dijo que no lo harían pronto… algo a mi favor." Se levantó de su sillón y comenzó a caminar… caminar siempre fue bueno para él… las ideas fluían mas rápidamente… pero en ese preciso momento las ideas no tenían ganas de surgir… pataleó como un niño… iba hacia la puerta y luego se frenaba, tratando de hacer lo que tenía que hacer… y sonrió malignamente… ya sabía que iba a proponerle… "quizás exija a cambio de dinero, mas de una noche de sexo… Y no tendrá mas opción que aceptar".

Tres horas estuvo sentada en la sala de espera… miraba el gran reloj que colgaba de la pared insistentemente. El no daba señales de atenderla. Ya varias veces había molestado a la secretaria, para preguntarle cuando iba a poder verlo. La mujer sólo se limitaba a decir que Harry estaba muy ocupado y que esperara. Se había leído todas las revistas que había en una mesita… Tomó al menos tres cafés. Ya estaba cansada de estar sentada y para peor tenía hambre. Miró el reloj otra vez… ya era mediodía… cuatro horas esperando, y él ni señales. "Sólo media hora más y luego te vas" Era la tercera vez que lo decía… pero se negaba a cumplirlo. Tenía que hablar con él, y quitarse ese problema lo más rápido posible.

- Ginny? – alguien la había conocido – ¿Ginny Weasley? – ella miró a quien le hablaba y sonrió realmente sorprendida.

- ¡Profesor Lupin! – dijo, y de un salto se acercó y abrazó a su antiguo profesor.

- ¡Te veo y no lo creo! – rió Remus – ¡Estás hermosa!

- No exagere profesor… – dijo ruborizándose – ¿Cómo está usted?

- Vamos Ginny, hace años que deje de ser profesor… llámame Remus, y estoy bien, gracias.

- Me alegro…

- ¿Ya te casaste?

- En estos tiempos… que una mujer como yo logre casarse…- rió.

- Vamos… apuesto a que tienes una larga lista…

- Sólo tengo a Draco… mi novio.

- ¿Todavía? – rieron – ¿Qué haces aquí?

- Vine a hablar de un asunto con Harry… - bajó la mirada – Pero veo que está demasiado ocupado, porque hace cuatro horas que espero y nada…

- ¿Cuatro horas? – dijo arqueando una ceja, luego miró a la secretaria que se encogió de hombros y siguió trabajando – Déjame ver qué hago por ti.

- Gracias… pero yo, creo que ya me voy...

- ¡No! – dijo Remus, deteniéndola – déjame hablar con Harry… y de seguro terminará de hacer lo que esta haciendo.

- Bueno… creo que unos minutos más de espera no me matarán – sonrió. El viejo merodeador se alejó y desapareció tras la puerta del despacho.

- ¿Se puede saber qué diablos estás haciendo? – preguntó a Harry que estaba con la mirada perdida en algún punto fuera de la ventana. El giró lentamente mirando a su antiguo profesor.

- No sé de qué me hablas…

- ¡Cuatro horas! La tienes esperando cuatro horas… ¿qué esperas¿que le crezcan raíces?

- Ella… ¿todavía esta ahí? – preguntó y se puso rojo – Pensé que se había marchado.

- ¡Pues no!

- Está desesperada por el dinero… - dijo, haciendo una mueca de asco.

- De qué hablas… - y recordó – Ah… ¿Por lo del dinero para Molly y Arthur? – él asintió – bueno… la chica es perseverante… ¿la atenderás?

- No se moverá de ahí… es tan terca o peor que Ron…

- ¡Pero más bonita! de hecho… – lo miró, quería ver su reacción a sus palabras - me sorprendió lo hermosa que está – Harry lo miró esperando que siguiera – Tendrías que verla… la madurez le ha sentado de maravilla, un cuerpo de mujer y la misma cara de niña traviesa…- Harry tragó saliva.

- ¿Está… bonita?

- Siempre lo fue… ¿o no?

- De todas maneras…

- Y qué piernas…

- Remus…

- ¿La atenderás?

- ¿A qué viniste?

- No cambias… la harás sufrir antes, durante y después de su plática¿verdad?- él sonrió con frialdad.

- No sería yo, si no lo hago – se sentó en su sillón y dió la vuelta quedando de espaldas a su amigo – bien… déjala pasar.- Remus se fue hacia la puerta y desapareció. Harry respiró profundamente – A partir de este momento comienza tu calvario Ginevra Weasley

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