El menor entre ambos finalizó por acorralar a su adverso contra el mesón quedando a unos tres centímetros de los labios adversos; sintiendo la respiración del pelinegro intensificarse cuando las grandes manos del más alto se posaron sobre sus caderas.
— Espera yo.
No logro terminar la frase y Yunho ya se encontraba sobre los labios de su mayor, su diestra rodeando sus caderas.
Seonghwa no correspondió al beso.
Demoro varios segundos en darse cuenta de lo sucedido, nunca se había imaginado en aquel escenario junto a otro chico, era extraño y nuevo para el.
Yunho lo agarro del cuello mirándolo directamente a los ojos enterrando su mirada contra los opuestos.
— Bésame.
Un escalofrío paso alrededor de la espalda de Seonghwa comenzando a corresponder del beso; rodeando los anchos hombros de su chico, cerrando los ojos dejándose llevar por los suaves cerezos de su contrario, el menor entre ambos lo agarró con fuerza de las caderas, casi intentando demostrar que la desesperación de aquel beso era notoria, Yunho necesitaba a Seonghwa.
— Ten cuidado.
Hablo el mayor cuando sintió las manos de su chico sobre sus muslos sentandolo sobre la mesa del balcón; siguiendo con el beso los minutos pasaban y sus respiraciones lograban agitarse de forma descontrolada, el chico de mechones rojizos quiso dejar la típica jugada de solo mover sus labios a lo que se dedicó a jalar del cabello de su contrario haciendo que eleve la mirada y que ambos quedaran cara a cara logrando que un hilo de saliva uniera sus bocas.
Seonghwa jadeo.
— ¿No que tan machito homofobico?
Yunho soltó una risa burlona agarrando de nuevo a su mayor del cuello, enterrando sus uñas sobre la delicada zona de aquella piel del pelinegro, dejando alguna que otro rasguño.
Seonghwa no estaba en sus cinco sentidos ¿por qué no reaccionaba? ¿por qué no se defendía de Yunho? Sus piernas temblaban apretando estas sin quitar la vista de su menor, estaba en blanco.
[...]
El pelinegro tomaba la camisa de Yunho en un intento de querer sacar esta de un jalón; moviendo sus caderas un tanto desesperado sobre el regazo del contrario, ambos se besaban sobre el sofá de la sala, Yunho por otro lado acariciaba sus caderas bajo su polera ayudándolo con los movimientos de este encima.
¿Como terminaron en aquella posición?
Nisiquiera ellos lo sabían
Seonghwa finalmente se dejó tocar por su menor, el tacto de los suaves pulgares sobre sus pezones lo hacían revolcarse y removerse un tanto desesperado sobre el chico.
Yunho sabia que Seonghwa era virgen.
— Sere delicado contigo, relájate...
El pelinegro asintió viendo la gran mano de su menor moverse una y otra vez bajo su ropa, estaba inquieto, tanto como si estuviera desesperado por querer que su adverso le diera más. Solo quería que se volvieran uno solo. La imagen explícita de Seonghwa con los labios abiertos, los ojos casi en blanco dando pequeños brincos sobre el bulto de su chico y gimiendo entrecortado dejaba a Yunho un tanto nervioso, nunca en su vida imagino que tendría a su mayor en aquella posición y menos en su departamento un día casual como los de siempre.
— Yunho.
— ¿Dime?
El silencio invadió la habitación, Seonghwa tomo su celular y decidió poner su playlist de Artics Monkeys, su banda favorita.
— Ahora si, estábamos muy callados.
Yunho soltó una carcajada alta y atrajo a su chico contra su pecho, besando sus labios lentamente metiendo su lengua a la cavidad bucal adversa, el mayor chupaba el sin hueso bucal de su chico sintiendo pequeños cosquilleos en su pelvis. Jalo de los cabellos del chico con mechones, mirándolo con una sonrisa indirecta demostrando pronto que la situación estaba siendo de su total agrado.
Yunho lentamente bajo sus manos hasta el pantalón de su mayor, desabrochando despacio y con cuidado este; sentando al más bajo a su lado mientras terminaba de quitar prenda por prenda, dejando al mayor sin ropa.
— No me veas.
El pelinegro le dio la espalda.
— Que lindos muslos tienes.
Yunho no quitaba su vista de las piernas del menor, los agarro entre sus manos y se arrodilló frente al mayor el cual respiraba de forma agitada tapando con ambas de sus manos su entrepierna, era la primera vez que un hombre lo veía tan vulnerable y desnudó.
— Ya, por favor.
El chico que estaba de rodillas tomó entre sus manos las muñecas de Seonghwa, con facilidad quito su cinturón que rodeaba su cintura y ató ambas manos dejando a su adverso inmune a cualquier tipo de impedimento.
A Seonghwa le gusto, y mucho.
Yunho agarro entre sus manos las piernas del chico colocándolas entre sus hombros, empezando a besar la pálida entrepierna del mayor, empezando a succionar entre sus mejillas pequeñas zonas de las piernas de Seonghwa, este gemia de forma leve, las nuevas sensaciones y el tacto que tenia los labios del menos sobre aquella sensible zona lo hacían jadear.
— Mierda, Yunho.
El miembro del mayor goteaba, la excitación que sentía de solo ver a su menor en su entrepierna lo hacía delirar, este prefería mil veces mirar a otras direcciones para evitar ponerse aun más rojo de lo que ya estaba.
— ¿Puedo?
Yunho hablo en un tono ronco.
— Puedes hacerlo.
La mano del menor rodeó la extensión de su adverso, moviendo su mano lentamente de arriba hacia abajo, de pronto un gemido semi agudo de escapó de los labios de su chico, estaba siendo estimulado por los largos dígitos de su contrario el cual sonreía de lado cuando el pelinegro apretaba sus labios y su pecho subía, bajaba y se detenía de vez en cuando por los nervios que sentía en ese momento, la mano de Yunho goteaba mientras se acomodaba a un lado de Hwa.
Se miraron directamente a los ojos y se besaron una vez más, como si el mundo se fuera a acabar, Seonghwa se dedicaba a gemir un tanto desesperado mirando de vez en cuando a los ojos de Yunho, este movía su mano rápidamente de arriba para abajo de forma constante, este detuvo su zurda y bajo un poco más; buscando ahora con su dedo indice la entrada del menor. Con cuidado mojo un poco más su dedo con los fluidos del mayor y adentro este lentamente, viendo a Seonghwa observar con atención como el dedo de este entraba por completo.
Este sollozo.
— Duele...por favor.
Unas cuantas lagrimas brotaron de los ojos del pelinegro.
— Sigue, hazme lo que quieras.
Yunho asintió y metió un segundo, este hizo que Seonghwa cerrará los ojos y los pusiera levemente blanco, sus piernas temblaban y sin quitar la vista de su entrepierna jadeo. Yunho se acomodo mejor a su lado mientras empezaba a mover sus dedos en su interior, arqueando de vez en cuando estos dentro de su mayor,estos iban a un ritmo leve, no tan rápido para que no le doliera del todo y así pudiera disfrutar del tacto completo.
Un grito se escapo de sus labios cuando un tercer dedo se adentró a el.
— ¡Mierda!
Yunho esbozó una ligera risa, este escupió a sus dedos una vez que salieron del mayor para volver a adentrarse de forma sorpresiva, empezó a embestir su interior con rapidez cuando Seonghwa logro tomar con una de sus manos la muñeca de su adverso, enseñándole que podía moverse un poco mas rápido; las lagrimas seguían brotando de sus mejillas y sus cabeza se arqueaba al igual que su espalda, estaba desesperado por el tacto de su chico.
— Yunho, por favor más, sigue.
Un silencio se hizo presente en ambos cuando escucharon la puerta; sin detener los movimientos de sus dedos dentro del chico, rodeó el cuello de este y con su diestra tapó la boca del menor aumentando las embestidas, mientras intentaba hablar con la persona travez de la puerta.
— Diga.
Yunho hablo en voz alta mientras esperaba una respuesta de la persona que estaba al otro lado.
— ¿Esta todo en orden?
Otro silencio invadió la habitación.
— Así es ¿sucede algo?
— Nada, solo los vecinos avisaron de algunos llantos dentro de la habitación.
— No sé preocupe, puede retirarse.
Seonghwa tenía las orejas ardiendo de la vergüenza, miro a Yunho a los ojos y ambos rieron de forma leve. El chico de mechones recostó en el sofá a su mayor mientras lo miraba a los ojos con atencion, se acomodo entre sus piernas y levantó las mangas de su camisa quitando ahora los anillos los cuales no se había percatado anteriormente.
Elevó sus piernas hasta sus hombros y volvió a meter dos dedos en su interior moviéndolos de forma constante, notando como Seonghwa mordía una almohada sus mejillas estaban empapadas y su cabello mojado junto a la capa de sudor que tenía su cuerpo.
Sus piernas seguían temblando, sus manos apretaban el sofá cada que Yunho metía por completo los tres dígitos, podría admitir que nunca en su vida había sentido aquella sensación, era algo tan nuevo u tan delicioso para Seonghwa, estaba simplemente encantado.
Finalmente Yunho se posiciono entre las piernas de su mayor y abrió su boca, metiendo lentamente el falo de su mayor entre sus labios, metió dos de sus largos dedos en el interior de su adverso moviendo su cabeza a la vez, jugando con su glande sutilmente y mirando a Seonghwa directamente a los ojos, el pelinegro se acomodó una almohada bajo su cabeza para poder alcanzar a ver a su chico, el mayor seguía removiéndose sobre el sofá y arqueando la espalda, tragando duro intentando no gemir fuerte, apretando sus labios con fuerza por mas que se le hacía un tanto complicado no hacer sonidos.
— No quiero que te vengas todavía.
Seonghwa asintió como pudo mientras apretaba cada vez más fuerte el sofá, moviendo ahora sus caderas de arriba hacia abajo jadeando de excitación mirando a su adverso entre sus piernas.
— Yunho me voy a venir, dios.
El contrario sacó el miembro de su mayor de su boca y empezó a embestirlo rápidamente con sus dígitos, viendo las expresiones de Seonghwa, este era bastante expresivo cuando algo demostraba que le gustaba, era tan simple como también escucharlo pedir por mas hasta intentar correrse.
— M-Me voy a venir.
Y así fue, pasaron alrededor de unos 10 segundos hasta que el líquido seminal cayera sobre la camisa de Yunho, Seonghwa se sentó rápidamente sobre el sofá y comenzó a limpiar esta con delicadeza un tanto avergonzado y con las mejillas ardiendo en un color rojizo intenso.
— Lo siento, Y-yo.
— Haz silencio.
Yunho agarro de la mandíbula a Seonghwa y lo beso lentamente, acomodándolo sobre su regazo y acercándose ahora de forma lenta a su cuello, beso sutilmente la piel de este y las pequeñas marcas que había formado sobre aquella zona con sus uñas anteriormente, pero ahora dejando chupones y marcas semi violetas provocando que el pelinegro apreté sus piernas y volviera a jadear de forma leve.
— No estuvo nada mal ¿no es así?
Yunho miro de pies a cabeza a Seonghwa el cual evitaba mirarlo a la cara.
— Cállate.
Seonghwa se levanto de las piernas del menor y como pudo comenzó a caminar hasta el baño.
— Me ire a dar una ducha.
Yunho se acomodo las mangas de la camisa y quedo sentado en el sofá con las piernas abiertas y dejando caer su cabeza sobre el respaldo del sofá.
No podía creer todo lo que había sucedido esa misma noche solo por los celos de Seonghwa a Choi San.