CAP 2 TEMPORADA 2
El Omega dejó el aereopuerto de inmediato, tomó uno de los taxis que aún seguían esperando por algún pasajero y se encaminó a la empresa de su padre.
Al llegar las personas volteaban a verlo y murmuraban su atractivo con un sonrojo en sus rostros. Al chico poco le importó y subió directo a la oficina, donde el secretario, mano derecha de la empresa y mejor amigo de su padre, le esperaba junto a la entrada.
— Joven Lee, llegó antes de lo previsto. — sonrió, extrañaba al pequeño niño que corría por el edificio de arriba a abajo, ahora ya vestía de traje.
Sangwoo carcajeó un poco llevando su mano a sus labios — No me mires con esa penosa nostalgia, Sunho. Regreso después de quince años y ¿así me recibes? Admito que también te extrañé.
— Sí, Jóven Lee.
— Por favor, llámame por mi nombre.
Estrecharon su mano y entraron a la oficina principal. Sangwoo vió alarmado todo el papeleo sobre el escritorio, entonces entendió el porqué de la repentina llamada de su padre justo cuando estaba gimiendo de placer con un cualquiera de buen cuerpo, trasero y pene.
El secretario se acercó a él al verlo estupefacto y le informó: — La empresa ha perdido millones desde que el señor Lee fue arrestado hace cinco años, ahora que es libre, ha tirado la toalla, no quiere salir de casa ni hablar con los inversionistas. Su padre necesita de su ayuda, Jóven Sangwoo.
El nombrado caminó hasta el escritorio y se sentó en la tan respetable silla del jefe, tomó un par de papeles y los ojeó — Así que, ¿la empresa Kim está incluída? — mencionó con sorna — ¡Oh! Vaya, vaya, también está la empresa del señor Wang — sonrió hacia el secretario provocando una extraña corriente en el cuerpo de éste —. Esto será muy divertido, ¡mato dos pájaros de un tiro! Gracias Sunho. Puedes retirarte.
— Sí, Jóven Sangwoo.
Una vez el secretario salió, el Omega sacó su móvil y le escribió a quien tanto le desesperaba ver. Queriendo estar presente para presenciar la reacción de la víctima, se contuvo y eliminó lo escrito.
— Él puede esperar, ahora tengo que centrarme en no perder la empresa.
¶ CASA DE TAEHYUNG
La sala estaba en silencio, nadie quería decir nada, y nadie miraba a nadie, excepto las miradas disimuladas que Taehyung le dedicaba a Jungkook sentado al lado del rubio quien tenía amamantando a un bebé en su regazo.
Yoongi estaba sentado junto a Taehyung, distraído en su celular esperando a que alguien se atreva a romper el hielo.
— ¡Llegué, llegué! — llamó la atención de todos el Beta que abrió la puerta del Penhouse abruptamente y corrió hasta la sala con un bolso en mano — Disculpen la demora, tuve que pasar a comprar unas cosas.
Yoongi apagó su móvil y lo dejó caer sobre el mueble a un costado suyo — Sé que aún hay sol, pero buenas noches. Llegas muy tarde.
— Yoongi — reprendió Jimin mirándole con el ceño fruncido, a lo que Min hizo una mueca y si no fuese por Tae quien le cogió el teléfono, hubiese vuelto a ver videos en tiktok para ahorrarse sus comentarios hacia los demás —. ¡Yoongi, por la puta madre compórtate!
Nuevamente quedaron en silencio. Park masajeó su cien, pidió disculpas por tal ataque brusco y pidió al Beta que prosiga.
Jin entusiasmado sacó de su bolso unos papeles, los desdobló y extendió mostrándoselos a todos los presentes, de inmediato la puerta volvió a sonar dando a ver a Namjoon llegar.
— ¿Ya les dijiste? — preguntó al Beta.
Kim negó sonriente y volvió a ver a sus amigos. Les ofreció los papeles para una mayor apreciación, Jimin puso una expresión sorprendida al leer el escrito, luego pasó por Jungkook teniendo la misma reacción que Park y por último los Alfas que estaban curiosos y lo leyeron juntos.
— ¿Qué es ésto? — indagó Yoongi mínimamente preocupado.
Jin miró feliz a Namjoon, éste le abrazo por los hombros con un solo brazo y se dirigió a ellos — Estábamos en planes de...
Seok sentía su corazón bombear con mucha rapidez, estaba tan emocionado que interrumpió a su esposo — ¡Vamos a adoptar un niño!
— Niña — recordó Nam.
— Niño o niña es la misma falta de privacidad. — añadió Jimin con un tono afectuoso.
Nam miró a Yoongi esperando una respuesta coherente sobre el genio de su Omega, a lo que el pálido se alzó de hombros — Yo no sé, ha estado con ese humor de mierda desde hace dos días.
Jimin se levantó de golpe sintiendo una gran injusticia en las palabras de Min y le señaló con el índice, mientras se las arreglaba para sostener al bebé en su otro brazo — ¡Tú eres el que está de mierda, Yoongi! ¡¿Por qué te cuesta tanto ser sincero, ah?! ¿Crees que no me he dado cuenta que escondes algo? — preguntó irónico, su cerebro hizo click y miró a su alrededor, a las personas sorprendidas y atentas a sus próximas palabras — No puedo más, Min. Perdóname, pero ya no lo soporto. Todos los días te desapareces dejándome a cargo de la casa completa, y cuando estás presente, ¡solo te veo con ese maldito teléfono! — se dió vuelta para recoger algunos de los juguetes de su hijo sobre el mueble, los guardó en su bolso y lo colgó en su hombro, acomodó al cachorro dejándole descansar su cabecita sobre su hombro — Es todo. Me voy — caminó hasta Jin para darle un abrazo —. Felicidades a los dos, disculpen por no celebrar como se debe.
Jin le devolvió el abrazo al rubio — No, Jimin te entiendo. Te llamo más tarde para salir si es que quieres, Nam se puede quedar con los pequeños.
Jimin jadeó queriendo romper en llanto, pero no se lo permitió — Gracias...
Unos segundos más en ese emotivo abrazo y Jimin retomó se retirada del Penhouse.
Yoongi seguía con la mirada perdida, analizando que acababa de pasar.
— ¡AHH! — gritó ante el golpe proporcionado de Taehyung sobre su espalda saliendo del shock.
— ¿Eres estúpido acaso? Ve tras él.
— No, Tae. Solo lo voy a empeorar.
— Cagarla más de lo que lo haces al estar aquí, no lo creo posible. — opinó Namjoon de brazos cruzados.
— Iré por Jimin — avisó Jungkook mientras observaba a su primo gatuno con una notable descepción.
El pelinegro salió lo más rápido posible del edificio, mirando hacia los lados por la calle intentando visualizar algo que le dé una pista por el paradero del rubio. El exterior no era seguro para un padre sin estabilidad emocional y su pequeño hijo.
Estaba empezando a angustiarse cuando no encontraba nada, decidido a correr por la calle más transitada en busca de su amigo y familia, sus latidos se relajaron al ver una cabellera sedosa rubia en la cafetería de enfrente, la persona estaba de espaldas, pero para el menor era reconocible.
Cruzó de inmediato la calle y se adentró al lugar, el aroma a café y dulce ingresaron fueron detectados por el olfato del pelinegro quien ya podía sentir esos gustosos sabores en su paladar con tan solo olerlos.
La tristeza y arrepentimiento en los ojos de Jimin se desbordaban, pero no podía hacerle pasar un mal rato a su hijito, quien después de dejar el Penhouse con su papá rompió el llanto ante el susto que le provocaron los gritos y el portazo al final.
— La cuchara no se derritirá en tu té su sigues meneandola — dijo Jeon haciéndose notar a la vez que se sentaba en la silla frente a Jimin.
— Pensé que me perseguiría... — dejó la cucharita sobre la mesa y se sentó recto abrazando al cachorro sentado sobre sus piernas.
Jungkook miró al pequeño quien también le miraba con atención — Yoon es un idiota, lo sabes e igual te enamoraste. — le molestó con una sonrisa en su rostro.
— Sí, su idiotez enamora. — ambos Omegas sonrieron.
Jungkook de un momento a otro se sintió curioso e inseguro a la vez. Pero deseaba más que nada ser un apoyo para las personas a las que amaba — ¿Cuáles son tus horarios? En el trabajo.
— Ah, de lunes a viernes, desde las diez de la mañana hasta las cinco de la tarde, ¿por qué la pregunta?
— Pensaba que podrías traer a los chicos a casa de Tae, así podrás sentirte menos angustiado y hacer un buen trabajo. ¿Qué te parece?
Jimin dudó mordiéndose el labio inferior — ¿A Taehyung no le molestará?
Jungkook no sabía cuál sería la reacción del Alfa pero igual negó mostrándose seguro — No. Es más, podrá practicar para cuando sea padre.
Una cálida sonrisa apareció en el rostro coqueto — Lo pensaré. Gracias, Kookie.
Y con eso cerraron la charla, lo demás solo fueron comentarios de Jimin hacia el supuesto embarazo de Jungkook, quien igual de dudoso afirmó que tendría un cachorro, él lo quería.
— Jungkook... — el nombrado alzó su mirada del celular — No te ilusiones demasiado, ¿okey? No quiero que lo tomes a mal, es solo que debemos ser un poco más realistas, te hiciste la prueba al siguiente día de tener relaciones, deberías esperar al menos una semana para comprobar y estar seguros de que hay algo creciendo en esa pancita, ¿si?
Jungkook asintió — Entonces, ¿me acompañarás al hospital en una semana?
— Por supuesto.
Jungkook no podía borrar la sonrisa de su rostro ni cuando se despidió del rubio. Su consciencia estaba tranquila y se sentía genial por serle de ayuda.
Regresó a casa pasada la media noche, y la falta de oscuridad debido a la hora le dió curiosidad. Al entrar a la sala se encontró con un Yoongi durmiendo desparramado en el sofá y un Taehyung sentado en el suelo inconsciente intentando no caer.
Sobre la mesita habían dos botellas de alcohol vacías y cuatro vasos pequeños de vidrio. El pelinegro negó junto a un suspiro.
Acomodó a su primo sobre el mueble y lo arropó, ya que no estaba dispuesto a cargar con su peso hasta una de las habitaciones. Sin embargo, le tocó sacar toda su fuerza al levantar el cuerpo del castaño.
Casi cae por las escaleras un par de veces, pero nada que un agarre del cabello o ropa del Alfa no bastara para no dejarlo rodar escaleras abajo.
Dejó caer a su amado sobre su cama, le retiró los zapatos deportivos, el cinturón y con éste el pantalón. A costa de patadas Jungkook logró moverlo hasta hacerlo llegar a su lado del colchón. Se acercó para verle si no llevaba una expresión que le dijera que había sido grosero al momento de empujarle con fuerza con sus pies.
— Fiu — soltó aliviado de verlo dormir plácidamente —, que asco Tae, apestas a alcohol. Debería ir a dormir en otra habitación. — besó su frente y le tapó con la sábana hasta la cintura — Buenas noches, tigrecito. — y salió.
¶ EN LA MANSIÓN LEE
Todo seguía igual a como el Omega recordaba, menos algunos detalles que casi no eran notorios, pero al ser Sang quien transitaba la vieja casa familiar lo supo de inmediato.
Cruzó las enormes puertas de matera de aquella gran casa, le pareció extraño no ver a nadie a los alrededores, ni una sirvienta y pensándolo bien tampoco había un jardinero.
— ¿Qué está pasando? — se preguntó con un mal sabor en la boca.
Escuchó unos estornudos provenientes de entre los pasillos en la última habitación, la única en la casa que tenía un balcón con vista a un hermoso bosque de patio trasero.
Un señor canoso se vió sorprendido al tener al Omega frente suyo. Éste sin importarle el estado del mayor, caminó derecho y le plantó un golpe en el rostro a lo que la fuerza utilizada lo obligó a caer al piso.
— ¡¿Quién te crees para cambiar los geranios de mamá por rosas apestosas?! — vociferó atropellado el Omega, su mirada se veía llena de odio y desprecio hacia el adulto.
El mayor como pudo se puso de pié y con su bastón le proporcionó un golpe el triple de fuerte en la mano del chico.
— Pequeño insolente, ¿has olvidado como respetar a tu padre?
Sangwoo sobó con su otra mano la mano afectada, hizo un puchero y le miró a su progenitor con el entrecejo fruncido.
— Deja de ser caprichoso, deshazte de tus berrinches y sé realista, mocoso.
— Tú no eres mi padre para decirme que hacer y que no hacer. — se mostró desafiante — La empresa está dando sus últimos latidos y tú ¿es que tanto te pesa el trasero que no puedes moverte?
— Voy a renunciar. — declaró dejando a su hijo volado — Planeo darle las acciones a la empresa Kim y a la empresa Wang.
— ¿Qué? — cuestionó incrédulo ante las palabras del contrario, y es que lo que había dicho no tenía ni el más mínimo sentido para el menor — No. No, no, no, no. No pienso dejarle mis acciones a esos imbéciles.
— Deja de ser rencoroso. ¿Sabes por qué aún no tengo yerno o una nuera? Exacto. Porque mi hijo tiene más defectos que virtudes que contar. Deja en paz a las personas, no te metas en problemas.
— No, padre — firme le encaró y tomó la pistola que se encontraba en los cajones del ropero de esa misma habitación —. Le mostraré a Kim Taehyung las consecuencias de meterse con la familia Lee.
— Hijo...
— Padre — puso el arma en la correa de su pantalón y sujetó las manos del familiar —, ya he tomado mi desición, por favor no interfiera.
Dejando a su padre con las palabras en la boca sangu salió de la habitación volvió a recorrer aquel jardín dónde solía ver las orquídeas que plantaba su madre ahora sustituidas por rosas.
Subió a su auto y se alejó a velocidad de ahí. De vez en cuando al manejar, el arma sobre el asiento del acompañante le llamaba la atención no estaba seguro de cómo lo haría pero su corazón rogaba por justicia y solo la tendría si se deshacía de la persona que le arrebató a su persona especial, o emparejarle la situación.
— Kim... — se detuvo a raya al casi no ver el semáforo en rojo, asustando a un chico pelinegro al cual casi golpea con el vehículo, el pelinegro aún asustado siguió su camino, con la mente en blanco y seguido de la mirada del Omega rencoroso al volante — Ese lindo Omega, no debería pagar tus pecados, Taehyung. Y tampoco Jimin.
Con sus palabras atrás, arrancó a velocidad, aún viendo al Omega pelinegro por el retrovisor y volviendo a frenar a raya cuando un pequeño rubio llegó al lado de Jungkook.
— Jimin... — musitó con la sangre fría y un sentimiento de nostalgia impotente.
De repente, sus articulaciones comenzaron a temblar, y con un poco de dificultad y falta de oxígeno retomó su camino tragando grueso, mentalizándose que el sufrimiento de Jimin volvería nuevamente y por la misma causa; él. Sangwoo.
Sus ojos enrojecieron y negó repetidas veces con la cabeza.
— ¿En qué estás pensando, Sang? ¿En qué...? — se cuestionó a sí mismo — No. No. ¡Ah, mierda!
La aceleración de su pulso fue tan repentino como la peligrosa vuelta en "U" que hizo rechinar los neumáticos del auto ante la brusquedad.
<< Sangwoo, supéralo, ¡Supéralo, maldita sea! >>
Una lágrima resbaló por su mejilla y entonces entendió — ¿Por qué no puedo olvidarte, Jimin? ¡De nuevo estoy detrás de ti y tú sin siquiera notarme! Carajo.
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Hola hola
He vuelto ^^
Aquí un cap que se me ocurrió mientras escribía Your eyes tell y también gracias al viaje que me pegué
Manténganse sanos!
Tomen awa and be happy
BSOS!!