Para ser honesta, la noche no fue tan mala como lo había imaginado, al contrario, logre comprenderlas mejor y ahora nos llevamos bien.
Era de madrugada, el sol apenas salía, las chicas aún dormían profundamente, más algo en mi mente daba vueltas, algo que me arrebataba el sueño, las miles de preguntas: ¿cómo?, ¿porqué?. Me estresaba no saber la respuesta.
Mire a mi mochila la cuál decidí revisar, abrí el cierre y lo único que me encontré fueron mis cuadernos y libros de la escuela. Seguí revisando para ver si encontraba algo más cuando sentí.. —“¡mi celular!”— me emocioné al ver que seguía allí. Rápidamente lo encendí, sin embargo grande fue mi desilusión al mirar: “sin cobertura”, “sin internet”, todo un frasco… —“de todas formas dudo que pudiese haberme comunicado con alguien”—. Solté un enorme suspiro de decepción llevando mis manos a la cabeza sin saber que hacer.
Se escucharon unas pisadas por la arena llamando mi atención y distrayendome de mis pensamientos. Me asomé por la rendija de la cortina que hacía de puerta mirando así a ese chico de flequillo rubio que iba con sus cuchillas en mano.
No iba a perder está oportunidad y salí detrás del chico.
— hola —le saludé, sin embargo lo asusté tanto que dió un pequeño brinco, se giro rápidamente y me apunto con una de sus cuchillas— ¡me rindo! —exclame, otro poco y me cortaba el cuello
— ¡Idiota no me asustes así! —bajo su arma
— lo siento, no fue mi intención, solamente quería venir a saludarte
Aquel chico chasqueo la lengua y continúo su camino ignorandome por completo.
— ¡espera!, ¿a dónde vas? —le seguí
— a practicar mis trucos
— déjame acompañarte —suplique
— no, solo estorbarías —decía disgustado
— anda, yo podría ayudarte
Entonces aquel payaso paro en seco y me miró con una sonrisa.
— tal vez tú podrías ser útil —hizo aquella misma expresión que cuando robo la cabeza de Paola para construir su propio vehículo
Palidecí —“esto no sera nada bueno”— pensé, acertando, pues termine contra la pared inmovilizada con una manzana en la cabeza igual que Kedamono en el capítulo knife thrower.
— ahora sí moriré en serio —dije
— ¿ah?, ¿es que a caso no crees que pueda hacer el truco? —decía molesto
— no puedes, ¡literal mataste a Kedamono más de mil veces! —exclame
Popee frunció el ceño y chasqueo la lengua enfadado.
— te demostraré que puedo hacerlo
Se preparo y lanzo aquella cuchilla directo a mi cabeza, mientras pensaba resignada: —“va a doler”—.
Cerré los ojos con fuerza escuchando un claxon segundos después, consternada abrí los ojos, no podía creer lo que veía, a tan solo centímetros de mi estaba aquel automóvil que me había atropellado o más bien nunca lo hizo.
— ¡mira antes de cruzar idiota!, ¿¡o es que a caso quieres morir!? —me grito aquella persona que conducía
Me sentía mareada, con náuseas, totalmente confundida, todo lo que pasó.., tan solo fue.., ¿fue mi imaginación?, ¿una alucinación?.
— perdonela por favor
Escuché la voz de mi mejor amiga quien me ayudó a levantarme llevandome hasta el otro lado de la acera lejos de los vehículos.
En cuanto pude reaccionar me enfade de sobremanera, le empuje y dije:
— ¡que te pasa!, ¿porqué me empujaste?, ¡pude haber muerto! —le reclamé
— pero no lo hiciste —dijo ella— no solo no moriste, si no que fuiste a otro mundo
— ¿qué?
— lo ví, por un instante tu desapareciste, hubo un fallo, moriste de nuevo y regresaste
— ¿de que hablas? —no comprendía nada en absoluto
— mira tu brazo, ¿acaso eso es un autógrafo de tu enamorado?
Mire mi antebrazo, era verdad, aún tenía el autógrafo con tinta permanente que Popee había escrito en mi.
— y que tenemos aquí —reviso entre mis bolsillos— una foto con el —le observo detenidamente— mmh, cerraste los ojos
— como.., ¿cómo es eso posible? —cuestione
— no lo sé, pero lo es, por qué yo también viajé, así fue como lo descubrí
— ¿en serio?
— este mismo crucé, me distraje con mi celular no ví el semáforo y me pase, de la misma manera que tú, fui atropellada y morí, o no exactamente —sonrió— no sé cómo es que funciona, solo se que desee estar con mi husbando y al morir lo logré, pude viajar hasta donde el
— no entiendo nada —dije
— tampoco yo, no sabía si funcionaria pero al final lo lograste
— espera —rebobine sus palabras analizandolas— ¿estás diciendo que no estabas segura de que funcionaria?
— si básicamente —rasco su cabeza
— ¡pude haber muerto en serio! —exclame
— calma, eso no paso
Esa tarde ya no volvimos a tocar el tema, pues aún seguía desconcertada sobre lo que había sucedido, ¿había sido real?, tenía una selfie con Popee que lo demostraba.
Me recosté sobre la cama mirando el techo con muchas dudas existenciales, tantas preguntas y muy pocas respuestas.
Mire mi antebrazo viendo con más precisión aquella firma que tan solo decía: "Popee Paraphone", en letra cursiva, aún así muy detallada y con estiló.
— su letra es muy bonita —dije para mí misma
También observé la selfie, igualmente autografiada, dónde me abrazaba aquel chico que sonreía genuinamente me hizo recordar ese momento y su peculiar aroma.
— mierda si cerré los ojos —exprese con molestia
Escondí mi cabeza en la almohada dando una sonrisa boba, me sentía feliz de haberle visto en persona, del autógrafo y la selfie que aunque un fallo seguía siendo la mayor prueba de que en verdad estuve con el.
El timbre de mis notificaciones interrumpió mis pensamientos, mire la pantalla sin desbloquear notando así un mensaje de mi mejor amiga.
<( Volveré a intentarlo )
<( Deséame suerte 💪 )
Solo esperaba que todo saliera bien, no quería perder a mi mejor amiga por algo de lo que no estamos seguras, sin embargo, si tienen éxito sus experimentos podría ir de nuevo a ese mundo al que anhelaba volver.
— quiero regresar…
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Un poquito corto este capítulo pero me emociona que les guste porque la verdad a mi también me gusta como se va armando la historia ☺️
Así me imaginé que sucedió una parte del capítulo xD