El cumpleaños del pequeño Jimin ya había pasado hacía una semana. Cada vez pasaba más tiempo con Yoongi y este había descubierto unas cinco facetas, había cuatro que todos a su alrededor conocían: la tímida, que solía salir con personas que no conocía o cuando estaba en una situación que lo avergonzaba; la "infantil", que solía aparecer cuando veía algo que le gustaba mucho o le llamaba la atención, cuando estaba en ese estado solía pedir cosas como un biberón, mimos, que lo carguen, golosinas, etc, cosas que normalmente le gustarían a un niño; luego estaba su faceta enojada, que también era un tanto "infantil", solía enojarse cuando algo no salía como quería, cuando tenía celos o cuando le llevaban la contra, siempre que estaba enojado solo se quedaba serio, se le cristalizan a los ojos, mantenía un puchero y si era muy grave lloraba, ignoraba por completo a todos, excepto a Namjoon, Jin, Yoongi, Hoseok o Jungkook, a menos que estuviera enojado con ellos; y por último, la faceta que rompía el corazón de cualquiera: cuando estaba triste, en esa faceta solía quedarse callado con sus ojitos aguados y un puchero hasta que alguna de las personas ya mencionadas lo abrazara o intentara hablar con él, entonces se desmoronaba y lloraba desconsoladamente.
La quinta faceta era una que, por el momento, solo había mostrado con Yoongi, pues gracias a este había comenzado a aparecer. Era una faceta en la que se ponía muy hormonal y deseaba con toda su alma que el mayor lo tocara, su lobo pedía a gritos ser tocado por el alfa y sentirlo más cerca. Pero su timidez aparecía y le impedía decir exactamente lo que quería, además de que el mayor había insistido en ir despacio.
Pero le encantaban todas y cada una de sus facetas y sus matices. Ahora mismo se encontraba en el departamento del menor. Namjoon tenía que ir a cenar con Jin y sus padres y no tenía a alguien más que cuidara de su hermanito, así que le pidió a Yoongi hacerlo y este aceptó con gusto.
Se encontraban sentados en el sillón viendo una película, pero Yoongi era el único que le prestaba atención.
Jimin estaba concentrado en intentar recordar a la chica del video que Jungkook le mostró. Solo recordaba a la chica sobre el chico, dándose besos, pero no recordaba cómo llegar a esa posición ni sabía si al mayor le incomodaría.
Yoongi notó que estaba distraído, así que lo miró. -¿Pasa algo mochi?- apodo que le había puesto en su cumpleaños al compararlo con ese dulce, ambos eran dulces y deliciosos, así que le pareció correcto ese apodo.
-n-no...-
Yoongi sonrió. -conozco ese sonrojo, ¿Qué quieres hacer?-
Jimin reunió todo el valor que pudo y se levantó para así acercarse al mayor. Al ver su intención, Yoongi lo sostuvo de la cintura y dejó sus manos allí una vez que el menor se acomodó en su regazo a horcajadas.
-¿Qué estás intentando mochi?-
-y-yo...- estaba avergonzado. -n-no lo sé... K-Kookie me mostró u-un video... D-dijo que a-a ti te gustaría...- mordió su labio inferior. -¿L-le gusta mi r-ropa?...-
-me gusta todo de tí- besó su mejilla. -aunque... ¿No es un poco oscuro? Me encanta, solo que siento que no es tu estilo...-
Jimin se encogió de hombros. -creí que lo otro era muy... Aniñado...-
-normalmente no me gusta esa ropa, pero a tí te queda increíble- besó su frente. -me gustas uses lo que uses- lo tomó de las mejillas.
El menor sonrió sonrojado. -¿Podemos darnos muchos muchos besitos?-
-por supuesto que sí- sonrió y bajó sus manos a los glúteos del menor.
Jimin aprovechó y levantó su pollera, metiendo las manos del mayor debajo de esta. Luego bajó sus pomposos labios al cuello del mayor y comenzó a besarlo.
-Mochi~... ¿Qué haces?~...-
-¿Le gusta?- lo miró expectante.
-me encanta, pero si sigues así tendré un problema que no quiero tener en este momento- Jimin lo miró confundido. -no quieras apresurar las cosas...- acarició su mejilla.
El menor frunció su ceño, hizo un puchero y cruzó sus brazos. -¡Pero yo quiero que me toque!- oh no, una nueva faceta que el menor creía haber dejado: berrinches. -¡Quiero que me toque sin la estúpida ropa! ¡Pero solo piensa en lo que dirán mi hermano y Kookie! ¡Es mi cuerpo! ¡No de ellos! ¡Yo decido con quién, cómo y cuando quiero estár! ¡Y ya sé que no es un juego!-
-pero bebé-
-¡Hyuuuung! ¡Quiero que me toque!- las lágrimas comenzaron a salir de sus ojos.
-lindo, aún no creo que sea el momento ¿Sí?-
-¡No!-
Yoongi suspiró, por suerte ya le habían advertido que eso podría pasar, lástima que nadie sabía que sería con ese tema.
-cariño te estoy cuidado-
-¡Quiero que me toque!- sollozó. -¡¿Por qué no quiere?! ¡¿Mi cuerpo no le gusta?! ¡¿Qué debo hacer para que me toque?!-
Yoongi acarició sus mejillas e intentó secar sus lágrimas. -no es que no quiera... Sí quiero, y mucho, pero temo lastimarte... Me encanta tu cuerpo... Solo que no quiero lastimarlo-
-usted no me quiere- Jimin se levantó muy molesto y se fue a su habitación.
-Jiminie...- suspiró al ver que el menor lo ignoró, así que lo siguió. -Mochi...-
-¡Mochi no está!-
Vaya que seguía molesto, pero no podía dejarlo así. Luego de unos minutos entró en la habitación del menor y se sentó en la cama de este, cerca de él. -Mochi... Por favor entiende... Yo-
-hice otro berrinche ¿Cierto?- sorbvió su nariz y el mayor no supo qué decir. -creo que no estoy mejorando- y ahí estaba, la faceta que a Yoongi le rompía el corazón.
-claro que sí, ya eres consciente de lo que haces, eso es un enorme paso-
-¡Hace un año soy consiente!- sollozó. -a-a veces me pregunto si algún día podré mejorar... No quiero parecer un maldito bebé toda mi vida... Tal vez a veces sea tierno ¡Pero no lo puedo controlar! ¡¿Qué haré a los 40?! ¡¿A los 50?! ¡No puedo seguir comportándome así!- lloró.
Yoongi lo tomó entre sus brazos y lo abrazó para que llorara en su pecho mientras lo mimaba. -estás mejorando mucho lindo... Tal vez tú no te das cuenta, pero en verdad vas muy bien, es difícil y tú sigues intentando cambiar y eso es admirable... Sí, habrán muchas piedras en el camino, pero sé que podrás volverte a levantar-
-¿Y si no puedo?-
-tu hermano, Kookie, Hobi, yo, todos estamos para tí- besó su frente.
-¿T-tú estarás a mis 50?...- lo miró.
-claro que sí, estaré ahí cuando necesites tu biberón a los 70 o muchos, muchos mimos a los 90- le sonrió.
Jimin sonrió levemente y se acurrucó en los brazos del mayor. -bueno... Si tú estás a mi lado... Y aún me quieres... No creo que sea tan malo- besó su mejilla.
Yoongi sonrió y mimó al menor hasta que se sintió mejor. Luego comieron algo y se fueron a dormir, al otro día ambos debían ir a la escuela y Namjoon le había pedido que Jimin se durmiera temprano para que no estuviese de mal humor por la mañana.
-hyung... ¿Puede quedarse?- formó un adorable puchero mientras tomaba la camisa del mayor tímidamente desde la manga.
El pelinegro no pudo rehusarse. -está bien pequeño- besó su frente y se acostó a su lado. Jimin se acercó aún más, de costado, y lo abrazó por la cintura. Yoongi lo envolvió en sus brazos, poniendo su cuerpo también de costado, y le dió mimos al menor. -descansa Mochi-
-descansa Hyung...- dió un pequeño y tierno bostezo antes de acurrucarse en el pecho del mayor.
Se sentía seguro, a salvo de los monstruos que pudieran haber bajó la cama, los cuales Namjoon siempre revisaba que no estuvieran. Pero esta vez no hacía falta, mientras el mayor estuviera a su lado todo estaría bien.