Les dejo en multimedia una escena muy cuqui del Camilo bien enculado del rayito y sin vergüenza de decirlo skhdjh
Si no me equivoco me lo hizo llegar Pollo_con_Yogurt así que muchas gracias <3
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Cuando ya no nos faltaba demasiado para llegar al final de estas increíblemente largas escaleras, Camilo y yo decidimos hacer una pequeña carrera.
Ya no había tanta arena a esta altura, así que supongo que por eso ambos nos animamos a competir sin tanta preocupación de caernos. Eso sí, ambos estábamos ya algo cansados así que la carrera terminó siendo bastante lamentable, y por supuesto terminé perdiendo ante Camilo por una diferencia de casi cinco escalones completos.
- Ah, ah... ¡Gané!
- Bien... Ah, bi-bien por ti...
Ni siquiera me molesté en intentar terminar de subir, me quedé a recuperar el aliento a apenas unos escalones de terminar la escalera, mientras Camilo me hablaba desde allá.
Hubiéramos traído algo de agua, no sé por qué no se me ocurrió.
Supongo que no imaginé que hubiera tantas escaleras en una habitación, y parece que apenas vamos entrando aquí. Debe ser por mucho más grande que la habitación del pequeño Antonio.
- Je, de verdad... No aguantaste mucho. Vamos, te ayudo
Levanté la vista cuando Camilo se regresó en las escaleras para ofrecerme una mano. Acepté su gesto, y me puse de pie para que ambos pudiéramos llegar al nuevo "nivel" en el cuarto de Bruno.
- Comienzo a pensar que t-tu habitación es de las más... Más normales aquí
- Quién sabe, tal vez simplemente algunas personas de la familia son más... ¿Particulares?, ¿Especiales? En fin, ¿A dónde deberíamos ir ahora?
Bueno, tampoco es como si tuviéramos muchas opciones. A pesar de que este espacio es más amplio y luminoso, ya no parece una cueva si no más bien una suerte de sitio en ruinas, tampoco tenemos demasiadas rutas nuevas disponibles.
Parece que el único lugar al que podemos ir es a una especie de túnel en la pared opuesta.
- S-supongo que hacia allá
- Tal parece que sí, ¿Necesitas un descanso o vamos?
- V-vamos, estoy bien. ¿T-tú no lo... n-no lo necesitas?
- Nop, estoy bien. ¡Sigamos!
Camilo mantuvo mi mano sujeta mientras avanzaba hacia esa especie de túnel. Era un poco vergonzoso, pero se sentía muy agradable así que ni siquiera dije nada al respecto mientras lo seguía con gusto.
- Uhm, ¿Camilo? Ahora... Ahora que lo pienso, ¿Q-qué estamos buscando a-aquí?
- Bueeeno... Supongo que cualquier cosa realmente. El resto de la visión, alguna pista del tío Bruno... Sus ratas mascota, cualquier cosa. Así que será mejor que estemos atentos a cualquier brillo verde que veamos por ahí
Espero que sí encontremos algo útil, este sitio parece más abandonado de lo que imaginé... Me pregunto cuánto tiempo estuvo solo este sitio.
- De acuerdo, creo que tenemos otro pequeño problema
Me asomé al lado de Camilo cuando estábamos llegando a la salida del otro extremo del túnel.
Creo que "pequeño" no es como yo describiría precisamente a este problema.
Del otro lado de este túnel para empezar había una cantidad sorprendente de poca luz en comparación al lugar de dónde veniamos. Ese sitio parecía estar iluminado por luz natural, pero este nuevo espacio únicamente estaba alumbrado por cuatro antorchas.
Dos de nuestro lado... Y dos del otro lado de una especie de abismo.
Ni siquiera me voy a preguntar cómo es que siguen encendidas porque lo agradezco, ambas orillas del abismo estaban únicamente unidas por un puente colgante de madera que se veía en un estado bastante dudoso.
De acuerdo, comienzo a pensar que más que ambientación esto es un intento de alejar a las visitas. Parece que el tío de Camilo no era alguien que disfrutara demasiado de la presencia de gente en su habitación.
- E-eh, Camilo, creo que deberíamos...
- ¿Pasar con cuidado? Precisamente. Iré primero
- ¡N-no, espera!
El chico me había soltado la mano en un instante, bien dispuesto a ir hacia ese puente inestable.
Me apresuré a ir tras él y sujetar su brazo torpemente.
- No parece... N-no es seguro, tal vez p-podamos de otra... O-otra forma...
- Tranquilo, casita no haría una habitación peligrosa... O no demasiado. Seguramente el fondo ni siquiera está tan lejos o es algo seguro como agua o la arena en la que caímos al entrar
Ciertamente con esta iluminación no podía ver con claridad el fondo, pero eso no hacía precisamente que las palabras del chico me relajaran demasiado.
- Está bien. Yo iré primero, lo mejor será que vayamos por turnos
Camilo tomó mi mano entre las suyas y me dedicó una suave mirada tranquilizadora.
Sus manos están tan cálidas, y él no parece ni siquiera un poco asustado...
- P-pero... Pero s-si el puente e-está mal vas a volver, ¿B-bien?
- Me parece justo. Espera aquí, será mejor que me des la bolsa
Negué con la cabeza, no sería bueno para él tener que cargar con algo si tiene que cruzar por ahí.
Camilo sacudió suavemente la cabeza y me quitó la bolsa, ignorando mi protesta.
- Principito, si no la cargo yo la tendrás que cargar tú. Y me siento mucho más tranquilo llevándola yo. Descuida, cuidaré bien de mi tocayito
¿"Principito"? Bueno... Creo que es apodo bastante tierno y... ¿Amigable?, pero no viene al caso.
Seguía sin sentirme cómodo con la idea, pero debo admitir que me sentí un poquito más tranquilo cuando Camilo me acarició la cabeza un momento, antes de alejarse hacia ese puente colgante.
Lo seguí de cerca, pero me detuve un par de pasos detrás para no presionarlo de ninguna forma.
Será mejor que vaya tranquilo.
Me llevé las manos al pecho, respirando profunda y lentamente, mientras observaba como Camilo se cruzaba la bolsa por el pecho y apoyaba ambas manos en los extremos del puente de cuerdas.
Debo estar tranquilo, lo que menos necesita ahora mismo es que yo empiece a dar problemas.
Está bien, está bien...
- Esto es bastante fácil, tal vez puedas comenzar a avanzar también
- ¡N-no hables y mira al frente!
Camilo se rió, pero me hizo caso y continuó su camino en el puente. Había pasado rápidamente de la mitad, e iba con un buen ritmo.
Supongo que la mala apariencia del puente era solamente eso, pura apariencia...
- ¡A-ah! ¡Me caigo!
- ¡Camilo!
El chico se tambaleó cuando ya estaba por llegar al otro lado, haciendo que todo el puente se moviera en su inestabilidad. Sentí que el corazón se me iba a la garganta y antes de que me diera cuenta ya estaba con un pie en la primera tabla del puente, listo para intentar ir por él aunque eso probablemente no ayudaría mucho.
Claro que me detuve de inmediato al ver que Camilo se enderazaba como si nada y se reía, saltando hacia la seguridad del otro lado.
- ¡Era una broma...! Ah, vamos, no te molestes. ¡Solo estaba jugando! Es un puente muy seguro!
- ¡N-no es divertido!
Sentía la cara caliente por una mezcla de vergüenza con enojo, pero terminé por tranquilizarme después de un momento de estar escuchando a Camilo disculparse y animarme desde el otro lado.
- Vamos, tómatelo con calma. Camilito y yo te esperamos justo aquí
El chico sacó a mi Camilo de la bolsa y me lo mostró, moviendo su patita en mi dirección.
Dios, incluso en una situación así se puede mantener tan tranquilo... Ah, de acuerdo.
El puente no pareció ceder ni un poco mientras Camilo cruzaba, así que supongo que en verdad es bastante seguro.
- Vas muy bien. Apóyate de los lados... Eso es, ahora un pie primero...
No me decidía si escuchar a Camilo prácticamente narrar todos mis movimientos me hacía sentir más o menos tranquilo mientras comenzaba subirme al puente.
Creo que escucho las tablas crujir ligeramente, o tal vez sean mis nervios... O las piernas, no dejan de temblarme un poco cada vez que quiero dar otro paso.
Maldita sea, no te le tengo demasiado miedo a las alturas pero esto me pone nervioso.
- ¡Muy bien! Ya estás casi por la mitad, lo estás haciendo genial
Sí, ya casi llego a la mitad y probablemente llevo el doble de tiempo que Camilo.
Me tomé un momento para recuperar mis nervios, creo que me comienzo a tranquilizar un poco. El puente no deja de moverse, pero supongo que es lo normal para uno de este tipo.
Solo tengo que acostumbrarme y cuidar mis movimientos, tampoco es nada tan grave...
- Oh, es verdad. Al final falta una tabla, pero tú tranquilo, no es un salto demasiado grande
... ¿Qué? ¿Cómo que falta una tabla?
Una tabla... ¡Falta una bendita tabla! Con esta distancia entre tabla y tabla... No voy a poder saltar eso en un puente así, se va a mover demasiado.
No, no hay manera, debe haber otra forma...
- ¿A dónde vas?
- V-voy a regresar, n-no... N-no pu-puedo saltar... Saltar eso, ¡¿P-por qué no me lo dijiste?!
- Porque no ibas a querer cruzar. Vamos, ¡Ya casi llegas al final! Es solo un pequeño salto, estoy seguro de que podrás con eso
Negué con la cabeza, aunque me detuve al notar que eso me hacía fallar un poquito en mi equilibrio.
Ni siquiera pude saltar a través de una cascada de arena, ¿Cómo se supone que voy a saltar en un puente colgante?
No hay manera de que pueda hacer eso. No hay manera. Debo de volver y... Y yo... Encontraré otra forma de cruzar, encontraré otra forma...
- ______, mira hacia acá. Mírame, vamos
Me aferré firmemente a las cuerdas de los lados, y me terminé animando a levantar débilmente la vista en dirección a Camilo.
Maldita sea, ni siquiera me atrevo a girarme. No quiero avanzar... Y no siento que pueda regresar, esto fue una terrible idea, ¿Por qué insistí?
- Está bien. Puedes hacerlo, estaré aquí para asegurarme de eso. Solo son unos cuantos pasos más... Y al final, solo estírate lo más que puedas y yo te jalaré hacia acá, ¿De acuerdo? Sí te hace sentir más seguro me convertiré en mi prima Luisa o Mariano, alguien más fuerte que sí sea útil para...
- ¡N-no! No... S-si vas a... Si vas a hacerlo, p-por favor... Por favor qué seas t-tú, Camilo
En una situación así, solo podría saltar hacía dos personas... Y dudo mucho que mi papá vaya a venir a recibirme desde el más allá.
Aunque si me caigo puede que sí termine viéndome con él.
- ... De acuerdo, entonces seré solo yo. Aquí estaré, así que ven. Tranquilo, a tu tiempo
Me concentré en respirar, mientras poco a poco me iba relajando lo suficiente como para avanzar.
Es un salto, es solo... Solo un pequeño salto. Las tablas ni siquiera son tan anchas, estará bien.
Estará bien, estará bien... Camilo va a ayudarme a llegar, estará bien.
Me repetí a mi mismo una y otra vez dentro de mi cabeza que estaría bien, como si fuera alguna clase de oración para la suerte.
No sé si daría suerte realmente, pero lo cierto es que me hizo relajarme y distraerme lo justo como para caminar casi todo lo que me faltaba con una relativa facilidad... Hasta que llegué a la última tabla del puente.
Está bien, no es tan grande el espacio... ¿O sí? Maldita sea, siento que entre más lo miro más parece la distancia que tendré que brincar, pero debo de saber cuánto tendré que hacerlo.
¿Podré tomar el impulso suficiente desde aquí? ¿El puente lo aguantará?
¿Y qué tal si la tabla se cae bajo mis pies? ¿O si resbalo al llegar a la orilla...?
- ¡Ey, _____! Es solo un salto, así que no necesitas mirar tanto. Mira hacia acá, ¿Sí? Estoy justo aquí, solo salta y te sostendré si hace falta
Camilo me estaba esperando cerca del borde, inclinándose un poco para extender levemente sus brazos hacia mí.
De acuerdo, de acuerdo... Camilo pudo saltarlo (usando SANDALIAS), y somos prácticamente de la misma estatura... No debería costarme tanto, y si él va a estar recibiendome del otro lado...
- Y-ya... Ya voy...
Me moví un poco en mi lugar, teniendo cuidado de no mover tanto el puente mientras encontraba una postura mejor para tomar apoyo.
Creo que debería soltar las cuerdas... Despacio, eso es...
Dios, siento que perdí toda la estabilidad. Espero no caerme solo por estar de pie.
Tomé aliento un par de veces, flexioné un poco las piernas y... Salté.
El último tacto que mis pies tuvieron con la tabla fue para tomar impulso en el salto. No fue el mejor impulso que pude, pero parecía que había logrado llegar muy apenas a la orilla. Tuve un instante de alivio... Hasta que el inestable borde de gastada piedra colapsó directamente bajo mis pies.
- ¡______!
Sentí que el estómago se me volteaba por el puro miedo repentino de no sentir nada de terreno firme bajo mis pies.
No había suelo, o madera... Solo caída libre.
Busqué a Camilo ansiosamente con la mirada mientras sacudía mis manos hacia él, en un intento desesperado de buscar apoyo.
Dijo que me iba a sujetar, ¿Dónde están sus manos? Ni siquiera puedo verlas, no me dejes...
Encontré su mirada, pero su mano no encontró a tiempo la mía.
Nuestros dedos se rozaron un instante... Pero los suyos terminaron por cerrarse alrededor de la nada por apenas una fracción de segundo.
Fue increíble lo lento que me pareció el tiempo en ese momento, no podía escuchar nada pero tuve tiempo de ver el momento justo en que la mirada de Camilo se llenó de desesperación...
Y al instante siguiente un fuerte jalón por el pecho me había detenido, llevándome de vuelta al suelo firme.
- Ah, ¡Ay mierda! Eso estuvo... Lo siento, creo que me confíe demasiado. ¿No te lastimé al jalarte? ¿Estás bien...? O-oh...
La velocidad del tiempo, el sonido de la roca cayendo y la voz de Camilo... Todo me regresó de golpe, y las emociones del momento también.
Y de la única forma que atiné a reaccionar fue abrazandome firmemente a Camilo, aferrándome a su ropa mientras sentía que las piernas me temblaban.
- Principito... ¿Necesitas un momento? ¿Quieres sentarte?
Asentí torpemente, escondiendo mi cara entre la ropa de Camilo. Ah, maldita sea...
Eso dió miedo. Dió mucho miedo, por un momento yo iba a caerme...
Camilo se agachó lentamente, sentándose en el suelo y ayudándome a hacer lo mismo.
El chico me regresó lentamente el abrazo, sacándome un pequeño respingo.
- Oh, lo siento, ¿Incómodo?
Negué con la cabeza, acurrucándome un poco contra él.
Camilo terminó de corresponderme el abrazo. Podía sentir mi corazón aún golpeando fuerte contra mi pecho, pero ya no sabía si era únicamente debido al susto de la caída.
Camilo es tan cálido... Es como un pequeño sol con ese poncho amarillo suyo.
- ... ¿Tienes frío?
Negué con la cabeza, pero justo en ese momento sentí un escalofrío.
Camilo se removió un poco, iba a alejarme en caso de que lo hubiera incomodado pero me tomó por sorpresa al levantar su ruana para pasar mi cabeza por la apertura de esta. Era bastante amplia, así que supongo que cabiamos mínimamente bien los dos, pero aún así...
- C-camilo, esto...
- Te sientes un poco frío, suelo hacer esto con Antonio cuando él tiene frío... Perdona si es incómodo.
Negué levemente con la cabeza, y terminé apoyándome contra él con un poco de duda, pero sintiéndome rápidamente cómodo por la reconfortante calidez de él y su ruana en conjunto.
Esto... Se siente muy bien. Es muy agradable... Ah, un momento, el dijo que yo estaba frío así que...
- ¿N-no te estoy enfriando?
- ¿Mmmh? Para nada, de hecho... S-se siente un poco cálido después de un momento. ¿Estás cómodo?
Asentí, acomodando un poco más cómodamente mi abrazo alrededor de su cintura, pero esta vez cruzando mis brazos por debajo de su ruana.
Camilo se estremeció un poco, incluso cuando me acababa de decir que no lo estaba enfriando.
- ¿T-tú estás... b-bien así?
- S-sí, eso creo. Es... diferente, comparado con mi hermanito me refiero, pero no está tan mal... Ah, en fin, creo que ambos necesitamos un pequeño descanso después de esto así que... tómatelo con calma, ¿Bien? Quédate ahí hasta que te sientas listo para seguir o te canses de mí
Eso último parecía decirlo más en un tono de broma, pero sinceramente yo estaba tan sorprendentemente cómodo en ese momento que si por mi fuera me quedaría así para siempre.
¿Cuánto llevaba sin abrazar a alguien así...?
- ... Gracias, Camilo
- No es nada, principito. Descansa, lo hiciste genial