Quiero robarme al novio [Term...

By LBSilva

173K 22.8K 4.4K

La hermana de Allison siempre ha sido su sombra y ha atrapado todas las migas que ella deja paso a paso. Sin... More

Sinopsis.
Cast
Anuncio antes de leer.
Capítulo 1.
Capítulo 2.
Capítulo Tres.
Capítulo Cuatro.
Capítulo Cinco.
Capítulo Seis.
Capítulo Siete.
Capítulo Ocho.
Capítulo Nueve
Capítulo Diez.
Capítulo Once.
Capítulo Doce.
Capítulo Trece.
Capítulo Catorce.
Capítulo Quince.
Capítulo Dieciséis.
Capítulo Diecisiete.
Capítulo Dieciocho.
Capítulo Diecinueve.
Capítulo Veinte.
Capítulo Veintiuno.
Capítulo Veintidós
Capítulo Veintitrés
Capítulo Veinticuatro.
Capítulo Veinticinco.
Capítulo Veintiseis.
Capítulo Veintisiete.
Capítulo Veintiocho
Capítulo Veintinueve.
Capítulo Treinta.
Capítulo Treinta y uno.
Capítulo treinta y dos.

Epílogo.

7.2K 748 255
By LBSilva


—No sé si sabes, pero no tienes un trasero transparente —me dijo Nick y puse los ojos en blanco mientras seguía tratando de buscar entre mis cosas arriba de la televisión. Él estaba sentado tratando de mirar un partido cuando recordé que tenía que llevar cierto papeleo para el trabajo.

Un año había pasado desde que habíamos abandonado Londres y dejado atrás por completo el casamiento de mi hermana. Nuestra relación comenzó lenta, pero firme. No me imaginaba para nada que una relación falsa podía volverse tan real y al principio fue extraño explicarle a todos mis amigos que había vuelto de Londres con un novio bajo el brazo. Pero luego fue algo normal, como cualquier pareja.

Tuvimos citas, salidas por la ciudad y muchísimas horas bien gastadas en mi cama o en la suya. Tuve el honor de conocer a la familia de Nick y reírme hasta llorar con todas las elocuencias de una familia sana y unida. Volví a mi casa deseando tener una familia así, lejos de la que yo tenía. De novios nos volvimos mucho más unidos, al punto que Nick me propuso mudarse a mi departamento y yo acepté sin dudarlo. A fin de cuentas, casi vivía en él y a mi no me molestaba.

Nuestra relación crecía a un punto que nos sentíamos uno, como si fuéramos amigos y amantes de toda la vida. Yo sentía que había encontrado a una persona que me hacía sentir bien, que me daba lo que necesitaba y yo trataba de no fallarle, de ser lo que él también necesitaba. Me gustaba ir a verlo dar clases de baile y tratar de ignorar como se me caía la baba al verlo moverse. Era más difícil ignorar como todas sus alumnas se lo comían con los ojos, pero recordaba que lo tenía para mi sola por las noches así que se me pasaba la locura de los celos.

—Después de las nalgadas que le has dado a este pobre trasero me parece que puedes tratarlo mejor —me quejé mientras guardaba las cosas en mi cartera y luego iba hacia él, que seguía viendo ese aburrido partido de básquet. Me senté sobre su regazo, con una pierna a cada lado de su cuerpo y él terminó por rendirse para observarme—. Prestame atención.

—Lo hago mujer, pero quiero ver este partido —me dijo y me hizo reír, porque yo ignoré cualquier tipo de pedido para acercarme a su cuerpo moviendo mis caderas contra el suyo. Escuché la queja de Nick y le regalé una sonrisa con mucha maldad. Sus manos quedaron sobre mi trasero y cuando creí que íbamos a distraernos, logró quitarme de encima de él.

Me rendí y lo dejé tranquilo, sobre todo porque no quería ser demasiado invasiva. Decidí preparar la ropa que usaría al día siguiente cuando sonó el timbre de mi casa y me sorprendió que a esas horas alguien estuviera llamando. Lo miré a Nick y él hizo un gesto de no saber quién podía ser. Caminé descalza hasta la cocina y cuando pregunté por el portero quien estaba del otro lado me llevé una gran sorpresa.

Mi hermana entró minutos después a mi casa y Nick se mostró realmente sorprendido, lo suficiente para dejar de mirar su bendito partido. Lisa no se parecía en nada a la chica que había dejado en Londres un año después, sino que estaba realmente cambiada. Su cabello ahora estaba corto y ya no era tan claro, sino más castaño claro. No estaba impecable como de costumbre, sino que vestía bastante normal para la ropa de marca que solía utilizar siempre.

—Iré a ver el partido en la habitación, cualquier cosa me dices —me avisó Nick, dejándome un beso en el cabello y un pequeño apretón en el hombro. Yo asentí y lo dejé ir, pero todavía sintiéndome extraña por la incorporación de mi hermana a mi vida.

Nunca supe si se casó con Thomas, nunca decidí investigar y corté contacto con todo tipo de familiar. Solo hablaba con mi padre de vez en cuando, pero una vez cada cuatro meses. No me interesaba mucho que digamos y se notaba.

—Gracias por dejarme pasar, pensé que ibas a tirarme agua caliente desde el balcón —susurró y resoplé.

—No tengo balcón y no me gusta desperdiciar agua. Siéntate —le indiqué para que se sentara en el sillón en el que había estado Nick. Ella asintió y de una manera algo tímida, raro en Lisa, se sentó. Yo ocupé lugar en un pequeño sillón frente a ella tratando de entender qué estaba haciendo en mi casa un año después del caos—. ¿Le pasó algo a papá y mamá?

—No, ellos están bien.

—¿A... Thomas?

—No sabría decírtelo —me dijo con esa timidez nueva y suspiró como si estuviera juntando fuerzas para enfrentarme. Yo esperé por sus palabras que parecían nunca llegar. Sabía que estaba mal que no le hubiera ofrecido nada, pero tal vez al sentir sed se iba a ir más rápido. No era bienvenida en mi casa—. No me casé con Thomas, Alli. Él me dejó en el altar.

Abrí mi boca sorprendida al escucharle decir eso porque nunca en mi vida hubiera creído el nivel de maldito que podía tener ese hombre. Agradecía muchísimo no haberme casado con ese idiota, porque se merecía morir solo.

—Bueno... realmente es un idiota.

—Nos hizo pagar todos los gastos que su familia hizo y perdimos mucho dinero por su culpa —me explicó y no podía creer lo que estaba escuchando. Vaya idiota. Lisa se lo tenía merecido, pero él había elegido casarse con ella a fin de cuentas—. Pero no estoy aquí por eso.

—¿Por qué estás aquí entonces? No quiero ser grosera, pero mañana tengo que trabajar.

—Sí, lo sé y entiendo. Solo venía a pedirte disculpas.

Una de mis cejas se levantaron sin comprender que estaba tratando de decirme mi hermana en ese momento. Mucha agua había pasado por debajo del puente para que en ese momento estuviera diciendo esas palabras, sobre todo porque no entendía qué sentido tenía decirlo. Para mi ella y mi familia estaba muerta y así seguiría por mucho tiempo.

—Entiendo si no quieres tomarlas, me comporté como una loca psicopata por muchos años y te hice mucho daño —admitió, de vuelta sorprendiéndome con todas sus palabras. No sabía que decirle, todo era demasiado repentino—. Cuando el casamiento no se hizo... me sentí muy mal porque todo lo que había hecho no había salido como yo quería. Me había quedado sola y me lo merecía. Corté todo lazo con nuestros padres y me fui a vivir un par de meses a Australia para tratar de entenderme... de entenderlo todo. Tardé un año en comprender que mal le había hecho a todos los que me conocían. Un año entero para entender que la respuesta siempre estuvo ahí... el problema era yo, no los demás.

Suspiré lentamente, sin saber que decirle a mi hermana y a la causante de muchos males. La miré y traté de recordar a la niña maldita que solo me hacía daño para conseguir lo que deseaba.

—No espero que me perdones... pero quería pedirte disculpas por todo el daño que te he hecho. He aprendido de mis errores y he cambiado.

Perdonar no es fácil cuando el dolor es grande, pero asentí lentamente mientras trataba de entender que decirle a Lisa. A la niña milagro, a la hija favorita, a la chica que me había robado al novio. Permanecimos en silencio sin saber que decirnos y me pregunté que debía hacer.

Finalmente comprendí que Lisa era mi familia y en sus ojos, en su modo de hablar, me demostraba que estaba arrepentida por completo. No quise creer que su comportamiento era culpa de la sobreprotección de nuestros padres, pero comprendí que Lisa jamás cambió y siempre fue esa eterna niña que lo quería todo. Finalmente había cambiado y le regalé una sonrisa.

—Eres mi hermana menor, Lisa, siempre lo serás. Me costará perdonarte... pero trataré. Te prometo que lo haré.

Ella me regaló una sonrisa, cargada de lágrimas que le cayeron de los ojos y me acerqué para darle un pequeño abrazo, uno que todavía no era cómodo pero tampoco falso. Siempre estar peleada con ella era una espina en mi vida y creía que para Lisa también lo había sido. Creía que errar era humano y perdonar divino. No iba a negarme a un familiar, pero en el futuro iba a cuidarme. Una cosa era perdonar, otra era volver a confiar. Lisa necesitaba el perdón y yo se lo iba a dar.

—Espero que esto no sea porque mi nuevo novio está mucho mejor que el anterior...

—Oh, vaya, me has atrapado... yo solo quería robarme al novio.

Nos reímos un poco por la broma tonta y esa noche se quedó un rato más hasta que terminó el partido. Se marchó con un saludo algo frío hacia Nick, que no estaba conforme con el daño que me había hecho, pero yo le prometí que íbamos a seguir en contacto.

Ese día aprendí que no se podía odiar a la familia, que estaba en la sangre y que se podía perdonar. Simplemente tenía que cuidarme para que no volvieran a hacerme daño, de todos modos ahora tenía a Nick para hacer eso también. No pedía más, no iba a pedirlo nunca más. Eso era todo lo que había querido y estaba feliz de haberlo encontrado, sin robarle el novio a nadie.



nota de autor:

espero que les haya gustado la novela ♥ muchas gracias por leerla :) les quiero ♥ no se olviden de leer mis otras novelas si esta les ha gustado.

Continue Reading

You'll Also Like

8M 315K 43
Lara, una chica irreverente es enviada a un remoto lugar en México. Si de por sí es horrible estar aquí lejos de la tecnología y de las cosas que con...
868K 56.4K 58
"La única manera de librarse de la tentación es caer en ella." - Oscar Wilde Maisie Wilde, una chica que desborda inocencia a cada paso que da. Estu...
135K 6.7K 28
Cuando Allison, una decoradora de interiores y Chris, un abogado, se encuentran esa noche en el bar jamás habrían pensado que terminarían unidos de p...
1.4M 88.2K 56
Si me amas con todo esto malo que ves, por favor quédate, no puedo prometer llevarte al cielo pero haré del infierno un lugar para los tres. Segunda...