EN CUANTO HABÍAN llevado a Liam al veterinario, y después de que Deaton lo hubiera curado, Talia le había pedido perdón por no estar ahí, por no protegerlo. Él solo la había abrazado y le confesó lo asustado que estuvo, ella casi se echo a llorar de nuevo. Cuando Liam le preguntó que donde estaban ahora Garret y Violet fue trabajo de Talia explicarle que ambos habían muerto por los berserkers. Le explicó que eran esas criaturas y que si se encontraba con una que rugiera y ella lo escucharía. Él sonrió fascinado cuando Talia le habló que ella había acabado con algunos.
Ahora estaba en la casa de su novio, con Stiles también, los tres sentados en el suelo de la habitación, rodeando la bolsa, escuchando la cinta del benefactor que encontraron en la bolsa de Garret llena de dinero. Estaba levemente lloviznando abajo, las gotas que golpeaban la ventana eran el único ruido además de la cinta donde se escuchaba una voz profunda y algo distorsionada;
— Después de entrar la dirección IP, será conectado a un banco imposible de rastrear a través de un portal de la red oscura, una vez iniciado la sesión introduzca su numero de cuenta para la transferencia bancaria. La dirección IP se desactivara con cada transferencia. Se le asignara una nueva dirección IP si decide continuar con la lista. Recuerde la confirmación visual es siempre necesaria para el pago.
Stiles detuvo la cinta y vio a sus amigos.
— ¿Alguna vez han hecho una transferencia?
— Nunca he tenido suficiente dinero— Scott se encogió de hombros
— Yo lo hice, ya saben para pagar la luz y el agua, el cable, mi cuenta de Netflix..— Talia asintió—. Y no entendí apenas una palabra lo que dijo esto. ¿Una dirección IP? ¿Que demonios es una IP?
— ¿Así que ninguno de ustedes entendió esto?— Stiles los vio
— Yo no entiendo nada de esto.—Scott murmuró—. ¿Por que alguien usaría todo este dinero solo para matarnos?
— Alguien los quiere muertos, chicos, desesperadamente.
Talia se abrazó las rodillas por unos segundos, viendo los fajos y fajos de billetes que estaban en el centro, antes de agarrar sus zapatos y su chaqueta, parándose del suelo.
— Wow, wow , ¿adonde vas?— Stiles preguntó.
— Me iré a casa, mañana tenemos los PSAT. Te veo en casa— le dijo a su mejor amigo a la vez que le daba un corto beso a su novio, arreglándose para salir;
— ¿No te llevaras tu dinero?— Sitles alzo una ceja, viendo frente a él todos los billetes—. Es medio millón de dólares ¿dejaras que Scott solo los ponga debajo de la cama como ha hecho?
Talia sonrió con dulzura y le puso una mano en el hombro a la vez que se arreglaba la mochila en su hombro, podía ver en la mirada de Stiles lo que sentía respecto a tanto dinero. Aunque bueno era mucho dinero para ellos, para ella... no tanto.
— He visto las cuentas de Eichen House, vienen con el correo, y esto de aquí es medio millón. ¿Saben cuanto cuesta criar un niño hasta los 18 años? Bueno, yo me crie a mi misma, pero todos estos 17 años han costado alrededor de 267 000, apenas un poco mas de la mitad que hay en esa bolsa.— ella apuntó a los fajos gordos de billetes.
— ¿Entonces nos dices que solo saquemos tu dinero?— su mejor amigo frunció el ceño.
— Se que solo sacarían lo justo y necesario para ayudar a sus padres, confió en eso— ella asintió—. Pero la cuestión es esta ¿sus padres aceptaran este dinero?
— No quiero usar tu dinero, no quiero quitarte tu dinero— Scott negó sin embargo ella se encogió de hombros.
— Yo les doy la opción pero la decisión es suya. No me molestara si no lo ocupan y no me molestara si lo ocupan. Ahora, si me disculpan no he estudiado mucho y quiero pasar estas horas tratando de no ahogarme en mi desesperación. ¡Los amo!
Salió de la habitación, escuchando como Scott y Stiles hablaban entre los dos, bajo las escaleras y casi choco contra Malia. La hibrida se quedo paralizada por unos segundos al ver a su media hermana. La tercer lista había salido, Malia estaba en ella con su apellido biológico Hale, y Talia no tenía ni la menor idea de que hacer respecto a eso. Quería decirle la verdad, quería decirle que ella era su hermana y que su padre no era tan malo como lo pintaban. Además la honestidad era algo que Tala sumamente valoraba... pero no tenía ni la menor idea de como decírselo.
— ¿Te golpeaste la cabeza?— Malia le preguntó extrañada, la olio un poco—. ¿ Tú y Scott estaban teniendo sexo?
— ¿Q-que? ¡No!
— Es que simpre huelen a...
— ¿Que haces aquí? Ya es de noche, deberías dormir, mañana son los exámenes y has estudiado mucho, tienes que descansar— la rubia la vio preocupada, Malia tenia el cabello mojado y olía a bosque. Talia la tomo del brazo y la guio escaleras arriba hacia donde había salido—. Ven vamos.
Las dos chicas entraron rápidamente en la habitación.
— Encontramos a los de Satomi— Malia les informó—. Derek y yo, pero están muertos.
— ¿Todos ellos— Talia agrandó los ojos.
— Todos los que encontramos.
— ¿En donde esta mi primo?
Malia le explicó que llevó a Braeden al hospital siendo que estaba herida, así que Malia había corrido aquí lo que explicaba que estuviera completamente mojada. Stiles propuso dejar a su novia en su casa y luego ir a su casa con Talia. Se despidieron todos de Scott, Talia notó, al igual que Malia, la conversación silenciosa que mantenían los dos chicos.
Y es que cuando Talia se subió al Jeep, abriendo la puerta, rápidamente se dio la vuelta, sintiéndose observada, no había nadie, podia olerlo y sentirlo, la única persona que estaba en su radar era Scott en su casa. La hibrida se subió finalmente al Jeep pero sentía como si le estuvieran respirando en el cuello.
[...]
A Talia le temblaba la mano de tanto café que había consumido, quería estudiar leyes y después de sus desastrosas notas el tiempo en que estuvo el nogitsune los exámenes finales eran lo único que le quedaban para entrar a una buena universidad. Estaban en la fila para rendir el examen y sus manos estaban temblando tanto que su amiga empezaba a salir por si sola, Scott le tenía tomada la mano siendo que la magia no le podia hacer daño a él.
— ¿Cuánto café tomaste?— Stiles alzo una ceja.
— Creo que no necesitaremos asesinos profesionales, me voy a matar yo misma de un ataque— no recordaba cuantas tazas de café se había tomado, perdió la cuenta después de la tercera—. Mis esperanzas se redujeron de sacarme una buena nota a no destrozar el salón con magia.
— Lo harás genial pero creo que tensas que renunciar a la cafeína— Scott le sobo un hombro.
— ¿Dónde esta Lydia?— preguntó Kira viendo alrededor del pasillo.
— Ella lo tomo en primer año.— Stiles respondió.
— Y fue la mejor— Talia acotó.
— ¿Entonces podría hacer el examen en otro momento?— su hermana preguntó.
— Malia, estudiaste mas que cualquiera de nosotros para esto— el alfa trató de asegurarla.
— No significa que lo vaya a hacer bueno.— ella suspiró.
— Bien...— Stiles hizo una mueca.
— ¿Bien que?— su novia frunció el ceño.
— Es hacer bien no hacer bueno— él la corrigió.
— ¡Ay dios!
— Esta bien, esta bien.— Talia trató de calmar la situación y a si misma— . Nos ira genial porque Mali tu has estudiado y has hecho un enorme esfuerzo, lo vas a lograr y por que también me he escrito como cuatro runas para esto. Técnicamente no es hacer trampa.
Se arremango las mangas de su suéter revelando los símbolos que se había escrito a las seis de la mañana.
— ¿Puedes escribirme unos— Malia preguntó.
— De acuerdo hacemos esto porque mientras trato de de no morir, todavía necesitamos vivir— Scott interrumpió— . Si sobrevivo a la secundaria, quiero ir a la universidad. Una buena universidad.
— Solo son tres horas— Kira asintió— . Podemos sobrevivir tres horas.
Cuando entraron Scott tuvo que dejar de tomarle la mano y Talia hizo sus manos puños, evitando que la magia se le escapara, se había arrepentido de haber tomado tanto café, sin embargo antes de alguna pelea se aseguraría de tomar varias tazas. Dejo su teléfono con la señora Martin y recibió la hoja de respuestas de un hombre que nunca había visto, él le sonrió, Talia pensó que de seguro lo hacia por amabilidad pero le salió bastante rara y algo aterradora.
Se sentó con cuidado, evitando hacer algún movimiento brusco, aun la manda de Satomi y sus muertes le rondaban la mente, trató de ponerla en blanco, queriendo preocuparse de solo su examen, vio hacia sus lados, Kira le sonrió suavemente y Stiles tenia unos cinco lápices en él. Podía oler como el salón era un caldero de nervios.
— Por favor no abran la prueba hasta que les digamos. Este examen es de dos horas y diez minutos. Habrá dos secciones de lectura de 25 minutos, los de matemáticas y una porción de escritura que duraran treinta minutos-— vio a la señora Martin— . Se supone que haya dos maestros monitoreando el examen.
— Uh, lo se, el entrenador no suele ser muy puntal, déjeme llamarlo.
La mujer se fue del salón y Talia vio a su alrededor, Scott tenia sus ojos fijos en el temario, Stiles jugaba con un lápiz entre sus dedos, además de tener cada uno en una oreja, Malia rascaba la mesa, Kira movía su pierna con nerviosismo. Algunos chicos estaban comiéndose sus lápices, otros rascándose los brazos. La señora Martin entró después de unos minutos;
— No lo puedo encontrar... pero el señor Yukimura esta arriba calificando algunos exámenes ¿Quiere que lo traiga?
— Tenemos que empezar.— el hombre negó— .Pediremos asistencia después del primer receso. Pueden abrir sus exámenes.
Hubo un colectivo sonido de hojas siendo abiertas. Talia rápidamente abrió el suyo y empezó a leer, a destacar las frases que le parecían importantes para al final destacar casi todo el texto de color amarillo fluorescente. No solo tenía que concentrarse en su examen, también tenía que evitar de ponerse mas nerviosa, debía concentrarse en estar calmada y quieta o su magia iba a causar un destrozo. Iba por la pregunta 16, había puesto una C ya que no la había puesto hace varias preguntas cuando una chica una fila atrás de ella se cayó de su asiento y colapso en el suelo.
— ¡Sydney!— la madre de Lydia fue hasta la adolescente de cabello castaño y suéter rojo, ayudándola a levantarse.
— Estoy bien...solo me mareé un poco.— la chica balbuceó.
— Sydney ¿desde cuando tienes esto?
— No lo se...
— Señora Martin debo detener el examen— preguntó el hombre.
— Uh, no, no...esta bien— la mujer respondió nerviosa y fue con pasos inseguros hacia la puerta, se dio la vuelta para ver a los estudiantes— . Todo el mundo quédese en sus asientos. Yo, um, volveré en un minuto. Nadie deja esta habitación.
La mujer salió y Talia se inclinó un poco para ver la muñeca de Sydney, estaba roja y tenía una raras marcas, como unas ronchas. Todos se vieron entre si, confundidos, varios murmurándose, algunos volvieron a su prueba, sin embargo Talia se concentró y trató de oler alguna enfermedad. Olio el sudor, los nervios y también algo agrio, algo que la hizo estornudar y toser un poco. Y al toser todos se dieron vuelta para verla. Eso hasta que escucharon los gritos de la señora Martin;
— ¡Salgan de aquí! ¡Vuelvan a fuera! ¡Váyanse!
Todos salieron de la clase al mismo tiempo, empujándose los unos a los otro, vieron a al señora Martin que estaba en la puerta principal, la había cerrado con llave;
— Todos vuelvan al salón, por favor.