Orgullo, Prejuicio Y Titanes...

By Nife1209

60.6K 6.9K 14.4K

Odelia Baumeister y Levi Ackerman, cada uno a su manera y, no obstante, de forma muy semejante, deben ayudars... More

PRÓLOGO
UNA DECISIÓN SIN REMORDIMIENTOS
Capítulo 1
Capítulo 2
Capítulo 3
Capítulo 4
Capítulo 5
Capítulo 6
Capítulo 7
Capítulo 8
Capítulo 9
Capítulo 10
Capítulo 11
Capítulo 12
Capítulo 13
Capítulo 14
Capítulo 15
Capítulo 16
Capítulo 17
OVA I - WANDA WICKHAM (17.5)
Capítulo 18
Capítulo 19
Capítulo 20
FIN DE ARCO 1
ATISBO DE LIBERTAD
Capítulo 21
Capítulo 22
Capítulo 23
Capítulo 24
Capítulo 25
Capítulo 26
Capítulo 27
OVA II - PELEA (27.5)
Capítulo 28
OVA III - CONFIANZA (28.5)
Capítulo 29
Capítulo 30
Capítulo 31
OVA IV - CALL YOUR NAME (31.5)
Capítulo 32
OVA V - WANDA WICKHAM (32.5)
Capítulo 33
Capítulo 34
OVA VI - ANTES DE LA CAÍDA (34.5)
Capítulo 35
Capítulo 36
Capítulo 37
Capítulo 38
Capítulo 39
OVA VII - SENTIMIENTOS (39.5)
Capítulo 40
Capítulo 41
Capítulo 42
Capítulo 43
Capítulo 44
OVA VII - CHRISTA UND BAUMEISTER (44.5)
Capítulo 45
Capítulo 46
Capítulo 47
Capítulo 48
Capítulo 49
• • • • ❁ 𝖤𝘀𝗉𝗲𝖼𝗶𝖺𝗹 5𝗸 ❁ • • • •
Capítulo 50
Capítulo 51
OVA VII - RAZONES (51.5)
Capítulo 52
FIN DE ARCO 2
SOL DE MEDIANOCHE
Capítulo 53
Capítulo 54
Capítulo 55
Capítulo 56
Capítulo 57
Capítulo 58
Capítulo 59
OVA VIII - EL MUNDO A SUS OJOS (59.5)
Capítulo 60
OVA IX - ADIÓS, ERWIN SMITH (60.5)
Capítulo 61
Capítulo 62
Capítulo 63
Capítulo 64
Capítulo 65
Capítulo 66
Capítulo 67
Capítulo 68
Capítulo 69
FINAL DE ARCO 3
𝖤𝖭 𝖤𝖫 𝖬𝖴𝖭𝖣𝖮 𝖣𝖤 𝖬𝖨𝖲 𝖱𝖤𝖢𝖴𝖤𝖱𝖣𝖮𝖲 𝖸 𝖤𝖲𝖯𝖤𝖱𝖠𝖭𝖹𝖠𝖲
Capítulo 70
Capítulo 71
Capítulo 72
Capítulo 73
Capítulo 74
Capítulo 75
Capítulo 76
Capítulo 77
Capítulo 78
Capítulo 79
Capítulo 80
Capítulo 81
Capítulo 82
Capítulo 83
Capítulo 84
Capítulo 85
Capítulo 86
Capítulo 87
Capítulo 88
Capítulo 89
Capítulo 90
Capítulo 91
Capítulo 92
Capítulo 93
Capítulo 94
Capítulo 95
Capítulo 96
EPÍLOGO
Odelia Baumeister
CURIOSIDADES Y HEADCANONS
PRIMERAS IMPRESIONES

EL SUEÑO DE ODELIA

224 20 101
By Nife1209

ODELIA

Siempre tuve mi propia idea de saber lo que era un sueño en base a lo que mi padre me había contado. Creía que era algo que no podía realizarse completamente como quería, y solo podía parcialmente realizarse a como lo ideé. Pero ahora, puedo saber que incluso no es así. Lo único que puedo hacer como persona es esforzarme por seguir avanzando y, aún así el sueño que siempre guardé en mi corazón jamás llegará a cumplirse.

❖ • . • . ❖ • . • ❖

Los días en la Legión se habían mantenido poco activos debido a la espera de aprobación para realizar una nueva expedición luego de haber logrado eliminar a los titanes fuera de las murallas por completo. Erwin más que nadie esperaba por ese momento, por lo que estaba más estresado que de costumbre, y a los líderes de otros grupos —felizmente encontrándome entre ellos—, esperábamos por la orden de Erwin, pero lo único que nos faltaba era la ausencia de cierta persona en la habitación.

—Hace frío —murmuré mientras me recargaba en la madera del escritorio, los demás solamente se reían junto a mí, o eso esperaba que fuera así.

—Tienes razón —contestó Erwin mientras continuaba corrigiendo todas sus ideas y propuestas para la siguiente expedición.

Cuando menos me di cuenta, el capitán Levi había llegado a la habitación junto a sus dos mejores amigos y seguido por Hange, quien estaba emocionada hablando con mi hermana y Moblit acerca de sus ideas para la nueva expedición.

—¿Están listos para iniciar? —preguntó Mike a todos los miembros de la habitación.

Antes de que todos contestaran al unísono que sí, sentí mi cuerpo flaquear al contactar con la mirada impasible del azabache sobre mí. Gracias a que estaba sentada, solamente incliné la cabeza como forma de saludo, de la misma manera él respondió a mi acción.

Tras la desaparición de mi hermana tiempo atrás, Levi fue una de las personas que más se dedicó en ayudarme a encontrarla y, afortunadamente, pudimos encontrarla en el mismo pueblo al que pertenence Connie. Fue también una gran sorpresa que ella hubiera estado viviendo con la familia Springer. Ella había escapado de su casa cuando decidió no seguir aguantando el maltrato que su desgraciado e imbécil esposo le dió el tiempo que estuvieron casados. Tanto Marie como yo nos encargamos un poco de él cuando lo encontramos y finalmente fue enviado a prisión por violencia y le cedieron tanto la mitad de sus ganancias anuales como la separación a mi hermana. Fue una gran victoria para mi amada Wanda poder deslindarse de ese matrimonio y, a pesar de la pésima manera en que tuvo que aprender a defenderse, ahora es feliz de regreso con nosotros y también visitando seguido a la familia Springer.

Entonces, desde aquella vez, he estado más que agradecida con Levi por su apoyo moral y físico en el tiempo que estuve tan preocupada por mi hermana. Todo ese tiempo junto a mí me demostró aquella faceta que desconocía y que, inesperadamente, me hizo cambiar mí opinión sobre él y adentrarme más en su personalidad. Por supuesto que no era el mejor hablando de temperamento, pero era fiel a sí mismo y a sus seres queridos; lo que creía que tenía de orgullo era simplemente miedo y preocupación por sus amigos cuando ingresaron a la Legión por otras causas poco legales, pero ellos demostraron un gran cambio cuando Erwin sacó a la luz el plan de Lobov y la propuesta de darles un asilo permanente en la supericie si ellos decidían dar sus fuerzas a causa de la libertad de la humanidad. Isabel fue la primera en querer aceptar gustosa, pero ambos como un buen equipo —o incluso familia— lo hablaron en conjunto, dando finalmente una respuesta unánime.

—¿Cómo te encuentras, Odelia? —aquella voz grave junto a mí me hizo dar un salto en mi asiento que casi me caigo, pero fui más rápida para reaccionar y reincorporarme luego de llamar la atención de todos—. ¡Mocosa, estás bien?

—S-sí... —Bajé la mirada, incapaz de verlo a los ojos ya he notara el calor en mi rostro.

Permanecí unos segundos antes de volver a levantarme y pedir disculpas por lo ocurrido. Después de eso, volvimos al tema; aunque no podía concentrarme sintiendo la mirada intensa de Levi sobre mí.

La reunión duró un poco más de lo usual, por lo que mis esfuerzos por no quedarme dormida disminuían cada vez más con el paso del tiempo. Agradecí internamente cuando todo finalizó, y estaba dispuesta a preparar mis cosas para regresar a casa después de tanto tiempo, pero lo único que me detuvo fue la insistencia del escuadrón de Hange —a excepción de mi hermana— por querer celebrar con una reunión social el nuevo avance que había hecho la Legión de Reconocimiento.

Era verdad que cada cierto tiempo dentro del cuartel se realizaban algunas reuniones, pero realizarlas era un gran problema y a la hora de celebrar era uno peor. En especial por lo mucho que podíamos llegar a tomar, y me tenía que yo me encontraba entre esas personas.

Así que, con la tristeza de mi corazón por no poder estar en la reunión, me despedí de todos alejándome a paso firme a la salida.

—¿Odelia, no vas a opinar para la reunión? —preguntó Farlan llamando la atención de los demás sobre mí.

—Quiero ir a visitar a mi familia esta vez después de muchos años —respondí tratando de mostrarle mi molestia al castaño claro por haber interrumpido mi salida discreta.

—Vaya, qué suerte tienen algunos al tener familia que aún los quiera a pesar de haber entrado en la facción militar más peligrosa y menos pagada —dijo hilarante Nanaba, con su rostro pensativo al recordar su hogar.

Durante las veces que llegamos a trabajar juntas, ella me contó acerca de la débil relación que tenía con su familia, especialmente su padre, por lo que ella solo llegó a la Legión realmente joven con el único objetivo de escapar de un matrimonio forzado. En ese momento, agradecí internamente que mis padres no me hayan obligado a casarme, aunque por parte de mi mamá estaba la fehaciente idea de que todas sus hijas contrajeran matrimonio con hombres que llegáramos a amar y, por supuesto, tuvieran dinero para sustentar nuestro matrimonio. Además, me encontraba feliz por su declaración que Mike le había confesado y ella a él, por ello, Nanaba trató de olvidar su pasado, aunque fuera verdaderamente difícil hacerlo.

Tenía claro que ella lo decía por bromear, pero no pudo evitar hacerme sentir mal por ello.

—Oh, bueno. Pueden venir todos si quieren entonces —bromeé con todos los presentes del salón, pero parecieron tomarlo de manera seria que comencé a arrepentirme por decirlo—. Vaya... dudo que quieran venir a la zona industrial de las murallas, no hay mucho que ver allí —traté de convencerlos de no aceptar mi idea, pero creo que ya era demasiado tarde cuando varios de los soldados se arremolinaron alrededor del escritorio de Erwin para observar el mapa de las murallas y planear una salida.

—Realmente se te tenía que ocurrir, ¿verdad? —Se colocó a mi lado Joelle algo molesta—. Hubiera sido mejor planearlo fuera de las murallas ahora que ya no hay titanes...

Sé que lo decía de forma hilarante, pero parecía que nadie se dio cuenta de ello y aceptaron rápidamente su idea como el próximo lugar donde realizar la "celebración". Aunque me preguntaba si aceptarían las peticiones que les íbamos a entregar.

—¿Tú qué piensas, Odelia? ¿Crees que aceptarán nuestra solicitud la Policía Militar? —se dirigió Erwin hacia mí con una sonrisa burlona en el rostro.

Era exactamente lo que estaba pensando. Habían pros y contras, pero en base a todo lo ocurrido...

—Por la presión del pueblo que ha estado feliz por la victoria de la Legión, dudo que acepten la respuesta negativa tanto de la Policía Militar como de las Tropas Estacionarias. Además, podríamos decir aún que falta por cerciorarse completamente de la extinción de los titanes y también la investigación acerca de cómo comenzaron a emergir desde hace años —respondí pensativa, buscando todas las posibilidades para dejarlos ir a aquel lugar.

—Me parece perfecto. ¿Quieres acompañarnos aunque sea un rato? —preguntó el rubio como si estuviera esperanzado en que yo aceptara su petición—. Después de todo, podremos seguir descubriendo lo que hay allá afuera, tanto fauna como flora...

Ese cejas sabía realmente cómo convencerme de hacer algo. «Si voy afuera, tengo la oportunidad de recoger nuevas flores que a mi padre le puedan gustar. Dudo que mi familia esta vez continúe preocupada por mí; después de todo, no les envié una carta junto a mi hermana diciendo que regresaríamos en estos días a visitarlos. Además, podría ser una sorpresa para ellos llegar con cosas desconocidas del exterior, también tengo el libro que mi papá me regaló para evitar cualquier especie que sea venenosa y no morir por alguna razón que no hayan sido los titanes...» medité dentro de mi cabeza.

Dirigí mi mirada hasta mi hermana en busca de su aprobación, la cual solo suspiró pesadamente antes de aceptar.

—Yo me encargo de solicitar la aprobación de una nueva expedición al exterior, ¿les parece? —Sonreí algo cansada, pero todos aceptaron gustosos mi idea.

Con ello, terminó la reunión y un vez que regresé a mi cuarto, comenzaba mi carta hacia mi hermana Orlantha:

"18 de Noviembre, 850. Querida Orlantha:

¿Qué te parece hablar con tus superiores acerca de la aprobación al Cuerpo de Exploración una nueva expedición. Tu hermana mayor estará completamente agradecida por ello. Además, puede que un capitán de la Policía Militar desee venir con nosotros para cerciorarse de la veracidad de esta petición.

Con amor,

ODELIA BAUMEISTER".

En adelante, solo quedaba esperar por la respuesta de mi hermana, en quien confiaba que no llegara a negarse. Después de todo, Nile no se tocaría el corazón para aceptar nuestra petición incluso si Marie se lo pide...

Los golpes en la puerta hicieron que saltase un poco de mi lugar y guardara la carta en caso de que fuera Joelle quien entrara; no quería que dijera algo al respecto de lo que estoy pidiendo a mi hermana porque sería bastante difícil convencerla ahora mismo de aceptar salir fuera de las murallas; pero para mi sorpresa quien estaba ahí era el capitán Levi. Levi solo.

—¿E-estás bien? Me quedé preocupado con esa absurda caída tuya. —No pude evitar fruncir mi ceño debido a las palabras con las que decidió hablar—. Quiero decir... ¿no te lastimaste? —Rascó nerviosa mente su nuca mientras desviaba su atención de mí.

—Estoy bastante bien, gracias —respondí algo sorprendida por su drástico cambio.

Ambos permanecemos en silencio, incapaces de decir otra palabra al respecto. Yo me encontraba un poco nerviosa, pero me impactaba más el que él se mostara más nervioso que yo.

Ante la muestra de su resistencia por hablar, decidí intervenir de nuevo:
»¿Y planeas ir junto a los demás fuera de las murallas en la próxima expedición? —pregunté tratando de romper el momento incómodo entre los dos.

—Lo más probable es que sí —se limitó a contestar, observando alrededor a toda mi nueva oficina. Realmente no sabía qué hacer o decir al respecto, o qué es lo que quería que yo dijera, si ese era el caso. Jugaba con sus dedos continuamente y removía su pie sin parar sobre el suelo—. Esta oficina parece muy confortable —comentó de repente—. Creo que Erwin, Hange y Mike la arreglaron antes de que te trasladaras aquí, y el esfuerzo que le das limpiando la hace lucir más elegante y pulcra.

—Así parece —respondí, sonriendo algo sonrojada por el inesperado rumbo de la conversación—. Fue un drástico cambio tener que desalojar la habitación que compartía con Isabel y las chicas de mi escuadrón como Mikasa, Sasha, Artis y Ondine, pero es realmente confortable como dices.

Tomó asiento frente a mí en el escritorio, acercando su asiento hasta la mesa de madera y observó por encima el papeleo que Erwin me había entregado durante la reunión.

A la habitación entraron Isabel y Farlan en busca de su hermano mayor, sorprendiendose y riendo entre sí al encontrarlo.

Aniki, el comandante cejas te busca —dijo entre risas la pelirroja, volviendo a saludarme mientras el azabache se levantaba de su lugar.

—Odelia, ¿vendrás con nosotros a la expedición? —preguntó Farlan con una sonrisa en su rostro, yo respondí que lo más probable es que fuera así.

—¿Y qué hacían los dos tan encerraditos? —inquirió entre risas Isabel, siendo callada por la voz molesta de Levi regañandola—. ¡Nos vemos, Odelia-san!

Todos salieron de la habitación dejándola en un profundo silencio acompañado de los gritos de afuera de los soldados recibiendo indicaciones para quién sabe qué.

Realmente no podía pensar en lo que había sucedido, porque era demasiado extraño que ambos chicos se rieran de la estupidez de su hermano mayor, por lo que era obvio que era extraño el comportamiento de Levi, y yo tampoco podía sacar nada de las acciones del azabache.

Aun así, debía encontrar alguna situación dónde agradecer formalmente el apoyo de Levi. Y qué mejor que en aquel lugar vacío de peligro y ahora lleno de esperanza.

━━━━━━◆❃◆━━━━━━

"22 de Noviembre, 850. Querida hermana,

Por supuesto que te apoyaré en el proyecto que quieres, solo espero que me permitas llevar a unos pares de compañeros y amigos con nosotros para celebrar su victoria. No son completos desconocidos, seguramente los chicos de tu escuadrón los conocen.

Esperando impaciente ese día,

ORLANTHA BAUMEISTER".


Parecía que todos los chicos de mi escuadrón estaban realmente entusiasmados con la próxima misión de la Legión, y no era imposible no permanecer quieto ante lo que habría ahora fuera de lo que nosotros tanto tiempo deseamos encontrar y mostrar al mundo.

A pesar de encontrarme yo también emocionada con la idea, no pude evitar conmoverme al ver a Eren, Mikasa y Armin hablar entusiasmados de aquello por lo que ingresaron a la Legión.

Todos ya se alistaban para salir lo más pronto posible. Nadie había estado tan feliz y emocionado —a excepción de Hange— de salir a las murallas. Incluso Levi, quien solía ser el más estresado a la hora de salir fuera de las murallas, ahora permanecía más calmado. De alguna manera, eso era algo que también teníamos en común ambos.

Solíamos preocuparnos bastante por cada expedición que sucedía, empero, era menester en nuestras vidas el tener que salir para observar todo lo que nos esperaba fuera de las murallas. Recordar aquella vista del cielo que ambos llegamos a ver juntos y el aire puro y limpio que inhalamos era todo lo que queríamos para los que amabamos. Por supuesto, todos estábamos de acuerdo en estas experiencias positivas detrás de toda la sangre que se derramó pero, ahora, podíamos hacerle justicia a nuestros compañeros caídos.

Sin haberlo planeado, como en años atrás ocurrió, ambos volvimos a reunirnos en aquella azotea del edificio que nos recordaba por lo que luchabamos.

Como hace poco, Levi se lucía encontrarse aún inquieto, pero ambos decidimos quedarnos en nuestros lugares, observando ambos el cielo.

—No podía dormir —expresé más nerviosa que incómoda hacia Levi. Sentía por alguna razón que debía darla una razón para estar ahí junto a él.

—Yo tampoco —respondió cortante—.

Ante su comportamiento extraño únicamente conmigo, decidí hablar con él acerca de ello:
—Parece, Levi, que tienes algún problema conmigo. —De reojo pude observar cómo saltaba sobre su lugar y jugaba vagamente con sus manos—. No lo digo esto con el fin de arruinar esta esplendorosa noche, pero me gustaría resolver cualquier problema que tengas contra mí. Después de todo, eres alguien importante en mi vida... —«¡Oh! ¡¿Qué acabo de decir?!»—. M-me refiero a que estoy dispuesta a agradecerte una y otra vez, en nombre de toda mi familia, esa compasión generosa que te llevó a tomar tantas molestias y a soportar tantas mortificaciones con el objeto de descubrir su paradero —traté de corregir lo que había dicho.

—Si quieres darme las gracias —repuso él—, que sea solo a tu nombre. No negaré que el deseo de darte una alegría pudo reforzar los otros incentivos que me movieron a actuar. Pero tu familia no me debe nada en absoluto. A pesar del respeto que les tengo incluso sin conocerlos, me atrevo a decir que solo pensaba en ti.

Me encontraba demasiado turbada para poder decir algo al respecto. «¿Qué es lo que quieres decir, Levi?» me preguntaba mientras el frío de la noche recorría mi cuerpo, pero sentí mi pecho y mis mejillas calientes por los sentimientos que aparecían repentinamente en mí.

Tras una pausa, inhaló profundamente para luego continuar:
»Eres demasiado generosa para jugar conmigo. Si entiendes mis sentimientos y los correspondes, dilo de una vez. Mi amor y mis deseos no han variado desde que pude conocerte mejor hace cinco años; pero una palabra tuya me silenciará para siempre en este sentido.

Por supuesto que estaba consciente de la situación, pero era demasiado para procesar en tan poco tiempo. Podía reconocer perfectamente que hablaba con sinceridad pero, ¿qué había de mí? Era realmente difícil poder expresarle mis sentimientos de alguna manera. Pero, primero que todo, ¿correspondía a sus sentimientos?

La gratitud que tenía por él no era lo único que sentía cada vez que bloqueo veía; ahora, me sentía completamente dichosa por haber recibido estas palabras que diferían de anteriores terribles declaraciones que había recibido, y aún más me encontraba al saber que era él, Levi Ackerman quien mes las contaba con toda la sinceridad de su hermoso corazón. Ahora, llegaban todas las palabras que mi hermana Marie, Charlotte y Erwin me advirtieron sobre él. No tenía el derecho de sentirme completamente desprevenida como para denegar su petición, pero era realmente difícil saber qué contestar en base a mis sentimientos.

Mi corazón latía completamente como loco que parecía que de un momento a otro se detendría. A decir verdad, me sentía bastante inquieta por lo que estaba pasando, y lo que poner pasar después, pero la mirada en sus ojos observándome sinceramente, me hacían tener una completa calma; así era desde lo conocí realmente.

Decidida, tomé un largo respiro al igual que él para poder contestar. Con las manos temblando tomé las suyas que también se movían inconscientemente por los nervios. Ambos volvimos a cruzar nuestras miradas y, con toda la felicidad del mundo acerqué sus manos hasta mis labios, sellando así la respuesta a su propuesta, y demostrando que mis sentimientos habían sufrido un cambio tan significativo desde... No. Realmente nunca cambiaron, hasta ahora me había dado cuenta de lo escondidos que estaban mis sensaciones y mis sentimientos.

—Tus manos están frías —pude decir mientras las alejaba de nuevo a su posición, pero él se separó de mí, tomándome del rostro para comenzar a acercarse a mí.

—¿Puedo? —con voz tremula su aliento golpeó mis labios. En respuesta, terminé acortando esos milímetros que nos separaban.

Jamás había comprendido la experiencia única de dar un primer beso, pero ambos logramos conseguir una expresión única del amor. Sus labios eran más suaves de lo que parecen, y sus comisuras finas parecían enlazarse perfectamente con las mías. Mi corazón latía fuertemente de la dicha, y podía decir que también lograba sentir el corazón de Levi golpear fuertemente. Ambos éramos novatos en esta nueva etapa, pero era sensacional poder compartir mi felicidad y amor a él, y él hacia mí. Ninguno tenía el control sobre el otro, únicamente nos movíamos como llegábamos a creer que debía ser un beso, hasta que debimos separarnos para ralentizar nuestra respiración.

Dejé un último beso corto antes de abrazarlo, feliz de saber sus sentimientos; fue único cuando él correspondió a mi abrazo, ocultando su rostro cobre mi cuello.

—Te amo —susurró en mi oreja. Yo lo tomé de su nica y dirigí su rostro hacia mí, depositando un gasto beso en su mejilla.

—Yo también te amo.

Ambos nos volvimos a separar, dirigiendo nuestras miradas a la Luna que fue testigo de nuestra declaración y confirmación de nuestra unión.

━━━━━━◆❃◆━━━━━━

—¡Hoy comienza la primera expedición de conquista a tierras desconocidas! ¡Todos los soldados de la Legión de Reconocimiento han dado su vida para este momento! ¡CONSAGREN SUS CORAZONES!

La voz de Erwin fue el detonante para cerrar a cabalgar sobre aquel túnel que finalmente nos reunía al otro lado de la muralla; donde por fin demostraba nuestra libertad.

Todos comenzamos a galopar hacia fuera de las murallas mientras el sonido interminable de los civiles nos animaban. Esta era la segunda vez que celebraban tanto a la Legión.

»¡AVANCEN!

Continuamos el camino en línea recta. Aquel túnel oscuro finalmente terminaba con la luz pura del cielo sobre nosotros alumbrando nuestro camino. A pesar del cielo que comenzaba a escarcharse con la nieve que bajaba, podíamos avanzar sin problemas.

—No se separen, chicos —les pedí a mi escuadrón, obedeciendo todos la orden que les pedí. Mikasa, Armin, Eren, Sasha, Connie, Ondine, Artis y Connor observaban a su alrededor alertas de lo que pudiera haber.

Después de haber viajado más de una hora de camino en la formación a larga distancia de Erwin. Ninguna bengala fue detonada desde entonces.

De repente, la brisa que nos acompañaba comenzó a cambiar. Las aves se cruzaban por nuestra camino. Por lo que significaba una cosa...

El trío de Shiganshina se veían entre sí emocionados, yo dirigí mi vista hacia Armin y ambos comprendimos al instante de qué se trataba; cerca de nosotros estaba el mar. Lo había finalmente logrado. Pudimos llegar al mar, donde nuestra libertad realmente comenzaba.

Un sonido diferente al del viento impregnó nuestros oídos. El sonido del mar era completamente diferente a cualquiero otro que haya escuchado en toda mi vida.

Todos terminamos por aglomerarnos sobre la cima de una pequeña colina, donde parecía que el verde del pasto terminaba para dar inició a... otras tierras completamente desconocidas. Busqué incesante al azabache, quien ya tenía su mirada puesta en mí, completamente emocionado como yo y todas las personas que había en el lugar.

—Dejemos descansar un rato los caballos aquí y luego exploraremos el lugar con cuidado.

Todos acatamos la orden de Erwin. Dejamos los soldados en la colina y con cuidado todos bajamos hasta la tierra completamente diferente que rodeaba al agua del mar.

—En realidad, aquí ya no debe haber algún peligro; el libro de mi abuelo lo describe de esa manera —comentó Armin a mi lado.

—Creo lo mismo que tú. —Lo observé por un momento para estar de acuerdo con  él. Ambos sonreímos nerviosos por la emoción del momento, y continuamos caminando con los demás.

Una vez que estamos en el suelo frente al mar, observamos estupefactos el horizonte que parecía unirse con el cielo.

Sin esperarlo, decidí deshacerme de mis zapatos a pesar de las advertencias de los demás por decir que sería peligroso, pero dentro de mí no podía esperar más por hacerlo.

Lancé un grito al aire antes de tocar completamente el suelo, sintiendo entre mis dedos mezclarse con la arena del suelo. Se sentía extraño, pero completamente reconfortante y emocionante sentir lo que siempre había soñado. Armin fue el segundo en deshacerse de sus zapatos, caminando hacia el agua y entrando en contacto con ella. Todos observamos sorprendidos su decisión, pero el rostro de felicidad que nos mostró cuando se dió la vuelta para observarnos, hizo darnos cuenta que era más que claro que no había un peligro aquí.

Joelle y Moblit permanecían detrás de Hange cuidando de no caerse en el agua, mientras Eren, Mikasa y Armin comenzaba a jugar juntos en el agua adentrándose un poco más, pero no tanto para ser peligroso. Sasha y Connie comenzaron a jugar entre sí junto a Ondine, Connor y Artis mientras el escuadrón de Levi se acercaba a ellos para comenzar una pelea. Mike y Nanaba caminaban juntos explorando el lugar; todos estaban realmente felices.

Me gire nuevamente para observar a Erwin y Levi reticentes de entrar a explorar incluso con el ruego de Farlan e Isabel hacia ambos chicos. Yo los observé con poder creerlo, por lo que me acerquen para convencerlos.

—Odelia-san, ¡no quieren entrar al mar con nosotros! —se quejó Isabel casi a punto de llorar.

—No me digan que son unos gallinas al no querer entrar aquí. ¡Vamos! ¡Quitense sus zapatos y sientan la arena! —Señalé mis pues que se movían entre la arena, pero ninguno parecía querer hacer caso.

—Levi, Erwin, ¿nisiquiera le harán caso a Odelia? —pregunto fingiendo sorpresa y dolor Farlan.

Harta, decidimos jalarlos a ambos de las manos para hacerlos caminar hasta la orilla, por lo que sus botas terminaron mojandose. Comenzamos a reírnos mientras ellos terminaban por quejarse en lo que se quitaban sus botas y calcetas y jalaban sus pantalones hacia arriba para no mojarse.

—¡Oda! —Escuché una voz llamarme a lo lejos, encontrándome con Orlantha y otros soldados junto a ella acercarse a nosotros.

Yo alce la mano moviendola para señalar dónde estábamos, por lo que ellos se detuvieron en la misma colina y se unieron a nosotros.

—Te presento a Annie, Darío, Jean y Marco. Ellos son Buenos amigos míos y decidimos unirnos a ustedes ya que sabemos que para nada habrá una expedición, tramposos —se burló de mí Orlantha, por lo que yo traté de tomarla del cuello para frotar mí puso sobre su cabeza.

—Pequeña cínica. Cómo te atreves a decir que holgazaneamos. —Comencé a reír junto a ella mientras los demás nos miraban—. Mucho gusto, soy Odelia Baumeister — los saludé.

Todos correspondieron a mi saludo y depués de dispersaron con los demás. Orlantha y yo comenzamos a caminar en la orilla una vez que ella también se deshizo de su calzado. Observamos a todos disfrutar del lugar. Yo no pude evitar soltar algunas lágrimas de alegría.

—Me alegra mucho que me invitaras aquí —rompió el silencio Orlantha—. Me sentía un poco deprimida estando allá, pero fue un gran cambio positivo estar aquí aunque sea un rato.

No pude evitar reservar ni cariño hacia mi hermana, por loq uerte la abracé con suavidad para consolarla.

—Te agradezco que seas una hermana tan buena conmigo. Siempre querías hablarme, pero jamás contestaba tus cartas. En cambio, siempre que te pedía algo lo hacías con la condición de vernos al menos una vez, y yo jamás cumplí mis promesas.

—No digas eso, querida hermana. Conozco que estás ocupada en la Legión. Pero ahora que parece que los titanes se han extinguido, ¿se disolverá la Legión y regresarás a casa? A mamá le va a dar un infarto regresar aún soltera.

Yo reí por sus comentarios. Dirigí mi mirada hasta Levi, quien hablaba sonriente con Erwin, Farlan e Isabel acerca de lo que había en las aguas cristalinas.

—Ahora más que nunca es que debemos seguir explorando fuera de las murallas y posiblemente poder encontrar un indicio del origen de los titanes. Además, dudo regresar sola a casa —susurré lo último, pero fue lo suficientemente audible para Orlantha.

—¡¿Qué?! ¡¿Con quién?! —inquirió sorprendida de mi respuesta que comencé a reírme—. ¿Cuál de esos tres debe ser? Estás mirando allá y debe ser por algo, ¿no es así?

—Supongo que sí. —Sonreí enternecida al verlo salpicar a Farlan e Isabel con el agua mientras soltaba una carcajada—. Así que deberías regresar a casa con nosotros para este viernes si quieres conocerlo.

━━━━━━◆❃◆━━━━━━

Después de la expedición, todos regresamos al cuartel, pero Joelle y yo solo tomamos nuestras cosas listas para partir, pero debíamos esperar por Hange, Levi, Erwin, Farlan e Isabel, a quienes invitamos a casa; por mi parte era la invitación especial a Levi para que hablara con mi padre, pero también quise invitar a Erwin porque era como un hermano para mí y sentía la obligación de también contarle de mí decisión, aunque era probable que Levi ya lo hubiera hecho.

—Marie debe estar en su propia casa al este de la muralla Rose, así que dudo mucho que puedan encontrarse ambos.

—Odelia, tranquila. Más que no querer encontrarme con ella, desearía disculparme por el mal trato que le mostré una vez que ella salió de la Legión para casarse, fue bastante apático de mí parte realizar eso —contestó el rubio seriamente, por lo que yo no volví a hablar al respecto.

—Bien, espero por eso, Erwin —repuse, algo molesta por recordar aquella época de mi hermana triste.

Pronto íbamos a llegar, por lo que me acerqué a Levi a través de la carreta, poniéndonos de acuerdo acerca de lo que hablaríamos con mi padre y cuándo, concluyendo en intentarlo al segundo o tercer día de permanecer en casa. Ambos esperábamos por la reacción positiva de mi familia sobre él, pero todos nos sorprendimos  cuando Jane fue quien nos abrió la puerta.

—Bienvenidos todos. —Sonrió emocionada mi hermana por vernos a todos, aunque su mirada permaneció fija en Erwin por algunos instantes—. Por favor, pasen —pidió cortésmente a todos, pasando tanto Erwin como Levi y Hange a la sala principal, y quedándose con nosotras tres para abrazarnos por la felicidad y sorpresa—. ¡No creí que llegarían hoy! ¡Fue muy inesperado! —dijo demasiado alegre soltando algunas lágrimas de felicidad—. Pasen por favor y descansen.

—Eso habríamos hecho si no nos hubieras detenido —burló Orlantha, Jo le dió un codazo para reprenderla.

—Ahora que hemos eliminado a todos los titanes, es más fácil que podamos venir a visitarlos —hablé por Jo y por mí.

—Eso es perfecto, porque adivina a quién tengo aquí también —esperó emocionada Marie llegando a las escaleras y llamando a alguien para bajar, escuchandose varios pasos bajando las escaleras.

—¡Charlotte! —Corrí a abrazarla junto a sus dos pequeños hijos: Connor y Odelia.

—¡Mi amada Odelia! —Permanecimos abrazadas durante un buen rato, ignorando las miradas de los demás sobre nosotras—. ¡Te ves tan linda como siempre! ¡Oh, realmente me alegro de volver a verte! Te extrañe mucho este tiempo...

—Lamento no haber podido estar en el funeral de William —lamente su pérdida, ella solo negó melancólica con la cabeza.

—Él seguirá en mi corazón y le agradeceré profundamente que me haya dejado con una familia, además de ustedes, por supuesto —contestó tomándome del mentón para observarme bien—. Pero en verdad mírate, ¡eres una mujer hecha y derecha! Y esos ojos enamorados no me pueden engañar. —Alzó sus cejas para bromear conmigo, pero en ese momento Levi se comenzó a ahogar, por lo que todos comenzaron a preocuparse por él.

Por supuesto, ese comportamiento no pasó desapercibido para mi mejor amiga, pero en ese momento llegaron mis padres y mi hermana Wanda a la sala con todos nosotros.

—¡Wanda! —dijimos al unísono Jo, Orlantha y yo mientras nos acercamos a abrazarla, seguidamente me acerqué a saludar a mis dos padres.

—¡Qué sorpresa tan grata que has decidido venir a visitarnos! —Me abrazó con dulzura mi madre, para luego dirigirse su mirada curiosa hasta los señores y señoras sentados en la sala—. ¡Cielos, ¿quiénes son estos señores y señorita, Oda?! —preguntó confundida mi madre. No pude contestar a su pregunta cuando ella misma se respondió al reconocerlos a los tres—. ¡Oh por las murallas! ¡Los altos mando de la Legión de Reconocimiento!

Por supuesto, mi madre quedó encanta de todos... bueno, casi todos. Justamente Levi era una excepción; tanto por la —poca— mala fama que llevaba a tener por sus defectos, como las veces en que recordó que yo me quejaba de él por medio de las cartas que le enviaba a mi familia, diciendo que era muy orgulloso y prepotente con los demás... a decir verdad, ahora me arrepiento mucho de haber hablado sin pensarlo correctamente.


El primer día transcurrió a la perfección a excepción de las malas miradas que mi madre solía enviarle con frecuencia a Levi quien, a pesar de haberlo notado, decidió evadirlo.

En la primera noche de estadía en casa, regresé a dormir con Marie, quien ya me esperaba emocionada dentro de la cama para ambas hablar. Nos cubrimos como solíamos hacerlo de pequeñas para charlar en la noche mientras una vela nos cubría.

Antes de poder charlar, el golpe en la puerta de Charlotte pidiendo entrar nos hizo detenernos de seguir hablando, entrando ella también a la habitación y yo quedando en medio de ambas.

—He decidido sincerarme ante ustedes, hermanas mías, respondiendo la gran duda que quizás tengan de estos caballeros visitando nuestra casa; la verdad de todo esto es probablemente lo que piensan entre estas tres personas, está mi ser amado. —Ambas chicas esperaban expectantes la revelación de ese nombre, por lo que tomé un largo respiro antes de soltar el nombre—: Levi Acker...

—¡Estás de broma, Oda! ¡Esto no puede ser! ¡Comprometida con el señor Levi! No, no, no me engañas. Sé que es imposible —me interrumpió incrédula Marie; mientras Charlotte solamente se dedicaba a reírse.

—¡Qué mal comienzo este! —repliqué—. Yo, que solo me fiaba de ustedes... y ahora sé que, al ninguna creerme, no lo hará nadie más. Pero, de verdad, lo digo enserio. No estoy diciendo más que la verdad. Todavía me quiere, y estamos prometidos.

Pude sentir la mirada desconfiada de Marie sobre mí.

—¡Ay, Oda! No puede ser. Sé lo poco que te gusta.

—Tú no sabes nada. Todo está olvidado. Es posible que no lo haya querido tanto como lo quiero ahora. Pero en casos como estos es imperdonable tener buena memoria. Esta es la última vez que lo recordaré yo misma. —Ante la mirada aún sin creer de Marie, volví a afirmarlocon la máxima seriedad que me permitía la ocasión—: Marie, sabes lo sería que soy a la hora de hablar sobre mis sentimientos, no sería capaz de mentirte con algo tan serio como esto. —Frunci el ceño, algo cansada de que no me creyera, pero cuando observó mi cara fue que entonces lo oído entender.

—¡Cielo santo! ¡¿Será posible que sea verdad?! Pero ahora debo creerte —exclamó Marie—. Oda, Oda querida, te felicitaría... te felicito.... pero ¿estás segura? Perdona la pregunta... ¿Estás segura del todo que puedes ser feliz con él?

—De eso no puede caber duda —respondí felizmente—. Ya hemos acordado entre los dos que seremos la pareja más feliz del mundo. Pero ¿estás contenta, Marie? ¿Te gustará tener un cuñado así?

—Mucho, muchísimo. Nada podría darme más placer. Aunque lo llegué a considerar en el tiempo que estuve dentro de la Legión, pensaba en ello como cosa imposible. ¿Y es verdad que lo amas lo suficiente? ¡Ay, Oda! Haz cualquier cosa antes de casarte sin amor. ¿Estás bien segura de que sientes lo que deberías sentir?

—Por supuesto que sí, pero también me gustaría ahora escuchar la opinión de Charlotte —continué dirigiendo mi mirada a mi mejor amiga, quien sonrió y soltó una carcajada.

—Siempre sospeché que ambos quedarían juntos, y ahora que los ví a ambos lanzarse miradas durante todo el día fue que me aseguraron ambos que están hechos completamente para ser felices juntos. Pero, preferiría saber el momento exacto en que llegaste a sentirte atraída por él.

—El amor me ha venido tan gradualmente que casi no sé cuándo empezó. Aunque creo que, si debo ponerle una fecha, debió ser cuando recibió el título y salario del ahora "hombre más fuerte de la humanidad".

Todas comenzamos a reír al respecto, pero me pidieron que esta vez hablara de manera seria; por lo que pasamos la mitad de la noche hablando.

—¡Por las murallas! —exclamó mi madre a la mañana siguiente, mientras ambas preparabamos el desayuno—. ¡Si ese desagradable del capitán Levi Ackerman, vuelve a aparecer de nuevo con su apático rostro en mi mesa, no sé de qué seré capaz de ser o hacer al respecto! Lamento mucho, mi querida Oda, que debas tener la obligación de haberlo traído a casa por órdenes del señor Smith, ya habrá una ocasión para que ambos puedan estar solos, yo me encargo de eso. ¿Qué haremos con ese capitán ahora? —Lo único que pude hacer fue reírme ante los incómodos comentarios que hacía mi madre sobre él, pero hasta que no hablara con mi padre, no haríamos mucho al respecto—. Como sea, por favor llama a sus habitaciones para que vengan a desayunar —me pidió mientras trataba de calmarse.

Yo sin vacilar dejé lo que estaba haciendo y me apresuré en tocar a la puerta de la habitación de Erwin primero, por lo que me recibió con una gran sonrisa.

—Por favor ve al comedor, ya nos esperan ahí abajo —pedí al rubio mientras lo tomaba del brazo y sin esperar a que me dijera algo lo empuje para que siguiera caminando.

—¡Odelia! —gritó ligeramente tratando de llamar mi atención, lo cual logró exitosamente—. Mucha suerte contigo y Levi; me ha contado todo. —Sonrió cariñosamente, yo sabía que estaba realmente feliz por nuestra unión—. Odelia, ¿por qué estás llorando? —Cambió su Solange por uno de preocupación mientras limpiaba las lágrimas que salían de mí—. Vamos, no tengas miedo, ambos serán una gran pareja y familia y yo los apoyaré incluso si tu familia no lo hace. Te amo mucho, Odelia, no quiero que estés triste ahora que estás en casa —pidió el rubio mientras me abrazaba para calmarme.

—¡¿Odelia?! ¿Por qué estás llorando? —preguntó Levi saliendo de su habitación y acercándose a nosotros completamente preocupado—. Erwin, ¿qué pasó?

—No pasa nada, Levi; solo se ha preocupado de más, pero es algo que ambos deben hablar —contestó Erwin separándose de mí y plantando un beso en mi frente—. Ánimo, chicos, ustedes podrán hacerlo. Yo iré a llamar a Hange —dijo Erwin con una sonrisa antes de caminar con calma hacia la otra habitación.

Preocupado, Levi me tomó suavemente de la mano haciendo que entre a su habitación con él, dejando la puerta semi abierta para no estar completamente solos.

—¿Piedes decirme lo que pasa? Estoy muy preocupado ahora. ¿A-acaso ya no quieres cas...?

—¡Ni de chiste digas eso! —lo interrumpí, pero luego me abalancé a abrazarlo por el cuello—. Perdóname, es solo que estoy muy nerviosa y me solería mucho si mi familia no quiera aceptarte.

—Yo también estoy preocupado —contestó, correspondiendo lentamente mi abrazo; con una de sus manos tomó mi mandíbula, haciendo que mutuamente nos observemos—. Saldrá bien, ya verás. Y si no llegar a ser como queremos, me esforzaré para gustarle a tu familia si eso te hace sentir tranquila. —Sonrió para tratar de calmarme, lo cual surtió un efecto instantáneo.

No pude contestar con palabras, instintivamente me lancé a sus labios como agradecimiento de su apoyo, inmediatamente fui correspondida. Nos tomamos de las manos mientras seguíamos, pero tuvimos que detenernos al recordar que debíamos ser sigilosos.

—Ya hay que bajar. —Tomé su mandíbula ligeramente mientras depositaba unos cuantos gastos besos sobre ellos, el respondió que sí.

Ambos salimos de la habitación rápidamente, pero tomándonos de la mano durante el corto camino. Pero, lamentablemente tuvimos que separarnos al llegar al comedor con todos. Sin embargo, este hecho no pasó desapercibido para mi padre, quien me miró seriamente.

Después del desayuno, Erwin propuso que diéramos un paseo entre todos, pero Orlantha se manifestó cansada, y Levi confesó una gran curiosidad por los pocos panoramas cerca de casa, por lo que yo di mi consentimiento en secreto. Cuando subí junto a las demás a arreglarme, mi madre decidió abordarme, diciendo:

—Siento mucho, Oda, que te veas obligada a quedarte tú sola con ese hombre. Pero espero que no te importe; es por Jane, quien Erwin le ha pedido hablar con ella a solas; y tampoco tienes que hablarle más que de vez en cuando —dijo refiriéndose a Levi—. De modo que no te molestes.

Durante nuestro paseo, resolvimos —acompañados de algunos besos— que pediríamos el consentimiento de mi padre en el transcurso de la velada. Yo me reservé la misión de pedírselo a mi madre, por lo que aún no acababa de pensar el cómo lo tomaría ella; a veces dudaba si el prestigio e importancia de Levi bastarían para superar el aborrecimiento que ella tenía sobre él, mismo que yo sembré a lo largo del tiempo.

En todo caso, ya sea que se opusiera violentamente al matrimonio o le produjera este un agrado violento, lo que resultaba casi seguro es que sus modales en bjenugar al sentido común; y yo no estaba dispuesta a que Levi oyera los primero arrebatos de alegría o sus primeras expresiones vehementes de de desaprobación.

Por la tarde poco después de que mi padre se retirara a su biblioteca, di unos golpes en el mismo a Levi agitadamente para que él se levantara a seguirle, por lo que me quedé frenética al ver cómo se levantaba y lo seguía.

No me temía la oposición de mi papá; pero este se iba a dar un buen disgusto, y mientras lo pensaba, más me entristecía que sería yo quien se lo dara.... yo, su hija favorita, que se preocupara con mi elección, y lo llenas de temores y pesares una vez que me casara.

Me quedé algo preocupada hasta que apareció Levi, quien me alivió con una ligera sonrisa.

Al cabo de unos minutos, se acercó a la mesa donde estaba y mientras hacía que observaba el bordado que hice, me susurró:
—Ve con tu padre, quiere verte en la biblioteca.

Yo salí disparada de mi lugar una vez que me habló, no sin antes apretar su mano y susurrarle un "gracias". Una vez que pase a la habitación, observé a mi padre con aire serio y nervioso. Para tratar de disuadirlo, dejé el ramo de flores que había recolectado fuera de las murallas para él.

—Odelia —me dijo—, ¿qué haces? ¿Has perdido el juicio para aceptar a este hombre? ¿Es que no lo has odiado siempre?

Al ser esas sus primeras palabras, tuve que explicarle:

—¿Sabes? Hasta ahora me doy a la tarea de ver lo injusta que fui con él en el pasado. En un principio, debo aceptar que no lo acepté apropiadamente cuando se unió a la Legión pero al conocerlo y pasar por alegrías y penas, algo dentro de mí hizo querer fijarme más en él y me hizo estar a su lado inconscientemente. Ahora, no puedo guardar la alegría que me da estar junto a él —aseguré mi amor a Levi.

—O, dicho de otro modo, que estás decidida a aceptarlo. Es estable económicamente y más ahora que puede que aumenten sus sueldos, puede que llegues a tener incluso ropas más finas que Marie. Pero ¿te harán feliz?

—¿Tienes alguna otra objeción, aparte de creer en mi indiferencia? —le pregunté—.

—Ninguna más. Todos sabemos que es orgulloso y desagradable; pero eso no significaría nada si lo quisieras de verdad.

—Pues sí, me gusta —repliqué con lágrimas en los ojos—. Lo amo. Además no tiene ningún orgullo. Es un poco malhumorado, pero es lo más amable del mundo. Te habría divertido conocerlo. ¡Y en realidad somos bastante parecidos! No sabes cómo es en realidad; de modo que te ruego que no me hagas daño hablando de él de esa manera.

—Odelia —volvió a decirme—, le he dado mi consentimiento. En realidad, es u  hombre al que no rehusaria a negarle algo que se digne a pedirme. Ahora, te lo entregaré, si tú estás resuelta a tomarlo. Pero déjame que te aconseje que te lo piense mejor. Conozco tú carácter, Oda. Sé que no podrás ser feliz si no estamos de verdad a tú marido; si no lo tratas como a ti compañero de vida. Tú vivo talento te haría correr un enorme peligro en un matrimonio desigual. No sabes a lo que te exponer con un marido que apenas y conozcas.

—Realmente lo amo... Y este afecto no ha sido de un día para otro. Realmente... Fueron casi cinco años los que compartí estando junto a él y, para serte sincera, jamás pude descifrar el momento en que capturó mi corazón, pero debió ser al poco tiempo de conocerlo, solo que nunca lo noté. Es bastante limpio, se preocupa por los demás que por sí mismo. Fue proclamado el "soldado más fuerte de la humanidad" en su tiempo, y para mí seguirá siendo el mejor que haya existido. Realmente me siento tan afortunada de estar a su lado... y sería completamente feliz si tú estuvieras junto a mí, ojalá pudiera verte reír de la felicidad tras mis palabras. —Sonreí nerviosa, contagiando la risa en mi padre.

—Bueno, querida, ya no tengo más que decir. Siendo así, te merece. Oda mía, yo no te habría entregado a otro que valiera menos.

Para completar la impresión favorable, decidí contarle lo que había hecho voluntariamente por Wanda. Mi papá me escucho con asombro.

—¡Esta es una tarde de maravillas, en efecto! ¡De modo que el capitán lo hizo todo: el descubrimiento de Wanda, el encuentro de Wickham, la ayudó a que consiguiera ayuda ¡y que también pudiera tener un seguro! Tanto mejor. Así me ahorraré un mundo de problemas y ahorros. Si hubiera sido obra de alguien más, tendria que haberle pagado y le habría pagado; pero estos jóvenes enamorados furiosos lo hacen todo a su manera. Mañana le ofreceré pagarle; él divagará y disertará sobre el amor que te tiene, así quedará la cosa concluida. —ambos reímos ante lo dicho y, con profunda alegría, me permitió irme, no sin antes gritar con alegría con la puerta abierta mientras se limpiaba las lágrimas de felicidad de sus ojos—: Si se presenta algún joven para pedir a Jo, que pase, pues no estoy ocupado.

Mientras yo sentía que me quitaba un peso enorme, Hange y Joelle corrían hasta la biblioteca de mi padre, por dentro sentí felices por ellas y continué mi camino hasta donde mi madre, contándole todo lo ocurrido.

En un principio, quedó paralizada al respecto, incapaz de pronunciar palabra. Solo al cabo de unos minutos atinó a asimilar lo que había oído. Después, comenzó a recuperarse, a devolverse en su asiento, a levantarse, a sentarse de nuevo, a admirarse y a soltar jaculatorias.

Satisfecha, estaba decidida con la reacción de mi mamá, por los ir decidí dejar la habitación y, tanto apenas lo hice, mi madre salió disparada detrás de mí.

—¡Hija queridísima! —exclamó—. ¡No puedo pensar en otra cosa! ¡Casada con el hombre más fuerte de la humanidad! ¡Es como ser un duque del Ejército! Y con licencia especial. Deben casarse con licencia especial. Pero, niña querida, ¡dime qué plato le gusta más al capitán, para que se lo haga mañana!

La cena fue de las más felices que tuve en mi vida; estaba rodeada de la gente que más amaba, y pronto estaría de por vida con el hombre que siempre me amó, incluso desde las malas. Uno de mis sueños se cumplía por fin.

❖ • . • . ❖ • . • ❖
























Abrí mis ojos, observando la oscuridad de la habitación. Mi mirada estaba pegada al techo de la recámara.

«Todo había sido un sueño».

Dirigí mi mirada a mi lado, observando a Levi durmiendo plácidamente a mi lado.

Algo confundida, decidí salir de las sábanas y observar sobre el balcón de nuestra casa que se encontraba arriba de nuestra propia tienda de té.

Ahora lo recordaba, había pasado tiempo desde la última guerra contra Eren, Levi y yo nos casados poco después una vez recibimos tratamiento médico para superar nuestros traumas, dolores y arrepentimientos durante el extenso tiempo que permanecimos siendo soldados; esto junto a Hange, Joelle, Armin, Jean, Connie, Artis y Onnyankopon; además de la ayuda de las familias Braun, Grice, Finger y Leonhardt para poder hospedarnos, hasta que ambos logramos mudarnos.

—Oda, amor, ¿qué haces despierta? —preguntó Levi somnoliento, tallando uno de sus ojos mientras caminaba con cuidado hasta donde me encontraba; yo me apresuré en ayudarlo a sentarse junto a mí, colocándolo delante de mí y lo abrazaba por la cintura. Se volteó de lado para colocar un beso sobre mis labios, mientras volvía a preguntarme por mí insomnio—. ¿Tuviste alguna pesadilla? ¿Quieres hablar de ello? Estoy aquí para escucharte, ¿lo sabes?

—Por supuesto que lo sé —contesté conmovida por sus preguntas—. La verdad es que tuve un lindo sueño, era sobre... —quise contarle pero, mi mente no me permitía recordar ahora sobre qué era—; oh, parece que lo he olvidado —continué algo deprimida por hacerlo.

—Ya lo recordarás, no te preocupes por eso. —Jugó con mis dedos hasta acercar mis nudillos hasta sus labios, dejando un beso—. ¿Quieres regresar a la cama?

Yo asentí y dejando un beso en su cuello, nos apresuramos en regresar a la cama. Ambos nos acostamos frente a frente. A pesar de las heridas de Levi, su rostro se había vuelto más cándido y sus ojeras desaparecieron con el paso del tiempo despues de obligarlo a dormir conmigo desde que nos casamos; con la ayuda de Hange, logró comenzar a caminar más, por lo que ahora podía andar por sí mismo un rato antes de regresar a su silla para descansar.

—¿Qué pasa? ¿Por qué me miras tanto? ¿Acaso vas a declararme tu amor, mocosa? —bromeó acercándose a mi rostro, por lo que yo continué.

—Si es así, ¿qué harás al respecto? —Lo abracé acercándolo a mí, poniéndose nervioso y rojo al instante. Yo solté una carcajada y lentamente me acerqué a él para abrazarlo—. ¿Cómo pudiste empezar a enamorarte de mí? —le pregunté de repente—. Entiendo que avanzases bien después de haberte puesto en el camino, pero ¿qué fue lo que te hizo empezar?

—No soy capaz de determinar la hora, ni el lugar, ni la mirada ni las palabras que sentaron los cimientos. Hace demasiado tiempo. Antes de ese cuenta de que había comenzado, ya iba por la mitad de enamorado de ti. Y aún no termino, continúo enamorándome de ti cada día más.

Emocionada, uní nuestros labios suavemente, intercambiando la práctica que reunimos en todo este tiempo. Susurramos nuestros nombres mientras uníamos nuestras manos una sobre otra y lentamente nuestros cuerpo comenzaban a entrelazarse.

Sin embargo el llanto de nuestro hijos nos hizo detenernos, llegando lo más pronto posible a su habitación.

—Yo me encargo de Erwin —me dijo Levi mientras se encaminaba a la cuna de Erwin y yo a la de Charlotte.

Ambos nos sentamos en la pequeña cama que teníamos en su habitación una vez que crecieran, por lo que ambos nos sentamos juntos.

—Me pregunto por qué se habrán despertado —dijo preocupado Levi mientras mecía entre sus brazos al pequeño castaño y yo a la azabache.

A mi mente llegó el recuerdo de la canción que solía cantar con Eren, por lo que esta vez intenté practicarlo con ellos.

🎶🎶🎶🎶
(pueden quedarse a llorar conmigo si quieren)

Los niños poco a poco comenzaban a calmarse hasta quedarse dormidos y calmar sus lloriqueos. Así que continué cantando con un nudo en la garganta antes de que ellos se quedaran dormidos.

—Vaya, así que de esta manera duermen más rápido. —Sonreí divertida, hasta que noté que Levi también estaba quedándose dormido mientras aún tenía en sus brazos a Erwin.

Sonreí enternecida por aquella imagen, regresé a ambos niños a sus respectivas cunas y me acosté con Levi sobre aquella cama pequeña, observando su rostro calmado dormir con una sonrisa en su rostro.

Dejé un pequeño beso en sus comisuras antes de cerrar mis ojos y abrazando a Levi comenzar a quedarme dormida.

—Descansa, mi amado Levi. Gracias por seguir conmigo.

🌸
Holaaaaa. ¿Cómo se encuentran? Espero que les haya gustado este capítulo extra. ¿Qué opinan sobre él? La verdade gustó muchísimo escribirlo y espero que a ustedes también les agrade.

El jueves o viernes espero publicar el epílogo 😪 pero tengo una pregunta: ¿les gustó el capítulo 96? ¿O les gustaría que se agregara o quitara algo de él? A decir verdad, no me siento del todo convencida, no sé si sea porque es mi segunda vez terminando una historia y mi primera siendo una historia muuuy larga, pero me gustaría saber su opinión.

Con ewtoe retiro por hoy y espero que les haya gustado y lloraran conmigo con la canción  jajaja lloré cuando la encontré. Nos vemos pronto, cuídense ❤✨.

Continue Reading

You'll Also Like

2K 155 19
Cuando Ayumi era tan solo una niña, vivió la devastadora caída de Shiganshina y como consecuencia perdió a toda su familia, pero antes de que ella pu...
443K 49.5K 83
Hace 80 años la antigua Legión de Reconocimiento dio un golpe de Estado. Aquel día se perdieron muchas vidas, por lo que la Comandante Giza Fertman p...
DESIDIUM By Lizz

Fanfiction

23.5K 1.9K 8
La mujer con la que durmió aquella noche, no era exactamente quién Leon pensaba. (Leon S. Kennedy y Tu) Sept. 2019
511K 81.7K 34
Park Jimin, un padre soltero. Por culpa de una estafa termina viviendo con un completo extraño. Min Yoongi, un hombre solitario que guarda un triste...