Maratón 2/2
Era un domingo por la mañana, alrededor de las nueve y treinta. Tim y yo habíamos estado hablando durante dos horas, ¿De qué tema? No lo sé, simplemente hablado y ya. Juraba que todo sería normal, hasta que se me ocurrió la genial idea de hablar de pasteles ¿Por qué? Porque los tutoriales parecían fáciles. Fue así como de alguna manera, intenté sacar provecho de ello.
Max:
No es fácil
Lo sé
PERO PARECE
ES BATIRLE Y YA
Chico problema:
No es solo batir y ya
Max:
Cómo que no?
Qué me das si lo hago y me sale?
Chico problema:
Nada
Max:
Me dejas ponerte un apodo!!!
Chico problema:
Okey
Max:
¿En serio estás aceptando así por así?
Pensé que sería más difícil
Chico problema:
Acepto porque sé que te vas a estancar en el primer paso
Max:
Que poca fé
Chico problema:
Pero no debe ser solo de vista
Tiene que ser deliciosa
Max:
Pides mucho para un maestro pastelero que toda su experiencia ha sido hacer panqueques y pastelitos instantáneos de taza
Que sería de mí sin el microondas.
Chico problema:
Y te haces llamar maestro pastelero?
Max:
Sí
Tengo un certificado
Chico problema:
No cuentan los talleres de cocina de primaria
Max:
;c
¿Cómo sabes que llevé talleres de cocina en primaria?
Chico problema:
No lo sé, solo lo supuse
Max:
...
No soy un niño mimado, lo juro
Chico problema:
Nadie dijo que eras mimado
Max:
De pequeño tuve que acompañar a mi hermana a una academia
En vacaciones
Y habían talleres
No quería saber de reforzamientos
La otra opción fue cocina y pastelería
Y mi certificado de minichefsito sigue vigente
Si quieres un ayudante
Me puedes llamar
Tengo el título, pero no experiencia laboral
Aunque la experiencia cuenta con bizcochos de taza??
Sé hacer de oreos y café
Me salen uy
Que te mueres
Chico problema:
Me muero de intoxicación o de qué?
Max:
;ccc
Te mueres de lo deliciosos que son
Nunca me han llevado al baño
Así que no sirven como laxante
Aunque si te comes dos o tres...
Chico problema:
Cualquier comida en exceso hace daño
No es como si te hubieras comido dos o tres en realidad
Max:
...
Chico problema:
Mejor no digo nada
Max:
De todos modos
Te mandaré un pedazo de la torta que prepararé
Debes ser imparcial
Y si me sale bien
Yo gano
Y te busco un apodo
Chico problema:
Okey
Lo mandarás con el director otra vez?
Corre el riesgo de ser comida por él
Max:
Le diré que es un experimento y que no sé si lo hice bien, por ello, debería ser peligroso que alguien lo coma porque le podrá dar diarrea
Chico problema:
Es enserio?
Esa es tu excusa para pasar un pastel?
Max:
Qué quieres que le diga? Señor director, es una torta de declaración?
Chico problema:
Sí, por qué no?
Max:
Porque no te estoy declarando mi amor
Chico problema:
Lo sé
Pero suena a buena excusa
Max:
Ummmm
Tienes razón
Y fue así como acompañé por primera vez a mi madre a hacer compras. Me ofrecí hacerlo. La cara de sorpresa de Alexa fue algo dramática, considerando que suelo ayudar a mamá en la limpieza, no le vi algo raro. Me reí por su reacción. Pero lo divertido se vino abajo cuando estuve a solas con mamá.
Era silencio incómodo. Me preguntaba sobre mis estudios, no había más tema de conversación. Al menos con mi padre era un silencio necesario. Sí, tampoco hablábamos mucho, pero no tenía la imagen de él exigiéndome o regañándome, ese era el papel de mamá.
Comprar todos los ingredientes para intentar una tarta de tres leches era tedioso. No era cualquier tarta, aunque a simple vista parecía una tarta mojada con leche y ya. Recorrí el supermercado con mi propio carrito, intentando con todo lo posible no pasar por la sección dulces y llevarme medio supermercado. Mamá estaba en la sección de vegetales, ella se tomaba su tiempo para elegir acorde a su lista de comidas para la semana. Al terminar lo mío la alcancé y ella solo me entregó la tarjeta, Max tenía el poder, pero no podía hacer nada con él porque todo se registraba en su historial.
Malditas tarjetas de crédito.
Llevé las compras a la maletera, ella no preguntó y parece que ni le interesó lo que compraba. Mejor para mí, con que las pagara todo bien. Mamá tenía el rostro calmado cuando volvimos al auto. Esta vez, para que sea menos incómodo encendí la radio.
—¿Te importa si pongo alguna música? —pregunté. Ella negó.
Adele sonaba a todo volumen. Como buen predicante de la música pop aumenté volumen (Lo necesario), para disfrutar de la melancolía de su voz. Cuando llegó el coro vi que mamá parecía cantarla, aunque solo movía la boca. Intenté ignorarlo.
—¿Te gusta Adele? —pregunté curioso. Por eso dije que intenté...
—Algunas músicas son buenas, Alexa las pone mucho.
Ah claro, no había alguna conversación donde no metieran a Alexa. Me resentí y no quise continuar la conversación. Ella tampoco se esforzó o pareció notar algo raro.
Ni bien llegamos acomodé todas las compras en la alacena. Ahora estaba traumado por el miedo de que me quitaran el celular otra vez. Es más, limpié el estante entero, casi casi me pongo el mandil para la limpieza de la refrigeradora.
—¿Vas a hacer algo con todo eso? —fue la primera pregunta que hizo dirigida a mí en lo que llevaba del día. Se acercó a la cocina para guardar las ollas y vajillas que se encontraban dispersas. Alexa había preparado algo en nuestra ausencia y parece haber dejado los servicios limpios, mas no en su lugar. Pero claro, mamá podía hacerlos por ella mientras que a mí...
Ya paro.
Aún mantengo mi debate interno entre cuál es mejor, que me ignoren o que me pongan demasiada atención que roce e invada mi vida privada al punto de ser atosigante.
—Haré un pastel —respondí sin darle importancia. Seguí colocando las compras en los cajones.
—¿Desde cuándo te gusta cocinar?
—Desde nunca. Solo que ahora quiero intentarlo —mi voz sale calmada y fluida. Con mi madre siempre estaba Max sumiso, y no me oponía a ello por muchas razones.
—Bien —me anima—. Acerca de Alexa...
Suspiro rendido. Sabía que había gato encerrado.
—No, no sé nada de Alexa —respondo harto. Carraspeo al darme cuenta de mi tono de voz y me giro para mirarla. Solo tiene los brazos cruzados con una mirada de reproche, y digo "solo" porque no me ha levantado la voz.
—Creo que le gusta alguien —confiesa.
—Es normal ¿No?
—Claro que no, ella tiene que pensar primero en...
—Los estudios —completo por ella—. Ma ¿Crees que a Alexa nunca le ha gustado nadie?
Ese comentario parece descolocarle.
—¡Claro que no! Alexa siempre ha priorizado sus estudios.
—Okey... —susurro bajito. Intento contar hasta tres y pensar en otra cosa. No voy a discutir con ella, no ahora y espero que jamás.
—La he visto extraña, y quiero que la vigiles la semana que viene. Eres su hermano, cumple con ello y protege a tu hermana. —Me señala directamente con el dedo índice.
Más que intimidado, me sentí confundido. No fue si no hasta que mis ganas de hacer el pastel se esfumaron, tuve que guardar lo que había apartado en un rincón (ingredientes de la receta). Ni siquiera tuve que responder que no lo haría, no vigilaría a Alexa. Era mi hermana, no mi jefa. Fuera de todo ello, Tim tendía trabajo lo que restaba del día, hablar con él no era una opción, ya no quería pasar a ser una molestia. Por lo que esperaría hasta mañana por la tarde y lo haría cuando mamá se fuera a su trabajo, Alexa al reforzamiento, papá quién sabe, igualmente dudo que esté en casa un lunes.
(//)
Dev:
Max
Por favor
Max:
Pedí espacio
Dev:
Solo hablar
O si quieres no hablar
Nosotros en silencio
Pero déjame acompañarte
Por favor
Cuando me alistaba para dormir Dev mandó mensajes. Quise creer que sería fuerte, que aún estaba resentido o algo por el estilo, pero eso no era cierto en lo absoluto y mi corazón lo sabía. No había la misma emoción que sentí cuando vi su propuesta, y apuesto que el anterior Max estaría feliz de que Dev tome la iniciativa. En cuanto a mi molestia o incomodidad había pasado muy a segundo plano. Luego, mi muy mala conciencia tuvo una idea que admito consideré genial para hacer las paces con Dev.
No exactamente hacer las paces.
Mentira, sí que quiero quedar bien con él.
Max:
Está bien
Mañana
Quiero hacer un pastel por la tarde
Si quieres
Me puedes ayudar
Dev:
Sí que quiero
Está bien si luego de la escuela vamos a comprar todo?
Max:
No, ya compré todo
Solo es hacer el pastel
Dev:
Entonces mañana nos vemos
Sonreí cuando leí ese mensaje. Fue inconsciente. No se lo diría a nadie, me tocaba solucionar por mí mismo las cosas. Tocaba decidir desde el punto de vista de mi corazón por una vez. Por nuestra amistad o lo poco que quedaba de ella.
(//)
—Entonces... ¿Hoy vamos a hacer un pastel? —pregunta Dev con clara felicidad. Se había acercado después de que la mayoría de mis compañeros salieran.
Le había dicho que no se me acercara durante toda la mañana (mejor dicho, durante toda la clase), sería sospechoso y Alexa estaría de fastidiosa cuando llegara a casa.
—Yep —respondí alegre. Juro que no quise hacerlo.
—Veremos tutoriales o...
—Claro que veremos tutoriales. No sé nada de pasteles.
—Timy es el experto en esto —lo menciona Dev.
Se me escapa una sonrisa al escuchar su nombre. Esta sí, esta sonrisa sí tuvo autorización de salir. ¿Y cómo no? Si el pastel lo estaba haciendo para poder darle un apodo.
Este pastel me tenía que salir porque me tenía que salir.
—Sep, pero no llamaremos a Cat-Tim.
—¿Cat-Tim?
—Por Cat-Noir de Ladybug.
Dev me mira muy desconcertado. Ah cierto, él no tiene primos pequeños que cuidar.
—¿Es enserio? ¿Ves Ladybug?
—Te informo que tengo una tía que viene de vez en cuando de visita, tiene dos mini humanos que aunque tenemos una televisión en la sala se les da por querer ver en mi habitación.
—En mis tiempos era llamen a Saint Seiya
—Saint Seiya no salvaba Paris, Dev.
—No, pero eran los caballeros del zodiaco. Y uno era muy guapo.
Ambos caminamos con dirección a la salida. Cuando giramos hacia el camino que señala la dirección de mi casa, Dev se para en seco.
—¿Está bien ir a tu casa? ¿Tu mamá no se molestará o algo?
—No estará nadie.
Escucho un sonoro soplido de él.
—Menos mal, lo que menos quiero es que me recuerden por milésima vez que soy mala influencia. —Parece relajarse y vuelve a caminar apresurado, alcanzándome.
—Dijo que tenía que hacer algo, por lo de su trabajo supongo, Alexa estará fuera también.
—¿Y tu papá?
—Es lunes, él se desaparece cualquier día laboral. Es literalmente imposible verlo ahí.
—¿Qué hacemos si lo encontramos?
—Nada —respondo con sencillez—. No es mi mamá, él no es así...
—Okey —dice sin estar muy convencido.
Al llegar a mi casa me cercioro de que realmente no haya nadie. Subo a las habitaciones fijándome si hay algún espíritu chocarrero que haya dejado mi madre como guardia en caso de que no le bastara poner cámaras en el cuarto de su hija. No me sorprendería si están por toda la casa.
Dev está sentado en la sala, como un niño que ha sido regañado esperando a que su mamá vuelva. Se ve tan tierno.
—¡No hay ni sus luces! —anuncio bajando las escaleras.
—Genial, no quería volver a pelear con tu doble.
Ya que la menciona, quería hacerle muchas preguntas. Ahora que estaba sobrio, quería preguntarle ¿Por qué no me dijo nada cuando sabía que Alexa difundía rumores de mí? Pero no, acordamos no hablar o solo hablar lo necesario del tema.
Caminamos hasta la cocina donde comencé a colocar todos los ingredientes y recipientes que necesitaríamos en la mesa. Dev observaba como iba y venía con las cosas en las manos. Vaya ayuda.
—Extrañaba esto, la normalidad. Tú y yo siendo los amigos de siempre —confiesa.
Realmente evité querer tocar el tema.
—Dev —lo llamo. Cuando tengo todo listo en la mesa prosigo—: Creo que... creo que lo que hiciste fue estúpido. —Doy una bocanada de aire dudando en continuar—. Ya que dices que ahora estamos "normales" quiero decir eso como el Max que era tu amigo.
—¿Y qué diría el Max que gusta de mí? —cuestiona cruzando de brazos. Tal vez retándome, tal vez preguntándolo en serio. Lo que era certero, era que estaba tocando el tema con despreocupación.
—Ya no me gustas —suelto en defensa. Sé que no es cierto, al menos intento creer que no me gusta.
Ya sabes, me la creo hasta que realmente soy.
Debería aplicar ese método para otras cosas también.
—¿En serio? —inquiere dando unos cuantos pasos para quedar frente a mí. Estamos frente a frente y estoy haciendo mi mejor esfuerzo para verlo a los ojos.
—En serio —repito serio.
—Genial, porque creo que le... —Dev parece darse cuenta lo que dice y se calla de inmediato.
Y era lo mejor. Que Dev tuviera la boca cerrada era de más ayuda. A parte de eso fue relativamente relajante preparar el bizcocho junto a él y la chica del tutorial de YouTube. Hasta un punto todo fue de maravilla. Sus recurrentes menciones acerca de que extrañaba a Rafael eran una constante molestia. Y luego dijo:
—Te vi hablar fugazmente con Rafael.
Me giré a verlo, con algo de cansancio.
—Hablé con él de algo, no de ti.
—Pero hablaron ¿cierto?
Asentí sin mucha gana. Ahora era cuando Dev comenzaría a hacer un gran cuestionario de lo curioso que se encontraba –casi moría— de la pura curiosidad. En cambio, para mi sorpresa soltó:
—Quiero que esté bien...
—Créeme que lo estará —sale sin reparos de mi boca. Él me mira fijamente, cambia de expresión y continúa batiendo el huevo sin muchas ganas.
—Lo sé, es Rafael. Quiero decir, siempre es maduro, gruñón y bastante neutro, aún cuando estaba conmigo, aún cuando me costó tanto conseguir que él y yo...
Doy un golpe sonoro a la mesa, Dev se sobresalta cuando lo hago, me mira algo asustado. Yo solo quiero que pare, tal vez se haya olvidado que los sentimientos (sí, mis sentimientos) no se van de la noche a la mañana por una decepción, en mi caso, que detesto haya sido así, aún lo quiero y mucho.
Dev traga sin dejar de mirarme, ha dejado de batir el huevo. Como si fuera una orden, lo miro con los ojos entrecerrados, quiero enviarle señales de humo (tal vez mi lenguaje no verbal es un asco cuando soy consciente de ello). Estoy incómodo, ese es el mensaje que quiero transmitir.
—Max, ¿Me estás estudiando? ¿Por qué me miras así? —pregunta él.
—Olvídalo. —resto importancia, irritado. Enciendo la maquinilla que se encarga de amasar. Literalmente esa cosa hacía el queque por nosotros. Solo había que tener precaución con las cantidades.
—¿Está bien así? —cuestiona elevando la batidora a su altura para mostrarme que las claras están a punto de nieve.
—Sep, toca mezclar todo. —Extiendo las manos y Dev me alcanza el tazón, listo para ser mezclado también.
Quedamos en ese silencio. Y hubiera querido que sea un poco menos incómodo, pero no se podía pedir milagros, Dev solo hablaba de lo mal que la estaba pasando al estar sin Rafael. Realmente pensé que era mi deber, como su amigo, me tocaba soportar escucharlo porque él me necesitaba, él se sentía mal y yo estaba ahí para él.
E inmediatamente, entre mis pensamientos se coló el hecho de que "Dev sabe que le gustas, y no le da ni la más mínima importancia". Me irritó muchísimo más, si volvía hablar de Rafael me estaban entrando unas ganas asesinas de darle con el sartén que derretía la mantequilla.
Como supuse, Dev no paró.
—Dev —lo llamo.
—Es que, lo sé, fue estúpido, no, fui estúpido y creo que Rafael...
—¡Dev! —mi llamado de atención más pareció una súplica. Carraspeo recomponiéndome—. Joder Dev, dijiste que no hablaríamos más de lo necesario y te di la oportunidad, quise, realmente quise que esto funcionara, pero no lo hace, en absoluto. ¡Estás arruinando mi pastel!
»¿Cómo podría estar de tu lado cuando fuiste tú el que estropeó todo? Estábamos tan bien, los tres. No, miento. Yo no estaba bien. Lo horrible es que tú sabías de lo que sentía, de lo que siento. He ignorado eso desde esa vez, que "hablamos" y la vez que me besaste. ¿Para qué fue eso? ¿Me querías dar esperanzas? ¡Delante de Tim! ¿¡Por qué!?
Dev retrocedió algunos pasos. Sentí un vacío y escalofrío irremediable. Lo dije todo en desorden, no era mi intención. No sabía por dónde comenzar y recordaba cosa tras cosa que poder reprocharle. Estaba hecho, esto no tenía solución.
—Max, estás pálido ¿Te encuentras bien?
—No —respondí tajante.
—Si quieres me voy. —Agradecía en lo profundo que fuera él quién diera una alternativa. Asentí sin responder, aún con la mirada en el piso.
Él titubeó un poco. Y odié que lo hiciera. Se acercó hacia mí rodeando la mesa que nos separaba. Cuando estuvo a mi lado, sin siquiera importarle como me sentía, tocó mi mejilla. Cuándo sentí su toque me estremecí, no estaba acostumbrado a su cercanía –a esa cercanía– Dev lo entendió cuando me sobresalté por ello. Se fue.
La puerta se cerró y lo primero que hice fue sentarme, mirar al techo por unos segundo, como si estuviera meditando; y procedí a encender el horno. Tal vez me debía acostumbrar a una vida telenovelística, después de todo me llamaba Maximiliano ¿Qué esperaba?
Pero ahora tenía un pastel por hacer.
(//)
Fue la primera vez que llegué con un táper al colegio. Lo guardaba como si fuera un tesoro, estaba resguardando con un pañuelo ya que este era de vidrio. Y mi madre con los táper de vidrio es como Dios resguardando Jerusalén.
Tuve que caminar despacio por el pasillo para que el pastel no se estropeara y llegara siendo mierda de tres leches que pastel. Tim dijo que me sumaría puntos la belleza.
Todo lo que uno hace por un apodo...
Cuando me dirigí a mi salón tuve la brillante idea de entregárselo ahora, puesto que si estaba mal o si se arruinaba ya no sería culpa mía. Si Tim decía "Sabe horrible" o "Se ve feo, no cuenta" le respondería que se tenía que comer al instante, él no comería el pastel en clases ¿cierto?
Max:
Llegaste al colegio?
Chico problema:
Estoy en camino
Por qué?
Max:
Nada...
Caminé a paso apresurado hacia el otro extremo del pabellón. Nuestros salones se situaban en extremos opuestos. Quizá sea por ello que jamás me lo topé, tuve que dar pasos agigantados para llegar antes que él, sería terrible que me lo topara frente a frente con mi táper en la mano.
En el camino maldecí al arquitecto, ingeniero, diseñador o el que haya sugerido que cuarto y quinto de secundaria se encuentren en polos opuestos. No, que hayan apartado a quinto al sector más triste de la escuela. Y digo todo quinto, contando las secciones. Era como si fuéramos apartados de todos. Se debía cruzar la sala de conferencias, el patio de recreación y las pequeñas tienditas. Una barbaridad.
Cuando llegué vi a Rafael y estuve por cantar gloria a Dios. Tuve que acorralarlo antes de que entrara a su salón. Lo jalé dentro del salón de conserjería. Fue en automático, mi cerebro armó un rompecabezas con las alternativas.
Te amo cerebrito.
—¿Qué pasó? —preguntó con preocupación—. Te vi acercándote en cámara rápida que me asustaste.
—Lo sé —respondo intentando recuperar el aliento. Había caminado tan rápido que cuando paré sentí mis músculos comprimirse. La edad me estaba pasando factura.
—¿Quieres agua?
Asiento con una mirada de suplica y gratitud.
¡Viva Rafael! Gritaron pequeños Maxitos celebrando en mi cabeza.
Tomé casi la mitad de tu botella de agua sin parar. Rafael me miraba espantado, intercalando su mirada entre el agua y mi cuello.
—¿Entonces? —cuestionó cruzándose de brazos.
Tomo un respiro más. Por estas cosas debía comenzar a hacer ejercicio. Agregado a la rutina.
—¿Podrías darle esto a Tim sin decirle que fue de parte de Max? Solo dile que alguien, mejor, que una chica te lo entregó.
—¿Qué es? —Curiosea el táper, antes de que lo mire yo pongo mis manos sobre las suyas. Impidiendo que descubra lo que es.
—Es veneno.
Me mira con reproche y sonrío.
—Es comida... O algo así, es un pastel.
—¿De verdad te hiciste amigo de Timothy? —Me ofende que lo pregunte con sorpresa.
—Maso menos, o en eso estoy...
—Pero yo creí que él ya sabía que eras tú.
—No, creo que todavía no lo sospecha.
—Bueno... —Sujeta el táper con firmeza—. Este será un último favor, no pienso cubrirte más —me señala.
—Sí, señor.
Cuando estoy por salir Rafael sujeta de mi brazo. Me giro a verlo esperando que diga algo.
—Max, sobre Dev... Sé que acordamos no hablarnos más y todo eso, pero quería avisarte algo.
—Sí, dime.
—Voy a reportar a la profesora de Sociales.
No siento la sangre circular en mi rostro, quiero creer que me veo de lo más normal, pero no puedo.
—Necesito tu testimonio —continúa—. Necesito que digas lo que te dijo Dev, por favor.
No quiero decir que no lo quiero ayudar, pero es que es mucho para mí. A Max no le pagan lo suficiente por todo esto.
—¿Yo?— susurro. Rafael asiente—. Okey...
—Genial, solo faltaría hablar con Dev.
—No.
—¿Por qué no?
—Si hablas con él comenzará a rogarte para que vuelvas con él, esta bastante sensible con respecto a ti.
—Estaré bien...
Asiento no tan convencido. Me retiro de la pequeña habitación checando que Tim no esté por ahí. Veo el camino libre y me encamino a mi aula con prisa, antes de tocara la campana.
(//)
Chico problema:
¿En serio lo hiciste tú?
Max:
¿Ya lo probaste???
Recién estamos en cambio de hora
Chico problema:
Estoy en la dirección y lo traje
Max:
Por qué?
Digo
Por qué estás ahí?
Chico problema:
Me castigaron porque me vieron comiendo el pastel
Tenía clase con nuestra tutora
Y me dijo: O comes o sales.
Max:
No
No me quiero reír
Porque fue mi culpa
PERO ESO NO SE HACE HAHAJSJAHJAJSJA
POR DIOS TIM
Chico problema:
Estuvo bastante bien
Te faltó
Max:
No digas lo que faltó
Me esforcé mucho
Incluso le canté a la torta esa
Esta hecha con más cariño que nosotros
Chico problema:
Sí...
Bueno
Que pena que el cariño no se sienta en el sabor porque le falta un poco de azúcar
Max:
Todo lo que hago por un apodo
Y así me pagas???
Castigado por un mes
Chico problema:
Sonaste como mi tía
Tengo curiosidad
Con qué me castigarás?
Max:
Pues
No te hablaré por una semana
Chico problema:
Es un castigo o un respiro?
Max:
CONTIGO NO SE PUEDE :'''(
Chico problema:
Dijiste un mes y al final es una semana (?
Te falta mano dura eh...
Max:
Es que es una semana para ti y se sentirá como un mes para mí
Chico problema:
Haha
Max:
POR DIOS TE HAS REÍDO?
Es eso una risa??
O el canto de una hermosa ave?
Chico problema:
Suelo reírme más de lo que imaginas
Solo que no le veo necesario escribirlo
Max:
DEBES escribirlo
Así dejo de sentir que hablo con un robot
Chico problema:
Haha
Max:
Me gusta eso
Sigue haciéndolo
Chico problema:
...
Escribiendo...
Escribiendo...
He decidido que
Le diré de mis sentimientos
A quién me gusta
Max:
Wow
En serio?
Eso es
Wow
Increíble
Me gustaría saber quién es
Tengo curiosidad
Chico problema:
Te lo diré
Max:
En serio???
Es
Es
Estudia en la escuela??
Nuestra escuela
Chico problema:
Sí
Max:
Es guapo??
No es que te lo vaya a quitar
Solo quiero saber
Chico problema:
Sí
A palabras de él mismo
Dijo que no se veía nada mal
Max:
Ummm
Vaya autoestima que se tiene
En qué grado está?
Chico problema:
Quinto
Es su último año
Estaba en quinto. Entonces no era Rafael. Tenía más preguntas por hacer, no es como si conociera a todos los alumnos de quinto, pero tenía una idea de la existencia de cada uno de ellos. Así de aburrida era mi vida.
Max:
Ummmm
Es amigo de tu amigo, no?
Cuándo fue la última vez que hablaste con él?
Chico problema:
El viernes
Y creo que hoy lo vi
Escabullirse con alguien
Max:
ESCABULLIRSE???
ESO
ESO NO ES MALO?
Es que dos personas no se escabullen para hablar
Chico problema:
No lo sé
Confío en él
Max:
Deberías ser más...
Espera
Con quién lo viste escabullirse?
Chico problema:
Con Rafael
No, no, no, no, no, no, no, no, no, no, no, no, no, no, no, no, no no, no, no, no, no, no, no, no, no, no, no, no no, no, no, no, no, no, no, no, no, no, no, no.
Me rehusaba a creerlo. ¿Por qué tenía ganas de llorar? ¿Por qué sentía tanto miedo? ¿Por qué?
Respiré intentando calmarme. Tal vez no era el único que había hablado con Rafael, tal vez Dev...
"Dijo que lo vio el viernes..."
Max:
Hablaste con él el viernes?
Dónde?
Chico problema:
En la escuela
Max:
Quién es?
Chico problema:
Curiosamente
Se llama igual a ti
Me gusta Max
Max, el amigo de Dev.
NOTA DE AUTORA:
Buenas, ¿Cómo están?
Esta semana me sentí influencer en instagram (Gracias por no flopear a Bek), me encantan sus teorías. Bek dinosaurio ya actualizó su Instagram, así que estaremos chismeando por allá.
¿Qué tal el capítulo? Tim se lo dijo AHHHHHHHHHHH y es por algo.
Intenté no poner los grados en los que estudian para que se vea más universal, pero no pude. Explico, en mi país (Soy de Perú) son seis grados de primaria y cinco de secundaria. Aquí no hay preparatoria, y luego de la secundaria puedes ingresar con normalidad a la universidad. Sep, Max va en quinto y Tim en cuarto.