LA MENTE DE ENITH HABÍA DESCANSADO LO SUFICIENTE EL DÍA ANTERIOR. Luego de ese momento (que se transformarían en muchos más) en donde Enith se transformó en una especie de enfermera para Peter y que tuvieran una especie de momento bastante raro entre ambos, la pelinegra tuvo tiempo para pensar y aclarar todo.
Había sentido un revoltijo en el estómago al estar tan cerca del chico arácnido, la forma en la que el junto sus frentes simplemente fue un sentimiento bastante bonito para Enith.
¿Fue un momento natural entre amigos? Claro que no, eso no era para nada normal entre los amigos, sin duda había algo más allí y Enith recién comenzaba a intentar comprender lo que era.
— Tierra llamando a Greene. — Erik pasó una mano frente a los ojos de Enith, quien parpadeo varias veces, volviendo a la cruda realidad.
— Oh, si ¿pasa algo? — Enith relamio sus labios fijando su vista en su hermano.
— Tu escuela, ya llegamos. — dijo Erik, señalando las grandes puertas de la escuela Midtown.
Enith negó con la cabeza.— Okey, paso por ti a penas terminen mis clases.
Enith estaba dispuesta para entrar a la escuela, sin embargo el menor de los Greene la tomó del brazo, haciendo que volteara.
— ¿Todo en orden?
Enith fruncio el ceño.— Claro que si ¿porque no lo estaría?
— Tienes la cabeza en otro lado. — Erik se cruzó de brazos.
— ¿Acaso lo que veo es preocupación de tu parte? — preguntó Enith alzando una ceja divertida.
— No seas ridícula, claro que me preocupo, eres mi hermana.
Enith sonrió enternecida ante las palabras de Erik, el nunca lo admitía en voz alta, pero en verdad adoraba a su hermana y desde ese incidente en el puente, quería comenzar a solidificar su relación con ella, porque sabía que el tiempo era efímero y muchas cosas podían pasar en cuestión de segundos.
— ¿Esta es la parte donde yo comienzo a hablar de mis sentimientos o que? — Enith soltó una pequeña risa, recibiendo un codazo de Erik.
— Mataste este momento. — Erik comenzó a caminar lejos de su hermana, rumbo a su escuela.— Te veo al rato y más te vale que vengas por mi.
— Si, si, lo que digas.
Enith rodó los ojos y lo próximo que hizo fue entrar en la escuela de Midtown. Cómo siempre, intentó no chocar con la multitud de adolescentes, fallando rotundamente en el intento. Abrió su casillero y dejó los libros que no ocuparía en este, hoy sería un día bastante largo para ella.
— Enith. — Peter apareció a su lado, recargandose sobre el casillero.
La pelinegra se volteo, quedando frente a el.— Oh, hola Peter. — sonrió ampliamente.— Te ves mucho mejor que ayer.
— ¿Que te puedo decir? Recibí buenos cuidados de cierta persona. — dijo Peter con una pequeña sonrisa ladina en su rostro.
Enith soltó una risita nerviosa, negando con la cabeza.— Me halagas Parker, en serio.
Enith no era la única que había estado pensando en aquél momento de ayer, Peter también lo hacía. Cada vez más le daba vueltas al asunto, sobre su amistad con Enith, ya que el en verdad creía que no se trataba solo de una simple amistad, era más que eso.
Desde que la conoció se sintió bastante seguro estando con ella, podía decir cualquier estupidez que se le viniera a la mente sin ser juzgado por Enith. Fue una de las pocas personas que en verdad estuvo con el cuando su tío murió, lo apoyó y permaneció a su lado a pesar de todo pero sin duda la forma en la que ella lo hacía reír y le sacaba una sonrisa tan fácilmente fue lo que hizo que comenzará a ponerse en duda sobre sus sentimientos hacía Enith.
¿Tenía miedo de arruinar esa bonita amistad con lo que estaba sintiendo? Si, no quería arriesgarse y perder a la persona que alegraba sus días con solo respirar, literalmente. Se sentía un tonto estando con ella, algo irónico dado que era el segundo más inteligente de su clase.
— Debo ir a clases ahora, pero te veo a la salida ¿te parece? — Peter se rasco la nuca, reflejo que hacía cuando se sentía nervioso.
— Claro, aún tenemos que buscar la forma de detener a Connors. — Enith sujetó su mochila, apretando los labios.
— Exacto.
— Bien, nos vemos. — Enith se acercó a Peter, dejando de forma inconsciente un beso sobre su mejilla, antes de partir a clases.
Peter se quedó estático en su lugar, aquello había sido algo que lo tomó por sorpresa, pero sin duda fue un gesto que le alegró la mañana, porque luego de que reaccionara y la campana sonara, el chico arácnido se dirigió a sus clases dando pequeños saltos de alegría.
❨✧❁️✧❩
La mañana transcurrió rápidamente para los adolescentes, quienes mantenían sus mentes ocupadas con las tareas y explicaciones de sus prefesores. Cuando la campana sonó, el dúo se reunió en los pasillos para ir a almorzar juntos, aún que claro, también se reunirían con Adhara.
— Aún no puedo creer que haya aprobado geometría con una nota tan alta. — Enith le mostró con orgullo la hoja de papel que sostenía en la mano.— En serio ¡es increíble!
— Pues yo si lo creo, eres inteligente Enith, pero te subestimas bastante. — Peter quien caminaba a su lado, se aferró a su mochila, sin apartar su vista de la pelinegra.
Enith ladeo ligeramente la cabeza, pensando en sus palabras.— No lo había pensando de esa forma.
— Por favor, hackeaste el servidor de la policía para crear tu propio programa que nos avisará sobre las alertas de crímenes en Queens, eso no puede hacerlo cualquier persona.
— Hey, no podíamos arriesgarnos a que la policía nos atrapara navegando en su servidor. — las mejillas de Enith se tiñeron de un color carmesí que intentó ocultar.
— ¿Ves a lo que me refiero? Eres increíble. — dijo Peter con una amplia sonrisa en su rostro.
— Pero tu no te quedas atrás... Spider-Man. — Enith alzó una ceja divertida, mientras Peter sólo se limitó a reír.
Ambos adolescentes se miraron entre si, sin tener idea del efecto que causaban aquellas simples palabras en cada uno.
Entonces el suelo se sacudió ligeramente.
Los gritos de personas alertaron al dúo, quienes dirigieron sus miradas al lugar de donde provenía el sonido. Enith quedó paralizada por completo cuando la puerta de uno de los baños fue destrozada y de esta, se asomó Connors, en su formato de reptil gigante. A pesar de los gritos y las personas corriendo a su alrededor, Enith no pudo moverse de su sitio, su pecho subía y bajaba rápidamente mientras que su corazón estaba apuntó de salirsele por la garganta.
Estaba en shock.
Peter al ver que su amiga no reaccionaba ante el múltiple llamado de su nombre, la jalo rápidamente del brazo, logrando que ella fijará su vista en el.
— Enith debes salir de aquí ahora. — Peter se posicionó frente a ella, en un intento de protegerla del lagarto que comenzaba a acercarse de forma peligrosa.— Enith, carajo ¡corre!
La pelinegra soltó una bocanada de aire que no sabía que había estado reteniendo y salió corriendo de ese lugar. Corría con todas sus fuerzas, tal cómo el castaño le había indicado, de hecho, ni siquiera se percató cuando ya se encontraba fuera del lugar, en la zona segura.
¿Porqué Connors había ido a la escuela? ¿Acaso sabía que Peter era Spider-Man? Si era ese el caso ¿cómo se había enterado? De lo que ella sabía, Peter era muy cuidadoso con mantener su identidad en secreto.
Enith soltó un suspiro pasando una mano por toda su cara, su corazón latía con gran fuerza en su pecho, aún no podía asimilar lo que estaba pasando.
— Todos mantengan la calma. — dijo uno de los tantos profesores que estaban en el lugar, reuniendo a los adolescentes que ya se encontraban fuera del lugar.
Enith comenzó a buscar con la mirada a su mejor amiga, pues cómo había acordado en verla en el patio, no sabía si había conseguido huir del lugar.
— Disculpa ¿has visto a Adhara, Adhara Robbins? — preguntó Enith a una chica que estaba hablando por teléfono, de seguro con sus padres. Sabía que ella compartía clases con la morena.
La chica apartó su teléfono de su oído.— No, la última vez que la ví estaba en los baños.
Enith sintió un nudo en su estómago cuando las preguntas comenzaron a atormentar nuevamente su mente, el lagarto había salido de los baños ¿y si Adhara estuvo dentro cuando eso sucedió? ¿Y si estaba herida?
Ninguno de los profesores tenía intención de entrar en el lugar y probablemente la policía y las ambulancias tardarían en llegar.
Enith nunca correría hacía el peligro, jamás lo haría, no estaba tan loca para hacerlo, sin embargo ahí estaba, esquivando a los profesores y alumnos para entrar a la escuela, ignorando por completo lo que Peter le había dicho.
Es una locura las cosas que haces por un amigo. Pensó Enith.
Una vez salto cómo pudo la pequeña barricada que los profesores formaron para evitar el acceso a la escuela, abrió las puertas del lugar y entró. Un escalofrío recorrió su espalda al ver los pasillos vacíos, aún que se escuchaba claramente el estruendo de la pelea que se estaba llevando a cabo entre Spider-Man y el lagarto gigante.
Enith tomó una gran bocanada de aire y comenzó a caminar de forma cautelosa, cuidando de no hacer mucho ruido para no alertar al lagarto, aún que el tenía mejores cosas que hacer que perseguir a una simple adolescente.
Por favor, que estés bien, por favor que estés bien. Se repetía de forma mental Enith cuando llegó hasta uno de los baños que había resultado ser destrozado cuando Connors salió de este. Ni siquiera tuvo que abrir la puerta, pues esta estaba destrozada en el suelo.
Enith pasó por encima de los escombros, observando de forma detenida su alrededor en busca de Adhara. Una cabellera oscura se llevó la atención de Enith, quien se acercó rápidamente a uno de los lavamanos que estaba hecho pedazos y en suelo encontró a su amiga inconciente.
— Adha... — la voz de Enith había salido cómo un susurro tembloroso al ver a su amiga en el suelo. Rápidamente se acercó a ella y la examinó rápidamente para luego moverla suavemente de los hombros.— Adhara ¿puedes oírme? Reacciona, por favor.
La morena se removió en su sitio, soltando un gemido de dolor, haciendo que Enith soltara un suspiro de alivio al ver que no estaba muerta.
— ¿Enith...? — susurró a penas audible, llevando una mano a su cabeza que daba vueltas.— Yo... Yo estaba... Y luego eso...
— Adhara, voy a sacarte de aquí, tranquila. — aseguró Enith, pasando un brazo de su amiga por encima de sus hombros para cargarla.
Adhara recargo su peso sobre su amiga, quien caminaba lento, pero seguro, buscando la salida de la escuela, si ella no hubiera llegado en ese momento, tal vez algo más grave le hubiera pasadom
Enith logró visualizar el cartel de SALIDA al final del pasillo, sintiendo un gran alivio al igual que la morena.
— ¿Escuchas eso? — preguntó Adhara, inquieta.
Enith fruncio el ceño.— No escucho nada.
— Por eso, el ruido se detuvo de repente.
Enith fruncio el ceño confundida, se suponía que Peter estaría batallando contra el lagarto.
Entonces la realidad la golpeó. Su mejor amigo estaba batallando contra un lagarto que el día anterior casi logra matarlo, si no hubiera sido por que alcanzó escapar de sus garras. El miedo inundó la mente de la pelinegra, hoy creyó que perdía a Adhara y tal vez ahora mismo estaría perdiendo a Peter.
— ¿Enith? — murmuro la morena, al darse cuenta que el agarre que su amiga ejercía sobre ella se estaba soltando.
— Adhara, quiero que te vayas hacía la salida ¿de acuerdo? Los profesores te recibirán y harán que un paramédico te revise, yo tengo... Que buscar algo.
— ¿¡Enloquesiste mujer!? — chilló Adhara, siendo silenciada por Enith.— ¡Esa cosa sigue ahí!
— Confía en mi, solo hazlo. — la pelinegra señaló la salida, Adha dudó unos segundos en hacerle caso, pero ante la insistencia de Enith, comenzó a correr cómo pudo a la salida de la escuela, dando pequeños tropezones.
Una vez se aseguró de que la morena escapara, Enith comenzó a caminar rápidamente hacía donde había escuchado el estruendo. No era tan estúpida cómo para ir desarmada, sabía lo peligroso que era Connors, por lo que se acercó a la vitrina de trofeos de la escuela y luego de dar una rápida mirada, se percató que al lado de esta, había un extintor.
— Peor es nada. — susurró para si misma Enith, rompiendo el seguro del extintor.
No sabía de donde estaba sacando esa valentía y esfuerzo para querer enfrentarse a Connors, debía ser producto de la adrenalina que estaba produciendo su cuerpo, pero sin duda tenía algo claro: no dejaría que Connors lastimara a Peter, no de nuevo.
Ya con el extintor en mano, Enith caminó a paso firme por los múltiples pasillos de la escuela, hasta que abrió las puerta de un pasillo que conectaba con otras instalaciones de la escuela, donde logró visualizar al gigantesco lagarto intentando destrozar la cabeza de su amigo con sus garras.
Enith hizo su mayor esfuerzo para no paralizarse en ese lugar, pero sintió que su corazón se detenía al ver a su amigo así, pero ese fue el impulso que necesitaba. Sujetó con firmeza el extintor y se dirigió con rapidez hacía el lagarto, tomándolo desprevenido ya que con una fuerza que no sabía que poseía, Enith lo golpeó justo en la cabeza con ese simple extintor, logrando aturdirlo.
Toda su valentía se fue por el caño cuando Connors volteo, fijando sus grandes ojos de reptil en ella. Enith tragó duro, retrocediendo lentamente mientras aún alzaba el extintor, el lagarto estaba caminando de forma cautelosa hacía la pelinegra, pero cuando alzó su garra, dispuesto a atacarla, una telaraña jaló fuertemente de su brazo.
Spider-Man trepó sobre el lagarto gigante y comenzó a envolverlo con sus telarañas, impidiendo que Connors pudiera siquiera dar un paso hacía Enith. Los movimientos que realizaba eran exactamente iguales a cómo una araña envolvía a su presa, sin duda la hacía justicia a su nombre.
— ¿Que carajos haces aquí? — le reclamó a Peter, lanzando telarañas al techo para poder asegurarse de que Connors no escapara tan fácilmente.— Te dije que corrieras.
— No iba a dejar que la lagartija loca te matase. — chilló Enith molesta.
Una vez Peter se aseguró de que el lagarto siguiera en su lugar, lanzó una telaraña hacía el extintor que Enith traía en manos y se lo arrebató, para luego romper la ventana con este. De un rápido movimiento y sin darle tiempo de que la pelinegra dijera algo, la jaló firmemente de la cintura hacía el, quedando a escasos centímetros de su rostro. Enith por instinto pasó ambos brazos por sus hombros, intentando sujetarse a el. Su corazón dió un vuelco ante la repentina acción de Peter y su estómago era un verdadero revoltijo.
— No puedes arriesgar tu vida de esa manera. — murmuro Peter sin aliento, esa pelea y la aparición de Enith en ella le habían dejado la mente hecha un verdadero lío.
— Tú tampoco, no eres inmortal, Spider-Man. — contraatacó Enith con la mirada clavada en los ojos de Peter a través de la máscara.
Peter soltó un suspiro, tenía razón, el no era inmoral y no podía arriesgarse de esa forma, pero tenía un deber en ese momento... Un propósito, que debía cumplir sin importar qué.
— Escucha, voy a lanzarte por la ventana. — dijo Peter, su sentido arácnido, cómo decidió llamarlo, le estaba alertando de que Connors se estaba librando de sus telarañas.
Enith al escuchar la propuesta de Peter negó varias veces con la cabeza con una clara mueca de espanto ¿acaso estaba loco? Ella no iba a hacerlo.
— Vas a tener que perdonarme.
Justo cuando Enith iba a protestar contra el chico arácnido, este la lanzó por la ventana con gran rapidez, pero antes de que ella impactara contra el suelo, una telaraña sujeto con firmeza el cuerpo de la pelinegra, quien quedó colgando del edificio cómo si se tratara de un columpio.
Enith soltó un chillido aterrada mientras aleteaba con sus manos, cómo si fuera un pez.
— ¡Te voy a matar insecto! — gritó Enith a su amigo, a pesar de que este ya se encontraba en otra batalla contra el lagarto.
Enith torpemente se soltó de la telaraña, cayendo abruptamente sobre su trasero. Sin duda fue un momento que no le gustaría volver a vivir. Luego de que su corazón se tranquilizase, volvió a donde se suponía que debían estar los estudiantes, para un rápido chequeo médico, así se asegurarían de que todo estuviera en orden.
— Muy bien señorita Greene, todo parece estar en orden. — le dijo el paramédico con una pequeña sonrisa.— Ya puede irse.
— Muchas gracias señor. — agradeció Enith, dando un pequeño salto para bajarse de la mesa del patio, donde fue revisada anteriormente.
Tomó su teléfono en sus manos y le envió un rápido mensaje a Erik, de que tal vez llegaría tarde por el. Ya había llamado a sus padres, para avisarles de todo lo que ocurrió en su escuela, pero que se encontraba bien y no debían preocuparse.
Había intentando buscar a Adhara para asegurarse de que se encontrara bien, pero un profesor le informó de que tuvieron que llevársela al hospital, ya que necesitaba hacerse unos exámenes extras para descartar lesiones en la cabeza, tras recibir un fuerte golpe en esta cuando apareció el lagarto en la escuela.
El teléfono de Enith comenzó a vibrar en su mano, por lo que decidió alejarse del océano de personas que estaban en ese lugar, para así poder contestar la llamada tranquila sin tanto ruido de fondo.
— ¿Hola?
— Enith ¿está todo en orden? ¿te encuentras bien? — se escuchó la voz de Peter del otro lado del teléfono, sonaba bastante preocupado.
— Estoy bien, los paramédicos me hicieron un rápido chequeo, todo está en orden. — Enith se cruzó de brazos, sin dejar se sostener el teléfono en su mano.— ¿Donde estás? ¿Connors te hizo daño?
— No te preocupes Nith, estoy bien, justo ahora estoy en el drenaje, lo seguí, debo detenerlo antes de que alguien salga herido. — dijo Peter, aún que el sonido de la llamada comenzó a entrecortarse.— Escucha, no tengo mucho tiempo, necesitamos un antídoto para Connors ¿sabes cómo crear un suero?
— Claro, los hago todo el tiempo, mi pasatiempo favorito sin duda. — contestó Enith de forma sarcastica antes de sujetar su teléfono con fuerza.— ¡No lo sé, Peter! Jamás he hecho uno, no soy científica, perdón.
— No te preocupes, no pasa nada. — dijo Peter, sabía que debía ser difícil pedirle algo así a la pelinegra, luego de todo lo que ocurrió en la escuela.— Pero sin un suero Enith, no podremos detener a Connors.
Enith pasó una mano por su cara frustrada, ya buscaría ayuda luego.— Dime que debo hacer.
— Debes ir a Oscorp y entrar al expediente de cruzas de especies, es un suero azul, el expediente es 12389 — le explicó con detenimiento.— ¿Entendiste?
— Si, no te preocupes, buscaré la forma de hacer el antídoto. — dijo Enith soltando un pequeño suspiro.— Ten cuidado, por favor.
— Lo tendré, si sucede algo, llámame enseguida.
— De acuerdo, adiós. — Enith colgó la llamada y guardó su teléfono en su bolsillo.
¿Cómo iba a hacer el antídoto? Porque el problema no era ir a Oscorp, ya que la mayoría de persona la conocían en ese lugar gracias a su mamá, por lo que entraría sin tener problemas, el verdadero problema era usar esas extrañas máquinas para crear el suero, porque a pesar de ser bastante lista, desconocía el cómo usar la alta tecnología de Oscorp.
Aún que... Conocía a alguien que sabía usarlas.
Su madre.
Ella sabía perfectamente cómo usar las máquinas, pues ya llevaba varios años trabajando en ese lugar, pero sabía el riesgo y consecuencias que traería el pedirle ayuda, sabía que no la dejaría hacer el antídoto, más si estaba trabajando a la par con el chico enmascarado. Marlene le haría muchas preguntas, pero ella no podría darle ninguna respuesta concreta sin que termina castigada hasta los 40.
Entonces una lucesita se encendió en su cabeza.
Peter le había contado que esa vez que se coló en el edificio se había encontrado con Gwen Stacy, ya que era una pasante del doctor Connors. Trabaja en ese lugar, ella debía saber cómo crear el suero para el lagarto.
Tenía dos opciones, o era Gwen o su madre, con cualquiera de las dos era una idea muy arriesgada, pero no quedaba de otra, habían vidas en juego y un lagarto gigante suelto por las calles, quizás buscando sed de sangre, o con un plan mucho peor.
Soltando un suspiro, agarró su teléfono marcando al número designado, tenía que prepararse para las múltiples preguntas que recibiría, eso era un hecho.
— ¿Hola? ¿Enith? ¿Eres tú?
— Si, soy yo. — Enith apretó los labios.— Necesito tu ayuda.