Husbandos

By se3xtape

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Si no te gusta las escenas +18 pásate está historia. Si pasas favor de tener discreción y no dejar ningún com... More

Kᴏᴢᴜᴍᴇ Kᴇɴᴍᴀ
Sᴜɴᴀ Rɪɴᴛᴀʀᴏᴜ
Tᴏᴍɪᴏᴋᴀ Gɪʏᴜ
Mɪᴢᴜᴋɪ
Tᴏʙɪᴏ Kᴀɢᴇʏᴀᴍᴀ
Kɪʀɪsʜɪᴍᴀ ʏ Bᴀᴋᴜɢᴏu
Sʜɪɴsᴏ Hɪᴛᴏsʜɪ
Nᴀɴᴀᴍɪ Kᴇɴᴛo
Sʜᴏᴛᴀ̄ Aɪᴢᴀᴡᴀ
Aʀᴍɪɴ Aʀʟᴇᴛ
Tᴇɴᴅᴏᴜ Sᴀᴛᴏʀɪ
ᴋɪᴛᴀ sʜɪɴsᴜᴋᴇ
ʀᴀʏ
ᴏsᴀᴍᴜ ʏ ᴀᴛsᴜᴍᴜ ᴍɪʏᴀ
ᴀᴋᴀᴀsʜɪ ᴋᴇɪᴊɪ
ʏᴀᴏʏᴏʀᴏᴢᴜ ᴍᴏᴍᴏ
ғᴜsʜɪɢᴜʀᴏ ᴛᴏᴊɪ
ᴊɪɴ ᴄʜᴇᴏɴɢ ᴡᴏᴏ
Mᴀᴋɪ Zᴇɴɪɴ
Mᴀɴᴊɪʀᴏ Sᴀɴᴏ
Bᴀᴊɪ Kᴇɪsᴜᴋᴇ Y Cʜɪꜰᴜʏᴜ Mᴀᴛsᴜɴᴏ
Sᴀɴᴇᴍɪ Sʜɪɴᴀᴢᴜɢᴀᴡᴀ
Kᴀɴɢ Wᴏᴏᴊɪɴ
Bᴏᴋᴜᴛᴏ Kᴏᴛᴀʀᴏ
Lɪɢᴛʜ Yᴀɢᴀᴍɪ
Eʀᴇɴ Yᴇᴀɢᴇʀ
Tsᴜᴋɪsʜɪᴍᴀ Kᴇɪ
Kᴜʀᴏᴏ Tᴇᴛsᴜʀᴏ
Aᴋɪ Hᴀʏᴀᴋᴀᴡᴀ
Hᴀᴋᴋᴀɪ Sʜɪʙᴀ
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Sᴏᴜᴛᴀ Kᴀᴡᴀᴛᴀ

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By se3xtape


Todos los presentes son mayores de dieciocho.

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—————————————————————-

"Vamos Souta, sera solo un ratito." Rogó Nahoya, su hermano gemelo, mayor por solo unos minutos.

"Ya te dije que no, además si tanto quieres ir, ve solo" rodo los ojos arto de la insistencia del peli-melocotón.

"Y dejar solo a mi hermanito, joder, claro que no" sonrió Nahoya burlón, Souta sabía que lo hacia por molestar, aunque no le molestaría ir a ese concierto nocturno. La verdad le fascinaban, el unico problema es que siempre estaba repleto de personas.

"No te puedes seguir negando, ya compré las entradas" alzó su mano derecha enseñando los dos papelitos cuadrados.

El peli azul dio un pequeño gruñido, amaba a su hermano pero había veces que solo quería golpearlo para que le dejase en paz.
"Esta bien, Nahoya. Última ves que te acompaño" advirtió el ojiazul señalando a su hermano con su dedo índice.

"¡Si!" Festejo victorioso "ahora vete a bañar que así no te llevo a ninguna parte"
Mandó Nahoya sin quitar su típica sonrisa cuadrada.

Rodo los ojos, de nuevo, y se fue a su habitación. Empezando a buscar que usaría para la noche.
Abrió su armario y empezo a pasar prenda por prenda.

Al final decidió ponerse unos comodos pantalones de mezclilla, camisa negra casual, debajo de una blanca manga corta algo formal, la cual dejó abierta, y sus zapatos favoritos, sus convers negros.

Contento con su elección tomo su toalla llendo al baño.

.
.
.

Si alguien le hubiese dicho que en ese lugar conocería a su perdición como su salvación, no lo hubiese creído. La miraba arriba de ese pequeño escenario, tocando el bajo tan magníficamente hipnotizante mientras cantaba tan malditamente bien, quien no quedaría embobado.

Su lindo cabello meneandose al compás de sus movimientos, le combinaban muy bien con sus hermosos ojos. Su mirada no tenía un punto en especificó al contrario se hallaba pérdida, mientras sus redondos y carnosos labios deletreaban perfectamente las palabras de la famosa canción "arabella" de Artics Monkeys.

Cancion que jamas habia escuchado hasta ahora; y le encantaba. Tal vez porque ella la cantaba, o quizás por el ritmo, sea cual sea la razon se agrega a la playlist.

Por un momento juró conectar mirada con aquella linda c/c, si asi fue y no fue un inventó de su imaginación; logró apreciar una linda sonrisa de su parte.
Solo llevaba unos minutos de saber de su existencia y ella ya lo tenía a sus pies.

La musica acabo y un nuevo ritmo empezó, algo mas agitado. La hermosa chica dejó el bajo y tomó su micrófono, un chico pelinegro subió al escenario con un micrófono en mano y ambos se pusieron a cantar "the way i are", joder, juraba jamas haber escuchado una voz tan hipnotizante y adaptable como la de aquella chica.

Podía deducir que cualquier canción le quedaría como anillo al dedo con aquella voz. Miraba como la femenina movía sus caderas al ritmo de la música, como aquél pelinegro acercaba sus rostros hasta casi rozar sus narices, para ella alejarse con una sonrisa.

Sus mejillas se sentían arder, se habia sonrojado; imaginando tal vez y solo tal vez establecer una pequeña conversación con aquella chica alta.

La canción acabó y al parecer se darían un pequeño descansó, pues empezó a sonar "Da ya think im sexy" directo de las bocinas, y los que se hallaban en el escenario empezaron a bajar. Trato de no seguir a la c/c con la mirada o no ser tan obvio, pero le fue inevitable.

Miró como se acercaba a la pequeña barra y pedía un trago, tal vez si se acercaba casualmente a pedir una bebida; habría posibilidad de establecer una conversación con aquella hermosa mujer.

Salio sigilosamente de la pista de baile y se acerco a la barra, pidió un refresco y se sento en el banco libre, casualmente a lado de la chica bonita. Quien miraba su celular sin ninguna expresión.

Quería hablar, pero símplemente las palabras no salían de su boca, empezó a ponerse nervioso. Se estaba echando para atrás, imaginando la posibilidad de que aquella chica bonita jamás estaría con alguien tan lloron y gruñón como lo es el.

Mierda, tenía ganas de llorar, se sentia tan frustrado.
Su mirada estaba fija en el suelo que no noto cuándo la c/o lo miraba con una sonrisa.

"Me gusta tu cabello, es naturalmente así?" Preguntó directamente desconcertando al ojia-zul, quien trato de no hacer notar su nerviosismo al escuchar su hermosa voz tan cerca.

"Aahm.. es de nacimiento..." contestó tímidamente, sacandole a la femenina una encantadora sonrisa"

"Y el azul te sienta muy bien, quieres beber algo?, conmigo claro" ofreció mirándole fijamente con un lindo brillo.

Souta pasó saliva nervioso, no se negaría, claro que no,pero la chica bonita lo ponía nervioso.

"Me encantaría"

La c/c pidió los tragos, y Souta no pudo evitar recorrerla con la mirada. Si que era mucho mas bonita de cerca, pensó, con una boba sonrisa en el rostro. Ni el mismo podía creer que habia sonreído mas de tres veces en la noche, misión imposible para sus amigos y hermano.

"Entonces algodón de azúcar, podría saber tu nombre?" Preguntó la femenina mientras recargaba su codo en la barra y posaba su mejilla en su mano, viendo al peli-azul con una sonrisa de lado. Estaba encantada con tan lindo chico. Aún cuando estaba sonriendo, su ceño seguía fruncido, dando a la vista de ella; una expresión muy tierna.

"Souta kawata, cual es el suyo,señorita.." murmuró lo suficiente alto para que solo ella escuchará.

"Soy (t/n), un placer conocerte Souta"

El ojia-zul sintió sus mejillas calientes, ella lo hacía sonrojar con tan solo pronunciar su nombre, a Souta le dara un ataque al corazón de tanta belleza.

La noche transcurrió entré pláticas, preguntando por la vida personal de ambos, con el propósito de establecer una amistad, aunque Souta sabía que con eso no estaría conforme.

"Entonces tienes un gemelo, eso es genial" Dijo la c/c regalandole una tierna sonrisa al mas bajo.

Souta desvió la mirada, conmovido con la dulce sonrisa de la femenina. Su atención se dirigió a su teléfono, el cual estaba sonando. Sus ojos se abrieron de golpe al ver el nombre de su hermano en la pantalla.

"Disculpa, necesitó contestar" aviso el peli-azul a la chica, recibiendo un "Claro" de la mas alta.

"Souta, donde mierda estás, ¡llevo buscándote como dos horas!" Escuchó la exaltada voz de su hermano, el cual estaba preocupado.

"No te preocupes, estoy bien" Miro de reojo a la femenina, quién igual estaba en su celular.

"Nos vemos en la entrada" iba a reprochar pero su gemelo colgó, sin darle tiempo a nada.

Suspiró y rodo los ojos, no quería terminar su comoda plática con la chica bonita, pero ya era muy tarde. Tal vez si le pedia su número podrían volver a verse.

"Todo bien Souta?" La chica lo miraba fijamente.

"Si, me temo que me tengo que ir, pero me gustaría tener tu numero para volvernos a ver, claro si gustas"

La femenina asintió con una sonrisa.
Al terminar de pasar sus contactos, se dieron un abrazó, a forma de despedidas.

"Adiós, algodón de azúcar "

"A-adios"

Al salir del lugar y encontrar a su hermano, suspiró. Jamas creyó que algo así le pasaría, estaba muy contento.

.
.
.

"Entonces, quieres presentarme a tus amigos" preguntó la femenina algo asombrada. Habían pasado cuatro meses desde que se conocieron, que la confianza entre ambos había aumentado.

"Si... aunque si no quieres esta bien" pronunció en un susurró, que apenas y lograste escuchar.

"Espera, nunca dije que no" tomaste su mano, tratando de tranquilizarlo. Con lo que llevaban conociéndose pudiste entender el porqué de su ceño fruncido. Souta era un lindo bebé al que deben cuidar, debajo de esa fachada de ogro.

Souta sonrió por el gesto y abrazó tu cintura. Estaba inquietó, quería decirte acerca de sus sentimientos, pero temía que no te sintieras de la misma manera.

"T/n..." pronunció en un susurró, trató de darse ánimos.

"Que pasa, algodón?" Acariciaste su lindo cabello, entrelazando tus dedos con sus rizos, amas ese azulado cabello esponjoso.

"Me gustas.. me gustas mucho, aunque llevemos poco de conocernos. No puedo parar de pensar en ti, tu abarcas cada espacio de mi mente y corazón" sus palabras hicieron que detuvieras tu acción, dejando de acariciar su cabello, cosa que alarmó a Souta.

"E-entiendo si no sient-" fue interrumpido al sentir como lo abrazabas con fuerza, casi sentandote encima de el.

"No seas tonto Souta, claro que siento lo mismo" apretaste su cuerpo contra el tuyo, haciendo que Souta sienta tus pechos en su rostro, cosa que lo puso nervioso; pero lo ignoro devolviendote el abrazó.

Te separaste y alzaste su rostro, acercando sus rostros hasta casi rozar sus narices. Acariciaste sus sonrojadas mejillas y besaste la punta de su nariz.

"¿Puedo besarte?" Susurraste mirando fijamente sus lindos ojos, ojos en los cuales podías perderte, y no te importaría.

Souta asintió tomandote por la cintura con delicadeza. Sintió como su corazón quería salirse de su pecho al sentir tus suaves labios sobre los suyos.

Tus labios se movían sobre los suyos con tanta delicadeza, que Souta no pudo evitar apretar tu cintura. El contacto con tu piel lo estaba volviendo loco, quería más.

Souta aumentó el ritmo del beso, volviéndose uno mas desesperado.
Sus suaves labios moviéndose salvajemente contra los tuyos, y sus ásperas manos trazaban delicadas caricias en tu cintura.

Al separarse para recuperar el oxígeno perdido, pudiste apreciar el rostro de tu ogro. Su ceño fruncido y sus mejillas sonrojadas, con sus labios entréabiertos, te daban una satisfacción enorme.

Sus brazos te daban la respuesta de que no te soltaria ni por un segundo.
Se miraban fijamente, no necesitaban hablar para saber lo que ambos querían.

"Estas seguro, Souta?" Tomaste su rostro entré tus manos, empezando a repartir dulces besos por sus, mejillas, frente, nariz y labios.

Pudiste escuchar la suave risa que Souta dio, al sentir su rostro ser llenado de besos.

"Claro que si, si tu quieres, y-yo igual" pronuncio apenas cuando dejaste de besar su rostro.

"Esta bien, ire por mi bolsa, creo que ahi tengo un condón" Souta asintió, guardando su curiosidad, por que tendrías un condon en tu bolsa?, no quiso preguntar; para no hacer la situación incómoda.

Al volver con el condon en mano, te acercaste a Souta hasta quedar frente a él.

"Si quieres detenerte, no dudes en decírmelo, si?" Souta asintió, tomo tu rostro en sus manos y lo acercó al suyo. Junto sus labios en un suave beso, entréabriendo sus labios para que tu lengua se abra paso en su cavidad bucal.

Jadeaste al sentir como sus dientes atrapaban tu labio inferior, mordiendo sin ejercer mucha fuerza.

Souta tomo tus caderas y te alzó, quedando ahora sentada en sus piernas.
Como eras mas alta que el tu cuello quedo justo en sus labios, aprovechó y empezo a dejar besos por toda la zona.

Pasando su lengua por todo tu cuello, sin dejar nada de lado. Sus dientes hicieron contacto con tu piel, chupo y mordió hasta dejar un notable chupón, luego dejó un beso sobre este.

Se separó un poco solo para ver tu rostro, estabas sonrojada y jadeando; lo cual lo hizo sonreír entusiasmado.

Alzo los bordes de su camisa, quedando desnudó de la parte de arriba. Sonrojandose aún mas al sentir tu mirada sobre su pecho, el cual estaba marcado.

Lo tomaste por los hombros y lo empujaste hasta recostarlo sobre el cómodo colchón. Juntaste sus labios en un corto beso empezando a bajar por su cuello, donde dejaste marca de tus dientes.

Seguiste tu caminó hasta llegar a su pecho, besaste cada parte de esté hasta llegar a su pelvis. Conectaste mirada con el oji-azul, desabrochaste su bragueta sin dejar el contacto visual. Bajaste sus pantalones hasta que solo quedara en boxer.

Mordiste tu labio inferior al ver el bulto en la tela negra. Su cara de niño, con su bien trabajado cuerpo, no concuerdan, para nada. Tomaste los bordes de la tela y empezaste a bajarlos, hasta toparte con su polla.

La cual se encontraba derramando líquido preseminal de la punta. Su pene era muy bonito, rosado de la punta y de un tamaño perfecto,con un grosor soportable.
Alzaste la mirada, viendo el sonrojado rostro de Souta, estaba avergonzado y eso solo te causo una sonrisa ladina.

Con tu mano derecha tomaste su glande, acariciando su grosor cuidando el no apretar de más. Souta dio un gemido ronco, sensible al tacto.

Con tu pulgar presionaste la punta de su pene, acercaste tus labios, y besaste la punta, para introducir de a poco su pene a tu boca. Apretaste su glande con tus labios, y simulaste embestidas.

Metiendo y sacando, mientras tu lengua se entrelazaba contra su glande. Souta tomo tu cabello entré su mano, haciendo
una coleta desordenada. Su espalda se arqueaba, y su boca se mantenía entréabierta, dejando salir agudos gemidos.

Las corrientes eléctricas que revolotean en su estómago, le advertían que estaba por venirse. No quería correrse tan rápido, sería muy vergonzoso.

"E-espera.. (t/n)... ahm~" Paraste tu acción, acercandote a su rostro.

"Que pasa Souta?" Tomaste su rostro entre tus manos, preocupada de haber echó algo que no le gustó.

"Solo.. estaba apuntó de correrme y no quería ensuciarte" te sonrío para tranquilizarte, tomó tu mano que ya hacía en tu mejilla y la dirigió a sus labios donde dejo un dulce beso.

Tomó tu cuerpo y te dio la vuelta, dejándote debajo de el. Sacaste tu blusa dejando a la vista tus senos cubiertos por la tela de tu brasier, Souta suspiró, su vista no se despegaba de tus pechos.

Miro tus ojos por unos segundos, luego tus pechos, de nuevo tus ojos; parecía que estaba pidiendo permiso para tocar. Reiste por su accion.

"Souta, puedes tocarlos" le sonreiste tratando de darle mas confianza.

Nervioso dirigió su mano a tu pecho, abarcó todo el tamaño de este con su palma, lo que lo hizo sonreír, parecía un lindo niño con un nuevo juguete. Lo apretó un poco, cuidando de no lastimarte.

Bajo la tela del brasier liberando uno de tus pechos, sus labios se dirigieron a tu pezón, donde dejo un casto beso antes de empezar a chuparlo.

Su mano izquierda se abrió camino entre tu short, empezando a bajarlo hasta deshacerse de el. Su lengua se entrelazaba contra tu pezón y su mano acariciaba tus pliegues, dejando suaves caricias en tu feminidad.

Tomaste su cabello entré tus dedos, jalando sus rizos al sentir tanto placer. Sus largos dedos estaban haciendo un maravilloso trabajó, y ni hablar de su lengua.

" Souta... ahg~" tus gemidos apenas audibles, hicieron sonrojar al peli azul.

"Hazlo otra vez... porfavor" pidió mientras introducía un dedo a tu feminidad. La sensación tan placentera que siento al verte debajo de el retorciendote, sonrojada y gimiendo su nombre, no se compara con ninguna otra.

No podría aguantar más, sacó su dedo de tu intimidad y bajo de golpe tus bragas, tirandolas por algun lado de la habitación. Te cargo en sus brazos mientras recargaba su espalda en el respaldó, sentandote a horcajadas sobre el.

Tomo el condón que unos minutos atrás le habias dado, y lo colocó sobre su pene. Con tus rodillas sobre el colchón alzaste tu cuerpo y tomaste su polla, acomodandola en tu entrada para dejarte caer sobre ella.

Souta jadeo inclinando su cabeza hacía atras, la sensación de tus humedas paredes casi lo hacen venir. Desesperado busco tus senos, besandolos mientras te acostumbrabas a su tamaño.

Al estar lista alzaste tu cuerpo y luego bajaste, empezando un vaivén de subir y bajar.
Souta sin dejar de tener su atención en tus senos, tomo tus caderas y aumentó la rapidez de las embestidas.

En la habitación lo unico que se oía era el choque de sus pieles, sus gemidos y jadeos. Souta esperaba que su hermano no volviese hasta la noche.

"Aahm~... (t/n) me gusta mucho como tus pechos rebotan" susurró recargando su cabeza en éstos. Sonreiste y tomaste su rostro, lo besaste buscando callar tus gemidos.

Sus labios se movían entré sí, sus lenguas jugaban entre ellas, y sus pieles chocaban con fuerza, haciendo un ruido morboso.
Mordiste con fuerza su labio inferior para separarte sin alejar sus rostros, tomaste su mentón y lo hiciste abrir la boca; lo suficiente para escupir en ella.

Sorprendido Souta tragó, jamás imagino que harías algo como eso, claro que lejos de disgustarle, le habia fascinado.
Algo desconcertado te empujo a las sabanas.

Tomo tus piernas y las puso sobre sus hombros, sujeto tus muslos y embistió con fuerza. Sus embestidas perforaban cada rincón de tu interior, tus paredes apretaron con fuerza su polla.

Cinco minutos habían pasado desde el cambió de posición y ya estabas por venirte, tus piernas se sentían dormidas y Souta seguía con tanta energía.

"Souta~... mas rapido.. ahg" cerraste tus ojos con fuerza y mordiste tu labio al sentir una mordida en tu muslo derecho.

"Ya estas por venirte, bonita. Solo dejalo salir" beso tus labios al mismo tiempo que salia de ti, para entrar de golpe.

Su mano se dirigio a tu clítoris, tomando ese pequeño botón entre sus dedos, acariciandolo con fuerza.
No pudiste resistir mas, corriendote mientras apretabas su polla.

"Ahm~..." dio un ultimo gemido antes de correrse en el interior del condón. No pudo con la sensación de ser apretado con tanta fuerza que terminó corriendose.

Se alejo para envolver el condon en papel y tirarlo a la basura. Regreso con unas toallitas y abrió tus piernas, restregando con delicadeza el húmedo pañito.

"Souta yo pude hacerlo sola, que vergüenza" dijiste sonrojada, bufaste cuando lo viste sonreír de lado.

"Pero yo quise hacerlo" hizo un tierno puchero, se levantó a tirar el paño y regresó acurrucandose en tu pecho, parecia un cachorro buscándo mimos.
Besaste su frente, y empezaste a acariciar su suave cabello.

.
.
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