-Oh dios, oh dios, oh dios -La pobre chica era un manojo de nervios caminando de un lado a otro por esa habitación
-Tranquila cielo -Antonella trataba de calmarla sin éxito alguno
Su boda sería en menos de veinte minutos, pronto tendría que bajar frente a muchos invitados para darle el acepto a su adorado camaleón, aún así su corazón no dejaba de latirle con fuerza, sus manos sudaban y tenía unas ganas incontrolables de llorar
-El ruido de tus tacones perforan mis oídos -Dolores apareció por la puerta haciéndola saltar
-¿Hay suficientes flores? ¿Vinieron todos los invitados? ¿Toñito no ha perdido los anillos? ¿Camilo pudo dejar de comer? ¿Julio y Mirabel ya aparecieron? -Tantas preguntas agobiaban a Antonella, Pepa, Isabela y Dolores que se encontraban con ella
-Nena, nena -Pepa la abrazó, ella mejor que nadie sabía lo que era estar nerviosa el día de su boda
-Todo va a estar bien -Isabela la hizo sentarse frente al espejo, le hizo una corona de rosas blancas que quedaban a juego con su deslumbrante atuendo
-Sigo sin creer que el bobo se case primero que todos nosotros -Dolores le colocaba un poco de labial en sus labios, la hizo reír para aminorar sus nervios
-¿Cómo está Camilo? -Enfocarse en otra cosa la hacía sentirse mejor
-Papá a penas logro apartarlo de la mesa de postres -Acomodaba el velo sobre su cabello, acariciando su rostro sonrió complacida, su hermanito estaba en buenas manos
-¿Estás lista? -Si madre le pasó el ramo de flores, _____ cerro los ojos y exhaló recobrando la compostura junto a su bella sonrisa de siempre
-Estoy lista -Se levanto, iba a casarse, casarse con Camilo Madrigal, su primer amor
Caminando por un largo camino lleno de flores e invitados, de su brazo iba su madre que la escoltaba lentamente a dónde su novio la esperaba impaciente
-Creo que quiero llorar -Camilo se inclinó a su padrino de boda mientras veía cuan hermosa se veía _____
-¿Me recuerdas que hago yo aquí? -Le respondió Julio a su lado sin terminar de comprender cómo llego a ese importante puesto para la boda
-Te quieres estar con mi prima -Contesto su duda sin despegar los ojos de la chica que por fin había llegado- Te ves increíble
-Cuidala por favor -Antonella se la entrego, él acepto con una sonrisa, ella se retiró a su asiento junto a Bruno
Todos felices por presenciar el evento más esperado, algo por lo que muchos creían que morirían incluso antes de que ambos se unieran por fin para el resto de sus vidas
-Camilo Madrigal ¿Aceptas a esta mujer para cuidarla y respetarla, en la salud y la enfermedad por el resto de tu vida? -Con las manos unidas soltó una risa nerviosa
-Acepto -Sus ojos brillaban rebosantes de alegría, no podía esperar ni un minuto más sin besarla
-_____ Jiménez ¿Aceptas a este inmaduro hombre.. -Los invitados rieron ante el chiste- para cuidarlo y respetarlo, en enfermedad y salud por el resto de tu vida?
-Acepto -Casi saltando de la emoción se sujetaba firme a Camilo
-Entonces por el poder que se me a otorgado..-No pudo terminar la frase, pues los novios ya se estaban besando- Si bueno entonces los declaro ¡Marido y mujer!
Grandes gritos soltaron todos los invitados, unos a otros se abrazaban contentos de haber sido testigos del inmenso amor que se profesaban los recién casados
Antonella y el resto de los Madrigal querían acercarse a ellos pero no dejaban de besarse profundamente, en un muy largo beso que los hizo cruzarse de brazos, estaban tardando demasiado
-Bruno -Una vez más Antonella le mando a su amigo que se encargará de su sobrino
-Con gusto -Cuatro ratas se lanzaron contra el pobre muchacho que terminó en el piso gritando asustado, su ahora esposa solo se reía mientras se dejaba abrazar por su nueva familia
[...]
-Con ustedes -Camilo llamo la atención de su familia, el festejo había terminado y ahora solo era algo entre los Madrigal y Antonella- Mi reluciente esposa -La señaló mientras bajaba las escaleras
-¿Están listos para mañana? -La abuela Alma los miro a ambos con dulzura
-Sera la primera vez que dejemos el encanto -Decía nerviosa _____, para su luna de miel se irían a un pueblo lejano durante dos meses enteros sin la compañía de nadie más del pueblo o sus familias
-Cuidalo mucho -Pepa lagrimeaba, era la temporada más larga que estaría sin su precioso niño, ahora ya casado incluso
-¿No debería ser yo quien la cuide? -Todos rieron a excepción de él, confundido los miro sin entender que les daba tanta risa
-Niños -Antonella los sujeto de las manos- No saben cuan feliz soy por ustedes, y lo mucho que deseo que su vida juntos esté llena de milagros
-Gracias mamá -_____ aguantaba las lágrimas viendo a Antonella
-Tengan cuidado -Antonio los abrazó, ellos correspondieron cuando lo escucharon sollozar, extrañaría a su hermano mayor aunque solo fuera a estar lejos por dos meses
-Estaremos bien -Dijo Camilo- De aquí en adelante si estamos juntos no habrá nada que pueda con nosotros
Con amor miro a su esposa, uniéndose en un tierno beso listos para lo que sea, felices de haber iniciado su increíble viaje juntos