El amor es Gris [Libro #1 Com...

By Hussaycasstillo

240K 23.4K 7.1K

Vanessa nunca fue creyente del amor. Elliot jamás creyó que alguien lo pudiera amar. El amor es Gris a los oj... More

Advertencia
Capitulo 1: El chico de ojos Grises
Capitulo 2: Cabellos plateados
Capitulo 3: Shace, el chico que todas quieren
Capitulo 4: El Club de lo Mangas
Capitulo 5: Adam el miedoso
PERSONAJES
Capitulo 6: Solo esto me sucede a mí
Capitulo 7: Vacaciones de Invierno
Capitulo 8: La fiesta
Capitulo 9: "Maldito Elliot"
Capitulo 10: El pasado
Capitulo 11: Tiempos de Verano
Capitulo 12: ¿izquierda o derecha?
Capitulo 13: "Siempre ella"
Capitulo 14: La promesa que mantuvieron los dos
Capítulo 14.2: La promesa que mantuvimos los dos.
Capitulo 15: Una vida, y Adam solo hace tonterías
Capitulo 16: ¿Te invito a un picnic?
Capitulo 17: Un picnic con tensión
Capitulo 18: "¡No me vayas a manosear!"
Capitulo 19: La colina de Manzanas
Capitulo 20: Si me amabas, ¿por qué te fuiste?
Capitulo 21: Lo que paso, lo que duró y lo que debe soltarse
Capitulo 22: Un beso necesitado
EXTRA
Capitulo 23: Volvió aquella tranquilidad
Capitulo 24: Es algo que no te puedo perdonar
Capitulo 25: Nunca te deje de amar
Capitulo 26: "Alguien de mi pasado ha vuelto"
Capitulo 27: Todo fue por ella
Capitulo 28: "Bola de hipócritas"
Capitulo 29: Crueles intenciones
Capitulo 30: Miradas cruzadas
Capitulo 31: Como bestias en la jungla
Capitulo 32: ¿Eres doctor o algo así?
Capitulo 33: Ahora solo somos uno
Capitulo 35: El último Halloween
Epílogo.
¡ANUNCIÓ!
Extra "San Valentín"
Extra: Nessa y Shace
Extra: Elliot y Nessa

Capitulo 34: Una llamada peligrosa

4.6K 443 169
By Hussaycasstillo

Este es el penúltimo capítulo y es un poco largo. Y de una vez avisó, que el último capítulo será igual de largo, o un poquito más. Besos, y feliz año nuevo <3


—¿Me estás diciendo que debo ponerme eso?

—Claro que si, eres parte del disfraz.

—¡¿Quién te dejo elegir a ti, la temática?!

—Fuí yo — respondí con un leve sonrojo.

Elliot me miró, y sonrió con ternura.

—Oh, entonces no hay problema, de hecho la temática es genial —Elliot me abrazo, y beso la frente.

—¡Pero si hace un rato me dijiste que era horrible! — protestó Adam.

—¡Es horrible si viene de ti! — replicó el pelinegro.

Adam dijo algo entre dientes, y se dió la vuelta indignado.

—Anda Elliot, te verás super guapo disfrazado de Megumi — le hice ojitos del gatito con botas, y el solo hizo una mueca.

—Es que nunca me imaginé disfrazarme de un personaje de anime.

—¡Corrección! — interrumpió Adam —Prácticamente haremos cosplay.

Adam y yo asentimos al mismo tiempo, y Elliot solo dió un suspiro.

Había dejado que Adam escogiera la temática para disfraces en Halloween. Yo había hecho caso a la idea del pelinegro, pero no tenía tantas ideas como las de Adam. Así que al final optó por su anime favorito, y casualmente los personajes encajaban con nosotros.

Yo sería Nobara, la chica que encaja clavos a sus enemigos, y de un chasquido estos explotan. 

Elliot sería Fushiguro Megumi, el de cabello negro y ojos grises. Encaja a la perfección con él y su personalidad.

Adam sería Sukuna, el rey de las maldiciones. Ya saben, el que parece que tiene miles de tatuajes hasta por dónde no.

Y Gojo... Bueno, pensábamos que fuera Shace. Pero no sé le ha visto últimamente, no desde ese día en la estación de policías. Ese personaje encaja a la perfección con el.

—¡Adam, no te muevas! — reprochó Marco, quién se ofreció a pintarle el cabello a Adam.

—No me estoy moviendo, solo que ya me cansé de estar sentado — Adam hizo una mueca de fastidio y suspiró.

—Tu decidiste ser Sukuna, así que cállate.

—¡Sueltame, me estás lastimando! — gritó Adam, haciendo que Marco saltara del susto.

Adam iba a seguir gritando con su dramatismo al nivel supremo, pero Marco lo tomó del rostro y lo acercó al suyo.

—Como vuelvas a gritar, juro que te encerraré en el baño hasta mañana — amenazó con los ojos entrecerrados.

Adam asintió rápidamente, y se miraron mutuamente por varios segundos.

Elliot y yo nos miramos extraños, para después mirar nuevamente a los chicos. La verdad es que estaban muy, pero muy cerca uno del otro. ¿Y lo más extraño? Es que alguien controló el dramatismo de Adam, cuando eso era incontrolable hasta para mi.

El castaño se quedó quieto en su lugar, mientras Marco le seguía pintando las líneas en el abdomen.

—¿Soy yo o eso fue atracción?
— susurró Elliot.

—Yo también lo siento — murmuré —¿Tú crees que si?

Ahora estábamos en un círculo confidencial, mirando a los otros dos chicos.

Desde hacía varias semanas que les veía mas cerca el uno del otro. Se supone se odiaban desde el preescolar, pero creo eso cambio. La última vez que hablé con Marco sobre Adam, fue mucho antes de enterarme que Elliot había vuelto. A Marco le vía molesto con Adam, y a Adam en la escuela le veía de la misma manera cuando se topaban el uno al otro en los pasillos. El verlos ahora juntos, me hace preguntarme que habrá pasado como para que Marco se ofreciera a pintarle el cabello a Adam así sin más.  Nunca he visto a Marco estar muy cerca de otro chico, se supone el prefiere estar siempre con las chicas, aunque... Bueno, se supone Marco es todo un mujeriego y Adam todo un dramático bipolar que le hacía la vida imposible a Marco casa que podía.

El celular de Elliot vibro, sacándome de mis pensamientos chismosos. El pelinegro lo saco rápidamente de su bolsillo y miró la pantalla.

—Es Jasper — dijo — Ya vuelvo pecosa — me besó en los labios, y se alejo para contestar.

Me quedé viendo a los chicos. Estábamos afuera de mi casa en el porche; mi madre no estaba en casa, había ido a trabajar con uno de sus clientes. Por alguna razón... Sentí que alguien me miraba a lo lejos.

Y no. No era Elliot, ni Adam, o siquiera Marco. Cuando giré, un hombre con gorra que tapaba la mitad de su rostro estaba del otro lado de la calle. Observaba la casa. Me observaba a mí.

Fruncí mis cejas, sentí que podía ser alguien a quien conocía. Cuando iba a salir del porche para verle mejor, un auto negro se detuvo frente a mi casa. De él salió Elian, quién me saludo alegré, y después salió gomita.

—¡Hola Nessa!

—H-hola Elian — me acerqué a él, pero cuando volví a mirar al frente, aquel hombre ya no estaba.

Gomita se abalanzó sobre mi, y comenzó a lamer mis manos. Lo acaricié, y le di besitos.

—Mirá, traje esto del vestuario, acaba de llegar por paquetería — el castaño me tendió una caja grande de cartón — Oye tú, baja ya — Elian se metió dentro del auto, y hablo con alguien.

Fruncí el ceño, y lo miré confundida.

La puerta del lado derecho del auto se abrió, y de este salió un chico, como de aproximadamente quince años.

—Erick, ella es Vanessa, novia de Elliot — dijo Elian — Y Nessa, él es Erick, nuestro hermano pequeño.

Ay por dios.

El chico tenía un cabello castaño oscuro, y unos ojos igual de grises, pero más sutiles. Era alto, más que yo; también era pálido, y tenía unas cuantas pecas en sus mejillas.

—Hola — Musitó Erick — Había oído hablar de ti, que bien que hayas golpeado a Stephanie, ya me agradas — apesar de lo que dijo, su rostro era neutro.

Tenían parecido los tres. Solo que Elliot era el único pelinegro.

—Hola, ¿Cómo estás? — pregunté con una sonrisa.

Erick me miró con profundidad, y después se volteó hacia su hermano.

—Es bonita.

Elian volteó los ojos, y le dió un pellizcon.

—¡¿Por qué has hecho eso?! —protestó el castaño.

—¡Por qué eso no se dice! — reprochó Elian.

Iba a decir algo, pero un brazo rodeo mi cintura, y luego el rostro de Elliot se recargo sobre mi hombro.

—¿Ustedes que hacen aquí?

—Vine a traer el paquete de Halloween, y de paso traje a Erick-ta.

¿Erick-ta?

—Elian-id me obligó a venir, pero como me enteré que ella golpeó a la tonta de esa rubia, me ha causado curiosidad — Erick me señaló, y después recorrió mi rostro con la mirada.

¿Elian-id? ¿Que es eso?

—Elliot-io sabe bien que en algún momento habría que presentar a la familia con Nessa.

—Eh... Perdón por la pregunta, pero... — interrumpí — ¿Están hablando en código, o algo así?

—¿Por qué? — pregunto Elliot.

—¿Que es Erick-ta, o Elian-id?

Los tres chicos se miraron entre si, y después sonrieron complices.

—Desde pequeños siempre hemos sido así — comentó el menor.

—Si, somos un trío, el trío "Id-io-ta"— hablo está vez el pelinegro —Asi nos denominó mamá.

Yo hice un gesto de: "ya entendí" y ellos sonrieron.

—¡Nessa! — gritó Adam —¿Y esos quienes son?

—¡Hermanos de Elliot!

Adam alzó las cejas, y salió corriendo en nuestra dirección.

—¡¿Enserio son sus hermanos?! —Adam analizo a los dos. Ya conocía a Elian, más no a Erick —. Pero que curioso; ustedes dos son castaños y él pelinegro... ¿Por qué?

Elian sonrió y se rasco el cuello.

—Por que Elliot tiene parecido a mamá, y nosotros dos a papá — respondió.

Oh...

Elliot sonrió y me dió un beso en la mejilla.

—Supongo que después conocerás a mis padres.

Asentí con una sonrisa. Y después me enfoque en Adam, a quien debíamos terminar de teñirle el cabello.

—¡¿Tú qué haces aquí?! ¡Ve a que te sigan pintando! —reproche al castaño, y Adam salió corriendo hacia marco.

Yo abrí la caja de disfraces, y comencé a verlos. La verdad es que estaban bien.

—Me han gustado mucho Elian, iré a probarme el disfraz — observé el vestuario que se veía ajustado.

—De acuerdo, nosotros ya nos iremos — anuncio —Nos vemos más tarde, adiós cuñada —Elian me dió una palmadita en el hombro.

—Si, cuídate.

—Adiós cuñada — Erick me dió un beso en la mejilla, y Elliot no tardó en darle un fuerte golpe en la cabeza.

—¡Anda vete ya! — dijo de mal humor.

—¡Papá sabrá de esto! — Erick le mostró el dedo medio, y se subió al auto.

Me reí en cuanto vi la mueca que hizo Elliot. Nunca le había visto celoso.

—No te enojes, es tú hermano — dije entre risas.

—Podrá tener dieciséis, pero es un horno andante — Elliot entrecerró los ojos.

Igual que el hermano...

Le di un beso, y pase a probarme mi vestuario dentro de casa. Los chicos se quedaron fuera, ayudando con el maquillaje de Adam. Y justo cuando iba a subir a mi habitación, el teléfono de casa resonó.

Lo conteste.

—Casa Renner, ¿Quién habla?.

Escuché un suspiro desde el otro lado de la línea.

—Vanessa, querida — esa voz... —¿podrías venir a verme?

Me quedé helada cuando escuché la voz de mi padre. Me alarme un momento. Y como me asusté, apreté el botoncito del teléfono que grababa las llamadas.

—¿Que es lo que quieres? — pregunté agresiva.

—Verte, y decirte algo.

—Puedes hacerlo por Aquí.

—Esto es importante. Ven en quince minutos a la tienda abandonada del centro.

Iba a decir algo pero me colgó. Por un momento me asusté. Pero entonces recordé a mi madre. La intente llamar, pero ella no respondió; hice lo mismo al menos tres veces más. Entonces me alarmé.

Pensé en decirle a Elliot, pero yo no quería que se involucrará en asuntos como estos. Tomé mi celular, debe la caja en el suelo, y salí por la puerta trasera.

Corrí desesperada hacia la famosa "tienda abandonada". Un viejo lugar que ha estado solitario por más de ocho años. ¿Que quería? ¿Mamá estará bien?. Corrí tan rápido como pude, cruce las calles como si fuera inmortal, empuje a la gente para que se apartará de mi camino.

Estaba algo retirado esta tienda. Comencé a perder aire pero aún si seguía corriendo. Por alguna razón escuché mi nombre a lo lejos, sin embargo yo seguí corriendo sin parar un solo segundo, o voltear.

Me adentré en un callejón oscuro para cortar camino, hasta que por fin llegué a esa dichosa tienda.

Me detuve por fin, y tomé aire. El lugar estaba sucio, oscuro, y solitario. Pero la puerta estaba abierta, y el letrero estaba volteado a un "abierto". Sin más ni menos entre al lugar, poniéndome en medio.

—¡¿Dónde estás?! — grite.

Escuché ruidos tras una puerta al fondo, y después vi a mi padre con la misma ropa de hace muchas semanas. Su aspecto era igual de sucio que aquella vez, pero su apariencia era más aterradora.

Tenía unas horribles ojeras, y los ojos más que rojos. También tenía rasguños en el cuello, y sus manos estaban nerviosas.

—¿Q-que es lo que quieres? — pregunté asustada.

—¿Tienes dinero?

¿Dinero?

—No. No tengo nada — respondí dando un paso atrás.

—¿Que hay de tú celular? — pregunto igualmente, acercándose más de la cuenta.

Lo miré nerviosa, y maldije el haber venido. Si le daba mi celular sería mi fin, yo no sabía que intenciones tenía.

—Yo no traje mi celular conmigo — susurré.

—Necesito dinero... — murmuró, rascándose el cuello con desesperación — Necesito dinero, tengo que comprar... O me mataran esos tipos...

Tragué saliva cuando escuché lo último, y miré de reojo la puerta de salida.

—Ya he dicho que no tengo nada... Yo... Debo irme.

Mi padre me miró con una expresión neutra.

—Si no tienes dinero —susurró — Harás que me lo den —comenzó a acercarse más y más — Así que no te irás de aquí, hija mía.

Tragué saliva, y no me quedo otra opción.

En cuanto pude, me di la vuelta hacia la salida, ya para abrirla. Pero mi padre se lanzó sobre mi y atrapó mi pie, haciéndome caer. Di patadas a su rostro, pero el tipo parecía drogado. Grite tan fuerte como podía, y lo rasguñe cuanto pude.

Él encontró mi celular e intento romperlo, pero yo lo impedí. Pronto estábamos forcejeando, y mi padre me dió un fuerte puñetazo en el estómago.

—¡Necesito Dinero, y tú eres la única que puede darmelo! — me tomó del cabello, y me tiro hacia él —Eres tan linda, que contigo podría ganar una fortuna — río con demencia — solo debo ofrecerte al mejor postor — su sonrisa comenzó a darme terror.

Las fuerzas de mi cuerpo disminuían por la falta de aire, y los recuerdos de mi infancia llegaron a mi.

¡Grita antes de que te mate!

Tomé aire, y solté el gritó más fuerte que he hecho en mi vida.

Él intento golpearme, pero yo di una fuerte patada en su parte baja. Mi padre cayó al suelo retorciéndose del dolor, y yo solo pude correr hasta la puerta.

Él se levantó como pudo, y me tomó del cabello. Pero justo en ese momento, alguien lo golpeó a él.

—¡Maldito pedazo de mierda, sueltala!

Miré al chico de ojos azules, darle un buen golpe en el rostro a mi padre.

—¡Nessa! — Daney se agachó conmigo, y me alejo de ellos —¿Estás herida? — sollocé y ella me abrazó rápidamente.

Escuché rechinar las llantas de un auto fuera de la tienda, y acto seguido entro el pelinegro desesperado.

En cuanto me vió en el suelo abrazando a Daney, el posó su vista en mi padre, quién apenas se recuperaba del golpe que le había dado Shace.

—¡Eres un hijo de puta! — Elliot se acercó ferozmente al hombre, soltando un puñetazo en su rostro que prácticamente lo hizo volar del impacto, cayendo al suelo fuertemente.

Sangre se esparció por el suelo, y Elliot dió una patada en sus costillas.

—¡¿Cómo te atreves a tocarla?! — dió otro golpe más fuerte que antes.

—¡Shace, detenlo! — gritó Daney.

—¡Aún no! — Shace dió otro golpe a mi padre, quién ya no podía más.

Y entonces si, tuve que intervenir.

—¡Detente ya, lo vas a matar!

Ambos pararon...

Continue Reading

You'll Also Like

12.4K 712 15
Otro libro de Jill Ramsower.
82.7K 4.2K 53
Eva, una talentosa fotógrafa en ascenso, y Jase, un apuesto modelo, se cruzan en una fiesta caótica donde Jase, tras beber en exceso, cuenta con la i...
330K 18.1K 69
En inglés: Friendzone. En español: Zona de amigos. En mi idioma: Mi mejor amigo me mira como a su hermanita y jamás de los jamases me verá como alg...
1K 220 17
"La tragedia nos dejó reducidos a tres almas, luchando por encontrar sentido en un mundo empeñado en arrebatarnos la felicidad." En el corazón de Tur...