El amor es Gris [Libro #1 Com...

By Hussaycasstillo

241K 23.5K 7.2K

Vanessa nunca fue creyente del amor. Elliot jamás creyó que alguien lo pudiera amar. El amor es Gris a los oj... More

Advertencia
Capitulo 1: El chico de ojos Grises
Capitulo 2: Cabellos plateados
Capitulo 3: Shace, el chico que todas quieren
Capitulo 4: El Club de lo Mangas
Capitulo 5: Adam el miedoso
PERSONAJES
Capitulo 6: Solo esto me sucede a mí
Capitulo 7: Vacaciones de Invierno
Capitulo 8: La fiesta
Capitulo 9: "Maldito Elliot"
Capitulo 10: El pasado
Capitulo 11: Tiempos de Verano
Capitulo 12: ¿izquierda o derecha?
Capitulo 13: "Siempre ella"
Capitulo 14: La promesa que mantuvieron los dos
Capítulo 14.2: La promesa que mantuvimos los dos.
Capitulo 15: Una vida, y Adam solo hace tonterías
Capitulo 16: ¿Te invito a un picnic?
Capitulo 17: Un picnic con tensión
Capitulo 18: "¡No me vayas a manosear!"
Capitulo 19: La colina de Manzanas
Capitulo 20: Si me amabas, ¿por qué te fuiste?
Capitulo 21: Lo que paso, lo que duró y lo que debe soltarse
Capitulo 22: Un beso necesitado
EXTRA
Capitulo 23: Volvió aquella tranquilidad
Capitulo 24: Es algo que no te puedo perdonar
Capitulo 25: Nunca te deje de amar
Capitulo 26: "Alguien de mi pasado ha vuelto"
Capitulo 27: Todo fue por ella
Capitulo 28: "Bola de hipócritas"
Capitulo 29: Crueles intenciones
Capitulo 30: Miradas cruzadas
Capitulo 31: Como bestias en la jungla
Capitulo 32: ¿Eres doctor o algo así?
Capitulo 34: Una llamada peligrosa
Capitulo 35: El último Halloween
Epílogo.
¡ANUNCIÓ!
Extra "San Valentín"
Extra: Nessa y Shace
Extra: Elliot y Nessa

Capitulo 33: Ahora solo somos uno

5.1K 488 250
By Hussaycasstillo


Ya habíamos llegado a mi casa. De hecho lo primero que hice fue revisar a mamá, pero ella ya estaba dormida.

Elliot y yo habíamos subido a mi habitación, nos sentamos en mi cama. El me miraba con profundidad y yo solo evitaba mirarle.

—¿Que es lo que quieres hacer respecto a nuestra relación? — pregunto en un susurró.

Está vez si lo miré.

—Quiero que nos conozcamos más — respondí en el mismo tono.

Elliot asintió y se acomodo en su lugar.

—Pero... ¿Como amigos, o como... Algo más?

Sonreí levemente y agache la mirada. Lo estaba pensando, porqué yo no quería arriesgarme a tener algo con Elliot si al final podía acabar mal.

Tal vez he tenido problemas y algunas diferencias con el pelinegro. Pero por algún motivo recordé al de ojos azules. Si yo me hubiera enamorado de él, ahora que lo pienso, nunca habríamos tenido algún problema.

Pero esa es la diferencia.

Yo amo a Elliot. Y una vida no es vida si no hay problemas de por medio. Tenerlo todo color rosa... Habría sido aburrido. Pero tenerlo todo lleno de colores, es más adictivo. Si me hubiera quedado con Shace, el mundo sería color rosa... Pero yo ya tenía un mundo de colores junto a Elliot. Y eso era lo que más amaba.

—Quiero tener algo más que solo amistad —respondo finalmente.

Elliot alza su vista rápidamente y una sonrisa se dibuja en su rostro.

—Repite eso, pecosa —demando con los ojos brillosos y ahora una sonrisa de lado.

—Quiero ser más que tu amiga — le sonreí con pena, y Elliot se tapo el rostro.

—¿Osea que te quieres casar conmigo?

Abrí mis ojos de par en par, y luego solté una risa nerviosa.

—Si, y no.

El pelinegro alzó una ceja —¿Cómo que no? Si solo debes firmar un papel, y estar conmigo más de cien años, no te pido mucho —protesto indignado.

Solté una carcajada y le mire como lo más lindo del mundo.

—Elliot, si quiero casarme contigo, pero no ahora ¿Si?

—No te escucho, yo solo escucho un "si" — se volteó haciendo una mueca.

Cuando Elliot hacia berrinches o muecas; siempre acostumbraba a inflar un poco sus mejillas sin darse cuenta. Eso le daba un toque infantil y tierno.

Lo tomé del rostro, y di un beso en su mejilla. Su rostro pálido obtuvo un carmín en sus mejillas, y una sonrisa tímida. Me volteó a ver divertidamente, y se abalanzó sobre mi para darme un beso en los labios.

—¿Puedo ser tú novio, Vanessa Joel Renner? — pregunto en un susurró.

Lo miré con profundidad, y no podía creer que después de no haber creído en ninguna emoción llamada "amor" ahora me llenaba de emoción el ser novia de alguien.

No cualquier alguien. Sino del chico de ojos grises.

—Si puedes —dije con una sonrisa. Los ojos de Elliot brillaron, y después noté un sonrojo en sus mejillas.

Tomó mi rostro con una de sus grotescas manos, y sus labios se juntaron con los míos, para después atraparlos en una mordida. Acarició mi cintura con una de sus manos, y después subió su mano hasta mis costillas, cerca de mis pechos.

Abrace su cadera con una de mis piernas, y el inmediatamente acarició mi piel pasando una mano por debajo de mi vestido.

El se separó de mi, y me observo. Mi habitación estaba oscura, y lo único que la alumbraba era una lámpara que provenía de afuera. Sus ojos se veían muy oscuros, y sus facciones más marcadas.

Me acerqué a su oído y susurré:

—Quiero hacerlo...

Elliot me observo unos segundos más. Sus ojos indagarón los míos, y una sonrisa se formó en sus labios.

—¿Recuerdas que una vez me preguntaste cuál era mi libro favorito?

Frunzo el ceño, recordando ese momento de hace meses.

—Si, ¿Por qué?

El me vuelve a tomar del rostro y junta sus labios con los míos. Siento como su mano baja a mi cuello y este lo aprieta con delicadeza, así como también mi pierna.

—Pues mi libro favorito... —se acercó a mi oído — es el Kamasutra.

Sentí como una corriente eléctrica vago por mi cuerpo, dejando una punzada en mi vientre. Antes de poder decir algo Elliot ya me había vuelto a besar, pero con más brusquedad. Alzó ambas de mis piernas hasta que las pegue a su cadera por completo. Tomó ambas de mis manos y las puso arriba de mi, acorralando mis muñecas con solo una mano. Con la otra mano libre, acarició mi piel por debajo del vestido, hasta rozar la tela de mi ropa interior.

Mordí uno de sus labios, y el soltó un gruñido jadeante. Comencé a sentir un pequeño bulto duro en mi entre pierna, y el como nuestras respiraciones se volvían agitadas.

Elliot me soltó las manos, y se separó un poco de mi.

—¿En verdad quieres hacerlo? —pregunto preocupado —Si tú no quieres, yo no tengo problema con eso.

Sonreí juguetona, y me incorpore. Él estaba sobre mi, así que nuestros rostros quedaron cerca.

Con una de mis manos acaricié su abdomen levantando su camisa negra, dejando al descubierto su piel. El siguió mi acto con sus ojos, y entonces...

—Si así lo quieres.

Elliot me dejó caer sobre la cama, dándome una mirada lujuriosa. Se quitó la camisa, y dejo al descubierto su abdomen. Yo me quite el vestido, y solo me quedé en ropa interior. Elliot recorrió mi cuerpo en una sola mirada.

Pronto el estuvo arriba de mi, y yo solté un jadeó en cuanto sentí su erección. Le ayude a quitarse los pantalones, el me ayudó con el sostén, luego le ayude a bajar el boxer, y pues... Ahora estábamos desnudos, rozando cada parte de nuestro cuerpo.

Justo cuando Elliot iba a adentrarse, recordé algo importante. Sumamente importante.

¡El condón!

—¡Espera, espera! —el pelinegro se asusto, y me miró de arriba a bajo.

—¡¿Te lastime?! — preguntó preocupado.

—No, Elliot... Se nos ha olvidado el condón — dije por lo bajo.

Elliot pareció recordarlo, por qué puso un rostro de: "si, lo olvide".

—Eh... Bueno, yo no tengo condón.

Creo que en cierta forma, debía agradecerle a mamá el que me comprará una caja de condones el mismo día que conocí a Elliot por primera vez.

—En mi cajón hay una caja, usa esos — señale mi mesita de noche, y el la observo.

—¿Cómo es que tienes condones ahí, Joel? — sonreí por qué me llamo por mi segundo nombre, y después le di un beso.

—Mi madre me los compro el mismo día que te conocí.

El alzó una ceja, y sonrió.

—Vez que te soy de la suerte — puso una mueca divertida, y se levantó para abrir el cajón y sacar la pequeña cajita.

Tardo unos segundos en revisarlo que no tuviera alguna perforación, o algo por el estilo, y después se lo puso. Volvió a colocarse arriba de mi, y está vez me miró como si me estuviera diciendo "¿estás segura?"

Asentí lentamente como una manera de hacerle saber que si quería esto. Y entonces, lo sentí dentro de mi...

Él suspiró sobre mi cuello, mientras que yo encajé las uñas en su espalda. Lo siento muy ancho para mi, muy duro incluso; Elliot opta por una posición en la cual deja mi cuerpo al descubierto, levantando mis piernas hasta su cadera, donde él me observa desde arriba. Su sonrisa fue demasiado ladina, su cabello completamente desarreglado y con el abdomen al descubierto, me hizo sentir nuevamente esa pulsada en mi vientre. Apreté las sábanas en un puño, tratando de no gemir porque aún se mantenía dentro. Ni siquiera se movía aún, solo me observaba.

—Te advierto que me aprendí de memoria todas las posiciones. Si lloras, te juro que te daré más fuerte. ¿Entiendes, linda?

No sé qué decir, ¿Debería decirle, "tu dime dos por dos y yo me pongo en cuatro"?

Sonrió amplio, asintiendo.

—Te quiero dejar cansado.

El alza una ceja divertido y me termina regalando una risa que me enamora aún más.

Me sujeto firme de la cadera y me dio la primera embestida que me hizo arquearme.

Dios, que delicioso...

Ƹ̵̡Ӝ̵̨̄Ʒ

Han pasado tres horas y yo estoy sumamente cansada.

—¿Enserio que no quieres una séptima ronda? Aún no te muestro la posición de...

—Me has dejado temblando como si estuviera inválida, deja tomó aire — reí, y el también.

Cómo mi madre estaba en casa, evitamos hacer ruido. O al menos yo, pero eso realmente lo evitó Elliot, ya que puso una mano sobre mi boca, cada vez que sus embestidas eran bruscas.

Ahora estábamos abrazados, mirando la luna.

—Y... ¿Entonces ya somos esposos? — miré al pelinegro, y su sonrisa inocente en su rostro me hizo reír.

—Somos novios, esposos seremos cuando termine mi carrera y la universidad.

—Pero podemos firmar un papel, que todos vean que eres solo mía — hizo un puchero y frunció sus cejas pobladas.

—Pero si ya todos saben que me gustas mucho — acaricié su mejilla, y el solo me miró indignado.

—Si no quieres ser mi esposa, entonces no me amas — dijo — mejor dime qué nunca me quisiste, y qué quieres encajar una estaca en mi corazón — se dejó caer en la cama dramáticamente.

Reí de manera escándalosa.

—Juntarte con Adam te ha pegado el dramatismo.

De la nada Elliot guarda silencio, quedándose quieto y un poco raro. Frunzo mis cejas y antes de poder preguntar si esta bien, él me mira con sus ojos brillosos y una sonrisa ladina formándose en su rostro. Se inclina para acercarse a mi boca y me pasa la lengua por los labios, seguido de apretarme una nalga. No sé qué le ha pasado por la mente, pero por su expresión, puedo deducir que sin dudas ha imaginado algo pervertido.

Y sinceramente no tengo nada que dudar, con solo haberme follado en más de diez posiciones que ni siquiera sabia existían, me di cuenta de su mente pervertida. Se muerde el labio inferior y me acaricia la mejilla.

—¿Crees que pueda hacerte una rusa..?

—¡POR DIOS, ELLIOT!

—Vamos preciosa, ¿que tiene de malo? —me pregunta con un puchero. Parpadeo incrédula al escucharlo, ni siquiera sé qué decirle —. ¿No quieres probar..? Sinceramente, me encantan tus pechos.

—¡Elliot, eres muy pervertido! —le recriminó, tapándome con la sábana y sin poder evitar sonrojarme.

Él no duda en acorralarme abajo suyo, quitándome de un tirón la sábana y dejando mis pechos expuestos.

—Me gusta su forma —me sonríe de una forma que me hace sentir aún más enamorada —. Me gusta que son suaves y perfectamente redondos. ¿Por qué no querría hacer con ellos lo que fuera? Eres mía. Ya somos esposos.

—¡Aún no somos esposos, dame un anillo y lo pensaré!

Su carcajada resonó con fuerza, tanto que tuve que taparle la boca para que mi madre no nos escuchara. Negué con la cabeza, mientras que él me abrazaba con fuerza y escuchábamos música; así que cuando se acabó 505 de Arctic Monkeys, comenzó a sonar I wanna be yours. Elliot al instante se relajo y su agarre en mi cuerpo se hizo más fuerte pero al mismo tiempo suave.

Siempre que estábamos juntos él reproducía su playlist favorita y entre esas canciones-que todas eran de Arctic Monkeys-, siempre escuchaba en específico I wanna be yours. Pero lo curioso, es que la escuchaba cuando él estaba conmigo.

—¿Por qué siempre que estás conmigo escuchas I wanna be yours? —le pregunto con curiosidad.

Elliot tiene los ojos cerrados pero aún así sonríe como si la respuesta fuera algo que le causa demasiada emoción. Abre sus ojos tan grises como un cielo lluvioso y me mira con el corazón en ellos.

—Porque desde que te conozco no puedo dejar de escuchar I wanna be yours sin dejar de pensar en ti —me susurra cerca de los labios, dejándome sin aliento por sus palabras que suenan tan sinceras como todas sus acciones justo ahora —. Nessa, desde que tú me diste la mano ese día y me sacaste de entre las sombras... Quise ser tuyo. Y ahora que te tengo entre mis brazos, solo puedo decirte con certeza que te pertenezco.

Trato de abrir mis labios para decir algo, pero simplemente las palabras no se forman y no puedo decir nada más. Es tanta mi impresión que no puedo hacerlo.

—Elliot, yo... No se que decir ahora —digo en un aludido a penas audible.

—¿Sabes? Todo yo te pertenece. Desde mi cuerpo hasta mi corazón —me besa la nariz y acaricia mis mejillas para después añadir —: pero desgraciadamente algún día me iré y mi cuerpo no podrá quedarse contigo. Sin embargo puedo asegurarte que mi alma te seguirá amando hasta el final de los tiempos... Así que, mi alma tiene grabado tu nombre como mi único amor. Porque yo realmente soy tuyo, pecosa.

Las lágrimas ya están formándose en mis ojos, mis manos no dejan las suyas y no puedo evitar formar una sonrisa. Elliot es lo que más puedo amar en este mundo y en otros mil más. Él es el amor de mi vida y siempre lo será aún en muerte.

—Estoy feliz de que por fin seamos solo tú y yo —le susurró sobre sus labios, abrazando su cuello.

—Ahora somos uno solo. Te amo Ness.

Alce mi vista mas sorprendida de lo que ya estaba. Nunca me había dicho te amo, solo un te quiero. Y yo jamás había dicho lo mismo. Pero realmente si lo amo con todas mis fuerzas.

—Yo también te amo.

Ambos nos miramos mutuamente, y después nos abrazamos como si fuera lo único que pudiéramos hacer.

Si así era el amor, me gustaría tenerlo toda la vida.

Ƹ̵̡Ӝ̵̨̄Ʒ

—¡¿Entonces ya son novios?! — pregunto mi madre entusiasmada.

—Oficialmente, si.

Mi madre corrió rápidamente para abrazar a Elliot, quién la recibió con un abrazo de oso.

—¡No saben cuánto me alegra que estén juntos! — ella me tendió una mano, y pronto ya estábamos en un abrazo grupal.

Escuchamos que alguien tocó la puerta, y mi madre se separó de nosotros para abrirla. El gritó agudo de mi madre, me hizo ir rápidamente para verla.

Ella ya estaba abrazando a Adam, a Jasper, y al rubio.

—¡Si, abrazo grupal! — gritó Adam— Eh... ¿Por qué la emoción? — sonrió nervioso.

Mi madre los invito a pasar, y todos estábamos en la sala.

—Nessita y Elliot ya son novios — dijo ni madre con más emoción que yo.

Adam abrió los ojos como platos, y se tapo la boca con sorpresa.

—¡¿Ya son novios?!

—¡Si, ya son!

Adam y mi madre comenzaron a dar pequeños brinquitos. Elliot y yo sonreímos al verles felices, y los chicos se acercaron a felicitarnos.

—Muy bien, así que ya tenemos cuñada — Jasper alzó ambas cejas hacia Elliot.

Esos dos se dieron miradas como si se estuvieran comunicando telepaticamente.

Adrien me abrazo igualmente.
—Me alegro por ustedes Nessa — dijo.

—Gracias Adrien — le sonreí con la emoción en mis ojos.

Estuvimos todos juntos en la sala, contando anécdotas, riendo, hablando sobre futuros viajes. Mi madre saco una botella de vino que tenía guardada, e hicimos un brindis por "El nuevo noviazgo". Luego comenzamos el desayuno, pues mi madre había invitado una deliciosa pizza.

Elliot y yo nos habíamos separado de todo el escándalo.

—Ya casi es Halloween — murmuró él pelinegro.

—Si. Me recuerda a los días en los que Adam y yo salíamos a pedir dulces cuando éramos pequeños.

Elliot sonrió, y ladeó la cabeza.

—¿Y no quieres volver a pedir dulces?
— alzó una de sus cejas con diversión.

—Sería memorablemente ridículo.

Elliot iba a decir algo, pero Adam llegó a nosotros y se arrojó.

—Denle chichi a su hijo adoptivo, osea yo — el se dejó caer en el suelo, y fingió hacer un puchero.

Elliot le dió un golpecito en la cabeza, y Adam como todo un dramático profesional, fingió dolor.

—¡Nessa! ¡Me ha roto el cuello! ¡Me lastimó, y duele muchísimo! —chilló.

Solté una carcajada, y luego le di otro golpecito.

—¡¿Que?! ¡Esto es ultra violencia familiar!

—Si es hacia ti, sería violencia animal — soltó Elliot.

Adam le saco el dedo medio, y me abrazó.

Jasper llegó a nosotros, y se sentó a nuestro lado.

—Bien chicos... Me ha gustado mucho convivir con ustedes.

Le mire curiosa
—¿Por qué dices eso?

—Debo irme esta noche —contestó —. Y solo quería despedirme de ustedes tres —Jasper me dió una palmaditas en la cabeza.

—¿Y a dónde vas? —inquiere Adam.

Jasper miró al frente y luego sonrió.

—Iré a por lo que más he amado en este mundo.

Adam y yo le miremos confundidos, y después miramos a Elliot, quién lo miraba como si supiera a qué se refería. El castaño y yo nos inquietamos.

—¿Por qué se miran cómplices? Yo también quiero saber.

—Y yo también —Adam y yo miramos a ambos. Pero ellos solo rieron.

—Ya lo sabrán después, lo prometo.

Tal vez esa es otra historia que contar.

Continue Reading

You'll Also Like

18K 1K 86
MY FUCKIN' CLASSMATE Compartir la misma secundaria que Connor Miller... Podía aceptarlo. Compartir la misma clase que Connor Miller... Podía soportar...
84.6K 4.3K 53
Eva, una talentosa fotógrafa en ascenso, y Jase, un apuesto modelo, se cruzan en una fiesta caótica donde Jase, tras beber en exceso, cuenta con la i...
1.1K 220 17
"La tragedia nos dejó reducidos a tres almas, luchando por encontrar sentido en un mundo empeñado en arrebatarnos la felicidad." En el corazón de Tur...
9.4K 653 7
Esta es una historia KiriDeku y BakuDeku