Laila Scamander Y Las Reliqui...

By fanfics_and_fandom

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#7 «A matar a Voldemort» Las cacerías han comenzado en el mundo mágico. Laila Scamander junto con sus amigos... More

Sinopsis + TRAILER 1
1: El camino de la Nostalgia
2: Tonks
3: Angustiosas horas
4: Por Ojoloco
5: Preparativos
6: Los Delacour
7: Scrimgeour...otra vez
8: Testamento
9: Una boda de ensueño
10: Escape
11: Fugitivos
12: R.A.B
13: El Relicario
14: Kreacher
15: Una terrible reunion
17: Primera Plana
18: La calma antes de la Tormenta
19: Ministerio
20: Obsesión
21: No se deben decir mentiras
22: Escape poco exitoso
23: Gregorovitch
24: No son vacaciones
25: Inesperados visitantes
26: Separación
27: Carroñeros
28: La vida en Londres
29: El Refugio
30: El Plan
31: Avalon
32: Bola de Luz
33: Reencuentro
34: Una muy enojada Hermione
35: Lovegood
36: Las Reliquias de la Muerte
37: Emboscada
38: Pottervigilancia
39: Greyback
40: La Mansión Malfoy
41: Dobby, el elfo libre
TRAILER 2
42: Las Secuelas
43: Griphook y Ollivander
44: Un curioso trato
45: Padrinos
46: La horripilante poción multijugos

16: Inútil Ayuda

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By fanfics_and_fandom

— ¡Harry! —lloró Hermione—. ¿Como has podido?

— Fue fácil —dijo Harry. Se puso en pie, yo había viendo la pierna

— ¡No me mires así! — exclamó a Hermione.

— No la pagues con ella — gruñó Ron.

— No... no... ¡no debemos pelear! — dijo Hermione, lanzándose entre ellos.

— No deberías haber dicho las cosas asi— le negué a Harry.

— Se lo merecía — respondió él agitadamente.

— ¿No lo notaste? Se odia a si mismo, no necesitabas echarles carbón al fuego.— lo vi, aun sorprendida por lo que había pasado. Estaba enojada con mi tío por como había hablado de Tonks pero no podia evitar sentir compasión por él también—. Si, se merece que alguien le diga la realidad de su situación y lo que debe hacer, pero no de esa forma tan brutal que...

— Los padres — dijo Harry—. No deberían abandonar a sus hijos a menos... a menos que tengan que hacerlo.

Cerré la boca, pensando, recordando más bien como me había sentido que mi papá hubiera tenido la oportunidad de escapar de Azkaban por doce años como lo había hecho, ir a buscarme, a encontrar a su única hija. Sin embargo se quedó allí, en Azkaban porque él se sentia culpable. Habia salido por Pettigrew, no por mi, y eso era algo que todavía me costaba digerir.

Pero al menos yo tuve dos figuras amorosas paternales, mis abuelos Newt y Tina. Harry no tuvo ningún adulto que lo amara con tanto cariño.

— Harry — dijo Hermione, estirando hacia él una mano consoladora, pero él se encogió y se apartó, mirando al fuego en la chimenea.

Yo, Ron y Hermione nos quedamos viendo, les hable silenciosamente a través de mi legeremancia avanzada gracias a Morgana;

Lo que dijo fue terrible.— Ron pensó.

Lo que hace mi tio es terrible— respondí de vuelta—. Pero si, Harry no estuvo bien.

Él no quiere que su fututo hijo pase por lo mismo.— Hermione me vio.

No debido haberlo llamado cobarde— mi amigo pelirrojo me miró.

Ya lo conoces, la mayoría de las veces piensa con el corazón no la cabeza, como pasa con 3/4 de este grupo, para eso tenemos a Hermione.

Harry se dio la vuelta para vernos, Ron y Hermione rápidamente desviaron las miradas como si no hubiéramos hablado silenciosamente a sus espaldas.

— Sé que no debería haberle llamado cobarde.

— No, no deberías — dijo Ron al instante.

— Pero actúa como tal.

— Es lo mismo... — dijo Hermione.

— Lo sé —dijo Harry—. Pero si eso le hace volver con Tonks, habrá valido la pena, ¿no?

Era evidente la súplica de su voz. Hermione parecía simpatizar con él, Ron se mostraba inseguro. Yo le puse una mano en el hombro.

— Si, si vuelve con ella ojalá haya valido la pena. Jamás pensé... — suspire viendo al suelo con decepción, entendía sus motivos, entendí el odio a si mismo porque una vez yo también me odie a mi misma después de la muerte de papá—. Jamás pensé que mi tío Remus fuera uno de esos hombres que abandonan a sus hijos.

La silenciosa cocina parecía zumbar por la sacudida de la escena reciente y con los reproches no pronunciados de Ron y Hermione. No pude evitar abrazarme a mi misma, viendo la puerta por donde mi padrino había desaparecido, el reino del terror ya había comenzado, los nacidos de muggles eran presas de cazadores, docenas de chicos no podrían entrar a Hogwarts y si estaban en el colegio capaz que cosas les hicieran. Y aun no podíamos encontrar un horrocrux y mucho menos una forma de como acabar con ellos. Mi mirada bajo a mi anillo y Morgana inmediatamente se materializó a mi lado, sacudiendo la cabeza.

— Anwyll, ni lo pienses.

— ¿Que otra opción tenemos? Se esta acabando el mundo— le pregunté, mis tres amigos alzaron la cabeza al ver que desde su perspectiva hablaba sola, yo los vi, suspirando me saque al anillo jugueteando con el entre mis dedos—. Hay algo que no les he mostrado.

— ¿Sobre Morgana?— Hermione preguntó, yo asentí mientras ponía el anillo frente a mis ojos antes de murmurar;

Aliese duru rýne

— ¡Laila no otra vez!— Morgana se quejo haciendo un berrinche como una niña pequeña, el anillo se volvió caliente, tan caliente como la primera vez y lo deje caer al suelo. De la piedra blanca empezó a salir una bruma, mis amigos inmediatamente apuntaron con sus varitas, sin embargo yo me crucé de brazos. Morgana a mi lado no paraba de quejarse y hacer muecas a la vez que la niebla densa tomaba forma en un muchacho como un fantasma borroso y algo transparente que veía a su alrededor confundido hasta que sus ojos se posaron en mi.

— Laila, ¿cuantas voces tienes en tu cabeza?— Ron preguntó incrédulo y con algo de temor, se había vuelto pálido.

— Solo unas cuantas, pero él no forma parte de ella—  hice un gesto sin importancia—. Este de aquí, es Merlín. Y si El Merlín. Ahora les daré un segundo para que lo digieran.

Los tres me vieron como si me hubiera vuelto absolutamente loca, luego veían a Merlín y después a mi. Harry no dejo de alzar su varita, poniéndose protectoramente a mi lado, y los dos otros tampoco y es que bueno, yo tampoco me lo había creído al principio la primera vez;

— Ni siquiera tiene una barba— Ron inclino la cabeza, rompiendo el silencio. Merlín a quien no había visto sonreír, lo hizo, y eso solo hacía ver el chico de 17 años que habia sido, de la misma edad que mis amigos.

— Es lo que yo dije— asentí.

— Estamos frente al mas famoso mago de todos los tiempos ¿¡Y hablas de que no tiene barba?!— Hermione  chilló, estaba paralizada en su lugar—. Laila ¡Como no nos hablaste de esto! ¿Que otros secretos tienes que no nos has dicho?

— Bueno...Ron y yo fumamos un poco de algo muy raro en la sala comun hace unos meses y luego....

— De acuerdo, de acuerdo, cada quien merece su privacidad— mi amigo pelirrojo intervino.

— Veo que sigues siendo el recipiente—  sus ojos pasaron de Ron a Hermione a Harry, y cuando vio a mi novio pude ver la lastima en sus ojos, reconociendo quien sería el que hiciera el trabajo sucio de separarnos—. Eres tú.

— Cállate, no le hables — siseé. No podía dejar que Merlín hablara sobre la maldición. Él alzo una ceja pero al menos al ver mi cara de completo pánico entendió de lo que no quería hablar y cerro la boca.

— ¡Laila como puedes hablarle asi... es Merlin!— Hermione se escandalizó aún viendo asombrada al chico.

— Y yo soy Laila Scamander— la vi antes de fijarme de nuevo en el muchacho frente a mi.

— ¿Que eres?— Harry le preguntó con desconfianza. Recordé como el no tenía mucho cariño con los recuerdos y conciencias, Tom Riddle no fue algo agradable  en segundo año.

— Una especie de conciencia si pudiéramos llamarlo así, esta no es mi alma, mi alma esta descansando en paz— Merlin hizo un corto resumen.

— Bien ahora que todos nos conocemos. Necesito tu ayuda.— fui directo al punto.

— No.

— ¿No?— frunci el ceño, indignada—.  ¿Que quieres decir con no?

— No te ayudare, Laila Scamander.

— Pff... como siempre uno nunca puede contar con tu ayuda. Gran sorpresa, Merlín— Morgana aplaudió con sarcasmo.

— Escúchame, déjame actualizarte con lo que ha pasado en los últimos dos años. Hay una guerra allí afuera, Voldemort, un mago peor que Mor...

— Hey!

— Esta cazando a nacidos de muggles como animales, las familias están siendo perseguidas, las personas torturadas y el ministerio es una obra de teatro con títeres, estamos perdiendo y necesitamos acabar con algunos horrocruxes.— hablé con seriedad—.  Así que ayúdanos a ganar. El mundo mágico se está autodestruyendo.

— ¿Y qué quieres que diga? No puedo hacer nada— Merlin dijo con calma—. Y si lo hiciera no lo haría hasta que te separara de Morgana

— Uh, disculpe se- señor Merlin.— Hermione al contrario de mi, le hablo con educación y respeto—. Pero Morgana es pequeña en problema en comparación de lo que tenemos ahora entre manos. Necesitamos cualquier consejo y ayuda que usted...

— Morgana manipula y engaña. No le importa nadie más que si misma— Merlin era el único además de yo que podía ver a la bruja medieval—. Créanme, yo aprendí eso de la peor forma.

— Entonces eso es todo? ¿Solo por Morgana no ayudarás a todo el mundo mágico?— Harry lo vio con enojo.

La conciencia me vio a mi.

— Cuanto más crezcas Laila Scamander, mayor será el poder de la huella del obscurus de Morgana.— sus ojos levemente pasaron por Harry con un gran interés, un interés que no era lastima, antes de volver a verme—.  Debiste separarte de ella en cuanto se te presento la oportunidad.

— ¿Sabes cómo separar a Morgana de ella— mi novio pregunto, pude sentir la expectación y esperanza en su  voz. Yo y Merlin nos quedamos viendo un par de segundos antes de que él hablara;

— Espero que logren su misión.

— Tanto por el gran mago Merlín— lo vi con decepción, alze una mano—.  ¡Learh fearnancai!

La forma del joven muchacho se disipó de nuevo en una niebla que siguió su camino hasta la piedra blanca del anillo que estaba en el suelo. Una vez termino, di dos pasos hacia adelante y lo tomé en mis manos antes de ponérmelo en el dedo anular. Me di la vuelta para ver a mis amigos.

— Lo siento chicos, pensé que sería de ayuda.

— ¿Algún otro famoso mago o bruja de la historia que nos quieras presentar?— Harry alzo una ceja.

Negué sin ánimos. Hermione y Ron empezaron a murmurar entre los dos lo que acababan de ver mientras Harry tomaba el periódico que había traído mi tío Remus y lo abrió a una página al azar.

Me di la vuelta para ver a Morgana que veía el anillo con desapruebo. Me quedé pensando en cómo Merlín veía a Harry, sabiendo que es lo que tendría que hacer. Pero no aun. Él debía seguir ignorante de esto, algo que solo yo.... y Luna Lovegood sabíamos.

Morgana me quiso tomar de la manos pero las traspasó, me vio con desesperación.

— Él no dice la verdad, es mentira, digo, antes era verdad, pero eso ya no es así. Ya no soy así.

— Lo se, Mor. Se que ya no eres así.— la tranquilice en un susurro.

— Al menos el hocicón de Merlín no habló de la maldición— Morgana suspiró, vio a Harry antes de verme a mi— . ¿ Cuando se lo dirás?

— Ya esta así por los horrocruxes, el futuro es incierto y además será después de que la guerra acabe todo esto de separarnos y eso. 

— ¿Después?— ella me vio, sonrió orgullosa—. Por mi poder arrasaremos con todos.

— Me has hecho mas poderosa y me has enseñado mucho, pero no es solo por eso que te quiero a mi lado para la lucha. Te quiero a mi lado porque has sido mi mentora y mi hermana mayor.—  susurré, me gustaría poder tocarla como antes, pero ahora era coma travesar un fantasma desde que me había salvado— . Si nos separamos a salvo, porque hay una gran posibilidad que las dos acabemos muertas, quiero que sigas conmigo, el día que sea magizoologa, el día que me case y todos mis cumpleaños.

Morgana sonrió, sus ojos brillosos, y me dio un toque en la nariz con su dedo que no pude sentir, pero lo que si pude sentir dentro mío era su cariño.

— Te abrazare en tus sueños, mi pequeña dragona.

Sonreí pero el tierno momento se interrumpió cuando se escucho un crack! en la cocina, haciendo que todos nos sobresaltáramos. Después de todo el asunto de mi tio Remus, por unos segundos había olvidado a Kreacher y su misión de buscar a la rata de Mundungus Fletcher. Mi mirada paso a la masa de extremidades que se retorcían y que había aparecido de la nada junto a Harry. En cinco grandes pasos fui hasta ellos mientras mis amigos sacaban la varita de nuevo, Keacker se desenredaba y se inclinaba ante mi, croando;

— Kreacher ha vuelto con el ladrón Mundungus Fletcher,  Ama .

Honestamente estaba tan feliz que el elfo hubiera dado con Mundungus que hasta la regalaría todo lo que quedaba de esta casa. Morgana aplaudió feliz.  El hombre luchó por levantarse y sacó su varita. Hermione sin embargo, fue demasiado rápida para él.

— ¡Expelliarmus!

La varita de Mundungus voló por el aire y Hermione la tomo. Con los ojos salvajes, Mundungus se lanzó hacia las escaleras; Ron le hizo un placaje y Mundungus golpeó el suelo de piedra con un crujido amortiguado. Hice una mueca, Ron había crecido en un chico de casi dos metros y bastante fornido, no era para nadie alguien con quien te querrías meter al verlo.

— ¿Qué? — gritó el hombre a voz en cuello, retorciéndose en su intento por liberarse del agarre de Ron—. ¿Que he hecho? Mandarme a un sangriento elfo doméstico, ¿a qué estás jugando, qué he hecho?, suéltame, suéltame o...

— ¡Oye! Ten respeto por el elfo!— le griite yendo hasta el y aprovechando que Ron lo tenía inmovilizado le di una patada en los bajos que lo hizo aullar— . ¡En realidad Kreacher es buena gente !

— Suéltame ahora o voy a...

— No estás en posición de formular amenazas — dijo Harry. Lanzó a un lado el periódico, cruzó la cocina en unas pocas zancadas, y se puso de rodillas a mi lado, frente a Mundungus que dejó de luchar aterrado. Le hice una seña a Ron para que se levantara, lo hizo jadeando, a la vez que  Harry apuntaba su varita deliberadamente hacia la nariz de Mundungus.

— Kreacher se disculpa por la tardanza en traer al ladrón, Ama — croó el elfo— . Fletcher sabe como evitar la captura, tiene muchos escondrijos y cómplices. No obstante, Kreacher atrapó al ladrón al final.

— Lo has hecho muy bien, Kreacher — asentí orgullosa , y el elfo hizo una reverencia.

— Bueno, tenemos unas cuantas preguntas para ti — dijo Harry a Mundungus, que gritó al instante;

— ¿Me entró el pánico, de acuerdo? Nunca quise ir para empezar, sin ofender, amigo, pero nunca me ofrecí voluntario para morir por ti, y era el mismísimo Quien-tu-ya-sabes el que venía volando hacia mí, todo el mundo se largaba, dije todo el rato que no quería hacerlo...

— Para tu información, el resto de nosotros no Desapareció — dijo Hermione. Yo no había estado ahí pero imagino que todos excepto Mundungus siguieron con valentía.

— Bueno, entonces son unos malditos héroes, ¿verdad?, pero yo nunca fingí presentarme voluntario para que me mataran...

— No estamos interesados en por qué dejaste en la estacada a Ojoloco — dijo Harry, moviendo su varita un poco más cerca de los ojos inyectados en sangre de Mundungus, yo alze mi mano, preguntando que hechizo antiguo podría usar en él—. Ya sabíamos que eras un pedazo de escoria indigno de confianza.

— Bueno entonces, ¿por qué me mandas elfos domésticos? ¿O esto va de las copas de nuevo? No tengo ya ninguna de ellas, o te las habría dev...

— No es por las copas tampoco, aunque eso también deberías pagar. Cállate y escucha, cenicero de tres días.— le corté.

Tener a Mundungus así de cerca era un sufrimiento para mis fosas nasales por lo mal que olía, me recordaba a las resacas que tenía en la mañana cuando despertaba en salas comunes que no eran la mía. O en cuartos que desconocía. Era un alivio, sin embargo,  tener a Mundungus para saber sobre el guardapelo. Y Harry parecía en verdad disfrutar del interrogatorio mientras apuntaba su varita tan cerca del puente de la nariz de Mundungus que él bizqueaba intentando mantener la vista fija en ella.

— Cuando limpiaste la casa de Laila de cualquier cosa de valor.— Empezó Harry, pero Mundungus le interrumpió de nuevo.

— A Sirius nunca le interesó nada de esta basura...

Se produjo un sonido de pies corriendo, un destello de cobre brillante, un resonante clang y un grito de agonía. Kreacher había ido corriendo hacia Mundungus y le había golpeado en la cabeza con una cacerola.

— Quítamelo de encima, quítamelo de encima. ¡Deberían encerrarlo! — gritaba Mundungus, acobardado cuando Kreacher alzó de nuevo la pesada cacerola. Yo me quedé viendo un segundo, casi disfrutando cuando Harry me movió un poco para que diera la orden;

— ¡Kreacher, no sigas!.

Los flacos brazos de Kreacher temblaban por el peso de la cacerola, todavía sostenida en alto.

— ¿Quizás solo un poco más, Ama Laila, por suerte?

Ron rio, Harry sonrió de lado.

— Le necesitamos consciente, Kreacher, pero si necesita que lo persuadan podrás hacer los honores — dijo Harry—. ¿No es así Laila?

— Claro Kreacher, si él no coopera será todo tuyo.

— Muchas gracias, Ama — dijo Kreacher con una reverencia, y retrocedió una corta distancia, sus grandes ojos pálidos todavía estaban fijos en Mundungus con aversión.

— Cuando despojaste esta casa de todo lo de valor que pudiste encontrar en cuanto Sirius murió — empezó Harry de nuevo—. Tomaste unas cuantas cosas de la alacena de la cocina.
Había allí un guardapelo. ¿Que hiciste con él?

— ¿Por qué? — preguntó Mundungus— . ¿Tenía algún valor?

— ¡Todavía lo tiene! -gritó Hermione.

— No, no lo tiene — dijo Ron astutamente— . Se pregunta si debió haber pedido más dinero por él.

— ¿Más? — dijo Mundungus— . Eso habría sido difícil... dado que me lo quitaron, ¿verdad? No tuve elección.

— ¿Qué quieres decir?— fruncí el ceño.

— Estaba vendiendo en el Callejón Diagon y ella se presentó y mi preguntó si tenía licencia para vender artefactos mágicos. Menuda entrometida. Me iba a arrestar, pero se le antojó el guardapelo y me dijo que se lo llevaba y me dejaría en paz por el momento, y supongo que tuve suerte.

— ¿Quién era esa mujer? — preguntó Harry.

— No sé, alguna vieja bruja del Ministerio.

Mundungus pensó por un momento, como concentrándose.

— Pequeña. Con un sombrerito en lo alto de la cabeza.

Frunció el ceño y después añadió:

— Parecía un sapo.

La imagen de la primera persona que se me vino a la mente me hizo hacer una mueca de asco. Harry dejó caer su varita que  golpeó a Mundungus en la nariz y disparó chispas rojas hacia sus cejas, que se incendiaron.

— ¡Aguamenti! —gritó Hermione, y un chorro de agua surgió de su varita.

Harry levanto la mirada y me vio, yo en cambio baje la mirada tomándole  la mano y roce mi pulgar contra la cicatriz que tenia en la piel de la mano derecha.

Dios. No. No ella de nuevo.

Genial, añadir a alguien mas en mi lista de matar inmediatamente justo al lado de Alastair Lefay.

No es la ultima vez que veremos a Merlin en esta saga...

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