๐—ท๐˜‚๐—ท๐˜‚๐˜๐˜€๐˜‚ ๐—ธ๐—ฎ๐—ถ๐˜€๐—ฒ๐—ป |...

By OliBanng

305K 9.2K 3K

Shots con el anime Jujutsu Kaisen^^ el mjr intento de historia cn tan bakan anime More

โฐยฒ
โฐยณ
โฐโด
โฐโต
โฐโถ
โฐโท
โฐโธ
โฐโน
ยนโฐ
ยนยน
ยนยฒ
ยนยณ
โ‘ โ‘ฃ
โ‘ โบ
โถโ‘ฅ
โ‘ โ’Ž
โ‘ โฝ
๏ผ‘โ‘จ
โ‘ก0
โทโ‘ด

โฐยน

37.2K 993 617
By OliBanng

Gojo Satoru ∞

Probablemente era el peor día que habías tenido en toda la semana.
Malas notas, tus mascotas maullaban y ladraban sin parar, tu cabeza dolía, te había bajado la regla, hacía frío y luego calor.

Sencillamente horrible, te sentías enferma y tu forma de vivir te enfermaba aún más. Después de mucho tiempo entrabas en una horrible crisis, económica y existencial.


— Quiero a mi mamá — te quejabas con un puchero sarcásticamente, ya que hace unos 8 meses habías comenzado a independizarte.

Fue un proceso difícil, trabajos de medio tiempo y dar tesis para la universidad, todo se complicó. Inclusive caíste en un estado de ansiedad y pánico enfermizo. Tiempos difíciles.

Y justo cuando te empezabas a sentir mejor en tu emprendimiento de escritos, sucedía esto.

Tu oído comenzó a vibrar cuando tu cuerpo descansaba en la cama.

« Albino »

— No Satoru, ahora no... — murmuraste, apretando el botón para contestar.

Sabías que si no lo hacías, estaría molestándote toda una semana.

— ___! Mi queridísima amiga! — gritó a través del teléfono

— Gojo — dijiste desanimada. — Estoy trabajando, qué necesitas?

— Uhg... Esas ganas, eh?

Tomaste un sorbo de café a tu lado.

— Fue un mal día? — decía con curiosidad.

— Nah, ni tanto...

— Eres una pésima mentirosa, pequeña.

Rodaste los ojos sintiendo tu estómago más apretado de lo normal.

— Qué me cuentas tú? Cómo están tus niños?

— No me evadas. Te escuchas horrible, qué ha pasado?

— Nada.

— ___... — amenazó.

— Estoy bien, no ha pasado nada, estoy... Bien.

Oh mierda.

Miraste la habitación a tu alrededor, asombrada de lo que habías intentado ignorar.

En qué momento esa ropa sucia se había acumulado allí?

Por qué habían tantas hojas esparcidas por el suelo?

Esas eran tus dosis para la ansiedad?

Y dónde estaban tus zapatos?

Habías estado viviendo en esto? Cómo es posible?

— ___?

Seguía hablando el muchacho, está vez con un tono más preocupante.

— Respóndeme.

— Voy a colgar. Buenas-

— Y yo voy a ir, estoy tomando un taxi justo ahora. Nos vemos!

— Ha?! No no, espe-

« llamada finalizada »

El silencio inundó tus oídos.

— Puto... Albino, idiota. — apretaste el celular sintiendo la necesidad de chasquear los dedos y transportarte a otro país.

Trataste con las pocas fuerzas que te quedaban, de ordenar las sábanas de la cama en la misma posición, migas de pan y papeles volaron al suelo.

La notificación sonó fuertemente en la pantalla del aparato.

"Reconoces a este? :C "

Era Gojo con el recepcionista del apartamento.

— Qué demo-

El timbre comenzó a sonar impacientemente.

Tu corazón estaba dando revueltos del susto, como si tus padres hubiesen llegado de imprevisto para revisar cada espacio de tu departamento.

Que vergüenza.

Querías pegarte un tiro y no abrirle nunca jamás en la vida, eso querías hacer y por un segundo casi te recuestas y te pones a dormir.

Pero no podías.

Querías ver a ese albino idiota. Lamentablemente necesitabas algo de él.
Su voz, siquiera.

— Ábreme!! — gritaba con la garganta desafinada, exagerando.

La perilla se giró y sus rostros se encontraron después de casi 5 meses.

5 meses desde que decidieron tomar caminos distintos y ya, cada uno en su mundo. Hablaban algunas veces, él más que tú.

"Soy profesor! Mis alumnos... Waa~ deberías venir a verlos, te caerán bien, son muy fuertes!"

" Jugamos Béisbol! Es tan entretenido! Itadori la pasó increíble! "

Te sabías todos los nombres, te mandaba fotos de todos, entrenando ese karate extraño, jugando, viendo películas, incluso durmiendo con ellos, todos amontonados.

Lo veías bien a través de una pantalla. Nunca le dijiste nada sobre el libro que estabas escribiendo, no lo veías como algo interesante.

Pues, sorpresa. Lo tenías ahí.

Él? Él estaba resplandeciente, su piel juvenil, sus labios brillando, sus dientes bien notables y blancos aunque eso no sea del todo sano.

Alto, parecía un maldito edificio.

Esos lentes redondos que cubrían sus extraños ojos preciosamente azules. Sus pestañas largas y blancas como la nieve.

Era él, sencillamente él.

Tú por otro lado tenías tu café con humo saliendo, apoyado en tu útero. Tu bata sin lavar, tu cabello corto revuelto por todos lados, no tenías maquillaje, llevabas como 4 días sin darte una ducha decente, por lo general era de 3 minutos y afuera.

Tus ojos al cerrarse debían de tomar un buen tiempo, pues te ardían de tanto mirar la computadora. Ya ni hablar de las ojeras.

En ese momento, te tiritaban las manos.

Tu garganta dolía. Eso pasaba cada vez que estabas nerviosa o avergonzada.

Ahora, era de las dos un poco.

— Te vez... — su rostro te recorrió el cuerpo entero. — estás indispuesta?

— Me estoy muriendo en mi miseria, pasa. — te hiciste a un lado para cerrar la puerta.

— Has bebido?

— No me gusta el alcohol, solo algo de café. Para no dormirme mientras trabajo.

Se sentó en tu sofa, dejando una bolsa en la mesilla.

— Adivina.... — jugueteó con una sonrisa.

A veces no podías evitar odiar a las personas que tenían una sonrisa tan linda, de dientes derechos.

Te daba mucha vergüenza sonreír así.

— Dulces? Un pastel?

— Galletas de limón! Para la princesa! — te miró esperando a que te acercaras a él — estás muy flaca. Has dejado de comer.

— Eh... No lo sé, a veces se me pasa la hora y ya no me da tanta hambre...

— Mmm... — respondió sospechoso.

— Quieres algo para beber?

— Sirvamonos un té, si? Deja ese café amargo en otro lado.

Rodaste los ojos, sin más salidas que acatar sus órdenes.

Tiraste tu café por el lavamanos, sacando otra taza más.

— Y... Tus...

"Tira un tema, tira un tema, tira un tema"

— Mis alumnos?

— Si si, tus alumnos esos. Cómo va todo? La última foto que me mandaste era algo... Deprimente — dejaste una cuchara y su té en la mesilla.

— Ah si... Es que se murió Itadori.

Te ahogaste, sacando gotas del líquido por la nariz.

Qué?

— Qué?

El peliblanco comenzó a reírse.

— Tranquila! Tranquila! No estaba muerto realmente! — Carcajeó.

Un suspiro ahogado salió de tus pulmones, dejándote caer a su lado.

— No le digas eso a nadie con esa cara... Es, raro.

— Mi don es ser raro... — dejó una torre de galletas frente tuyo, borrando su exagerada sonrisa al instante.




— Qué has estado consumiendo? Acaso fumas?

Bufaste en respuesta.

— No, no fumo ni bebo, Satoru.

— Y esos ojos qué? — dijo mirándote fijamente a través de los lentes.

Uy, tal vez tus fachas no eran lo más decente en ese momento.

— Es por el... El trabajo — respondiste evitandolo — Estar mucho tiempo frente a la computadora me deja así... — empezaste a rascar tus párpados.

— Por qué estás tan delgada?

— Ya te dije, se me olvida... Ave... Ces...

Demonios.

Esto estaba más serio de lo que esperabas.

Ni siquiera oías su respiración, parecía una maldita estatua enojada.

— eres una pésima mentirosa.

Suspiraste cerrando los ojos, rendida.

Ibas a tener que contarle.

— No ha sido un buen día — murmuraste.

— Me quedó claro.

— Y mis gatos no querían comerse lo que les di.

Asintió, dejando caer su cabeza en su mano. Para prestarte más atención.

— Mis notas en la universidad bajaron, tengo otro ensayo el próximo finde.

— ajá...

_ y...

"No llores, no llores, no llores, no llores" decías mentalmente.

No valía la pena, solo fue un día no a tu gusto y ya.

No había que llorar.

Solo hay que aguantarlo un segundo y ya.

Pero, mierda.

No tenías amigos, literalmente. En la universidad todo era individual y, virtual.

¿Quién más te preguntaría cómo estabas si no era él?

Hace 5 meses que no hablabas con nadie sobre tu situación, sobre tus mascotas, sobre si te dolía o no el estómago...

En serio estaría mal llorar?

Te dolía ese nudo en la garganta, tu voz en culaquier momento se iba a quebrar, igual que tú.

— Y me duele mucho la cabeza... — cubriste tu rostro dejando que diminutas lágrimas mojaran las mangas de la bata — Y estoy con la regla y... Y....

— Ha sido una semana de mierda?

Asentiste con dolor tan rápido como sus palabras terminaron, dejándote caer en su hombro.

Ah ~ tan cómodo.

Aquella crisis como si fuese de un adolescente, se estaba derrumbando.

Él instintivamente puso sus brazos alrededor de tu espalda, acariciando esta.

Como si ocupara el papel de madre.

Su perfume.

Y su respiración tranquila.

Y su cuerpo era enorme, no entendías cómo.

— Han sido los 5 meses más horribles, Satoru...

Sollozabas, sintiéndote débil.

— Y me duele la cabeza...

— Lo sé...

Respondía él con una tranquilidad que honestamente desconocías.

Pocas veces actuaba así contigo. A lo más te hacía gestos divertidos para cambiar el ambiente.

Pero nunca cedía ante el, nunca.

Tal vez, no venía solo para esto.

Tal vez, él sabía lo que iba a suceder...

— Estás escribiendo una novela, no?

Te separaste rápidamente, con el rostro mojado.

— Quién te dijo?

— Lo descubrí. Tu Instagram, comenzaste a seguir a muchas cuentas sobre, libros y oportunidades de desarrollo. Incluso un famoso negocio bibliotecario.

— Oh...

Touché.

— Por qué no me lo dijiste? — preguntó quitándose los lentes.

Sus ojos eran sencillamente una obra de arte.

— Me da vergüenza.

— Vergüenza?

— Vergüenza — repetiste.

Gojo frunció el ceño con confusión.

Suponías que le molestaba ese sentimiento y era entendible.

— Viniste para que te contara esto?... Gojo?

Su sonrisa ladina se escapó de los labios, con atrevimiento.

En ese instante se levantó del sofa, paseándose por todo el lugar.

— Me has pillado, princesita.... No venía solo para eso — respondió burlesco.

Ahí estaba de nuevo.

Él adoraba jugar contigo.

— El escenario es tuyo... Confiesa — respondiste secando tus mocos.

— Tienes novio?

— Intenté ligar con una chica en Tinder, pero no funcionó.

Se detuvo en seco para mirarte.

— Y tú te has acostado con alguien ya?

Negó rápidamente, como un niño pequeño.

— Con nadie.

Nuevamente empezó a girar alrededor de la habitación, hasta quedar atrás de ti. Apoyado sobre el mismo sofá.

— Te atreverías a escucharme desde aquí?

Ni siquiera te inmutaste.

— Por qué desde ahí?

— Porque me da vergüenza mirarte.

Eso era nuevo.

Estabas nerviosa y ansiosa, así que asentiste esperando que él mismo dijiera lo que tenía escondido.

— Un año después de que nos conocimos, me enamoré de ti.

.
.
.
.

Tu pecho se infló.

De todo esperabas. Menos eso.

— Y desde hace cinco meses que me siento jodidamente solo.

Te ibas a girar para pedirle que dejase las bromas, pero él rápidamente con su enorme mano te detuvo.

— Estoy muy preocupado por ti y precisamente por ello voy a venir a verte más seguido... Quiero que entiendas algo, ___

Mierda.

— Eres la mujer más bella que voy a conocer, la más inteligente, la más capaz y la más fuerte, y bella .... Mujer que voy a conocer...

Era un asco confesandose.

— Goj-

— Y te amo. Mucho, muchísimo, como amigo, como conocido, como compañero, no me interesa. Te amo. Quiero que uses mi hombro de aquí en adelante.

Mierda... Y más mierda.

— Me encantaría imaginar un futuro contigo, pasar todos mis días contigo, tu voz de ya toda una adulta, tus chistes, tus consejos. Tus abrazos. Yo... Es que nunca me había sentido así, sabes?

Eso era evidente...

— Sé que en mi juventud me la pasaba con las hormonas de aquí para allá. Pero... Esto es distinto.... Lo siento distinto... Aquí.

.
.

Ahora se encontraba frente a ti, con una mano aún apoyada en el sillón y la otra, en su pecho.

Él te miraba fijamente, otra vez.

Estoy muy enamorado de ti. Como un loco, princesita...  — susurró, traspasando todas tus pupilas.



Pues tus ojos marrones caca, no se compraban con la fortaleza de esa azulada y... Extrañamente galáctica mirada que cargaba en si mismo.

Veías una infinidad de cosas en ella.

Como si te estuviera hipnotizando.

— Satoru... Me estoy cagando encima, no sé qué decir.

Ambos rieron con nerviosismo.

— solo quiero la verdad, tonta.

Escondió un mechón robusto detrás de tu oreja, con un brillo tan fuerte que se agrandaba cuando fijaba sus ojos en tus labios.

Y tu querías extinguirte ahí.

No habías pensado en ello, siempre que tu mente comenzaba el tema, lo quitabas y te concentrabas en tú vida individual.

Si repasabas todos tus sentimientos encontrados.

Te gustaba o no te gustaba Gojo?








Continue Reading

You'll Also Like

72.7K 2.3K 69
Tn, es la hija de Fede y Nicole, cuando ella vuelve a ver a Fede despuรฉs de 10 aรฑos, se enamora de un chico llamado Lukas urkijo, uno de los amigos d...
1M 48.8K 118
las imรกgenes no son mรญas yo solo los traduzco si tu arte aparece aquรญ y ๐Ÿ’œno estรกs de acuerdo envรญa mensaje para borrarlo gracias ๐Ÿงก...
3M 156K 186
Segundo libro Manhua de oldๅ…ˆ Traducciรณn al espaรฑol el mismo dรญa con Weibo Traducciรณn: Zenรณn lian Cap (285 -327) exp [309]
117K 17.1K 31
El joven maestro Llyod es tan desagradable, tiene un rostro tan feo, una personalidad malvada. es un estafador, manipulador, un oportunista y un lame...