(Maratón 1/2)
ESPECIAL POR LOS 1K.〉⌇ ༄
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ENITH TARAREABA SU CANCIÓN FAVORITA, dando pequeños pasos de baile de vez en cuando. Nunca había despertado de tan buen humor cómo aquélla mañana, pero sin duda iba a intentar disfrutarlo.
Estaba caminando hacía la casa de Peter, cómo el no se sentía bien, acordó que pasaría por el, en un intento para que el castaño no le pasará nada de camino a la escuela. Sonaba algo exagerado de parte de la pelinegra, pero de verdad no quería que Parker fuera solo a la escuela estando en ese estado.
Recordó aquella vez que Adhara decidió ir a la escuela estando enferma, no recordó que tenía exactamente, pero si recordaba a la perfección cuando la morena se desmayó en plena vía pública y tuvieron que llamar a emergencias.
No dejaría que algo así le pasara a Peter.
Enith se sacó los audífonos y revisó su teléfono para comprobar que había seguido las indicaciones correctamente para llegar a la casa de los Parker. Al hacerlo y darse cuenta de que ese era el lugar, acomodó un poco su cabello y alisó su ropa con las manos, para consiguiente, tocar la puerta suavemente unas tres veces.
Una mujer de mediana edad abrió la puerta. Su cabello era de color negro, que permanecía atado en una media coleta algo desordenada, sus ojos eran de color café oscuros, como los de Peter. ¿Ella era su madre?
— Hola ¿puedo ayudarte? — habló suavemente la mujer, ofreciéndole una pequeña sonrisa de boca cerrada.
Enith parpadeo un par de veces, saliendo de su estado analítico y sonrió ampliamente.— Hola, mucho gusto, me llamo Enith Greene, vine a buscar a Peter, acordamos que iríamos juntos a clases.
— ¡Oh! Es un placer conocerte querida, pasa, pasa. — la mujer hizo una ademán con las manos, indicándole que entrara.— yo soy May, su tía.
Enith asintió, sin decir nada más y luego de murmurar un “permiso” entró en la casa de los Parkers.
— Es lindo que por fin uno de los amigos de Peter venga a la casa. — mencionó May, mirando de forma detenida a la pelinegra.— ¿tienes hambre querida? puedo ofrecerte un poco de mi albondigon.
Enith negó con la cabeza, sin dejar de sonreír.— Gracias señora Parker, pero ya comí de camino aquí.
— Será en otra ocasión. — May caminó hacía el comedor, para levantar algunas cosas de la mesa.— ¿hace cuanto conoces a Peter?
— Bueno... — Enith hizo una pequeña pausa, no podía decir que comenzaron a hablar luego de la pelea con Flash, suponía que ella no sabía sobre eso.— fue hace unas semanas, necesitaba ayuda para estudiar Física, y cómo sabrá, Peter es un genio y no hay mejor persona que el para preguntar.
— Eso es cierto, Peter es muy inteligente. — sonrió con orgullo su tía, para luego fruncir el ceño.— Ya debió haberse levantado.
Enith iba a sacar su teléfono para enviarle un mensaje a Peter, de que estaba con May esperándolo, pero en cuestión de segundos, Peter bajó las escaleras muy rápido que, por un momento, la pelinegra pensó que podría haberse caído.
— Peter, buenos días. — saludó May al castaño.
Por su parte, Peter se acercó a su tía, dejando un corto beso sobre su cabeza, cómo saludo.
— Buenos días tía. — Peter dirigió su vista a Enith, sonriendo ligeramente.— Buenos días Enith.
— Buenos días, Parker. — Enith sonrió.— pensaba que te habías quedado dormido.
— Si, bueno... Ayer estaba algo agotado, cansado y... Muy hambriento. — Peter caminó hacía el refrigerador y luego de abrirlo, sacó un par de cosas de este.
Enith y su tía se miraron incredulas ante el comportamiento tan energético de Peter, dando por hecho que estaba enfermo. Por su parte, el castaño guardó varias cosas del refrigerador en la mochila. Esta era la segunda vez que Peter hacía eso.
— ¿Donde está el tío Ben? — preguntó Peter cerrando con dificultad la mochila llena de comida casi congelada.
— Salió temprano esta mañana, supongo que a buscar un empleo. — dijo May aún con su ceño fruncido.
— Peter, creo que debemos irnos si queremos llegar a tiempo. — dijo Enith relamiendo sus labios.
— Oh, si, si, claro — Peter colgó su mochila sobre su hombro y de acercó a su tía, depositando un casto beso sobre su mejilla.— Nos vemos luego tía May.
— Adiós Peter, ten un buen día. — dijo May, posando su vista en Enith, ofreciéndole una pequeña sonrisa.— fue un gusto conocerte querida.
— Lo mismo digo, señora Parker. — dijo Enith aferrándose a su mochila.
Ambos adolescentes salieron de casa, despidiéndose de la amigable tía May para así poder caminar rumbo a la dichosa escuela. Enith miró de reojo a Peter, quien parecía muy inquieto.
— Tú tía es muy amigable. — habló de repente Enith, haciendo que Peter diera un gran salto, aquellas simples palabras habían sonado tan fuertes que aturdieron sus oídos. Enith al darse cuenta llevó una mano a su boca en sorpresa.— Dios, lo siento.
— No pasa nada, debe ser producto del resfrío o algo así. — dijo Peter haciendo una mueca, aún sus oídos seguían sensibles.
— Hablando de eso... — Enith suavizó el tono de su voz, para así sacar de su mochila unos pequeños sobres.— es té de manzanilla, espero te ayude con el resfriado.
Peter tomó las bolsitas que le ofrecía la pelinegra y las guardo en sus bolsillos.— Ya pareces mi tía.
Enith abrió la boca, ligeramente ofendida.— ¡Oye! Solo me aseguro de que no mueras.
— ¿Morir a causa de un simple resfriado?
— Créeme, las posibilidades son muchas.
Peter alzó una ceja en dirección a Enith, era cierto, las posibilidades eran muchas.
Cómo por ejemplo: la posibilidad de que el haya adquirido poderes arácnidos a causa de la mordida de una araña alterada genéticamente comenzaba a ser una.
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ENITH TRAZABA ALGUNAS LÍNEAS EN SU CUADERNO, divagando en sus propios pensamientos, pero de vez en cuando, le dedicaba una que otra mirada al castaño que estaba sentado a su lado.
Las clases habían transcurrido con normalidad y justo ahora se encontraban en su receso. Enith había acordado almorzar con Adhara, pero cómo a la morena se le habían presentado algunos problemas internos, decidió pasar el receso con Peter, quien estaba súper concentrado intentando resolver un ejercicio de matemáticas súper complejo que Enith no lograba comprender del todo.
Enith no pudo evitar pensar en el encuentro con la tía May esa mañana. Si algo no podía controlar la chica Greene, sin duda sería su lengua y curiosidad, porque mientras dibujaba, su mente no pudo evitar divagar en el núcleo familiar de Peter.
Peter jamás había mencionado algo sobre su familia a Enith, principalmente porque nunca se lo preguntó directamente. La pelinegra formó una pequeña mueca, no podía llegar y preguntarle cómo si nada sobre sus padres, pensaba que podía ser un tema delicado para el y temía herirlo de alguna forma.
— ¿Tengo algo en la cara? — la voz de Peter la sacó de su agujero lleno de preguntas. El castaño tenía una ceja levantada, mirando de reojo a Enith, quien abrió ligeramente la boca, formando una “O”.
— ¿Qué? Oh no, no, solo pensaba. — dijo rápidamente Enith, negando con la cabeza.
Peter asintió, sin decir nada más, volviendo a lo que estaba haciendo. Enith intentó no soltar un suspiro, su curiosidad a veces era irritante.
“De acuerdo, debes ser delicada, Enith, evita intentar sonar muy hostil.” pensó la pelinegra.
— Así que... ¿Vives con tus tíos?
Enith se dió un gran golpe mental, eso si que fue directo. Peter alzó la cabeza, dirigiendo su atención a Enith, quien se tensó ligeramente.
— Si, así es, con mi tío Ben y mi tía May, que la conociste esta mañana. — Peter acomodó sus lentes y al percatarse de la mirada cargada con curiosidad de Enith, soltó un pequeño suspiro.— Mis padres me dejaron al cuidado de ellos cuando tenía seis años, desde entonces nunca supe exactamente lo que les pasó.
Enith agachó la cabeza, intentando ocultar su cara que reflejaba la tristeza que sentía por el castaño. Sin duda había metido la pata.
— Dios, yo... Lo siento Peter, no quería...
— No pasa nada, está bien. — interrumpió rápidamente Peter a la pelinegra, intentando ofrecerle una pequeña sonrisa.— Digo... A veces los extraño y me pregunto del porque hicieron lo que hicieron, pero no me arrepiento el haber crecido con mis tíos.
Peter no podía molestarse con Enith por sentir curiosidad, ambos eran amigos, y el creía que Enith debía conocer esa mínima información sobre el. Además, si algo tenían en común Peter y Enith, era la curiosidad, ese gran y molesto bicho de la curiosidad que constantemente los metía en problemas.
— Lamento si sentías que te presione para decirlo. — Enith se encogió de hombros, avergonzada.
— Ya te dije, no pasa nada Enith. — Peter miró a Enith, dándole una pequeña sonrisa de boca cerrada.— además ¿somos amigos, verdad? ¿Que clase de amigo no conoce a la familia del otro?
Los ojos de Enith brillaron de la emoción ¿escuchó mal o Peter ya la consideraba una amiga?
— ¿Es enserio? — Enith preguntó, haciendo notar la emoción en su voz.— ¿Si somos amigos?
Peter la miró con incredulidad.— ¿Acaso no lo éramos antes?
Enith asintió de forma frenética.— Claro que si, solo no sabía que ya me considerabas cómo una.
— Siéntete especial, eres la única amiga que tengo.
Enith alzó una ceja.— No se si sentirme realmente especial o sentir lastima por tí y tu círculo social.
Peter colocó una mano sobre su pecho, fingiendo estar ofendido ante su comentario.— Ouch, eso si fue cruel.
— Me la debías. — sonrió con suficiencia Enith, haciendo que Peter rodará los ojos.
— Comienzo a arrepentirme de esta amistad. — mencionó Peter con ironía, cerrando sus libros y tomando su mochila para marcharse de las gradas.
Enith soltó una carcajada.— ¡Oh, vamos! ¡Soy la mejor amiga que podrías tener, Parker! Admítelo.
— Lo que tu digas.
Enith golpeó suavemente el brazo de Peter, quien se limitó a sonreír levemente.
Y era cierto, Enith era la mejor compañia que Peter podría tener, pero no imaginaria que próximamente se convertiría en la persona que más necesitaría.