Faute ❀ᴛᴀᴇᴋᴏᴏᴋ

By SasKimJeon

113K 12.9K 3K

❀TaeHyung es un magnate que quiere vengarse de JungKook, pero una sorpresa los tomará a ambos desprevenidos❀ ... More

00
01
02
03
04
05
06
07
08
09
10
11
12
13
14
Epílogo

Final

5K 546 59
By SasKimJeon

Estaba definitivamente emocionado, tenía la maleta lista, había cancelado toda la semana de juntas y su corazón latía como loco entre más pasaba el tiempo. No podía creer que esos que creyó eternos tres meses se fueran desde hace un par de días como un pestañeo, estaban a solo nada de por fin conocer a su pequeño.

Y no encontraba palabras exactas para describir cómo se sentía en esos momentos.

Se apresuró a meter la maleta pequeña al auto, para volverse al hospital, pues pasaba la mayor parte de sus tardes y a veces toda la noche al lado de JungKook y su pequeño. Aún tenía aquel miedo latente de que pasara algo con ellos, que se pusieran mal en medio de la noche y perder a su familia; incluso ahora mismo, tenía mucho miedo de la operación de parto de JungKook. Tomó su móvil, marcando el número cinco para dirigirle a SeokJin.

—Hyung, estamos a punto de tener al bebé—mencionó rápido, sin esperar realmente respuesta por parte del contrario—. Les avisaré cuando pase, pero estén pendientes, JiMin me dijo que estaría contigo... manejaré así que cuelgo.

En circunstancias normales, le hubiera esperado a una respuesta, pero realmente sentía que no debía desperdiciar ningún segundo y que estaba al borde de lanzar un grito que no sabía si era de ansiedad, emoción o nervios. Soltó un suspiro y decidió calmarse un poco, quizá mucho, para ponerse a manejar y demostrar más fortaleza para JungKook en esos momentos donde la pasaría en el quirófano, estando a su lado y esperando ese momento que había escuchado que era maravilloso, el llanto que anunciaba el nacimiento de su bebé. HyunWoo en verdad que sería tan esperado y amado por ambos.

Aquel nombre aún no lo revelaban a sus cercanos, pues esperaban que fuera una de las muchas sorpresas que recibieran junto al hecho de poder comprometerse para casarse lo más pronto posible, aunque la última JungKook no la supiera para nada. Miró la cajita que reposaba en el asiento de copiloto, había elegido un anillo muy similar al primero que le había dado cuando se conocieron, pero esta vez, había mandado a personalizarlo con una piedra especial en color púrpura y una frase en el interior del anillo que se habían dicho la primera vez que se habían animado a decirse "te amo".

«I purple you»

Sonaba extraño para algunos quizás, pero era la manera en la que ellos podían decirse desde el fondo de su alma lo mucho que significaban para el otro. Esperaba que aún tuviera el mismo significado para ambos y que aceptara JungKook, lo que más quería también era poder tener a su pedacito de ambos, su bebé.

El también pensarse en poco padre le llenaba de emoción, todo parecía estar bien, quería pensar que las cosas solo mejorarían aún más y más; pues había visto un progreso enorme en esos meses sobre la salud de esos dos seres más amados. Retomamos mucho llegar al hospital así que bajó lo más rápido que podía y haciendo las cosas bien para poder llegar a aquella habitación donde en aquel día un nuevo ser les diría hola. Saludo a las enfermeras habituales y se dirigió como pudo hacia la sala de operación de partos para poder estar al lado de JungKook antes de que empezaran las contracciones y algunas cosas que pudieran pasar.

Lo vio allí, tranquilo, acariciando su vientre con amor y una sonrisilla pequeña decorando su rostro, se veía tan etérea la imagen del menor haciendo algo tan simple como caricias dispersas. Quería quedarse todo un rato más allí estás mirando la escena, pero sus pies se movieron solos hasta estar a su lado haciendo que tuviera el acto y lo volteara a ver, dándose un pequeño beso de bienvenida.

—Ya quiero conocerlo—bisbisó separándose de los labios ajenos—. Y también quiero ir a casa.

—Ya pronto, estamos a nada de conocerlo—aseguró con una sonrisa, para dirigir su mano hacia el bulto que estaba tranquilo—. Y nos iremos a casa, nuestro HyunWoo tiene una habitación linda, tu estarás muy bien cuidado, será perfecto.

—Lo sé, confío en que hiciste un buen trabajo con su habitación—sonrió, para ver cómo empezaban a preparar la habitación para lo que se venía—. Y en verdad me hubiera gustado ayudarte a preparar todo, no estar tres meses en este hospital.

—Habrá más momentos para decorar, además, es un alivio que estuviera aquí—su mirada pareció perdida un instante, claramente recordando los sucesos que los habían llevado a permanecer allí mucho más tiempo y que casi tenía consecuencias fatales—. Pero ya casi está aquí y es lo que cuenta, aunque extrañaré ver tu vientre abultado.

—Lo tendré un poco por el postparto.

El mayor notó un poco aquella inseguridad con la que decía aquellas palabras.

—Te verás hermoso, eres hermoso de todas maneras.

Antes de que pudiera responderle, se adentraron los médicos y empezaron con los preparativos últimos para el parto que habría dentro de poco. Haciendo que el menor empezara a tener un poco de miedo sobre lo que se venía y poniendo nervioso a TaeHyung de cierta manera.

Y como en un abrir y cerrar de ojos ya está bien colocado aquella pequeña cortina que les impediría ver el procedimiento quirúrgico y le habían colocado la epidural al menor. TaeHyung llevó su mano hacia la de JungKook para brindarle apoyo, o al menos intentar hacerlo ya que sabía que sería más difícil para él.

—Vamos cariño, tú puedes.

Se sentía querido, TaeHyung estaba a su lado apoyándole como siempre quiso, acariciando el dorso de su mano para calmar los nervios que tenía debido a que no veía absolutamente nada de lo que estaba pasando. Alzó su mirada al rubio, quien tenía un semblante tranquilo y le sonreía con ligereza, para luego besar ligeramente la mano que tenía entre las suyas, como si JungKook fuera hecho de papel o del material más caro del mundo.

Escuchaban los pasos de los médicos y a enfermeras ir de un lado a otro, estaban muy inciertos de en qué momento pasaría aquello. Hasta que, inundando toda la sala, se escuchó un llanto de bebé, que hizo a ambos saltar sus corazones de alegría, emoción y una tremenda paz infinita en su alma.

Luego de unos minutos, un pequeño bultito fue acercado a ellos, siendo JungKook el primero en sostenerlo entre sus brazos. Era tan pequeño, con cabellos oscuros como JungKook, pero el menor estaba seguro de que eso sería algo de las pocas cosas que ese pequeño pudiera heredar de él, pues desde sus ojos, era la mezcla perfecta entre ambos.

—Tae... nuestro pequeño...—susurró, sintiéndose ahogado entre un repentino llanto que estaba naciendo de su alma—. Es tan hermoso, nuestro pequeño...

—Lo es, es lo más hermoso que pudiste darme—el menor miró hacia TaeHyung y, por primera vez desde que lo conocía, lo vio llorar—. Gracias, gracias, gracias por todo...

—Sostenlo, seguramente quiere reconocer a su papá.

El mayor asintió torpemente, secándose las lágrimas para después acercarse a tomar a su hijo, llevó una de sus manos a la mejilla del recién nacido acariciando suavemente esta. El bebé se removió entre sus brazos, haciendo ese momento aún más mágico, el momento perfecto. Entonces lo supo, quería estar entre su familia el resto de su vida, era la confirmación a algo que ya sabía, que ya tenía en su mente desde hacía un tiempo.

—JungKook...—llamó con voz un poco temblorosa, despegando ligeramente la mirada de su hijo hacia el menor.

— ¿Sí? —Indagó casi sin aire, pues se sentía intensamente en la escena que presenciaba de TaeHyung como padre.

—Cásate conmigo...

Cerró y abrió los ojos rápidamente, incrédulo de lo que acaba de escuchar, pues nunca esperó volver a escuchar ese tipo de planes de parte del rubio. No desde todo aquello que había pasado, pese a que habían aclarado las cosas. Miró a su bebé, luego a TaeHyung sosteniéndolo, y sintió que era todo lo que realmente necesitaba en la vida, que era lo correcto.

—No es la manera más romántica de hacerlo...

—Lo siento, es que el ver a nuestro HyunWoo y verte a ti...—bajó su cabeza nervioso, mirando a su bebé en un intento también de aclarar sus ideas—. Solo nació de mí preguntarlo.

—Acepto, aunque espero que la boda sea más romántica—se burló, haciendo que TaeHyung le mirara de forma un tanto graciosa—. ¿Esperaste a que HyunWoo naciera para pedirme eso?

—No era la idea, pero es el primer testigo de una cosa que es muy evidente—el menor le miró con curiosidad, mientras TaeHyung se acercaba más con su bebé hacia él—. Que te amo con locura, te amé desde el primer momento y te amaré por siempre.

Antes de poder decir más, escucharon los gritillos emocionados y algunas palabras de los médicos y enfermeras del lugar, quienes miraban a la pareja con una sonrisa enorme. Aunque habían logrado con esto avergonzar a aquel par.

—JungKook...

—Hagámoslo, formemos una familia juntos.

Sonrió y no pudo evitar robarle un pequeño beso, para luego besar la coronilla de HyunWoo, para después JungKook volver a cargar a su recién nacido antes de volver a entregarlo a la enfermera para que fuera puesto en la sala de cunas, ya con su pulsera que le identificaba y esa ropita tan tierna que habían elegido hace un par de semanas atrás juntos.

Moviendo luego al menor hacia la habitación privada que habían acondicionado para la llegada del bebé, mientras el mayor se cambiaba de nuevo a su ropa habitual y dejaba aquella azul que le habían dado para entrar a la sala, llegando luego hasta el menor quien miraba sus nuevas ropas y cobijas que le habían cambiado. Las enfermeras lo acondicionaron mencionando que en un rato más le harían una revisión de rutina al menor, pero que igual podía descansar.

Dejándolos solos al fin.

JungKook soltó un suspiro, mirando a la puerta, para después hacerlo hacia TaeHyung quien le observaba con curiosidad.

—Entonces... ¿lo tenías planeado? —trató de romper el hielo, mientras el rubio asentía ante aquellas palabras—. Pensé que tendrías ya sabes... el anillo, las flores, esas cosas si volvía a pasar pero yo...

—Tengo el anillo, lo compré pensando en ti—mencionó mientras miraba a su ropa buscando dentro de su saco aquella cajita azul, pero luego la dejó en el interior de este un poco pensativo—. Las flores y lo demás te lo debo, pero haré la mejor propuesta de todas, más a lo que mereces...

—Ya te di el sí, solo quiero pasar contigo toda la vida—sonrió, haciendo entonces que el mayor se arrodillara en esa pose que conocía bastante bien—. Oh Tae no debes de...

—Sí, sí debo postrarme a tus pies—sacó la cajita morada, en la cual se mostraba la frase más evidente de toda su relación, haciendo que JungKook abriera los ojos sorprendido—. Pensé en algo que nos identifique, pero creo que no habrá nada más intenso que esta frase entre nosotros.

—Te... te acordaste de la frase—soltó con voz ahogada nuevamente, no sabía cuántas veces había hecho eso a lo largo del día—. Oh TaeHyung, no pensé que la recordaras... esto es... muy valioso y perfecto para mí.

—Y para mí, esta frase jamás la dije a alguien más, es solo tuya, como mi corazón—sacó el anillo que había elegido, llevándolo al dedo anular izquierdo, dejándolo reposar en ese lugar donde lucía demasiado bien—. Te amo Jeon JungKook.

—También te amo, el anillo y la caja... —suspiró, para volver a ver su anillo con esa piedra purpura y ese brillo tan bonito que nunca creyó portar como símbolo de amor—. Tu y HyunWoo son más de lo que creí tener en la vida, solo pienso en que esto es un sueño, un sueño tan hermoso...

—Es real, todo esto lo es, me encargaré de hacerte sentir lo real que es todos los días—se levantó, para quedar a la altura de JungKook y este no se esforzara para que no le doliera la cesárea—. Pero ahora, creo que deberías descansar, hemos tenido mucho el día de hoy y seguramente estás muy cansado.

—No quiero dormir, quiero ver a nuestro hijo—mencionó realmente adormilado, para luego con sus manos tomar las mejillas de TaeHyung y acercarlo a él—. No quiero que te vayas de mi lado.

Lo besó, de modo un tanto más apasionado, más intenso, demostrando, o intentando hacerlo, todo ese amor y felicidad que sentía en su corazón. Se separaron un poco, haciendo que el mayor fuera ahora quien besara ligeramente la punta de la nariz ajena y sus mejillas, para alejarse un poco más y señalar un sofá cama que había en el lugar.

—Me quedaré aquí a tu lado, cuando despiertes me verás allí—aseguró, a lo que el menor solo le miró para asentir con suavidad—. Te lo prometo, así que por favor, descansa JungKook.

Asintió con lentitud, dejándose vencer por el cansancio que venía sintiendo luego de escuchar el llanto de su recién nacido. TaeHyung lo miraba como si fuera lo más hermoso del mundo, notando el anillo con la piedra morada que relucía en su dedo anular, no era una piedra enorme o que sobresaltara al relieve del anillo demasiado, pero era de tamaño justo para que cualquiera la pudiera ver. Una promesa que le hizo a JungKook y a sí mismo.

Cuando salieran de ese hospital, juraba que las cosas en la vida de JungKook jamás volverían a ser oscuras y pesadas. Luego de saber lo que había vivido y de que él mismo se encargara de que el padre del chico, a petición de este, permaneciera en prisión por un tiempo bastante amplio, la promesa de un futuro más tranquilo se asomaba con su familia.

Su familia.

Saborear ambas palabras le hacía sentir un golpeteo cálido en el corazón, casi de la misma intensidad de cuando nació su bebé o le pidió matrimonio a JungKook. Incluso mientras escucharon la sentencia del juez, él de manera presencial y JungKook por videollamada, al notar el rostro y voz aliviada en el menor, un sentimiento de goce le hizo notar que en verdad, nunca dejó de amarlo, o bueno, quizás solo confirmó de manera rotunda aquello.

Al final SeokJin y el resto tuvieron razón en que debía amar profundamente a alguien, que JungKook sí era la persona indicada para él, incluso debía admitir que cuando lo volvió a ver pensó someramente eso.

Se acercó a su prometido, acomodando sus mechones de cabello, escuchándolo suspirar y sabiendo el trabajo que debió ser las horas de parto previas, el dolor y todas esas cosas que seguramente desconoce. Era admirable el dar una vida, HyunWoo era simplemente hermoso y perfecto. Como todo lo que era JungKook.

Tenía motivos para ser feliz, había dejado de ser ese adolescente perdido y ese bastardo adulto atormentado por pensamientos que ahora que tenían motivos de por qué pasaron, le resultaban más fáciles de comprender. Sería la mejor versión para sí mismo, JungKook y su pequeño. 

Continue Reading

You'll Also Like

1.6K 204 5
Taehyung es un dragón milenario, ha visto imperios crearse y caer, presenciado guerras, hambrunas y devastaciones, a lo largo de su existencia conoci...
3.6K 373 16
Dónde Jungkook es un estudiante nuevo y se ve interesado en una antigua leyenda de su País, adentrándose dentro del bosque en busca de respuesta vién...
203K 17.4K 36
|𝐀𝐑𝐓𝐈𝐒𝐓𝐒 𝐋𝐎𝐕𝐄| «El amor es el arte de crear por la sensación misma, sin esperar nada a cambio,más allá del placer mismo del acto creativo...
36.4K 4.2K 23
-¿Papá? _hablo el menor aún con su osito en su brazo_ -Dime cariño _el joven padre miro a su lindo retoño entre las cobijas listo para dormir_ -¿Me...