La noche había llegado, Mat y Matías se encontraban en la sala de estar jugando ajedrez.
Los dos eran muy silenciosos a la hora de jugar, tanto así era su concentramiento.
Me acerco y me siento en uno de los sofás.
-Jaque mate – dice Matías moviendo su última ficha-. Matías voltea a verme -Le gane todas a papá.
Abro mis ojos. -Creo que encontraste un contrincante digno – digo.
Mat sonríe -Prestó atención a mis indicaciones y supo mover sus fichas, bien hecho Matías.
-Si, al fin me libere de este juego. Era un fastidio pensar tanto.
Mat y yo reímos.
-Matías, tu abuela quiere que vayas mañana a visitarla -digo.
Matías hace una mueca -Ash, quiero mucho a la abuela pero su melosería es un fastidio, siempre me agarra los cachetes como si fueran de goma.
-Debes entender que casi no te ve, ya no vas seguido a visitarla – dice Mat.
-Eso era cuando estaba pequeño, ahora estoy grande y no quiero que me trate como un bebé.
-Para tu abuela sigues siendo su niño. Así que no seas duro con ella y vas a visitarla. – digo.
Matías voltea sus ojos.
-Si no quieres ver a tu mamá enojada será mejor que le obedezcas – dice Mat.
Matías me da una sonrisa forzada -Mamá enojada da miedo, así que prefiero aguantar los abrazos y besos de la abuela.
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Acostada en mi cama me pongo a pensar, a recordar todo lo que tuve que pasar para hoy llegar a ser una escritora profesional. Recordando todas las veces que rechazaron mi libro, las veces que me decían que no me dedicara a esto.
Ahora me pregunto… ¿Qué hubiera sido de mí si me hubiera rendido?.
Tal vez estaría ejerciendo mi profesión como psicóloga, pero viviría con una frustración de no haber cumplido mi mas grande sueño.
Mientras Mat trabaja y Matías estudia, yo me dedico a escribir. A dejar fluir mi imaginación, a que cada palabra tome sentido. A escribir sobre aquellos sueños que puedes hacer realidad si crees en ti mismo.
No te detengas, sigue avanzando, no dejes que el miedo se apodere de ti.
Nadie dijo que sería fácil, tal vez te toque comer mierda, pero sabes que todo tiene su recompensa, sigue avanzando. Lucha por ese sueño, habrá tropiezos, habrá momentos en los que quieras renunciar, pero no te rindas, sigue avanzando. Si alguien te dice que no podrás alcanzar tus sueños, no los escuches, sigue avanzando, si no creen en ti déjalos, tú sigue avanzando.
Y por último te quiero decir: <<Los soñadores no abandonan>>.
FIN
Nota del autor: ¡Gente linda! 🥺
ESTA HISTORÍA A LLEGADO A SU FIN.
Quiero agradecer a esas personitas que se tomarón su tiempo en leer toda la historia completa 🤧 de verdad mil gracias.
Espero les haya gustado esta pequeña historia.
Motivadora e inspiradora.
Gente y como dijo Susan. No abandonen sus sueños y luchen por ellos y... Nunca acepten la derrota como una realidad.
×Nath Diaz×