Eda murmuró su nombre entre sueños, ocasionando una sonrisa en el rostro de Serkan que le velaba el sueño, el doctor les había indicado que debido al golpe en la cabeza al menos por dos días alguien tendría que acompañarla en caso de cualquier cosa.
-Le gustas. - susurró Ipek con una sonrisa.
-No lo creo. - hablo en voz baja y pausada. - Quizás me nombra porque soy con el que más tiempo pasa últimamente.
-¿Por qué piensas que no le gustas?, ¿Es por que tenía novio?. - preguntó Ipek alzando una ceja. - Tu mejor que nadie sabe que esa relación no iba a ningún lado.
-Aún así, eso no significa que le guste. - le discutió.
-Es cosa de ver como te mira.
-No creo que Eda se haya fijado en mi, soy patético.
-No digas eso, Serkan, si hace tanto no tienes pareja es porque no dejabas entrar a nadie a tu corazón, me pregunto que hizo Eda para que la dejaras entrar, porque no soy tonta y se que te gustó desde que la viste en mi auto.
-Ser como es, acercarse sin importarle que la tratara mal o que no quisiera hablar y leer mi diario. - concluyo con un poco molestia en la voz, pero sin decir nada mas.
-¿Leyó tu diario y no te enojaste con ella? - preguntó sorprendida, sus ojos grandes.
-Lo descubrí hoy en su habitación, lo busqué durante días por todas partes y bueno lo encontré en su alli. - murmuró. - Pensar que pensaba gritarle de mil maneras cuando llegara por meterse en mis cosas y ahora me siento mal de solo pensarlo. - susurró mirando en dirección a la cama.
-Seguro lo hizo sin mala intención. - aseguró Ipek mirando a la chica.
-Ella no hace nada con mala intención Ipek y ahora que lo pienso me calzan muchas cosas. - comentó. - Debe pensar que estoy roto.
-No creo que piense que estas roto. - le dijo su amiga. - Creo que se preocupa por ti y que apesar que te muestras como un amargado, ella pudo ver más allá.
-Puede ser ... no lo sé. - habló seriamente. - Lo que me preocupa ahora es el idiota de su ex y la chica con la que la engaño, si mando a un grupo de cobardes a hacerle esto, ¿Qué más le puede hacer?.
-No se amigo, esperemos que nada, estoy seguro que tu puedes estar ahí para protegerla pase lo que pase.
Él pelirrojo solo sonrió, por supuesto que estaría para ella, la chica castaña revoltosa que había caído en su departamento hace semanas ya estaba instalada en su corazón.
Una hora más tarde, Serkan estaba luchado duro para no dormirse, pero la respiración acompasada de Ipek, recostada en el otro sofá de la habitación y el sonido de la maquina que Eda tenia conectada a su corazón, le estaban provocando una somnolencia casi irresistible, pero no podía dejarse perder esa batalla, porque necesitaba escribir todo en su cuaderno y a la vez comprobar que Eda estuviera bien durante la noche.
Así que se forzó a escribir, intentando no mirar a la figura durmiente en la cama, a Eda que se le veia tan frágil, con todas esas feas vendas recién cambiadas, un escalofrió recorrió su cuerpo, con el pensar de que pudo haber sido peor.
Sus manos empezaron a moverse solas, empuñando con fuerza el lápiz, letra tras letra, sentimiento tras sentimiento, la felicidad, esa que siempre añoro, podía llegar a ser tan distante e imposible para él en una época pasada y ahora era algo que no se veía tan lejano, también estaba el miedo de no ser capaz de sincerarse con ella, de ayudarla y cuidarla, darle un amor como el que ella se merecía. Ahora estaba ahí, indefensa y herida, todo por culpa de su ex, ¿Quien iba a pensar que algo así podía pasar?, lo que uno ve en las películas o lee en los libros, el ex despechado vengandose, ¿Quien pensaría que eso podía ser real?, ahora era la mante despechada.
Las palabras de Ipek retumbaban aún en su mente, está en sus manos esta vez, ser feliz y creer en el amor, estaba en sus manos proteger a la persona que con el pasar de los días se estaba volviendo más y más importante en su vida, no podía negar que la intensidad de sus sentimientos junto con las palabras de su amiga lo asustaban un poco, porque no sabe que es capaz de hacer si nuevamente lastiman a Eda de esa manera.
Cerró con un suave sonido el cuaderno de color verde, metiéndolo dentro de los bolsillos de su abrigo, el sol estaba comenzando a salir, podía ver el naranja adornar el vidrio de la ventana del hospital, y solo podía rogar que no tuviera que pasar otro día allí, los recuerdos que le traen no son nada buenos, nunca lo son respecto a hospitales.
Cuando va camino a su casa, no puede evitar recordar lo ocurrido, sus ojos mirando directamente hacia la sombra de oscuridad que se cierne sobre el, mirando directo a la furia que impregna los ojos de ese hombre que para el ya es un extraño, le grita, puede sentir sus gritos en su rostro, su aliento, su saliva, pero no dice nada.
Unas lagrimas bajan por sus mejillas, la pierna le esta matando, puede sentir donde los moretones se juntan, es casi imposible de mover y es difícil decir donde duele mas, ya que casi toda su pierna esta llena de ellos, da un gruñido herido, cuando en un movimiento involuntario, su pierna envió una corriente de dolor al resto de su cuerpo, estuvo nuevamente dos días en el hospital debido a todas las heridas que tenía producto de la paliza recibida, odiaba el olor a alcohol y el algodón y si no hubiera sido por la señora que conoció en el hospital Melek que considentemente significaba ángel, hubiera pasado por todo eso solo, otra vez.
Sus sollozos silenciosos y gemidos de dolor, que son un poco mas audibles que los primeros, despiertan del sueño de Eda, haciéndola abrir los ojos desorientados, para luego fijarlos en el bulto pequeño que era Serkan en el sofá, le ve moverse, sollozar, cada segundo, pero no puede ponerse de pie, y su voz es demasiado ronca para llamarle.
Afortunadamente para ella, Ipek parece notarlo también, porque se sienta en el sofá que estaba durmiendo.
-¿Serkan?. - escucha Eda como Ipek llama a su amigo, poniéndose de pie de inmediato.
Se acerca al pellirojo con cautela, inclinándose hacia él, su mirada se fija en Eda un momento y luego en el arquitecto, zarandeándolo.
-¿Hmm? - Serkan abre sus ojos verdes, desorientados.
-Solo fue un sueño... un mal sueño. - le dijo Ipek, mientras su mano frota levemente la espalda de su amigo. - Es pasado. - agregó en voz baja, como si supiera exactamente que decir, como si no fuera la primera vez que sucedía.
-Lo siento... - se disculpó Serkan, alzando una mano para tomar la que Ipek le extiende. - Solo estaba pensando en ello...lo siento.
-Lo se, y lo entiendo, pero… - se mueve a un lado, dejando en el campo de vista del arquitecto a una ojerosa y preocupada Eda. - Tienes mejores cosas en que pensar... y que proteger. - agrega su amiga sonriendo un poco.
Serkan alzó sus ojos para mirar a Eda.
-Lo se. - susurró, sentándose derecho, para limpiarse las lagrimas. - Lo siento, Eda. - susurro levantándose, cuando se sintió fuerte para hacerlo. - No te preocupes, solo una pesadilla.
Ella lo miró incrédula unos segundos, y estiro sus brazos para que Serkan se acercara, sintiéndose un poco frustrada por no poder moverse lo suficiente.
-Estoy aquí para lo que necesites. - dijo cuando Serkan se sento junto a ella en su cama. - Lo sabes, ¿Cierto?.
-Si, lo se. - respondió tomando la pálida mano de la castaña. - Lo mismo digo, Eda.
Un par de horas más tarde cuando estaban todavía ambos chicos acompañando a Eda, además de su madre conversando de cosas triviales la puerta de la habitación sonó llamando la atención de todos.
-Pueden llevársela. - sonrió la enfermera entrando, Serkan suspiró aliviado con las palabras de la mujer, girando su rostro a donde estaba Eda en la cama de sabanas blancas. - Esta estable, y necesita unos días de descanso...de toda actividad extra. - dijo con una sonrisa cómplice.
-¿Actividad extra? - preguntó Eda desde la cama. - ¿Qué clase de actividad?.
Serkan le dio una mirada incrédula, casi no creyéndose la inocencia de ella.
-Eda...actividad extra. - le dijo, casi como un regaño, mientras escuchaba la risa de Ipek y el toser de la mujer.
-¿Deportes?. - preguntó mas confundida. - Porque si a eso se refiere no tiene de qué preocuparse, los deportes no van conmigo.- dijo haciendo que su madre soltara una risita entre incrédula y de cariño.
-Hija, sexo, sexo. - dijo sin ningún ápice de vergüenza, haciendo reír a Serkan e Ipek que prácticamente tuvo que morderse el puño parar no carcajearse.
-MAMÁ. - chilló avergonzada. - No tienes que decirlo así, es que... no había entendido - se excusó viendo como Ipek casi ya no se aguantaba.
-No se si eres muy lenta o muy inocente. - dijo Serkan riendose, la enfermera hizo un leve asentimiento de cabeza y le dio la carpeta a la madre de Eda, quien la firmó rápidamente.
-Entonces ya puedes irte a casa, ¿Vas a irte con Serkan o conmigo? - le preguntó con una sonrisa.
-Con Serkan, si es que a él no le molesta, claro. - dijo tímidamente.
-No, claro que no. - respondió rápidamente. - Quédese tranquila señora Ayla.
-Bien, me quedo tranquila entonces.
-Si, un par de días más y estaré bien, no te preocupes. - contesto Eda casi saltando de la alegría en la camilla - Ah, y tenias razón, te haré caso. - dijo sonriendo, de manera cómplice hacia su madre.
- Lo se, hija, las madres tendemos a siempre tenerla. - contesto dejando a los otros en la habitación algo perdidos de la conversación.
-Serkan. - llamó la mujer viendolo con cariño. - Gracias por entrar en la vida de mi hija y cuidarla.
El aludido bajo la mirada, algo avergonzado, Ayla sonrió con nostalgia y se acerco, abrazándolo de manera maternal, como Serkan casi no recordaba la sensación.
-No se que es lo que paso, Serkan, pero no te cierres a la felicidad que la vida te esta dando, se feliz. - le susurró en el oído, deteniéndose unos segundos antes de continuar. - Sean felices.
-Gracias... - repitió, dejando caer su cabeza contra el hombro de la madre de la castaña. - Muchas gracias.
Cuando se separaron lo primero que vio el pellirojo fue la sonrisa de Eda, dirigida a él ... solo a él.
-¿Estas lista para irte?.
- Si.. vamos … - dejo salir un suspiro, con su corazón aun agitado en su pecho.
-Vamos. - le dijo ofreciéndole su mano para que bajara de la camilla.
Solos les queda arriesgarse juntos a Eda y su enfermero personal en casa.🤭
Q
ue tengan un feliz domingo.❤️
Gracias por leer.✨🥺