Una semana después.
—Vamos amigo, le juro que no se arrepentirá en invertir en esta empresa —dice Marco mientras habla por teléfono caminando de un lado a otro.
Sonríe y se acerca para darme un fuerte beso.
Se aparta y escucho un: Fue la mejor decisión que pudo tomar, que tenga buen día señor Smith.
Marco cuelga la llamada —Cerré negocios.
Sonrió —Si que eres bueno convenciendo gente. Como te decimos ¿el lobo de Wall Street?
Marco jala de mi cintura —Por que mejor no aprovechamos y celebramos que cerré negocios con un hombre muy importante —los ojos de Marco recorren todo mi cuerpo.
Lo aparto un poco —Tal vez deberíamos dejarlo para otro momento, justo ahora estamos terminando de empacar para irnos ¿no lo recuerdas?.
Marco voltea los ojos —Bien, te la perdono por esta vez.
Metimos las maletas en el baúl, ya no faltaba nada, estábamos a punto de viajar. A unas cuantas horas para llegar a San Jorge, mi pueblo querido.
Ya quería ver a mamá, aunque también quería ver a Edwar, pero tiene muchas cosas que hacer y trabajo que decidió no venir estas vacaciones. También extraño a mi hermano mayor… tiene una hermosa familia y dos hijos… es tan romántico.
Estamos a punto de subirnos al auto cuando una voz a lo lejos se escucho.
—¡Esperen!, ¡no se vayan todavía!.
La voz de Camila a lo lejos, corriendo junto con Katerín, Jony, Daniel y Tony (Daniel llevaba a Tony de la mano).
—¡Chicos! —digo sonriendo.
Camila frena al llegar y se inclina poniendo sus manos en sus rodillas.
respira con dificultad —Casi que no alcanzamos. ¿Se iban a ir sin despedirse?, que malos amigos son.
—Se lo dijimos anoche —dice Marco.
—Lo importante es que ya estamos aquí y nos podremos despedir —dice jony respirando con dificultad.
—¿Y por qué vienen caminando?, ¿no trajeron coche? —digo.
—Vinimos todos en el auto de Camila, pero nos varamos unas cuadras mas abajo —señala Daniel.
—Susan, Marco. Espero la pasen súper y se diviertan mucho en sus vacaciones, los vamos a extrañar —dice Katerín con lagrimas en sus ojos.
—Que tengan un feliz viaje chicos —dice Jony.
Al final nos dimos todos un abrazo.
—Nos traen un recuerdito —dice Daniel.
—Como siempre —sonrió.
—Bien, debemos salir ya —Marco habla.
—¡Hey tú! Idiota, cuida bien de Susan —dice Tony frunciendo sus cejas.
Marco ríe —Lo haré bastante bien enana.
Así nos despedimos de los chicos y conducimos camino a San Jorge. Estoy muy emocionada, no sabré qué aventuras tendré en estas vacaciones.