FEEL ME

By Roeirene

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Rachel Forsbeerg, una chica que lo tiene absolutamente todo, pero de la noche a la mañana se lo arrebatan y d... More

Prólogo
CAPITULO 1
CAPITULO 2
CAPÍTULO 3
CAPÍTULO 4
CAPÍTULO 5
CAPÍTULO 6
CAPÍTULO 7
CAPÍTULO 8
CAPÍTULO 9
CAPÍTULO 10
CAPÍTULO 11
CAPÍTULO 12
CAPÍTULO 13
CAPÍTULO 14
CAPÍTULO 16
CAPÍTULO 17
CAPÍTULO 18

CAPÍTULO 15

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By Roeirene


Scott

Desde que le envié el mensaje a Rachel, no deje de pensar en lo que le iba a decir, tenía que contarle todo mi pasado, pero sabía que si lo hacia ella se alejaría de mí y la pondría en grave peligro.

No me dio tiempo a preparar nada cuando unos golpecitos en la puerta me sacaron de mis pensamientos, respiré hondo y abrí la puerta.

-Hola-le salude nada más verla, llevaba el pelo en una coleta alta, dejando ver sus preciosos ojos que me miraban con timidez y nerviosismo.

-Hola-respondió en un susurro casi apenas inaudible. Me retiré hacia un lado dejándola pasar, cerré la puerta y entonces no supe por dónde empezar a explicarle...

- ¿Qué me querías contar? - me pregunto sentándose en la cama y mirándome fijamente.

-Esto...bueno, ¿De qué conoces a Erick berg?- pregunte sin dar más rodeos, aunque esa no era la pregunta estrella, esa ya vendría más adelante...

- ¿De qué le conoces?-me pregunto asombrada, cuando escucho el nombre de ese chico, estaba claro ella no sabía que yo le conocía, que los dos peleábamos y que corríamos en carreras ilegales, todo por poder, que traficábamos con drogas y que...ambos tuvimos que ver con la muerte de un chico.

No le respondí, me quedé mirándola, pensando bien las palabras que iba a utilizar, pero ningunas me parecieron apropiadas para este asunto.

-Respóndeme, ¿De qué conoces a Erick?- volvió a decir, pero esta vez elevando el tono de voz y levantándose como un resorte de la cama, empezó a andar hasta estar a mi altura y me encaro, la mire y suspire.

-Él y yo...-deje la frase a medio terminar, no sabía que decirla y menos que nos conocíamos por motivos muy turbios, se me paso por la cabeza decirle que fue en una visita que hice a su país. La familia de Erick es muy famosa allí, y todo el mundo sabe que esa familia es la que mejor estatus tiene en todo el mundo.

-El y tú que Scott, suéltalo ya joder, de que le conoces- volvió a decir, cada vez le hervía más la sangre, y yo seguía sin saber cómo decírselo. Respiré hondo y solté lo primero que pensé.

-Sabes que Erick tráfico con drogas ¿no? -le pregunte, ella asintió con la cabeza y entonces continue.

-Bien...yo le ayudaba-dije al final, en cierto modo eso era verdad, aunque... faltaban muchas cosas por decirle, pero esto sería un gran comienzo.

No dijo nada, solo se me quedo mirando con los ojos como platos, se tocó la coleta, respiro hondo y me miro, su mirada era fría y dolorosa, sabía que no era buena idea meterla en mis problemas...

-Y ¿Cómo es posible que tu estuvieras allí solo por ayudarle con drogas?, ¿Quieres que me crea eso? -me pregunto sin apartar los ojos de mí, sabía que le tenía que contar todo.

-Esa es la verdad, Ra...

- ¿Que hacías allí Scott?, dime la puta verdad-me interrumpió, no le dije nada, me quedé callado como un cobarde.

Su móvil sonó, ella suspiro resignada, no sé si por habernos interrumpido o porque no le decía la verdad... cogió el móvil y miro quien era.

-Tengo que irme, pero esto no queda así- me dijo apuntándome con el dedo índice y con la otra mano guardándose el móvil en el bolsillo trasero de sus vaqueros ajustados.

Me miro una última vez a los ojos y se fue directa a la puerta.

-No te acerque a él Rachel, solo te pido eso.

No me contesto, abrió la puerta y la cerró con un portazo.

Solté todo el iré que está conteniendo en ese momento, me froté el pelo resignado y me senté en la cama.

-Mierda.

El móvil empezó a sonar encima del escritorio, me levanté y lo cogí.

- ¿Qué quieres? - respondí de mal humor.

-Ni siquiera ¿Un hola?, tu como siempre al grano.

-Déjate de tonterías y dime que quieres- se me acababa la paciencia

-Te recuerdo que hoy es la pelea y que..

-Lose, ¿Me llamas solo para esto?, estaré en tu estúpida pelea Amy y ahora déjame en paz puta psicótica de mierda-estalle.

-Yo también te quiero Scott, te veo esta noche ya sabes lo que hay que hacer antes de una pelea-continuo Amy con su estridente voz.

-Adiós Amy- colgué.

Tire el móvil contra la cómoda.

-¡¡¡JODER!!!

Tenía que parar esto de una vez, no podía volver a caer en ese mundo, pelearía esta noche solo para que dejara en paz a Rachel.

Pelearía esta noche con Taylor Erickson, el hermano del chico que murió el año pasado, él sabía de mi existencia y sabía que Amy lo disfrutaría como nunca, y no me extrañaría que hubiera sido idea de esa zorra.

Me empecé a preparar para ir, no lo sabía nadie ni siquiera mi hermano, si lo llegara a saber sabía que el también participaría y lo último que quiero es que haga lo que aré dentro de unos minutos antes de la pelea.

Cogí la bolsa y me fui directo a la fábrica abandonada que había a 20 kilómetros del campus.

Aparque el coche retirado de la fábrica para no levantar sospechas, si nos pillaban aquí, nos arrestarían a todos y no estoy en condiciones como para estar jugando con la policía...

Entre en la fábrica, por la puerta de atrás, estaba todo oscuro, empecé a caminar en busca de los gritos que se escuchaban, cuando me iba a cercando a los gritos que ahora se escuchaban más cerca, pude ver luz, pero no era luz de bombillas si no de velas y lámparas de aceite.

El sitio estaba todo lleno de polvo y las maquinas que había estaban tapadas con sabanas, cada vez que Amy planeaba una pelea siempre lo hacía de una manera para que la gente tuviera morbo a lo prohibido, si una de esas lámparas se callera, quemaría las sábanas y esto parecería una ratonera, nadie saldríamos vivos de aquí...

-Por fin llegas, sígueme, te están esperando- escuche la voz de Amy a mis espaldas, resople, odiaba su estúpido tono de voz.

No dije nada y la seguí a una habitación, no había nadie solo una mesa con una lampara al lado y la estúpida de Amy.

-Ya sabes lo que tienes que hacer antes de combatir-me dijo señalando la mesa.

Me acerque a ella y pude ver que había dos rayas de coca bien echas, las observe durante unos segundos y la mire.

-No pienso meterme esa mierda de nuevo.

-Si lo vas hacer, tienes que ganar ese combate, si no quieres...-dijo mientras se encendía un cigarro.

-Solo son dos Scott, te darán la suficiente fuerza para acabar con Taylor-dijo acercándose a mí y echándome el humo a la cara.

La mire por última vez y me gire para ver las dos rayas de coca que había en la mesa, no lo pensé más y me incline hacia ellas, cogí un canuto que había justo al lado y me lo puse en la nariz, respire hondo sin pensar y me metí las dos en cuestión de segundos.

-Así me gusta Scott, va aser una buenísima noche-volvió hablar la zorra tocándome el hombro mientras yo me limpiaba la nariz.

-Te espero fuera.

Apagó el cigarro en un cenicero que había en la mesa y me dio un beso en la comisura de mis labios, me miro por última vez y se fue por la puerta.

Empecé a vestirme y poco a poco notaba los efectos de la coca... prometí que no volvería a meterme nunca más esta mierda, pero si quería mantener a salvo a Rachel y a mi hermano tenía que hacer esto.

A mi hermano le costó demasiado salir de esta mierda, mi madre lo daba por perdido hasta que un día un chico que peleaba con nosotros le dio un ataque al corazón y cayó desplomado en plena pelea, desde entonces a mi hermano le traumatizó aquello y de la noche a la mañana dejó de meterse esta mierda.

Sin embargo, yo... seguía con estas cosas hasta que paso el accidente y mi hermano me detuvo de que siguiera metiéndome.

Escuché la voz de un chico que, seguro que sería el que anunciaba la pelea, salí de la habitación y me fui acercando donde estaba toda la gente, vi a Amy que me agarró por el brazo y me dio una serie de instrucciones, pero no las oía, solo pensaba en Rachel, en sus ojos, en sus labios que me moría por besarlos, en su cuerpo que ahora mismo lo tocaría como si no hubiera un mañana...

Todo empezó buscando información de su padre y por desgracia me he terminado enamorando de ella, de su dulzura, de todo su ser, la quería como nunca he querido a nadie, pero no podía dejar que entrara en mi vida, no podía hacerle eso.

- ¿Scott me estas escuchando? - pregunto Amy, al ver que no la hacía ni puto caso.

-Parece que tu plan no va a funcionar- continúo hablando, pero esta vez me lo susurro al oído.

- ¿A qué te refieres?- pregunte confuso.

-A no enamorarte de ella

En ese momento la mire con los ojos abiertos como platos, pero escuche mi nombre y a la gente vitoreándome, Amy me empujo y salí al centro de un corrillo de gente, en frente tenía al famosos Taylor, en su mirada pude ver rabia, furia y rencor.

-Las reglas son sencillas, si veo que incumplís una, aunque sea, la pelea queda anulada ¿Entendido? - habló quien se supone que es el árbitro, no le conocía era un chico más o menos de nuestra edad, con una cicatriz en la ceja bastante pronunciada.

Los dos asentimos y dio comienzo a la pelea.

Taylor, fue el primero en comenzar, lanzó su puño derecho hacia mi cara, pero conseguí esquivarlo, al ver que seguía intentando golpearme, bajo la guardia y entonces aproveché y le di un puñetazo en las costillas.

Taylor se quejó, pero su mirada de rabia y rencor seguían hay, el seguía intentándome dar, pero era inútil, cada vez que bajaba la guardia le daba un puñetazo en la cara o en las costillas y estómago. En una de las veces el puño impactó contra su ceja derecha que hizo que sangrara inmediatamente.

-Voy acabar contigo como tu acabastes con mi hermano- me dijo con los dientes apretados y lleno de ira.

Hizo el intento de volver a darme, pero otra vez conseguí esquivarlo.

-En cuanto acabe contigo, ¿Sabes lo que are?, ir a por Rachel, y follarmela como un puto loco, ¿Sabes?, la escuchaba cuando se acostaba con mi hermano, y te juro que siempre quise hacerla gritar mi nombre, y sobre todo lo que esa boquita podría hacer con mi polla-dijo con una media sonrisa en los labios, sabía lo que estaba intentando hacer y lo estaba consiguiendo.

Me abalancé sobre él, y le di un puñetazo en la nariz, haciendo que se callera al suelo, no le deje levantase, me puse encima de él y empecé a darle puñetazos por toda la cara, en ese momento no pensaba, solo tenía en mi mente la imagen de este hijo de puta follandose a Rachel y ella gozando, mientras gritaba su nombre.

Note unas manos en mis hombros intentando separarme de Taylor, que estaba en el suelo, tosiendo sangre, junto a su cara ensangrentada.

Miré a la gente y vi que aplaudían por el espectáculo que acabábamos de dar, el chico que antes nos había advertido de las reglas ahora alzaba mi brazo derecho al aire y decía que era el ganador de esta pelea.

Un grupo de chicos me cogieron en hombros, me alzaron y gritaron a mi favor, en ese momento me sentía eufórico y bien conmigo mismo, pero todo eso se acabó cuando me encontré con unos ojos marrones verdosos.

La mire sin creerme lo que estaba viendo, Rachel estaba allí mirándome con lágrimas en los ojos junto a Erick.

Erick tenía una sonrisa de triunfo en el rostro, mientras Rachel estaba aterrorizada, quería acercarme a ella, pero mi cuerpo se paralizo solo con ver sus ojos llenos de lágrimas. 

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