ɪɴǫᴜɪʟɪɴᴀ ɪɴᴇsᴘᴇʀᴀᴅᴀ [ᴇᴅsᴇʀ]

By littlefreesoul__

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Serkan Bolat es un destacado y joven arquitecto en Estambul, pero el perseguir sus sueños lo ha convertido en... More

ɪ. ʟᴀ ɪɴᴠɪᴛᴀᴅᴀ ɴᴏ ᴅᴇsᴇᴀᴅᴀ
ɪɪ. ʜᴜʀᴀᴄáɴ ʏɪʟᴅɪᴢ
ɪɪɪ. ɴᴏ ǫᴜɪᴇʀᴏ ᴄᴇᴅᴇʀ
ᴠ. ᴀᴍɪɢᴏs
ᴠɪ. ᴇɴᴄᴜᴇɴᴛʀᴏs ʏ ʀᴜᴘᴛᴜʀᴀs
ᴠɪɪ. ɪɴᴇsᴘᴇʀᴀᴅᴏ
ᴠɪɪɪ. ᴘʀᴇᴏᴄᴜᴘᴀᴄɪóɴ
ɪx. ᴜɴᴀ ᴏᴘᴏʀᴛᴜɴɪᴅᴀᴅ ᴘᴀʀᴀ sᴇʀ ғᴇʟɪᴢ
x. ᴜɴ ᴄᴀᴍɪɴᴏ ᴊᴜɴᴛᴏs
xɪ. ғᴇʟɪᴢ
xɪɪ. ɪɴᴛᴇʀʀᴜᴘᴄɪᴏɴᴇs
xɪɪɪ. ᴍɪ ʟᴜɢᴀʀ sᴇɢᴜʀᴏ
xɪᴠ. ᴏᴛʀᴀ ᴠᴇᴢ ᴛú
xᴠ. ᴄᴜʟᴘᴀ
xᴠɪ. ᴍɪ ʜɪsᴛᴏʀɪᴀ
xᴠɪɪ. ᴇxᴛᴀsɪs
ᴇᴘíʟᴏɢᴏღ

ɪᴠ. ᴅɪsᴄᴜʟᴘᴀs ʏ ᴇɴᴛᴇɴᴅɪᴍɪᴇɴᴛᴏ

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By littlefreesoul__

Luego de esa pequeña charla habían caminado en un silencio incomodo por varios minutos hasta que Eda nuevamente rompió el silencio, no lograba entender el comportamiento de Serkan, lo que los llevó a una fuerte discusión en la que ambos terminaron enojados, por un lado el pelirrojo alegaba que ella no tenía porque meterse en su vida, que no tenía que darle explicaciones y que no era nadie para que opinará sobre su forma de ser, por su parte Eda se quejaba de su mala actitud con todo el mundo, le pedia que se mostrará tal cual era y que dejara de juzgar a la gente porque no todos eran iguales.

Como ya era costumbre, cada vez que peleaban se evitaban y llevaban dos días sin siquiera haberse cruzado.

Serkan hundió con mas fuerza la cabeza en la almohada esa mañana, otra vez había levantado la barrera y había alejado a Eda porque todo en ella lo confundia, ¿Por qué se sonroja con ella?, ¿Por qué es tan amable cuando el la trata tan mal?, ¿Por qué es tan inocente cuando es claro que su novio no la valora?, ¿Por qué siempre se echa la culpa y pide disculpas cuando no deber hacerlo?, eso era lo que pasaba por su mente, lleno de ira y de remordimiento, llevándolo a patalear en la cama furioso, estaba molesto.

-¿Por qué?. - preguntó a la nada volteándose y mirando el techo. -¿Por qué tengo que ser tan amargado?.

Su respiración era errática, y las lágrimas parecían estar secas, se pregunto mentalmente asimismo, ¿Qué él era lo que sus edificios reflejaban?, tenían que tener algo, para que Eda los considerara algo especial, diferente, mientras que el mismo solo se daba lastima.

Se sentó en la cama observando la pila de libros que había sacado la noche anterior de su librero, se levantó y comenzó a recogerlos para tirarlos de nuevo de donde los habían sacado, salió de la habitación y dejo la pila de libros en el pasillo, sintiéndose horriblemente cansado de repente razón por la cual solo se fue a dormir.

A la mañana siguiente el sonido de unas llaves lo despertó, al mirar el reloj se dio cuenta que eran mas de las doce del día, dejó salir un suspiro resignado, estaba seguro que era Eda, ¿Quién más?, el no tenia ninguna novia al que le haya dado la llave y sus amigos no tenían llaves de su casa, se pateo mentalmente por el pensamiento, intentando levantarse completamente fuera de la cama.

Salió al pasillo tropezándose con la pila de libros que habia dejado allí maldiciendo cuando se encontró de cara al piso, en un golpe doloroso pero no tanto como lo que vino después.

Eda observó a Serkan caerse y tuvo que contenerse las ganas de ir a verlo, desde la puerta de su habitación preguntó con la voz más monótona que pudo.

-¿Estas bien?

- Si... - contestó extrañado por el tono, pero luego bajó la mirada recordando todo lo que había pasado hace unos días.

-Me alegro. - Eda se dio la vuelta para ir a la cocina sin mirar siquiera de vuelta al pelirrojo.

Serkan se mordió el labio levantándose, la soledad se había mitigado un poco desde la llegada de Eda, pero ahora la sentía amenazante a su alrededor de nuevo, era como caminar sobre cascaras de huevos, en las semanas que llevaba viviendo con ella nunca la había sentido tan fría antes.

-Traje comida china. - dijo lo suficientemente alto como para que escuchara. - Voy a dejarla en el refrigerador por si quieres un poco.

-Gracias. - se sentó en el sillón algo inquieto. - ¿Donde pasaste la noche? - preguntó sin pensarlo mucho.

-¿Te importa? - preguntó sacando su teléfono del bolsillo.

-Eda ... - en su voz un tono de advertencia, sintiendo una punzada de dolor ante el tono tan frío. - Solo lo voy a decir una vez, siento lo del otro día, no debí comportarme así... - dijo sin mirarla directamente.

-La pase con Kan - respondió sentándose en el sofa mas alejado de Serkan. - No tienes porque disculparte.

-Solo acepta las disculpas ¿si?, se que me comporte como un idiota. - afirmó mirando al techo.

-Kan me dijo que era mi culpa porque yo fui muy entrometida, no debí hacerlo, esta bien.

Serkan enarco una ceja. - Dime por favor que no le contaste a tu novio todo lo que pasó. - dijo con un tono de suplica.

Eda se rascó el pelo nerviosa. - No, solo le dije que te habías enojado.

-Bueno. - suspiro aliviado. - Solo no le cuentes esas cosas, ¿Por favor?, tengo una imagen que mantener ante las personas por mi trabajo, espero entiendas. - explico lo mas tranquilo que pudo.

-Si, claro. - respondió Eda, haciendo una mueca de desagrado.

-¿No te agrada eso?. - sabia que se estaba arriesgando a escuchar una respuesta que quizás no le iba a gustar al preguntar.

-No me agrada que seas tres personas distintas, ¿sabes?. - dijo un tanto molesta, Serkan había despertado su mal humor hace una par de noches atrás, era como que esa parte de ella que decía las cosas de frente no podía quedarse callada.

-¿Tres personas?. - preguntó algo perdido alzando una ceja.

-Si, el maldito amargado que eres conmigo, el educado arquitecto y el amable, cordial y alegre chico que me mostraste ese día del cine, el cual creía claramente que eras tú, pero después de lo que paso comienzo a dudarlo Señor Bolat. - respondió con odio, sus puños apretados y su mandíbula tensa.

Serkan la miró con los ojos abiertos a más no poder. - Yo...yo... - tartamudeo, sin saber en realidad que decir, Eda lo había descrito perfectamente y eso lo asustaba demasiado. - Lo siento. - se disculpo levemente, poniéndose de pie mientras contenía las lagrimas y caminaba a su habitación.

Eda bufo molesta consigo misma, aparentemente la había cagado mas, pero esta vez no pensaba seguirlo, no, esta vez no se iba a dejar llevar, pensó tristemente.

-Serkan... - murmuro.

- ¿Qué?. - preguntó suavemente, sin voltearse a mirarla.

Eda levanto la mirada sorprendida de haber sido escuchada e intento conseguir algo para decir, algo para responderle y que no sonara como una idiota. -¿Vas a comer?. - preguntó un tanto nerviosa de cagarla mas, aparentemente aun le importaba Serkan, aunque no quisiera importarle.

-Más tarde. - respondió, avanzando hacia su habitación.

Eda rodó los ojos frustrada, se levantó y se movió de un lado a otro por la habitación, observando el balcón, sintiendo unas ganas desesperadas de tirarse por el, se pasó las manos por el cabello con frustración y lanzó un gruñido apenas audible.

Lo arruinaste aún más, ¿Qué piensas hacer?, pensó mientras se dirigía a la cocina y juntaba la comida en un plato y servía un vaso de jugo, se dio la vuelta para tomar una cuchara cuando vio a un gato sentado en la repisa al lado de los cubiertos haciéndola gritar del susto.

-Mierda. - gritó sorprendida al notar la ventana abierta.

-¿Eda?. - la llamó Serkan con voz preocupada, sus ojos aún llenos de tristeza, venia saliendo de la habitación, aumentando el paso al escuchar su grito. - ¿Qué paso?, ¿Estas bien?. - preguntó entrando a la cocina, viendo de inmediato el gato allí. - Oh, ven Kyoto... - lo llamó haciendo que el gato corriera mimoso a su encuentro.

-No sabia que tenías uno. - Eda estaba realmente sorprendida. - ¿Cómo es que no lo había visto por aquí?.

-Viene por temporadas. - contestó contento, arrullando al gato en sus brazos y pegándolo a su pecho. - Y generalmente aparece cuando estas en la universidad. - explicó con una sonrisa.

- Oh...en las mañanas entonces, por eso nunca lo he visto. - sonrió un poco, cortada de nuevo por la presencia de Serkan. - Parece que te alegra verlo...pensé que serias... - negó con la cabeza, volviendo a lo que estaba haciendo antes.

-¿Qué? - preguntó con curiosidad.

-Nada. - contestó secamente.

-Dime. - pidió con el tono más neutral que pudo.

-Es solo que a mi me tratas mal y al gato lo amas. - gruño por lo bajo.

Serkan enarco una ceja suspirando pesadamente. - Eda, si, te trate mal al principio y aun hay veces que lo sigo haciendo es porque llegaste en un mal momento a mi vida, solo sinceramente, perdóname... - una suplica estaba escondida en su voz.

Sabia que estaba mintiendo, la primera vez la trató mal fue porque odiaba lo que ella le hacia sentir, esa atracción que rallaba casi en lo imposible, como hacia saltar su corazón, toda la emoción que sentía, y eran cosas que jamás tendría porque Eda tenía novio y nunca lo iba a querer de la misma forma en que el la estaba empezando a hacer.

-Ahí esta tu comida, me voy a estudiar a mi habitación. - anuncio como si no hubiera escuchado nada de lo que Serkan le dijo. - No te molestare, ni a ti, ni a tu gato.

Serkan suspiró pesadamente al cabo de unos minutos, la siguió a su habitación, toco la puerta y al escuchar la respuesta entró. -¿Tanto te lastime?. - preguntó bajo.

Eda levanto la vista de sus libros un poco sorprendida de verlo allí parado. - ¿De que hablas?.

-Estas enojada, Eda, quizás dolida es la palabra, no soy tonto, se que te trate mal, pero una disculpa sincera no te basta, ¿Por qué?. - preguntó algo triste.

Eda soltó una risa corta y seca, sin emoción. - ¿Y después que?, me volverás a tratar igual Serkan, mejor no sigas disculpándote, no lo haces mejor, porque siento que lo volverás a hacer cada vez que estés enojado. - dijo sintiéndose dolida. - Yo.. ese día pensé que te ibas a abrir a mi, que yo podría cambiar esa fría personalidad que tienes, que podríamos ser amigos, pero tu solo te alejas. - Eda se levanto acercándose a Serkan quien estaba parado en la puerta aun. - ¿Por qué te alejas?

- Yo...yo... yo - tartamudeo nervioso por la cercanía y empezando a temblar ligeramente. - Tengo miedo... - susurró bajito, sintiéndose ridículo, se suponía que él era el mayor ahí, pero Eda parecía en ese momento tan imponente y madura.

-Serkan, no voy a hacerte daño, solo quiero que seamos amigos.- susurró poniendo sus manos en los hombros.

-Tengo miedo, porque siempre terminan haciéndolo.- su voz sonó un poco rota cuando habló.

-¿Quienes?. - preguntó un tanto angustiada, y antes de que pudiera obtener respuesta sintio un terrible dolor en su pie. - Ouch. - mascullo, viendo como el gato de Serkan lo había rasguñado. - Gato malo. - gimoteo, sobándose el pie con dolor.

-Kyoto, no hagas eso. - lo regaño Serkan, agradeciendo internamente que de esa forma evadió la pregunta.

Eda siguió gimoteando como una niña pequeña mientras se sentaba en la cama. - Si que tiene afiladas las garras.

-Si, supongo que debería llevarlo al veterinario. - dijo sentándose al lado de Eda.

-Deberían encerrarte por malo. - le gruño al gato que solo erizo mas su pelo. - ¿Qué te pasó en la mano? - pregunto de repente, recién fijándose en la venda que llevaba.

-Oh... esto. - dijo un poco desorientado, mirándola cautelosamente. - No es nada, anoche me lastime con un vidrio... - dijo nervioso.

-¿Qué vidrio?. - preguntó sería.

-El del baño. - afirmó bajando la mirada.

-¿Tu baño?, ¿Estas bien?. - preguntó, tomándolo suavemente de la mano y acariciándole sobre la venda donde se veía un rastro de sangre seca que la hizo temblar.

-Si estoy bien. - dijo bajito.

-¿Cómo te lo hiciste?, ¿Por qué te lo hiciste?. - pregunto rápidamente, sin darle mucho tiempo a Serkan de responder. - ¿Te los has curado bien?, podría infectarse.

-No se, yo, solo estaba furioso y golpeé lo primero que tuve en frente.- confesó avergonzado. - Y no lo cure, solo lo vende. - termino con un leve temblor.

-Deberías haberlo curado. - dijo visiblemente molesta por el hecho de que no hubiera tenido cuidado. - Te lo curare, ¿Dónde tienes el botiquin?.

-Yo, es que realmente no lo pensé, cuando lo hice. - confeso, bajando la vista apenado. - En el baño esta el botiquín.- indico poco después de su silencio.

Eda se levantó rápidamente para ir al baño, con su mente pensando en las razones por las que Serkan podría haber golpeado el espejo, tomó el botiquín y volvió a la habitación viéndolo ahí, tan frágil, a Serkan, un hombre con un carácter fuerte y que sin embargo se notaba frágil emocionalmente, el cual necesitaba protección y cariño, se sentó a su lado y abrió la caja para sacar un poco de alcohol y quitarle poco a poco la venda.

-¿Te duele?

- Si. - dijo como un niño arrugando el rostro en dolor.

-Eso es por impulsivo, ¿A quien se le ocurre romper un vidrio? - reprochó acariciando la mano suavemente. - Menos mal y es totalmente superficial el corte. - comentó sacando un poco de algodón luego de haber sacado la venda para poder empezar a limpiar la herida.

-Me gusta verte así. - dijo Eda de repente mientras le curaba la mano.

-¿Herido?.

-Relajado. - respondió. - Estoy segura que es tu verdadera forma de ser y ese tipo amargado y frío es solo una máscara que usas, serias como el perfecto hermano mayor. - Eda le sonrió feliz. - Creo que debería ponerme a estudiar.

-Si, yo iré a tratar de terminar unos planos.- se frotó sus ojos cansados de andar llorando y durmiendo, sintiendo una punzada de pena al escuchar la palabra hermano.

-Bueno, acuérdate de no forzar la mano. - le sonrió levantándose de la cama y tirándose en el piso cerca de sus cuadernos.

-Si... - contesto volteándose y saliendo de la habitación. - Gracias.

Cuando finalmente estuvo en su habitación se dejo caer al piso cansado física y emocionalmente, sabía que Eda tenía razón en muchas cosas de las que le había dicho sobre él y no podía dejar de impresionarle lo rápido que logró ver su personalidad.

✰ ✰ ✰

Eda se paró de donde estaba sentanda cuando Serkan salió de la habitación, cerró la puerta con el pestillo asegurándose de que estuviera bien cerrada, regresó a donde estaba antes y se sentó en el suelo sobre la alfombra que adornaba el piso cerca de su cama, sacó el libro verde que había recogido del pasillo de debajo de la cama, tomándolo con cuidado entre sus manos.

-Debe ser su cuaderno. - murmuró a la nada, se mordió el labio, debatiéndose entre si debía o no leerlo, especialmente después de que por fin estaban teniendo una mejor comunicación con Serkan.

Lo abrió para leer el primer párrafo del pequeño libro, observando la hermosa caligrafía.

"Ha sido un largo día, aun me duelen las mejillas y mi costado, mi labio aun sangra mucho pero no creo que sea para tanto, he decidido comenzar a escribir debido a que no se a quien contarle esto, de hecho dudo que pueda contárselo a alguien, pero quiero que alguien sepa lo que he pasado, necesito desahogarme...

Aun me tiemblan las manos de la golpiza que me han dado, solo soy un adolescente que merece ser comprendido, huí de mi casa.... "

Fue lo primero que leyó Eda antes de cerrar el libro de golpe, no sabía si sería capaz de seguir leyéndolo, cerró los ojos, conteniendo el nudo que sentía en su garganta y que estaba por hacerla llorar, tembló un poco cuando suspiro para calmar las ganas de llorar.

Algo había pasado en la adolescencia de Serkan que lo había hecho huir de casa, con una paliza de por medio, llevándolo a ser como era ahora, frío y desconfiado.

¿Qué sería?, se preguntó empezando a leer de nuevo, haciendo énfasis en los puntos donde el pelirrojo hacia referencia a algún daño físico.

"Mis ojos tienes unas ojeras muy grandes y casi siempre están hinchados de tanto llorar, he bajado de peso considerablemente. Ipek mi amiga, es quien me obliga a comer, pero se lo estoy poniendo realmente difícil..."

Leyo con un nudo en la garganta antes de cambiar de página.

"Escribir es una de las cosas que me está ayudando, es una forma fantástica de expresar lo que siento, y hablando de amor... he conocido algunas parejas, muy bonitas y personas muy amables, he conocido a Ibrain, cuya historia es casi igual a la mía, pero el sigue siendo muy optimista, Ipek esta enamorada también, pero no se atreve a confesarse, no es como si tuviera algo que perder ... "

"Mi nariz me duele, pienso que esta rota, pero a nadie parece importarle, mi amiga se ha ofrecido a curármela, es una chica muy simpática y una de las pocas personas en las que puedo confiar"

Cerró el pequeño cuaderno con fuerza, no tenía fuerzas para seguir leyendo nada de nada, sin duda Serkan podia transmitir todo su dolor con sus palabras.

Esto.. pensó mientras movía el libro de una lado a otro resolvía muchas dudas sobre la actitud de Serkan, y le dejaba ver que ella tenia razón, no era un idiota sin corazón, mas bien era alguien que incitaba a protegerle, a pesar de su edad, Eda sentía el deseo de protegerlo, le daba la impresión de que era una persona frágil, con un gran corazón.

Se levantó de la cama y salió de su habitación como un huracán, su cuerpo se movía solo, por inercia, cuando se quiso dar cuenta estaba tocando la puerta de Serkan con suaves golpes.

-¿Serkan?. - lo llamó levemente, con la voz mas temblorosa de lo que pensaba.

El pelirrojo se levantó de su escritorio y fue a destrabar el pestillo, siendo sorprendido por un abrazo que le dejo en shock unos segundos.

Se dejo abrazar por los cálidos brazos de Eda, muy sorprendido de que lo hubiera abrazado apenas entró sin decir palabra alguna, quizás estaba teniendo un episodio de depresión por los problemas que tenía con su padre o tal vez tenía problemas en la universidad.

-Eda, ¿Qué te pasa? - preguntó intentando acomodarse los lentes de descanso que usaba para escribir en la computadora por encima del hombro, ya que con el movimiento estaban apunto de caerse.

-Solo déjame estar un momento así, ¿Por favor?. - susurró en su oído, aferrándolo mas a si misma, sin saber porque su corazón se había tranquilizado al sentir a Serkan entre sus brazos, como si de esa manera lo sintiera seguro.

-Pero... - Serkan sintió como un nudo se formaba en su garganta al sentir la seguridad que le proporcionaba Eda en esos momentos, recostó su cabeza en el hombro de ella aun preocupado. - ¿Te hicieron algo Eda?, ¿Puedo ayudar de alguna manera?, ¿Le paso algo a tu mamá?. - insistió, esta vez acariciando la espalda como podía.

-Nada, nada ... - susurró escondiendo su cabeza en el cuello de Serkan. - Sabes que yo no te voy a lastimar, ¿No?, lo digo por lo que dijiste cuando veníamos del cine el otro día ... - dijo bajito.

-Lo sé...tu...todo tu cuerpo me hace sentir seguro...pero... - aspiró ese aroma que emanaba Eda, tan característico de ella, antes de soltar un suspiro. - ¿A que viene esto ahora?.

Eda sintió unas mariposas extrañas en el estomago cuando escucho lo que Serkan le dijo, pero se concentro en la pregunta, intentando no pensar en eso.

-Solo quería decírtelo, solo eso. - mintió sin querer revelar la verdadera razón de su inesperada aparición.

-Muchas gracias por decírmelo. - Serkan cerró los ojos dejándose envolver por esos cálidos brazos, solo disfrutando la sensación.

-No te enojes, pero me gusta mucho abrazarte ... - confesó de la nada, arrepintiéndose en el acto y poniéndose roja como un tomate, había hablado sin pensar, solo lo dijo como le salió.

Serkan abrió sus ojos sorprendido por las palabras de Eda, después de todo siempre estaban peleando por algo, pero dejó esos pensamientos de lado y admitió. - A mi también me gusta abrazarte. - dijo igual sonrojado que ella. - Yo... eres muy cálida ...tu me tratas mejor de lo que me merezco.

-No, no digas eso.- empezó a decir.

-No te preocupes porque es la verdad, no merezco que seas así conmigo, he sido un imbécil contigo y tu no lo mereces, eres un sol. - murmuró con los ojos llenos de lagrimas, Eda lo descontrolaba.

-Serkan, no digas eso, tu eres una persona muy especial, mereces mucho mas, tienes un corazón tan grande que recibiste a una perfecto desconocida en tu casa solo porque una amiga te lo pidió, eso no lo hace cualquiera, ¿sabes?. - aseveró, apretando aún más el abrazo.

Serkan río entre lágrimas. - No es verdad, solo quieres hacerme sentir mejor para que no te eche.

Eda soltó una enorme carcajada. - Los dos sabemos que si tu me hubieras querido fuera, lo hubieras hecho desde que se me vino encima el coso de los libros.

-Eres muy torpe y tienes muy mala suerte, pero me pareces realmente muy adorable. - susurro, con la mirada gacha.

Eda sonrió mirandolo, amaba esos momentos en los que podía ver la verdadera personalidad de Serkan y no la que quería mostrar con la máscara que usaba ante los demás. -Voy a preparar yo la cena hoy. - dijo de repente.

-¿En serio?.

-Por supuesto, es hora que pruebes las maravillas de Eda Yildiz.

-Me parece una idea genial.

-Bien, entonces cuando este listo te avisare. - dijo alejándose. - Y perdón por aparecer así en tu habitación.

Holis!!
Poco a poco vamos conociendo un poquito más de la historia de Serkan y porque es tan sensible, pero frío a la vez🥺 y Eda va sacando el carácter.🤭

Gracias por sus comentarios e impresiones del capítulo (amo leerlos) y también por sus estrellitas.

Buen comienzo de semana
Ojalá les guste el capitulo

❤️🤟

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